Una edición más, y ya van tres, la feria española de Defensa por excelencia, ha tenido lugar en IFEMA (Madrid), reuniendo allí a la mayor parte de empresas nacionales del sector y también a algunas extranjeras. Aprendidas algunas de las lecciones de las dos ediciones pasadas, FEINDEF 2023 ha estado en general mejor articulada, ha ocupado una superficie mayor, dando cabida a más de 400 expositores y ha servido para convocar a un buen número de delegaciones internacionales. No obstante, en términos de contrataciones -que es como suele medirse el éxito de estos eventos-, el resultado ha sido una vez más decepcionante, lo mismo que en cuanto a presentación de novedades.
Entre los días 17 y 19 de mayo tuvo lugar la tercera edición de la Feria Internacional de Defensa FEINDEF, para lo cual se ocuparon al completo -a diferencia de lo ocurrido en 2021- los pabellones 8 y 10 del recinto ferial IFEMA, situado en la capital española. Ha sido un evento bastante vistoso en el que algunos de los problemas que ya contásemos hace dos años no han hecho acto de presencia, como la desorganización o los stands sin terminar cuando las puertas ya se habían abierto. En este sentido, la organización ha dado un paso más para igualarse a otras ferias similares, por más que estén todavía a años luz de las principales como Eurosatory, Le Bourget, DSEI, AUSA, IDEX o el Dubai Air Show.
En cuanto a las novedades, si bien se ha podido ver alguna, hay que decir que la mayoría de ellas no eran de relumbrón. En muchos casos, tampoco eran mucho más que maquetas completamente vacías en su interior, con lo que es difícil aventurar si llegarán a producción y en qué condiciones, en el futuro próximo. Además, a base de llevar -por tercera vez ya- algunos vehículos y sistemas, es difícil no tener al cruzar las puertas de la feria cierta sensación de déjà vu.
La estrella de este FEINDEF 2023 fue, sin duda, el prototipo del SILAM (SIstema Lanzacohetes de Alta Movilidad) presentado por la española Escribano Mechanical & Engineering, la ahora alemana Expal Systems -adquirida recientemente por Rheinmetall- y la israelí Elbit Systems. Es de esperar, no obstante, que sufra numerosas modificaciones de aquí a la fase de producción, afectando a diversos apartados que van desde el chasis a la cabina, entre otros aspectos. Servirá en cualquier caso para recuperar algunas de las capacidades perdidas en los últimos años, asegurando que parte del conocimiento y de la producción queden en España -lo más interesante es lo relativo a las municiones, no lo olvidemos-. Su presencia, no obstante, no pudo evitar que el M142 HIMARS llevado a la feria por el US Army le robase parte del protagonismo por razones obvias.
Otro de los protagonistas fue el prototipo del VAC (Vehículo de Apoyo Cadenas) en su versión portamortero. Un blindado desarrollado sobre la base del ASCOD que debe sustituir en el Ejército de Tierra a los sempiternos M113 y que fue presentado por el consorcio TESS Defence, que agrupa a GDELS, Indra, SAPA y EM&E. Esta última empresa era la encargada de armarlo, en base a su mortero GMOS, que tiene todavía muchísimo trabajo por delante, pues era apenas una maqueta vacía en su interior con una estación RWS Guardian adosada.
Hubo muchos otros vehículos y propuestas vistosos, desde el impresionante (y desmesurado) vehículo anfibio de la norteamericana BAE Systems o la sorprendente presencia de un IFV Tulpar de la turca Otokar, al vehículo de guerra electrónica presentado por la española Grupo Oesía, o al submarino no tripulado «Perseo» de Navantia y SAES (al que dedicaremos un artículo en breve). También algún detalle que podríamos calificar hasta de bizarro, como que el VCR 8×8 llevado a FEINDEF 2023 tuviese fugas de aceite en uno de los amortiguadores hidráulicos -daba muestras de estar bastante baqueteado- o que el stand del FCAS siguiese igual de vacío que hace dos años. También que, a pesar de haberse anunciado en un principio, finalmente se echase para atrás la presencia de una maqueta del cazabombardero Lockheed Martin F-35 por razones poco claras.
En cualquier caso, esto último no dejan de ser anécdotas. Lo relevante de FEINDEF 2023 -comenzando por lo negativo- es que, a pesar del alto número de delegaciones extranjeras y de la gran cantidad de acuerdos de colaboración entre empresas, o el empeño puesto en hacer presentaciones de cierto atractivo, una vez más no se han cerrado ventas. La única que podría haberse asociado a esta feria –la de 516 estaciones de armas Guardian 30 para los Emiratos Árabes Unidos-, en realidad se había negociado con anterioridad y no se ofició en el marco de FEINDEF 2023.
Por otra parte, lo que se pretendía un espacio para la innovación «INNOVA For DEF & SEC» en el que inversores nacionales e internacionales tomasen contacto con start-ups, además de servir para informar a las pequeñas empresas sobre las necesidades en cuanto a productos innovadores en el sector de la Defensa, ha concluido a tenor de las personas con las que hemos podido hablar, en un fracaso.
También se volvieron a repetir, aunque en menor medida, problemas secundarios pero insidiosos, como las largas colas en la entrada o los atascos en las cafeterías que había en el interior del recinto -escasas para un evento tan multitudinario-. Estos son aspectos como decimos secundarios, pero que habría que cuidar más en el futuro si lo que se pretende es transmitir una imagen de seriedad acorde a una feria de estas características.
Respecto a lo positivo, que es mucho, cabe citar la gran cantidad de oportunidades de negocio que la feria ha servido para crear, siendo muchas las delegaciones extranjeras -y algunas de países con posibles-, las que han mostrado interés en varios de los productos y soluciones ofertados. Y es que esta es la cara que no suele verse en este tipo de encuentros, pues si bien siempre es llamativo un titular en el que se afirme que se ha cerrado un negocio de cientos o miles de millones, tanto o más importante es generar la oportunidad de que este llegue a producirse, por más que la firma se lleve a efecto meses -o incluso años- después.
También el hecho de que FEINDEF, por más que utilice todavía la coletilla de «feria internacional», va encontrando su identidad propia, como muestra de lo que el sector español de la Defensa es capaz de ofrecer. Así, respecto a ediciones anteriores pudimos ver cómo algunas grandes multinacionales quedaron fuera del evento o apenas tuvieron un papel muy secundario, otorgándose todo el protagonismo a las empresas nacionales.
Por otra parte, hay que decir que las charlas y mesas redondas que acompañaron al evento, además de ganar en cantidad, estuvieron mejor organizadas -incluso con intérpretes en vivo- que en las ediciones anteriores. También fueron más variadas e incluyeron un interesante componente europeo que no debe obviarse, pues el futuro de nuestra industria no está en el magro mercado nacional -incluso con los aumentos presupuestarios-, sino en el comunitario.
Dicho todo lo anterior, FEINDEF debe dar un salto más de calidad -lo que necesitará de una inversión mayor por parte de las instituciones-, de forma que, por ejemplo, la «preventa» de la feria se haga de otra forma, con presentaciones internacionales en el territorio de otros Estados que puedan convertirse en futuros clientes, con mucho más apoyo a los medios en forma de material audiovisual y facilidades -ganando así repercusión- o, por qué no soñar, con alguna demostración en vivo como se hace en otras latitudes -aunque IFEMA no es el escenario más práctico para ello, obviamente-.
En resumidas cuentas, FEINDEF 2023 ha logrado una parte de lo que se proponía, suponiendo un salto respecto a lo visto hasta ahora en nuestro país, pero todavía tiene muchos aspectos por resolver, de forma que no se quede en un quiero y no puedo en futuras ediciones. Para conseguirlo, debe ser capaz de ofrecer un retorno claro a las empresas españolas, algo que quizá en esta ocasión ha sido más evidente que en las anteriores, pero sobre lo que se puede y debe trabajar más.
Buen artículo y análisis, destacando la experiencia de otras ferias apuntando los puntos positivos y aspectos a mejorar para las siguientes ediciones de la feria. El único <> que pondría, es que hubiera preferido ver primero descritos los puntos positivos y a posteriori las posibles mejoras. Al principio de la lectura me dio la impresión que la feria había sido un desastre.
Tomamos nota… ¡Gracias!