El pasado mes de mayo, durante la entrega anual de premios de la “Marine Corps Association and Foundation”, el Comandante General del United States Marine Corps (USMC) Robert B. Neller, informó de una nueva reestructuración en el organigrama de sus pelotones de fusiles, lo cual parece que ha causado bastante revuelo en las filas del Cuerpo. Esta nueva configuración consiste en la reducción de un marine por pelotón, pasándose de los trece actuales a tan sólo doce, y agrupando a su vez a estos doce marines en tres equipos de fuego (o escuadras) de tres soldados, más un cuarto elemento llamado “de mando”, formado por el Jefe de pelotón, un segundo Jefe y un Operador de los sistemas del pelotón.
Esta figura del Operador de sistemas ha sido lo que más ha impactado, ya que consiste en un marine que, en lugar de dedicarse a batir por el fuego al enemigo como sus compañeros, se dedicará a manejar todos aquellos dispositivos electrónicos de los que disponga el pelotón, para así conseguir una mejor información del campo de batalla y un eficaz tratamiento de la Inteligencia que proporcione la unidad superior. Según palabras del propio Comandante General Neller, este Operador de sistemas será el marine que tenga mejor formación tecnológica de su unidad, aunque pertenecerá igualmente a la especialidad fundamental “0300 infantería” (1) , para en ningún caso quedar desvinculado de su principal cometido como fusilero. La dotación de medios técnicos del pelotón incluirá como mínimo una radio multicanal y una “tablet” donde recibir los informes de Inteligencia de su compañía, o desde la que poder controlar sus propios medios de obtención de información, como por ejemplo un dron cuatrimotor asignado también a cada pelotón.
Y es que la idea de aumentar enormemente el tratamiento de la Inteligencia y la gestión de la información es un objetivo generalizado en todo el Cuerpo de Marines, donde además se pretende que cada compañía de fusiles tenga su propia sección de Inteligencia y Operaciones para ayudar en la obtención de información y en su análisis. Esta sección tendrá un oficial de Operaciones del entorno de la Inteligencia, un oficial de gestión de la información, además de un brigada que tendrá a su cargo a tres marines especialistas en Inteligencia y a cuatro en Operaciones, además de también otros cinco marines para manejar los RPAS (Remotely Piloted Aircraft o Avión Controlado de Forma Remota) que tenga asignados cada compañía.
Indudablemente este nuevo pelotón surge motivado por las experiencias en combate de los marines norteamericanos, donde se ha comprobado que en la guerra moderna cobra vital importancia el eficaz uso y aprovechamiento de la Inteligencia, y éso sin reducir lo más mínimo su potencia de fuego, más bien aumentarla lo más posible.
Comparación con la Infantería de Marina española
Como es conocido, todas las Infanterías de Marina de los países integrantes de la OTAN, se basan en la doctrina norteamericana para redactar sus correspondientes manuales de táctica y de Operaciones anfibias.
En lo que respecta a la táctica de la Infantería de Marina española, su pelotón de fusiles ya se redujo en los años finales del siglo XX, tras eliminarse uno de los tres equipos de fuego con los que contaba a tan sólo dos. Si bien en este caso esta reducción vino más condicionada a problemas de cobertura de personal, ocasionados tras la suspensión de la milicia de reemplazo, por ejemplo, que a otros condicionantes de carácter operativo.
De esta forma, en el Reglamento más actual del pelotón de fusiles de la Infantería de Marina española, que es una publicación “sin clasificar” y que fue promulgada por el Almirante de la Flota en el mes de abril de 2012, éste queda establecido en el pelotón de tan sólo dos equipos de fuego de cinco soldados, siendo su entidad de once militares al incluir al Jefe que lo manda, que desde hacía años estaba operando en las compañías de fusiles de los batallones de desembarco.
Aunque en un principio esta drástica reducción fue un gran impacto en las filas del Cuerpo, rápidamente se asumió con resignación al comprobarse que al menos de esta manera nunca se rompía su integridad táctica al embarcar en los nuevos medios de desembarco que en esas fechas estaban llegando al Tercio de Armada, tales como las embarcaciones DUARRY SUPERCAT, las nuevas AAVs, los helicópteros AB-212 o los vehículos MOWAG PIRANHA, como ya ocurría con los anteriores pelotones más grandes.
Además, haciendo gala de esa flexibilidad y capacidad de adaptación que siempre caracterizó a la Infantería de Marina española, para no perder potencia de fuego y aprovechando el aumento en la profesionalización de sus integrantes, todos sus miembros asumieron una doble función aparte de la de fusilero “puro y duro”. Así, el Jefe de pelotón es igualmente el encargado de transportar y manejar las comunicaciones, y en cada uno de sus dos equipos de fuego hay dos lanzagranadas AG36 de 40mm incorporados a los fusiles HK G36 de dos de sus miembros, una ametralladora ligera FN MINIMI de 5,56mm y al menos un sistema lanzacohetes C-90 de la casa INSTALAZA.
Con este ejemplo español, queda de manifiesto que en los marines americanos un pelotón más reducido podría ser perfectamente factible, de la misma manera que lo ha sido en la Brigada de Infantería de Marina “Tercio de Armada” de España.
Pero como no podía ser de otra manera, en el seno del Unites States Marine Corps, y también fuera de él, rápidamente han salido voces fanto favorables como contrarias a esta reorganización.
Opiniones a favor del nuevo pelotón
A favor queda, según también anunció el Comandante General Neller en su intervención, que con esta aparente simple reducción de un marine por pelotón, el Cuerpo ganaría nada menos que 648 marines adicionales, según los cálculos de la Comandancia General del USMC, que podrían distribuirlos en otros puestos de la Fuerza, tales como en las áreas de Operaciones cibernéticas y Guerra electrónica, que se encuentran hoy en día en tremendo auge; en los nuevos pelotones de zapadores de combate que se quieren también asignar en permanencia a las compañías de fusiles; en los nuevos equipos de misiles contracarros “Javelin” para reforzar las compañías de armas; o para ampliar las secciones de Inteligencia de los batallones.
Por otro lado, es idea también del propio Comandante General Neller que este nuevo pelotón, a pesar de tener un soldado menos, cuente con una mayor potencia de fuego, ya que se pretende incluir en cada pelotón tanto a un tirador selecto dotado de un fusil M38 con supresor sónico y visor óptico “Leupold”, como a un granadero armado de un lanzagranadas portátil HK M320, un cañón sin retroceso multipropósito portátil de 84 mm “Carl Gustaf” o un lanzacohetes de asalto multipropósito SMAW MK-153. Además, por supuesto, de los correspondientes lanzacohetes antitanque AT-4 y ametralladoras ligeras M249 que estarían de dotación en cada uno de los equipos de fuego.
Por otra parte, Pablo Colón, ex Jefe de pelotón de marines que estuvo desplegado en Sangin, en la provincia de Helmand (Afganistán), ve bien esa reducción ya que en base a su experiencia: «Cuanto más pequeño es el elemento, más fácil es de controlar durante un tiroteo, que es cuando todos pierden la cabeza”.
Otro ex Jefe de pelotón de marines, llamado Nick Vaughan, que en este caso sirvió en Irak, opina que: «Los equipos de fuego de tres hombres pueden maniobrar tan eficazmente como los equipos de cuatro hombres, máxime cuando la capacidad de cubrir por el fuego se distribuye por igual”. Luego, con respecto al nuevo puesto de Operador, es aún más claro: “La formalización de un puesto de Operador de sistemas de pelotón para manejar las demandas masivas de guerra electrónica/C3 en el pelotón de fusiles era algo por lo que hubiera matado cuando yo estuve en ese puesto”.
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