Operation Eldorado Canyon: The 1986 US Bombing Raid on Libya

A finales de enero de 2024, la editorial Harpia tuvo la excelente idea de publicar “Operation Eldorado Canyon. The 1986 US Bombing Raid on Libya”. Como su título indica, este ejemplar describe con total lujo de detalles los acontecimientos previos que culminaron en el bombardeo estadounidense de la Libia de Muammar Gaddafi en 1986, las diferentes etapas de planeamiento y preparación que llevaron a su posible realización y, por supuesto, la ejecución de la operación.

Para el que no lo conozca, -y es un dato muy importante- su autor, el Major Jim Rotramel (equivalente a comandante del Ejército del Aire y del Espacio Español), ahora retirado, es un antiguo oficial de Sistemas de Combate (‘Weapon System Officer’ o WSO) del F-111D y F Aadvark (‘Cerdo hormiguero’ en Afrikáans) de la USAF. La naturalidad y cotidianeidad con la que los diferentes sistemas de armas (y no solo) son descritos y evaluados, así como ventajas, desventajas y las decisiones operativas que llevaron a utilizar unos u otros, transpiran una experta familiaridad y conocimiento de los mismos difícil de encontrar de otra manera. A parte de los pilotos y WSO que la llevaron a cabo, probablemente existan pocas personas mejor que Rotramel para hablar del tema que nos ocupa.

La obra «Operation Eldorado Canyon. The 1986 US Bombing Raid on Libya» se divide en diez capítulos y un anexo, aunque su subdivisión no sea de mucha relevancia. El primer capítulo aborda la cuestión de la escalada de tensiones entre las administraciones estadounidenses de Jimmy Carter hasta 1981 primero y la de Ronald Reagan posteriormente, y la Libia de Gaddafi. Esta escalada incluía la financiación del terrorismo internacional por el último y la defensa de la libertad de navegación (‘Freedom of Nagivation’) en el Mediterráneo con los grupos de portaaviones de los primeros en lo que se conocía como ‘La Línea de la Muerte’ (‘Line of Death’), una reclamación sin bases legales libia sobre el Golfo de Sidra como mar propio.

El segundo capítulo desarrolla la escalada que llevaría a diferentes actuaciones que sirvieron para mejorar los procesos de planificación y las actuaciones sobre el terreno de la USAF. En este apartado se describen los eventos que llevaron al perfeccionamiento de estas operaciones con la más que decepcionante experiencia del USS Independence (CV-62) y el USS John F. Kennedy (CV-67) en Líbano en 1983 que llevaron al derribo de varias aeronaves durante la operación y la captura de un par de pilotos estadounidenses por las autoridades sirias. También se desarrollan como parte de este aprendizaje las operaciones ‘Attain Document’ en enero y abril de 1986 y la operación ‘Prairie Fire’ en marzo de 1986 que culminaron con el daño y/o hundimiento de 2 corbetas y 2 naves patrulleras libias, así como una primera toma de contacto con las fuerzas libias tanto en tierra -defensas antiaéreas-, como mar y sobre todo aire.

No sólo la financiación y entrenamiento del terrorismo internacional por parte de Muammar Gaddafi, sino el continuo acoso al personal militar y diplomático de Estados Unidos en el exterior -llevando a cabo atentados contra los mismos-, hizo que la tensión entre ambos países creciera hasta tal punto que terminó por desembocar en una acción de castigo de carácter estratégico que consiguió paralizar las actividades libias contra occidente. Esta operación se bautizó como Eldorado Canyon. El estudio de esta evolución es de especial relevancia estos días, pues documenta perfectamente cómo la consecución de pequeñas acciones en la conocida como ‘Zona Gris’ acumuladas en el tiempo pueden llegar a desencadenar respuestas contundentes por ciertos actores para terminar con la escalada. Esta es una de ellas.

La mayoría del libro, dicho esto, se centra en la actuación realizada por los F-111F reabastecidos por eminentemente por KC-10A y KC-135A y apoyados por EF-111A de la USAF con base en RAF Lakenheath, Reino Unido. Hasta cinco capítulos dedica el autor a diseccionar la operación día a día. Así como otro para planificación y preparación, y un sexto para su regreso. La complejidad de la operación fue colosal, en especial porque ni Francia ni España accedieron a que se sobrevolara su territorio durante la misma, lo que obligó a duplicar el tiempo de tránsito, creando unos esquemas de reaprovisionamiento en vuelo realmente complejos. Tanto para la ida, como para la vuelta. Todo esto agravado con el silencio de radio táctico en el que se realizó prácticamente toda la misión para mantener la sorpresa estratégica y las limitaciones de la tecnología de los sistemas inerciales de navegación del momento, que eran muchas.

Desde un punto de vista técnico, el libro no dejará indiferente a nadie, ya que desarrolla tanto las especificidades técnicas de los diferentes sistemas de armas, de personal y organizacionales como las diferentes aeronaves empleadas y también cómo las lecciones aprendidas de otras experiencias previas ayudaron a mejorar los procesos dentro de la USAF a nivel de responsabilidades, selección de objetivos, claridad en el mensaje, y poder concatenar mejor fines, medios y modos.

A manera de ejemplo, se explican perfectamente las limitaciones para grabar los ataques con el sistema AVTR (Airbourne Video Tape Recorder); o las disquisiciones alrededor de las diferentes municiones a emplear. Desde la decisión de no utilizar las más modernas bombas GBU-24/B Paveway III (2000 libras), sistema que acababa de ser declarado operacional el mismo mes de la operación, pero que con un limitado número de kits LLLGB (Low-Level Laser-Guided Bombs, o Bombas de Guiado Láser de Baja Altura) y con una clara falta de experiencia de los pilotos con las mismas (y ensayos de evaluación) no fueron utilizados. O por qué la GBU-12 Paweway II (500 libras) -la recomendada por el equipo de planificación por ser más precisa, pero con menor capacidad destructiva- también fue desechada, ya que se buscaba una mayor destrucción ‘aparente’ en las imágenes a difundir posteriormente que transmitiera mayor impacto mediático y político. Terminando por emplear municiones que se sabía ‘inferiores’ –las GBU-10E/B Paveway II (2000 libras) y  Mk 82/BSU-49 (500 libras)- pero para el que se estaba plenamente entrenado y con un historial de evaluación aceptable.

Aunque el libro solo refleja en gran detalle la parte de la operación de los F-111F, también se incluye un capítulo, el octavo, en los que se describen los ataques realizados por los A-6E (Intruder) TRAM (equipados con Target Recognition and Attack Multi-sensors) de la US Navy a bordo del USS Coral Sea (CV-43) y USS America (CV-66), así como el apoyo en materia SEAD (Supresión de Defensas Aéreas Enemigas) que la misión recibió de los A-7E Corsair II y F/A-18A Hornet (armados con HARMs) de la US Navy y del US Marine Corps, e innumerables aeronaves de apoyo tanto de guerra electrónica (como los EA-6B Prowler) y de alerta temprana tanto del grupo de portaaviones como de bases cercanas en el Mediterráneo.

Aunque en general esta parte se suele olvidar en los libros de historia porque no despierta el mismo interés que el resto, el capítulo noveno se centra en el regreso de los F-111F y a sus bases de origen en Reino Unido. Es ciertamente el capítulo más humano de todos e incluye los diferentes ‘incidentes’ que ocurrieron durante el retorno. Por ejemplo, dos KC-10A de la primera ola que tuvieron que aterrizar en NAS Sigonella o ELTON 43, un F-111F de la tercera formación aérea que tuvo que aterrizar de emergencias en la Base Aeronaval de Rota (NS Rota).

Una de las partes sin duda más interesantes del volumen es la reconstrucción con fotos satelitales llenas de indicaciones de las trayectorias de ataque de las diferentes aeronaves -además de los vehículos de apoyo durante los mismos así como sus ataques simultáneos contra las defensas antiaéreas libias-, la localización planificada e impacto final de los ataques, divididos y detallados por tipo de munición, sensores y métodos utilizados, con Evaluación de Daños (‘Battlefield Damage Assessment´) y un análisis de los resultados a posteriori gracias a los exiguos resultados de las misiones de vuelo de los SR-71A tras diferentes intentos. Debido a las nubes hasta tres intentos hicieron falta. Se terminó por usar los videos de los periodistas de la BBC para complementar los infructuosos vuelos de reconocimiento.

De especial interés son la evaluación desde el punto de vista soviético, basada en un informe escrito por el que sería posteriormente General del Aire del Ejército del Aire Soviético, Aleksandr Koldunov, sobre la misma y la actuación de las defensas antiaéreas libias de origen soviético. También la apreciación del autor del libro de las pérdidas en la IADS libia, y las lecciones aprendidas del último capítulo, que se incluyen todas en esta obra.

El autor también aporta una visión, sin duda clave, para entender los problemas que ocurren durante este tipo de operaciones. Como por ejemplo, los problemas que origina seguir los procedimientos de diferentes entes al pie de la letra, pero que al ponerlos juntos, interfieren los unos con los otros y terminan por provocar un fallo severo en el proceso de planeamiento. En este caso, los rígidos procedimientos de autorización al acceso a las imágenes satelitales de los objetivos a atacar, causó una falta grave de apoyo de inteligencia en las primeras fases del proceso de planeamiento que podría haber sido nefasta, ya que se negó la autorización a los pilotos que tenían que planear los ataques a dichas imágenes satelitales durante semanas, lastrando la operación.

El libro, es un relato no solo desde la perspectiva de planeamiento y operacional técnica, que son excelentes, sino también humana con múltiples perspectivas desde cada aeronave -pilotos y WSO- tanto previas a la operación, como durante la misma. Además, está trufado de anécdotas bien traidas para entender la dimensión humana de dichas operaciones, así como lo lejanas geográfica y políticamente y a la vez tan cercanas que las cadenas de mando pueden estar en dichas operaciones con marcado carácter estratégico. Un ejemplo de esto son las notas manuscritas al margen del plan que recibieron los pilotos una vez se revisó por el Secretario de Defensa de Reagan, Caspar Weinberger, transmitiendo las ideas clave del presidente al equipo planificador.

Además de todo esto, el libro explica con meridiana claridad las complejidades de la época al planificar una operación de tal envergadura con dos servicios como la USAF y la US Navy, que incluía además el despliegue de los dos portaaviones, el USS Coral Sea (CV-43) y el USS America (CV-66), y de una amplia panoplia de otros activos que aún no estaban disponibles a bordo de los mismos, como los Grumman A-6 Intruder para SEAD y ECM contra la IADS libia, pero que eran imprescindibles para el éxito de la misión. No sólo la coordinación general de los dos servicios, sino el reparto de los objetivos, los despliegues, los diferentes apoyos alrededor de la misión -como las misiones SAR-, las coberturas mutuas, los tiempos de coordinación, la distribución de la inteligencia sobre la operación, etc.

En relación con lo anterior, resulta también muy interesante el hecho de que esta inusual bicefalia también permita un análisis comparativo entre la parte de la operación realizada por la USAF y la de la US Navy, para terminar concluyendo que la falta de un mayor apoyo SEAD para la USAF durante la misión -que se pretendía beneficiar de la sorpresa-, terminó perjudicándola, con el consecuente derribo de uno de sus aparatos, y que funcionó (gracias a dicho apoyo) muy eficazmente para la US Navy.

Además de esto, hay también partes del libro ciertamente impactantes como el impresionante despliegue y despegue de la ‘Elephant Walk’ (‘manada de elefantes’) que debió constituir el majestuoso espectáculo de 24 aviones cisterna despegando a un tiempo desde Lakenheath. Una operación coordinada desde hasta 6 aeropuertos diferentes en silencio de radio, y que en total implicaría a 24 F-111F de ataque y 4 EF-111F de apoyo, así como a tres docenas de aviones cisterna KC-10A, KC-135A, KC-135E, y KC-135Q.

Ni que decir tiene que el libro presenta un magnífico y completísimo orden de batalla tanto de los grupos de ataque de la USAF, como los de la US Navy, y los correspondientes emblemas de la unidad.

En resumen, si alguien quiere saber cómo se llevan -o llevaban en 1986- a cabo operaciones combinadas de impacto estratégico desde el nivel político al (sobretodo) táctico y operativo, pasando por sus detalles técnicos, este es sin duda un trabajo que no le dejará indiferente.

Para más detalles: https://harpia-publishing.com/hapbook/389

Autor

  • Jesus F. Román García

    Arquitecto por la US y Máster en Ciudades Inteligentes por la UdG. Realizó su trabajo de tesina sobre seguridad y modelización de ataques en redes de abastecimiento urbanas. También ha publicado en Divergent Options.

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