Memorias de África

A orillas del Níger

Rubén Juárez Miranda, autor de «Memorias de África (a orillas del Níger)» es suboficial del Ejército de Tierra. Concretamente, paracaidista. Es, además, alguien que ama su trabajo y, fundamentalmente, un buen tipo. Lo sé bien, pues fue mí instructor, aunque por desgracia solo durante unos meses, en el antiguo CIMOV, en Cáceres, hace demasiado tiempo. Ahora, al parecer, también es escritor, algo que desconocía y que me ha supuesto una gratísima sorpresa.

En este libro, escrito a partir de los apuntes que fue recogiendo en su diario durante su estancia en Malí, el por entonces Sargento Primero Juárez nos va narrando, en primera persona, los días previos a un despliegue de este tipo: desde que se recibe la noticia a los preparativos y de la despedida (muy dura en su caso, pues acababa de ser padre) al viaje, siempre pesado y lleno de incógnitas.

Cualquiera que haya estado desplegado, da igual dónde (Malí, Líbano, Afganistán, Irak, Kosovo…) conectará con el autor desde la primera página, pues hay experiencias que por mucho que sean personales, son comunes a todos los soldados. Pese a ello, Malí era por entonces un escenario prácticamente nuevo para los españoles y por sus particularidades, merece la pena acercase a este libro. Una obra que, por encima de todo, tiene dos virtudes:

  • Es profundamente humana: capta a la perfección los sentimientos, muchas veces encontrados, de cualquier militar desplegado en el extranjero al encontrarse con la pobreza, los efectos de la guerra, los niños, los enfermos. Especialmente cuando, por mucho que uno lo desee, no puede hacer cuanto le gustaría. Nadie debe olvidar que la entrega y el sacrificio son valores cardinales de cualquier militar y que, precisamente por ello, este tipo de misiones, aunque sacan lo mejor de cada uno de nosotros, siempre obligan a pagar un alto precio en forma de frustraciones.
  • Pese a ser un libro subjetivo, es muy riguroso en las explicaciones: Cuando el autor habla del conflicto de Malí, se molesta en todo momento en situar de forma perfectamente inteligible la situación del país, de cada bando, de las amenazas y problemas que lo afectan. Del mismo modo, cuando nos habla de la labor que lleva a cabo, junto a sus compañeros, como instructor de los militares malienses, trata de hacer comprensible cualquier término técnico, de forma que un lector lego en la materia pueda seguir el hilo con facilidad y sin aburrirse.

Más allá de todo esto, la obra tiene incluso un valor literario, algo que no es tan común ni tan sencillo de lograr. Juárez demuestra un notable talento a la hora de describir los paisajes, las personas y los sentimientos. Es cierto que el libro se puede hacer monótono por momentos, pero ni siquiera esto es en sí mismo un defecto; buena parte de las misiones consisten en eso, en la monotonía. Aburrirse, desesperarse incluso, repetir una y otra vez los mismos ciclos y acciones y, aun así, despertarse cada día con ganas de dar lo mejor de uno mismo por un noble objetivo, por una bandera y, por encima de todo, por los que tienes al lado.

«Memorias de África (a orillas del Níger)» quizá no sea un libro para todos los públicos, pero sí es un buen libro. Además, cualquiera que busque hacerse una idea de cómo es realmente una misión de nuestras Fuerzas Armadas, lejos de fantasmadas y de distorsiones ideológicas, debería leerlo. Por menos de cinco euros que cuesta su versión Kindle, no hay razones para no hacerlo…

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