«El alma del 21 es un libro sobre una unidad militar real, en el que todos los personajes existieron de verdad y en el que las historias que se cuentan ocurrieron realmente. La única premisa que debían tener sus protagonistas es que todos fueran personas ya fallecidas. En el momento exacto de la muerte todos perdemos 21 gramos. Da igual el tamaño del cuerpo, la edad, la raza o el sexo. El alma que habita en cada uno de nosotros pesa exactamente eso. Generales y soldados, hombres y mujeres, personajes famosos y otros anónimos, militares del siglo XIX y otros actuales. La obra repasa la vida de algunos de los protagonistas de la historia del «Regimiento de Transmisiones 21″, que en octubre de 2022 cumple 150 años. Cada uno de ellos es un hilo de seda con el que el autor teje su tapiz: un ameno y emocionante viaje por la historia de esta unidad militar. Porque a pesar de que hay personajes separados siglo y medio en el tiempo, al final se descubre el vínculo invisible que une a todos ellos».
Así, al menos, es como se resume el contenido de este libro en los anuncios que podemos encontrar en plataformas como Amazon. Sin embargo, «El Alma del 21» es mucho más que eso, como cualquiera que haya podido asistir a una presentación en vivo por parte de su autor, el teniente coronel de Transmisiones Juanjo Crespo, ha podido sin duda comprobar. Se trata de una obra, para empezar, en la que todo es diferente. Desde el formato físico del propio libro, cuadrado, a la disposición interna -intercalando biografías en profundidad, con otras más cortas, pero todas ellas necesarias y con un hilo conductor-, o al hecho de que los beneficios sean donados íntegramente a la beneficencia, nada es común en este proyecto.
No hay más que atender a cómo se gesta -por una pura casualidad- tras la asistencia del autor a un acto homenaje de la Legión en el que observa algunas fotografías de la batalla de Edchera (13 de enero de 1958) en la que algo le resulta familiar: vehículos de transmisiones. Inmediatamente siente curiosidad por algunos de los personajes que los montan, descubriendo posteriormente, tras mucho investigar, cómo estos hombres habían terminado allí, desgraciadamente en un sentido literal, pues en Edchera les llegó la muerte.
Como la persona inquieta y de mente curiosa que es, Juanjo Crespo buceó en los archivos del «Regimiento de Transmisiones 21», del que él mismo formaba parte, encontrando fragmentos de vidas. Una labor detectivesca que hubo de completar con cientos de llamadas y decenas de viajes que le sirvieron para rellenar los vacíos a base de contactar con familiares de los protagonistas y visitar los lugares de nacimiento o en los que se habían producido algunos de sus hitos vitales.
Solo así, durante dos años, dedicando su tiempo libre y con grandes dosis de pasión logró resolver cada pequeño enigma, completando las biografías tanto de los nueve «eternos» cuyas vidas articulan la obra, como de los otros veinticuatro personajes que, ya fallecidos, han pasado de una u otra forma a ser parte de la historia de su Regimiento.
Lo que Juanjo Crespo ha conseguido al publicar «El Alma del 21» no es baladí. Escrito por un militar y si bien sirve para conocer la historia de una unidad del Ejército en concreto, que nadie espere encontrar sesudos análisis, una sucesión de orgánicas o aburridas disquisiciones doctrinales. Por el contrario, lo que el lector hallará en el libro es algo mucho más grande: un homenaje a (todos) los que dieron su vida por España.
Decimos que es algo mucho más grande, pues tanto el carácter de la guerra como su forma, cambian con el paso del tiempo; nunca su esencia. De igual modo los Estados mutan, los Imperios caen, incluso los pueblos que los alumbran nacen, crecen y con el tiempo, terminan por languidecer. Lo mismo para los Ejércitos. Sin embargo, el recuerdo de sus integrantes permanece -debe permanecer-, un consuelo que los que no han hecho un juramento difícilmente entienden, pero que para quienes han escuchado cada mañana la lectura de la Orden del Día en su cuartel, tiene un sentido muy diferente. «El Alma del 21» ha permitido, gracias al esfuerzo de su autor, recuperar la memoria de un grupo de hombres y mujeres que entregaron buena parte de su vida -y en algunos casos su misma vida-, a un regimiento, el 21, haciéndoles de esta manera justicia. He ahí su grandeza.
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