Sobre el nuevo Comisario de Defensa y Espacio de la Unión Europea

Un puesto rodeado de polémica

La nueva Comisión Europea incluirá la recién creada cartera de Comisario de Defensa y Espacio de la Unión Europea
La nueva Comisión Europea incluirá la recién creada cartera de Comisario de Defensa y Espacio de la Unión Europea; puesto todavía rodeado de incertidumbres. Fuente - comisión Europea.

Después de muchas especulaciones la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha cumplido con su propósito -anunciado a principios de 2024- de crear el puesto de Comisario de Defensa. El nuevo puesto, que en realidad irá más allá, en tanto que Comisario de Defensa y Espacio de la Unión Europea, llega cargado de incertidumbre debido a las dudas tanto sobre las competencias que aglutinará, como por los posibles solapamientos y choques con otros comisarios -caso de los de Prosperidad y Estrategia Industrial o Startups, Investigación e Innovación- y, por supuesto, por la persona propuesta para el cargo, el lituano Andrius Kubilius, de larga trayectoria política y considerado un «halcón» por su postura frente a Rusia pero que, en la práctica, cuenta con una muy escasa experiencia en defensa.

Índice

  • Introducción
  • El mandato
  • El nuevo comisario, un relativo desconocido
  • Movimientos (in)esperados y posibles problemas
  • Conclusiones

Introducción

Después de unas difíciles negociaciones, en las que ha tenido que hablar con todas y cada una de las capitales de la Unión Europea y buscar equilibrios y compromisos de todo tipo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dio a conocer el pasado 17 de septiembre la composición del Colegio de Comisarios para su segundo mandato. Como no podía ser de otra forma su grupo político, el Partido Popular Europeo (PPE), se hizo con la mayor parte de las carteras, ocupando 14 de las 26 Comisarías, amén de la Presidencia.

Entre los numerosos cambios, para lo que aquí importa el más relevante tiene que ver con la inclusión del nuevo puesto de Comisario de Defensa y Espacio, para el que ha sido propuesto el lituano Andrius Kubilius, de la misma familia política que Ursula von der Leyen. Un político de larga trayectoria que tras participar durante décadas en la vida política de su país pasó a ocupar en los últimos años un escaño en el Parlamento Europeo. Con este paso, Von der Leyen deja claro que la seguridad europea es una prioridad urgente, si bien su visión respecto a cómo debe abordarse esta necesidad sin duda choca con la de otros altos cargos de la propia UE y con la de varias de las principales capitales.

Según el mandato otorgado por la presidenta de la Comisión a Kubilius, este deberá encargarse aumentar la capacidad de producción del complejo militar-industrial del bloque, así como de garantizar más adquisiciones conjuntas de equipos militares, persiguiendo así objetivos consagrados en documentos recientes, como el Programa Europeo de Inversión en Defensa (EDIP) (aún en fase de negociaciones y propuesto como instrumento asociado a la nueva -y primera- Estrategia Industrial Europea de Defensa). Además, de esto, se espera que empiece a trabajar en la implementación de Proyectos de Defensa de Interés Común Europeo (IPCEIs).

Así, según anunció la presidente de la Comisión, el nuevo Comisario de Defensa y Espacio de la Unión Europea «trabajará en el desarrollo de la unión de defensa europea y en impulsar nuestra inversión en capacidad», intentando dejar claro al mismo tiempo que la creación de este nuevo puesto no implica recortar competencias a los Estados miembros, un tema que ha levantado múltiples suspicacias. De hecho, Von der Leyen intentó distinguir entre estas, asegurando tener «muy claro que hay competencias de los Estados miembros, como la composición de las tropas, las misiones, el despliegue» mientras que las tareas de Kubilius consistirán en «responsable del mercado único y de la industria… y del fortalecimiento de la base industrial de defensa».

Es lógico, en cualquier caso, que muchos alberguen dudas relativas a la nueva figura, a sus funciones y a las intenciones que la presidente de la Comisión tiene al crear dicho puesto. Al fin y al cabo, el nuevo Comisario de Defensa y Espacio de la Unión Europea:

  • No es un ministro de Defensa;

  • En el Tratado de Lisboa se contempla que “la definición progresiva de una política común de defensa que podrá conducir a una defensa común”, por lo que este cargo supondría dar un paso más hacia ese objetivo último, y;

  • Sin embargo, se omite la palabra “industria” en el título del cargo.

Composición propuesta para la futura Comisión Europea
Composición propuesta para la futura Comisión Europea. Fuente: @vonderleyen.

El mandato

A la hora de valorar las prerrogativas y el papel que pueda llegar a jugar en los próximos años el nuevo Comisario de Defensa y Espacio de la Unión Europea no hay que perder de vista en ningún momento cuáles han sido las misiones encomendadas a Kubilius por Von der Leyen. Estas aparecen recogidas en un documento conocido como mission letter, que debe ser leído con detenimiento. Por otra parte, tampoco ha de olvidarse ni el contexto en el que se crea el nuevo puesto, ni tampoco algunas de las declaraciones previas de Von der Leyen, como:

  • «Necesitamos reflexionar sobre el futuro de la arquitectura de seguridad europea, invertir en nuestra propia seguridad y defensa, en estrecha cooperación con nuestros socios y la OTAN”;

  • Los Estados miembros “siempre serán responsables de sus fuerzas armadas, desde la doctrina al despliegue”, por lo que no se trata de la creación del puesto de “Ministro de Defensa”, y que;

  • Todas las tareas que desarrolle se realicen en el marco de una “verdadera Unión Europea de Defensa”.

Dicho esto, los principales asuntos a los que Kubilius deberá atender durante los próximos cinco años son los siguientes:

  • Gestionar las numerosas iniciativas de defensa en marcha o en fase de preparación, buscando la correcta coordinación entre ellas y, por supuesto, su complementariedad. En este sentido, Kubilius deberá lidiar con la negociación e implementación de la Estrategia Industrial de Defensa de la UE (EDIS), gestionar las negociaciones sobre el Programa Europeo para la Industria de Defensa (EDIP), reforzar el Fondo Europeo de Defensa (FED), aplicar rápidamente la Ley de Refuerzo de la Industria Europea de Defensa mediante la Contratación Pública Común (EDIRPA) y la Ley de Apoyo a la Producción de Municiones (ASAP).

  • Aumentar el apoyo a la industria, las adquisiciones, la investigación y la innovación, incentivar la inversión pública y privada, y presentar el próximo Libro Blanco sobre el futuro de la defensa europea en los primeros 100 días de mandato. Kubilius deberá ser capaz de encontrar nuevos enfoques, así como de determinar las necesidades de inversión susceptibles de permitir a los Estados miembros prepararse para hacer frente a las «contingencias militares más extremas»; lo que apunta a perseguir un «Full-spectrum European Defence Capabilities», aunque nadie tenga claro ni para qué, ni en qué escenarios estarían dispuestos a utilizarlas. En cualquier caso, la presentación de un Libro Blanco supone uno de los puntos más interesantes de la misión y, que, sin duda, contribuirán a definir la cartera, así como a definir los objetivos de la UE en materia de defensa. Hay que tener en cuenta que el último “Documento de reflexión sobre el futuro de la defensa europea” se promovió bajo la presidencia de Juncker y que data de 2017, año en el que se publicó el “Libro Blanco sobre el Futuro de Europa” coincidiendo con el 60º aniversario de los Tratados. Huelga decir que desde entonces y como diríamos coloquialmente, ha llovido mucho, guerra de Ucrania incluida. Así las cosas, la UE ha pasado a encontrarse inmersa en un escenario de competición entre grandes potencias del que es en parte consecuencia la propia guerra de Ucrania, en la que toma parte como sostén de Ucrania. No es de extrañar que en un breve plazo de tiempo se hayan aprobado numerosas iniciativas destinadas a la consolidación de la Política Común de Seguridad y Defensa de la UE (PCSD) como es el caso de la Revisión Anual Coordinada de la Defensa (CARD), la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO), y también de la Política industrial de defensa (Fondo Europeo de Defensa, EDF). Sin embargo, y por mucho que se haya podido avanzar, lo cierto es que en lo que concierne al plano puramente industrial de la defensa no cabe esperar que el futuro Comisario se aleje de la senda marcada por EDIS, ya que para cuando se publique su libro blanco esta estará cerca de su primer aniversario y las propuestas sin implementarse.

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