Al igual que ocurre en el ámbito civil, en el de la defensa y cada vez más las telecomunicaciones se erigen como un elemento clave para garantizar la eficacia operativa y la resiliencia del Estado. Una realidad que no está exenta de desafíos, pues el creciente protagonismo de empresas privadas como SpaceX en el sector satelital, o el hecho de que los medios que permiten las conexiones de 5G sean suministrados en buena medida por un país como la República Popular de China, afectan directamente a la Seguridad Nacional. empresas nacionales. España, para asegurar capacidades básicas relacionadas con las telecomunicaciones y la defensa, está obligada a posicionarse como un actor clave en el sector de las telecomunicaciones, confiando en sus gigantes empresariales al mismo tiempo que patrocina un entorno empresarial más competitivo.
Índice
- Introducción
- La Industria de Telecomunicaciones en España: un ecosistema en continuo crecimiento
- Más rápido, más extenso y más seguro
- Conclusiones
- Bibliografía
- Notas
Introducción
El auge de la interconexión de las sociedades modernas ha convertido a las telecomunicaciones en uno de los pilares fundamentales sobre los que se asienta el desarrollo tecnológico y humano en el mundo contemporáneo.
La capacidad de transmitir datos de forma eficiente entre ciudadanos, empresas y gobiernos ha posicionado a esta industria como una infraestructura estratégica indispensable para conectar sistemas críticos esenciales para la estabilidad y seguridad de los Estados.
Desde las redes de comunicación hasta los sistemas de vigilancia y control, las telecomunicaciones configuran un ecosistema complejo e interdependiente que resulta crucial para la defensa nacional en un mundo cada vez más digitalizado.
En el ámbito de la defensa especialmente, las telecomunicaciones se erigen como un elemento clave para garantizar la eficacia operativa y la resiliencia del Estado. La capacidad de coordinar operaciones en tiempo real, proteger infraestructuras críticas y gestionar grandes volúmenes de datos estratégicos coloca al sector en el centro de las políticas de seguridad contemporáneas, frente a unas nuevas amenazas emergentes caracterizadas por su ubicuidad y su naturaleza híbrida.
En España, al igual que en el resto de países desarrollados, la industria de las telecomunicaciones tiene por delante el desafío de salvaguardar la seguridad nacional, a través de la implementación de nuevas tecnologías (el despliegue de las redes 5G, el internet de las cosas (IoT), las telecomunicaciones satelitales personales o la inteligencia artificial (IA)), al mismo tiempo que refuerza la autonomía industrial y tecnológica del país.
Empresas como Telefónica, Cellnex o Hispasat, en colaboración con instituciones públicas, están consolidando un ecosistema estratégico que posiciona a España como un actor competitivo en la intersección de las telecomunicaciones y la seguridad.
El presente Focus tiene como objetivo analizar la relación entre la industria de telecomunicaciones española y el sector de la defensa, abordando las sinergias existentes, los retos tecnológicos y estratégicos y las oportunidades de innovación que se presentan.
La Industria de telecomunicaciones en España: un ecosistema en continuo crecimiento
Aunque la industria de las telecomunicaciones en España no se encuentra a la vanguardia europea, debido a la limitada implementación de las conexiones 5G (un 17%), es indudable que el país cuenta con un sector altamente desarrollado dentro del contexto europeo, gracias a la presencia de importantes empresas líderes a nivel nacional e internacional (Jiménez Delgado y Talayero, 2024).
Obviamente, el primer nombre que nos viene a la cabeza es Telefónica, una de las mayores operadoras a nivel global, líder del mercado nacional y pionera en el despliegue de redes 5G y fibra óptica. Sin embargo, ésta no es la única empresa de telecomunicaciones española de referencia en el sector.
Empresas como Hisdesat, un operador y proveedor de servicios por satélite; Cellnex, un referente europeo en infraestructuras de telecomunicaciones que gestiona torres y servicios esenciales para la conectividad en entornos urbanos y rurales; o mismamente, la campeona nacional Indra[1]; se constituyen como un motor económico clave para un desarrollo tecnológico español que impulsa la transformación digital en sectores estratégicos como la defensa, la sanidad o la industria.
El impacto económico del sector es notable. Contribuye con más del 4% al Producto Interior Bruto (PIB) nacional y genera miles de empleos directos e indirectos. Además, actúa como un catalizador para el desarrollo de otras industrias al permitirles alcanzar una mayor modernización de su tejido empresarial.
En este contexto, cabe preguntarse exactamente en qué empresas españolas recae el papel crucial de modernizar y mantener las infraestructuras de telecomunicaciones asociadas al Ministerio de Defensa –un asunto esencial para comprender el vínculo entre el sector de las telecomunicaciones y la seguridad nacional.
Telefónica es la empresa del sector de las telecomunicaciones que más contratos tiene con el Ministerio de Defensa. Tan solo en 2023, la compañía cerró contratos con el Ministerio por un importe superior a los 150 millones de euros (Infodefensa, 2023).
Entre los contratos destacan especialmente dos en particular: el de 38,7 millones de euros destinado a la implementación de las comunicaciones vía satélite de Defensa y, otro, por casi 34 millones de euros destinado a la creación de un centro de desarrollo y pruebas para operaciones militares en ciberdefensa con tecnología 5G (Europapress, 2023).
De hecho, al cierre del año en curso, los contratos de Defensa con Telefónica superarán los del pasado año, ya que, la empresa se ha hecho con el contrato de 96 millones para la instalación de la red de transporte de telecomunicaciones para la Infraestructura Integral de Información para la Defensa (I3D)[2].
De los cuatro grandes lotes de contratos del Ministerio de Defensa destinados al mantenimiento de la red de transportes de telecomunicaciones y la extensión de la fibra óptica, Telefónica se ha adjudicado tres –únicamente ha dejado escapar la conexión de fibra Valencia-Mallorca, un contrato de más de tres millones de euros adjudicado a la empresa Balalink (Infodefensa, 2024).
La participación de Telefónica en proyectos de infraestructura de comunicaciones esenciales para la defensa nacional, como la red de telecomunicaciones vía satélite, no solo otorga a la empresa el adjetivo de “estratégica”, sino que también fuerza al Estado a realizar un mayor escrutinio de las inversiones extranjeras en sus acciones.
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