La historia de España, desde su fundación e incluso antes, ha estado ligada al arte de la guerra. La reconquista llevada a cabo por los reinos peninsulares en la edad media, la forja de un imperio de ultramar y los asuntos europeos, que fueron piedra capital de nuestra política exterior durante tres siglos, terminando por el ansia neocolonial que desangró al país en el norte de África, siempre han mantenido en jaque a la nación y perfectamente engrasada la maquinaria de guerra; plagada a su vez de grandes innovaciones, importantes gestas y sonoros fracasos. De estos últimos, relativamente recientes, y el derrumbe económico y social acaecido durante la revolución industrial, surgió una necesaria política de no intervención, incluida la neutralidad de nuestro país en los dos conflictos mundiales que acabaron por crear la Europa que hoy conocemos, y haciendo calar en la sociedad un acusado pacifismo, vertebrado entorno a las [Continúa…]