Las operaciones rusas previas a la anexión ilegal de Crimea en 2014 donde la aparición de los llamados “pequeños hombrecillos verdes”, o tropas sin distintivos de nacionalidad, que desplegaron en lugares estratégicos de la península consiguiendo la capitulación de los destacamentos militares ucranianos, sin apenas hacer uso de la violencia, sorprendieron a las autoridades y expertos occidentales que vieron una nueva manifestación del arte de la guerra – la llamada guerra hibrida – en la que las doctrinas y los procedimientos estratégicos, operacionales y tácticos rompían con la tradicional configuración del conflicto bélico. Los incidentes del pasado 25 de noviembre cuando guardacostas rusos apresaron por la fuerza tres barcos militares ucranianos, dos lanchas artilladas y un remolcador, que navegaban cerca de la costa de Crimea haciendo la ruta de Odesa, en el mar Negro, a Mariúpol, en el mar de Azov, constituyen unos acontecimientos que guardan cierta similitud, en otro [Continúa…]