La localidad de Vuhkedar ha sido testigo de algunas de las acciones más sangrientas de la guerra de Ucrania, en especial tras los sucesivos intentos rusos por tomarla desde el sur, tratando de quebrar unas defensas que se beneficiaban de la particular orografía de la urbe y de la existencia de edificios de cierta altura. Sin embargo, Vuhledar es mucho más que una pequeña ciudad minera, pues por su posición se erige en el trampolín ideal a través del cual proyectarse por todo el Frente Sur de Ucrania, algo que rusos y ucranianos intentan aprovechar en su favor y que presagia nuevos combates en el futuro próximo.
Vuhledar es una localidad ucraniana emplazada en la cuenca minera al Suroeste de la ciudad de Donetsk, fundada y erigida por el régimen soviético a mediados de los 60’s en el Raion de Volnovakha, perteneciente al Oblast de Donetsk, con el fin de explotar la riqueza mineralícela del subsuelo. En un principio, su nombre iba a ser Pivdenni Donetsk (Donetsk del Sur) y estaba proyectada para que en ella moraran más de cien mil habitantes. No obstante, en el momento que se comprobó que la cuenca minera al sur del Donbas no ofrecería los réditos esperados desde el Kremlin[1], el macro proyecto acabó súbitamente, dejando tan sólo un pequeño pueblo construido sobre las trazas de aquello que otrora se previera fuera la ciudad de Donetsk del Sur y, que, finalmente, recibiría en 1969 el nombre de Vuhledar.
Pese a contar con apenas veinte mil habitantes[2], tras el desmembramiento de la URSS en 1991, Vuhledar (el nombre correcto en español sería Vugledar, aunque optamos por la grafía anglosajona por razones de optimización en buscadores) tuvo estatus de ciudad de importancia regional y así se mantendría hasta la actualidad. Ello, en gran parte se debía y se debe no sólo al valor de su industria extractiva[3] para la recién independizada Ucrania, sino también a su emplazamiento, pues se constituye en punto natural de paso entre el Donbás y el Puente de Tierra, entre el Este y el Sur de Ucrania y entre el río Donets y el Mar de Azov[4].
Es por ello, que tras el Euromaidán y desde el inicio de la Guerra del Donbas en 2014, tanto esta urbe minera como sus inmediaciones y el campo abierto existente entre las distintas aldeas y obstáculos naturales[5] presentes en la región, vieron sus defensas inmensamente reforzadas. Un esfuerzo constructor que ha permitido a Vuhledar erigirse en el anclaje defensivo ideal[6] para el flanco oriental de una línea operacional defensiva que se extendería en forma de herradura desde Mariínka en el extremo oriental de la misma[7], hasta Velyka Novosilka situada 30 kilómetros al Noroeste de Vuhledar. Desde ahí continuará extendiéndose en línea más o menos recta hacia el Oeste, dirección Orivka a través de Huliaipolé para finalizar en Zaporiyia, en la orilla oriental del río Dniéper.
La creación de la línea fortificada de la que hemos hablado debía servir como base del dispositivo defensivo en el que debía desplegarse el Ejército en caso de invasión. Demostró ser un gran acierto del mando ucraniano, ya que prácticamente desde el segundo día[8] de la invasión rusa a Ucrania[9] sería escenario de feroces combates en toda su extensión y, a la postre, se convertiría en el Frente Sur del Teatro Operacional ucraniano.
Pese a los ‘empujones ofensivos’ rusos llevados a cabo en los distintos ejes operacionales que conforman el Frente Sur, tanto en Orivka, como Huliaipolé, como Velyka Novosilka, o incluso en el mismo eje de Vuhledar-Volnovakha, dicha línea operacional defensiva establecerá desde hace más de doce meses la LOC (Línea de Contacto) existente en el Frente Sur sin apenas sufrir más que pequeñas alteraciones, a excepción de escasas ganancias territoriales rusas obtenidas gracias a pequeños éxitos tácticos locales alcanzados de forma puntual y a un alto costo[10].
Por tanto, como nada es espontáneo y todo es producto de procesos que llevan a su conformación, es necesario retrotraernos al momento que se iniciaron los combates en el eje de Vuhledar. Solo así podremos comprender su importancia durante los meses previos y entender mejor las intenciones existentes detrás de las acciones ofensivas rusas durante su ofensiva invernal en el AO (Área Operacional) de Vuhledar, del mismo modo que la posible importancia del mismo cara a una posible ofensiva ucraniana.
Orden de Batalla
El siguiente Orden de Batalla lista todas las unidades que en algún momento u otro a lo largo de los últimos 14 meses de invasión han estado empeñadas en el AO Vuhledar. Para más información, hemos publicado también los órdenes de batalla tanto del Ejército ruso, como de las Fuerzas Armadas ucranianas al inicio de la guerra en artículos anteriores.
Ucrania
- 23.OZSP (Brigada de Propósito Especial Separada)[11]
- 53.OMBr (Brigada Mecanizada Separada)[12]
- 54.OMBr
- 55.OABr (Brigada de Artillería Separada)[13]
- 68.OEBr (Brigada de Cazadores/Jägers Separada) [14]
- 72.OMBr[15]
- 109.TDF
- 503.OBMP (Batallón de Infantería de Marina Separado)[16]
- Legión Georgiana[17]
- Regimiento Kastus Kalinowska de voluntarios bielorrusos[18]
- 2.SPPB «Donbas» (Batallón de Propósito Especial)[19]
- Azov[20]
Rusia
- VDV (Fuerzas Aerotransportadas)
- 31ºSGAAB (Brigada Separada de Asalto Aéreo de la Guardia)
- DME (Distrito Militar Este)
- Milicianos del DPR (República Popular de Donetsk)
- 3.SGMRB (Brigada de Fusileros Motorizados de la Guardia)
- 100ºMRB (Brigada de Fusileros Motorizados)
- 72ªMRB
- Infantería de Marina[21]
- DMS (Distrito Militar Sur)
- 19ºMRD (División de Fusileros Motorizados)
- 150ºMRD
Febrero-Octubre de 2022: De Mariúpol a Pavlivka, la formación del AO y eje operacional Vuhledar
Merced a los éxitos obtenidos durante los compases iniciales de la invasión por las fuerzas rusas pertenecientes al Distrito Militar Sur[25] en el Puente de Tierra avanzando desde el Oblast de Zaporizhzhia[26] y, gracias al empuje ofensivo de la 31ºSGAAB en conjunción con los ataques de la 810ºSGNIB y milicianos de la DPR[27] desde el Oblast de Donetsk, el 11 de marzo de 2022, Rusia lograba la captura del vital nudo de comunicaciones de Volnovakha[28], tras ser prácticamente destruida durante los feroces combates[29] por su control.
Una acción enmarcada dentro de las operaciones ofensivas de las VSRF en pos de cercar la ciudad de Mariúpol, de la que la captura de Volnovakha fue, aunque demorada y costosa, una victoria importante ya que cortó el reabastecimiento de Mariúpol, sellando el destino de los defensores ucranianos de la ciudad portuaria. No obstante, pese al éxito ruso por cercar la ciudad costera, la tenaz resistencia de la 53. y 54.OMBr, junto con elementos de la Legión Georgiana, el 503.OBMP y, restos del Regimiento Azov así como del 2.SPPB ‘Donbas’ escapados del cerco, repelieron las tentativas rusas sobre Vuhledar los días 13 y 14 de marzo de 2022. De esta forma, y en los días sucesivos, lograrían detener en seco los intentos rusos en pos de avanzar hacia el Norte[30], gracias a lo cual pudieron frustrar todo posible envolvimiento a la retaguardia profunda de las fuerzas ucranianas desplegadas en defensa del AO Mariínka en el Frente Sureste.
A la vez de frustrar los ataques rusos, las unidades ucranianas se hicieron fuertes en la línea de la carretera T0509 y en las inmediaciones de los pueblos de Pavlivka y Mykil’s’ke, situados en la ribera sur del río Kashlahach, dominada por completo desde las alturas ubicadas en las inmediaciones de Vuhledar, en la orilla septentrional del mismo. Debido a los frustrados intentos ucranianos por tratar de romper el cerco de Mariúpol en un avance directo sobre la ciudad desde el Norte, así como a la incapacidad rusa para proseguir su avance más allá de la línea defensiva erigida por las ZSU (Zbroini syly Ukrainy-Fuerzas Armadas de Ucrania) para mediados de marzo de 2022, se llegó a un punto de estancamiento en las operaciones de ambos ejércitos. Así, para finales de ese mes, en el centro de la herradura que forman de Oeste a Este las localidades de Velyka Novosilka-Vuhledar-Mariinka, se estableció el eje operacional de Vuhledar-Volnovakha y el AO Vuhledar.
La situación permaneció sin cambios durante todo abril y gran parte de mayo, con intermitentes combates de baja intensidad centrados en la disputa por el control de los pueblos de Pavlivka y Mykil’s’ke, en lo que en su mayoría fueron duelos artilleros donde los infantes de ambos ejércitos padecieron por igual[31], situación que se extendería hasta octubre-noviembre de 2022. Por un lado, las fuerzas rusas perseguían hacerse con el control total de la ribera meridional del río Kashlahach, la carretera T0509 y establecer una cabeza de puente al Norte del río para así luego poder avanzar sobre Kurakhove y la retaguardia del dispositivo ucraniano en Mariínka. Por el otro lado, las fuerzas ucranianas trataban, en repetidas ocasiones, establecer y consolidar una cabeza de puente al sur del río. Objetivos los de ambos ejércitos para los que era necesario y fundamental el control de las localidades emplazadas en la orilla meridional del Kashlahach.
En paralelo a la ofensiva que las VSRF estaban desarrollando en el Frente Este con la operación Popasna-Lysychansk[32], el 16 de mayo de 2022 milicianos de la República Popular de Donetsk lanzaron acciones ofensivas a lo largo de toda la ‘herradura’ que forma la línea del frente desde Velyka Novosilka hasta Mariínka con el objetivo de hacerse, no sólo con las localidades en la orilla sur del Kashlahach, sino también, cruzar en fuerza el río para hacerse con la propia Vuhledar y las alturas circundantes a la misma. Pese a la intensidad y volumen del fuego artillero que apoyó a los milicianos de Donetsk, estos apenas lograron asegurar el control ruso sobre Shevchenko y Pavlivka, a la vez que lograban disputar el control de Mykil’s’ke. Pero tras una semana de combates de resultado indeciso, para el 24 de mayo las tropas rusas comenzaban a demostrarse exhaustas, siendo incapaces de controlar por completo la carretera T0509 y, mucho menos, de superar la línea marcada por la misma entre Velyka Novosilka y Novomykhailivka[33].
Al detenerse la acción ofensiva rusa por el desgaste y pérdidas sufridas, se entró nuevamente en una fase de intercambio artillero con pocas acciones dignas de reseñar. Algo que cambiaría súbitamente el 21 de junio[34], momento en que coincidiendo en el tiempo con la caída de Severodonetsk en el Frente Este, la 53.OMBr ucraniana lanzó un contraataque en el AO, mediante el cual fue capaz de recapturar los pueblos perdidos y establecer un tenue control sobre la T0509, consolidando la tan ansiada cabeza de puente al sur del Kashlahach para Ucrania[35].
El éxito de la acción ucraniana se basó en lo inesperado de la misma, ya que tras más de cuatro meses de intercambio artillero y pequeñas e indecisas acciones ofensivas rusas, las tropas de la infantería de marina de las VSRF[36] y milicianos de Donetsk empeñados en el AO fueron tomadas totalmente por sorpresa ante el ataque realizado por las fuerzas ucranianas[37]. Ello fue aprovechado por la brigada mecanizada ucraniana para liberar los pueblos a un coste mínimo y tras sólo apenas 48 horas de breves combates en las calles de Shevchenko[38], Mykil’s’ke y Pavlivka, mientras infligían alrededor de 150 bajas, destruían al menos una decena de vehículos y capturaban 10 prisioneros entre las fuerzas invasoras en el sector.
A pesar de no ser una operación de gran envergadura, involucrar una única brigada y tan sólo lograr un precario y temporal control sobre la línea de la carretera T0509 en la orilla sur del río Kashlahach, fue una acción que resultó un espaldarazo moral tanto para la población como para el poder político y militar de Ucrania[39], en unas fechas en las que la ‘mancha de aceite’ rusa parecía imposible de frenar.
A partir del éxito táctico que permitió a Ucrania avanzar hasta Yehorivka y Shevchenko, al sur de Vuhledar, las fuerzas ucranianas se dedicaron a hostigar a las fuerzas rusas a lo largo de toda la LOC en la herradura formada entorno a la localidad minera. Rusia trató de retomar parte del territorio perdido entre el 12 y 18 de julio de 2022, pero tras una serie de ataques realizados principalmente por milicianos del Donetsk -con cierto apoyo de la 155ªSGNIB- que solo sirvieron para convertir los poblados de Yehorivka y Shevchenko en tierra de nadie, el 21 de julio de 2022, contraatacando a las exhaustas fuerzas rusas, la 53.OMBr se hizo con el control de Mykil’s’ke.
A partir de entonces, la intensidad en los combates en el eje Vuhledar-Volnovakha decaería, aunque los asaltos rusos en dirección a Vuhledar continuaron de forma intermitente durante los meses siguientes, en todos los casos con poco éxito. Los más de 6 meses de combates por Vuhledar provocaron que una franja de 5-7 km en la orilla sur del río Kashlahach cambiase de manos continuamente y, como consecuencia, que los pueblos de Yehorivka, Shevchenko, Mykil’s’ke y Pavlivka se transformasen en un montón de ruínas.
A principios de octubre de 2022, el AO Vuhledar volvería a ser testigo de un incremento gradual en la intensidad de los combates en la disputa por los pueblos de la orilla sur del Kashlahach. La artillería y drones[40] ucranianos comenzaron a hostigar incesantemente a las tropas rusas en las inmediaciones de Pavlivka, mientras la artillería rusa hacía lo propio sobre las posiciones ucranianas en las alturas circundantes a Vuhledar y en la localidad de Mykil’s’ke[41], a la par que se sucedían esporádicas acciones de infiltración y tanteos en la LOC por uno y otro bando.
La Batalla de Pavlivka: 29 de octubre-14 de noviembre de 2022
Coincidiendo en el tiempo con su progresiva retirada desde la ribera occidental del Dniéper, Rusia desarrolló en el AO Vuhledar una acción que podría ser tomada en un principio como una rectificación de la línea del frente[42], o bien como un intento de generar cierto ‘buffer’ o ‘terreno amortiguador’ para distanciar a la artillería ucraniana de las GLOCs (Líneas de Comunicación Terrestre) rusas en el Puente de Tierra[43].
Sea como fuere, durante la noche del 29 de octubre de 2022, dos BTGs[44] compuestos por entre 350 y 450 hombres cada uno, formados por elementos de la 155ªSGNIB[45] y la 40ªNIB se lanzaron a la ofensiva en pos de hacerse con el control total de la carretera T0509 y el pueblo de Pavlivka[46] y, de esta manera, desalojar a las fuerzas ucranianas de la orilla meridional del río Kashlahach.
La acción rusa en un principio había sido planeada como un ataque desde dos direcciones que debía envolver y cercar la localidad de Pavlivka y, luego, progresar hacia el Nor-Noreste dirección Vuhledar a través de la carretera 0532[47]. Sin embargo, debido a la falta de personal y masa en las unidades rusas[48], así como al entrenamiento deficiente de los refuerzos[49] y la incapacidad de ejercer un decente C2 (Mando y Control) sobre las unidades participantes en la acción, Rusia acabó recurriendo a un asalto frontal de todas las fuerzas de las que disponía en el AO Vuhledar contra Pavlivka[50].
Entre el 30 de octubre y el 6 de noviembre de 2022 los dos BTGs -reforzados por milicianos de Donetsk- asaltaron Pavlivka en repetidas ocasiones, obteniendo tan sólo meras ganancias en el sur de la población, a costa de cuantiosas bajas en personal y grandes pérdidas de material y equipo[51]. Sólo en cuatro días, entre el 30 de octubre y el 3 de noviembre, la 155ªSGNIB, sufrió posiblemente más de 300 bajas, perdiendo además medio centenar de vehículos[52]. Pese a ello, el mando ruso ordenó reanudar los ataques sobre la localidad el 6 de noviembre y, tras dos días de intensos combates urbanos, las diezmadas brigadas de infantería de marina con mucho miliciano de Donetsk engrosando las filas de los BTGs, conseguirían ganar cierto pie en el centro y flanco oriental de la localidad. Sin embargo, nuevamente serían repelidas el 8 de noviembre hasta los arrabales al sur de Pavlivka, sufriendo nuevamente fuertes bajas debido tanto al fuego artillero ucraniano y como al realizado desde las alturas circundantes a Vuhledar y desde la propia Vuhledar.
Las dos brigadas de infantería de marina rusas sufrieron en los ataques sobre Pavlivka del 30 de octubre al 8 de noviembre de 2022 más bajas que en las dos guerras chechenas combinadas. A lo largo de tres meses, desde septiembre a finales de noviembre de 2022, la 155ªSGNIB sufrió novecientas bajas, de ellas alrededor de cuatrocientos cincuenta serían fallecidos en combate, quedando prácticamente destruida[53].
El estado en el que se encontraba la brigada tras los combates por Pavlivka precipitaría la llegada de reemplazos provenientes de entre los ciudadanos rusos recién movilizados en septiembre y octubre de 2022, para ser empeñados con la brigada directamente en la LOC, donde en los momentos de menor intensidad en los combates, los mobiks eran instruidos. Un remiendo con el fin de dotar nuevamente de cierta capacidad de combate a la brigada y que ya durante la ofensiva invernal rusa entre enero y marzo de 2023, se demostraría un error [54].
Pese a las fuertes pérdidas y a la tenaz resistencia ucraniana, el 8 de noviembre de 2022, en una muestra más de obstinación por parte del mando ruso -posiblemente como resultado de una sensación de urgencia impulsada desde el poder político para reiniciar la campaña ofensiva de Donetsk antes de que la retirada rusa planificada desde Kherson se consumase- se ordenó que se reanudasen los asaltos contra Pavlivka. Para ello, el General Mudarov, responsable del DME, no dudó en concentrar los fuegos disponibles en el AO[55] y hacer que los milicianos de Donetsk, en combinación con los dos BTGs ya muy aligerados[56], llevasen el peso de los ataques frontales desde las posiciones obtenidas en los arrabales al sur de Pavlivka.
Tras varios días en los cuales las tropas rusas fueron rechazadas -con combates especialmente virulentos entre el 9 y 10 de noviembre-, las unidades de infantería de marina y los milicianos del Donetsk empeñados a toda prisa en la zona [57] lograron hacerse finalmente con el control de Pavlivka ya entre el 12 y 14 de noviembre de 2022[58]. No obstante, las bajas y pérdidas rusas durante el avance, habían provocado que las VSRF, una vez obtenido el control de la localidad, carecieran de las fuerzas necesarias como para lograr una posible ruptura en el sector[59], frustrando la intención de emplear Pavlivka como trampolín para un futuro cruce del Kashlahach y un avance hacia el Norte.
Por su parte, aunque sufrieron algunas bajas[60], las tropas ucranianas impusieron un altísimo peaje a las fuerzas rusas por cada metro que avanzaban, explotando al máximo la superioridad que les otorgaba la artillería emplazada en las alturas que dominan el valle del río Kashlahach y tener el control de Vuhledar. Ciudad desde cuyos edificios elevados disparaban con armas contracarro contra los vehículos blindados y tanques rusos, mientras equipos de francotiradores disparaban contra los infantes asaltantes. Además, la artillería ucraniana se mostró muy precisa, castigando especialmente el segundo escalón ruso durante los asaltos y provocando que éste no pudiera ‘inyectar’ nuevas fuerzas a medida que se acumulaban las pérdidas en la vanguardia y en el primer escalón del despliegue ofensivo de las VSRF.
Tras casi tres semanas de intensos combates sin un momento de pausa y con Pavlivka y Mykil’s’ke ya plenamente bajo control ruso, a partir del 18 de noviembre el AO Vuhledar volvería a experimentar un periodo de relativa calma. Durante el mismo, hasta finales de enero, predominarían los intercambios artilleros, la ocasional interdicción estratégico-operacional ucraniana contra las GLOCs del eje Vuhledar-Volnovakha y el castigo de la artillería de las ZSU sobre las posiciones rusas recién ocupadas en las localidades al sur de Vuhledar.
Aprovechando tanto esta situación como el estado embarrado del terreno que prácticamente restringía el movimiento a las vías pavimentadas, los ucranianos se dedicaron durante finales de noviembre y todo el mes de diciembre de 2022 a reforzar las defensas de la ciudad de Vuhledar, así como las de sus flancos. Para ello cavaron nuevos sistemas de trincheras al Norte de Mykil’s’ke y Pavlivka y prepararon nuevas posiciones de tiro y emboscada, del mismo modo que ampliaron la zona minada al pie de las alturas en la orilla septentrional del río Kashlahach, así como en las inmediaciones de las carreteras que se dirigen a ambas localidades desde Vuhledar. Debido a que, en el flanco oriental, gracias a hacerse con el control de Mykil’s’ke, Rusia había obtenido una posición relativamente estable en la orilla Norte del río, este sería el sector que más se esforzaría Ucrania por reforzar su defensa[61]. Sabia decisión por parte del mando de la 72.OMBr. que en poco tiempo se demostraría crucial.
Por su parte, Rusia dedicó el final del mes de noviembre y todo el mes de diciembre a acumular tropas en el AO Vuhledar, para de esta manera consolidar las escasas ganancias obtenidas durante la batalla de Pavlivka, a la par que reconstituía las castigadísimas brigadas de infantería de marina.
Vuhledar en el marco de la ofensiva invernal rusa
La batalla de Vuhledar -que podría considerarse que continúa en marcha- a efectos de este artículo será acotada a dos fases ofensivas rusas sucedidas entre finales de enero y finales de febrero/principios de marzo de 2023, entre las que hubo una breve pausa operacional por parte de las fuerzas atacantes. No obstante, la de Vuhledar podría ser considerada como una batalla de más de tres semanas de duración, sucediéndose una serie de acciones ofensivas rusas y defensivas ucranianas que oficiales ucranianos denominan como la mayor batalla de tanques acaecida hasta el momento en la guerra[62]. Una afirmación consecuencia más de la cantidad de esta clase de vehículos blindados que hubo empeñados en el AO Vuhledar durante los combates, que no por ser el mayor enfrentamiento entre tanques desde el inicio de la invasión.
Es cierto que ambos bandos, especialmente Rusia, desplegaron en forma numerosa sus tanques durante la batalla. Retumbando sobre caminos de tierra y maniobrando alrededor de líneas de árboles, los rusos avanzaron frontalmente sobre sus objetivos en columnas con relativo apoyo de infantería mecanizada. Ocultos y moviéndose entre posiciones preparadas, los carros de combate ucranianos actuaban prácticamente como ‘francotiradores’. En muchas ocasiones, haciendo fuego más allá de su línea de visión gracias a los datos proporcionados por drones, emplearon la maniobra táctica en conjunción con la infantería dotada de armas contracarro y desplegada en las alturas alrededor de Vuhledar y en la propia localidad.
De esa manera, las fuerzas ucranianas lograron sorprender[63] y emboscar las columnas rusas[64] mientras trataban de atravesar los campos de minas dispuestos de antemano, así como aquellos que se iban creando merced al empleo de RAAM (Remote Anti-Armour Mine) sobre un terreno supuestamente ‘limpio de minas’. El resultado fue la pérdida de un centenar[65] de vehículos blindados por parte rusa, los cuales terminaron dañados, abandonados o destruidos en los campos de minas, alcanzados por la artillería o destruidos por misiles antitanque y proyectiles disparados desde carros ucranianos.
Las fuerzas ucranianas supieron, combinando un uso inteligente de campos de minas, fuego de artillería y las pocas vías existentes en el AO, canalizar los avances rusos hacia ‘kill-zones’ donde concentraban todo el fuego disponible para destruir las fuerzas rusas ‘atrapadas’. A ello también contribuyó la bisoñez[66] de las tropas que formaban las brigadas de infantería de marina rusas, que en muchas ocasiones cayeron presa del pánico y fueron incapaces de realizar un despliegue táctico que les permitiera mitigar el daño que estaban recibiendo o, tan siquiera, de devolver el fuego. Algunas de las escenas más dantescas en los más de catorce meses de invasión procederán de las grabaciones hechas por drones ucranianos durante los innumerables asaltos rusos sobre Vuhledar entre finales de enero y mediados de febrero de 2023.
Primera fase: Del 26 de enero al 12 de febrero. La carga de la infantería de marina rusa contra los campos minados y la artillería ucraniana
Pese al gradual incremento en los bombardeos artilleros contra Vuhledar y algunos tanteos al suroeste de la propia ciudad procedentes desde Pavlivka[67], la ofensiva invernal rusa realmente comenzó el 26 de enero de 2023. La estrategia rusa en un principio era bastante clara y sencilla. A partir de los trampolines logrados entre octubre y noviembre en Pavlivka y Mykil’s’ke[68], pretendían lanzar dos ataques contra los flancos de Vuhledar para cercar la ciudad y tener la opción de progresar hacia el Norte, dirección general Kurakhove.
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