La Marina australiana ha vivido, en los últimos años, una serie de cambios de profundo calado. A la incorporación de destructores clase Hobart, nuevos buques de desembarco y de aprovisionamiento siguió la apuesta por las fragatas clase Hunter y el giro dramático de su programa de submarinos, apostando finalmente por conformar junto a los Estados Unidos y el Reino Unido la alianza AUKUS. Ahora, han dado un paso más con la publicación de un nuevo análisis y de los nuevos objetivos de fuerza para su flota de superficie, que aumentará en buena medida el número de buques en servicio durante los próximos años, incluyendo unidades opcionalmente tripuladas. Australia se prepara así para hacer frente a los desafíos que afectan a la región de Indo-Pacífico, comenzando por la actitud cada vez más agresiva de la República Popular de China.
El 20 de febrero de 2024 llevaba, desde hace casi un año, marcado en el calendario de la Marina Real Australiana (RAN) como una fecha clave. Con la publicación de la Revisión Estratégica de la Defensa (Defense Strategic Review, DSR) en abril de 2023, el gobierno australiano hizo firme su compromiso con el fortalecimiento de sus capacidades navales y su postura marítima, en respuesta a las crecientes amenazas que afectan a su seguridad y a la del conjunto de la región del Indo-Pacífico.
Abogando por una estrategia de denegación del área basada una red de bases militares que se extienden a lo largo de toda su costa norte del país, la DSR puso de manifiesto la imperante necesidad de fortalecer las capacidades de su marina de guerra, que lleva décadas luchando por aumentar el tamaño de su flota, y como bien señalaba el propio documento, es la que se enfrenta “a los desafíos más grandes de cualquiera de los tres servicios”. Ante la situación actual en el Pacífico, y la posibilidad de que Australia se viera envuelta en un conflicto regional, la DSR reconoce que Australia no puede aspirar a tener una disuasión seria con una flota compuesta principalmente por unas pocas fragatas y una docena de patrulleros de altura.
Sin embargo, las numerosas referencias a la importancia crucial de la RAN para la defensa nacional quedaron finalmente algo vacías, dada la ausencia de cualquier mención a la modernización de la flota de superficie y su estructura. Esta carencia se justificó inicialmente aludiendo a la necesidad de realizar un “análisis independiente” y riguroso que permitiera determinar las capacidades navales concretas que Australia necesita. Ocho meses más tarde, el Gobierno australiano finalmente ha hecho público dicho análisis, marcando el camino hacia lo que podría ser un cambio muy significativo para la RAN.
Un análisis independiente de la estructura de la Flota
El “Enhanced Lethality Surface Combatant Fleet: Independent Analysis of Navy’s Surface Combatant Fleet”, como ha sido denominado finalmente el documento, abre precisamente con la cita de la DSR sobre la imperante necesidad de contar con una flota equilibrada que permita apoyar adecuadamente su futura flotilla de submarinos: “El análisis deberá evaluar: las capacidades que se requieren para hacer frente a las circunstancias estratégicas actuales tal y como se describen en la Revisión, así como el coste, programa, riesgos y el continuo potencial constructivo de cada opción”.
Según se señala en el preámbulo del documento, firmado por el ministro de defensa australiano Richard Marles, la elaboración del análisis que incluye ha corrido a cargo del vicealmirante estadounidense retirado William Hilarides. Junto a él, también han colaborado la exsecretaria del departamento de finanzas, Rosemary Huxtable, y el antiguo comandante de la flota de la Marina australiana, el vicealmirante Stuart Meyer. Los frutos de su trabajo se han plasmado en un informe clasificado de 18 páginas elaborado una vez concluido el verano de 2023, sobre el cual se basa el documento publicado por el Ministerio de Defensa el pasado mes de febrero.
La estructura del documento se divide en tres grandes secciones: “Letalidad Aumentada de la Flota de Superficie” (Apartado A), “Análisis Independiente” (Apartado B, que también incluye parte del resumen ejecutivo del informe clasificado elaborado por el grupo de trabajo), y “Respuestas del Gobierno de Albanese a las Propuestas del Análisis Independiente” (Apartado C).
De acuerdo con el análisis, la estructura para la flota de superficie estará dividida en dos grandes grupos (denominados Tiers 1 y 2), clasificación que han utilizado para distinguir a los destructores y las fragatas de mayor tamaño del resto de buques. Así:
- El Tier 1 lo conformarán los tres destructores de la clase Hobart (basados en las F-100 españolas) ya en servicio, así como en las seis fragatas de la clase Hunter. Junto a ellos, para sorpresa de algunos, se ha aprobado la adquisición de seis grandes buques de superficie opcionalmente tripulados (Large Optionally-Crewed Surface Vessels, o LOSVs), que irán previsiblemente equipado con 32 celdas VLS cada uno (sumando un total de 192 celdas entre los seis).
- El Tier 2 lo compondrán “al menos siete, e idealmente 11” fragatas de propósito general, capaces de operar “tanto de forma independiente como en conjunción con otras unidades del Tier 1”. Éstas se sumarán a las fragatas de la clase Anzac actualmente en servicio, a pesar de que varias de ellas irán siendo dadas de baja durante los próximos años.
Junto a estos dos grandes grupos, el Gobierno Australiano también pretende consolidar “una fuerza de 25 buques de guerra menores”, que estará constituida por seis patrulleros de altura (OPVs) clase Arafura, ocho patrulleros clase Cape mejorada (Evolved Cape-class patrol boats, o ECCPBs) cuya construcción parece que correrá a cargo de Austal, y 11 unidades adicionales del mismo modelo para la Guardia de Fronteras (Australian Border Force, ABF).
Para la financiación de todos estos planes – que, en caso de completarse exitosamente, supondrían un salto cuantitativo muy importante para la RAN – el gobierno llevará a cabo un aumento del presupuesto nacional de defensa que se cifrará en 1.700 millones de dólares australianos (1.030 millones de euros al cambio) durante los próximos tres años; cantidad que aumentará hasta superar los 11.000 millones durante los próximos diez años (6.662 millones de euros). Además, según se indica en el informe, con los nuevos planes y el aumento de presupuestos se prevé crear cerca de 3.700 puestos de trabajo directos, además de los que se crearán con el desarrollo de los nuevos submarinos nucleares. De acuerdo con la nota de prensa publicada por el Ministerio de Defensa australiano, “el Gobierno de Albanese está comprometido con la continuidad de la industria naval en Australia, y el diseño de la futura flota de superficie de la marina proporcionará un plan de empleo estable y continuado hasta 2040 y en adelante”.
La futura Marina australiana
Ahondando más en los aspectos centrales de la nueva propuesta para la flota, conviene destacar cuatro temas fundamentales y algunas de sus consecuencias a corto y medio plazo para la postura marítima australiana.
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