Sistema antiaéreo S400 Triumph

Mucho más que un sistema antiaéreo

Vehículo lanzador del sistema S-400 Triumph. Fuente - RT.
Vehículo lanzador del sistema S-400 Triumph. Fuente - RT.

El sistema antiaéreo S400 Triumph ha sido, desde su introducción hace ya casi década y media (2007), una absoluta referencia en su campo, para lo bueno y para lo malo. Utilizado por Turquía y la República Popular de China, además de Bielorrusia y, lógicamente, Rusia, en breve pasará a servir también en India y Arabia Saudita. Ventas, todas ellas que no han estado exentas de controversia y que han ayudado a consolidar la posición internacional de Moscú, convirtiéndose, además de en un activo militar de primer orden, en una baza diplomática sin par.

Pero hay más, mucho más. El S400 Triumph(SA-21 Growler) es parte integral de lo que los occidentales denominamos como complejo A2/AD ruso y que, como explicamos aquí, desde su punto de vista tiene un marcado componente ofensivo en los planos táctico y operativo. Sin su concurso, sería imposible establecer zonas de negación más allá de las fronteras de la Rodina, extendiéndolas sobre el territorio del enemigo y dificultando así su libertad de acción.

De esta forma, un sistema que en principio no era más que una actualización de una de las variantes de la extensa familia S-300, ha pasado a convertirse en un auténtico puntal de la estrategia y la doctrina tanto rusas, como del resto de clientes -en especial la República Popular de China-.

A lo largo de las próximas líneas, aunque hablaremos también sobre las capacidades de este sistema, nuestro objetivo será algo distinto, ya que poco más podemos aportar a artículos técnicos como los escritos en su día por el Dr. Carlo Kopp o los publicados en Russia’s Defenders. La idea será hacer entender al lector la importancia del S400 Triumph dentro del conjunto defensivo ruso, pero también dar una visión más amplia del mismo, incluyendo su uso como moneda de cambio para la diplomacia rusa.

Batería S400 Triumph china desplegada al sur de Tianjin, posiblemente encuadrada en el 17º Regimiento de la 5ª División de Defensa Aérea. Se aprecia como se han construido posiciones elevadas para los radares.

Familia numerosa

La familia «S» (en realidad una denominación genérica), ha contado, a lo largo de su dilatada historia, con miembros tan ilustres como el S200 (SA-5 Gammon) y, especialmente, el S300P (SA-10 Grumble). Este último es, de hecho, el antepasado directo del sistema del que hablamos hoy, pues se considera que el S400 Triumph es una evolución del S300PM2, una de sus variantes más avanzadas.

Una serie de sistemas pensados, por encima de todo, para un escenario concreto; el europeo. También contra un rival por encima de todos; la OTAN. Y es que hay que tener en cuenta que la estrategia soviética era muy diferente en algunos aspectos a la occidental, con un mayor énfasis en la negación del espacio aéreo (algo que tenía se hacía también en el ámbito marítimo mediante la negación del mar ejercida por los submarinos soviéticos).

No era una decisión tomada por capricho. Por el contrario, obedecía a un estado de cosas; La Unión Soviética seguía otorgando primacía a las fuerzas terrestres por encima del resto, su industria no podía proveer de sistemas tan punteros en muchos aspectos como los occidentales (aunque sí podía producir un mayor número) y desde los inicios de la Guerra Fría había llevado la delantera en cuanto a misilística, con lo que se centraban en mantener esta ventaja. Todo ello habría «confabulado» para que el Politburó y la Stavka optasen por confiar en este tipo de sistemas.

También habían influido otros factores, por supuesto. En los años de Jrushchov (1956-1964) la obsesión del líder soviético por los submarinos y por los misiles había llevado a dar un impulso sin precedentes a ambas industrias (cercenando de paso los planes navales de Stalin, mucho más convencionales) y desviando recursos dedesde otros campos de investigación, lo que terminó por influir sobre cualquier planificación posterior. Además, los vuelos de los aviones espía norteamericanos, impunes hasta el derribo de Gary Powers sobre Sverdlovsk en 1960, habían obligado a buscar algún tipo de solución.

Conjunto S300PMU2 Favorit (SA-20B)

Sea como fuere, el alto mando soviético consideró, prácticamente desde los primeros años de la Guerra Fría que, ante la superioridad aeronaval y aérea de la OTAN (lo que incluía a los bombarderos estratégicos) su única posibilidad pasaba por la negación del espacio. Esto era aplicable tanto en caso de guerra convencional (para impedir las acciones CAS, por ejemplo), como de guerra nuclear, contra los bombarderos estratégicos (y en torno a Moscú misiles, gracias al sistema Aldan y ahora al ABM-3) y en ofensiva, como en defensiva. Esto obligaba a que buena parte de los sistemas antiaéreos tuviesen que ser sumamente móviles, ya que debían cubrir el avance de las tropas propias en terrenos tan complejos como los de Europa Oriental.

Volviendo sobre el S300, el concepto original del futuro S300 tomó forma por primera vez a finales de 1966. Con las pruebas de disparo del S200 casi completas, el mando soviético solicitó a las oficinas de diseño ideas para la próxima generación de sistemas SAM. Los futuros sistemas deberían ser capaces de atacar múltiples objetivos a todas las altitudes, además de ser lo suficientemente móviles como para ser empleados por las Tropas de Defensa Aérea (PVO), el Ejército y la Armada Soviéticos.

Una de las oficinas de diseño que presentó su propuesta fue la, por entonces, MKB Strela, dirigida por Aleksandr Raspletin, buró que se convertiría más tarde en la actual Almaz. Raspletin había contribuido a la creación de los principales sistemas SAM estratégicos de la época: el S25, S75 y S200.

Disposición típica de un asentamiento de S-75 Dvina. Fuente – Ausairpower

La propuesta de MKB Strela fue la familia de sistemas S300, aunque al parecer también presentaron una segunda propuesta conocida como S500U (no confundir con el S500 actualmente en desarrollo). El alto mando rechazó el S500U a favor del S300 ya que el primero no tenía la capacidad de neutralizar misiles balísticos tácticos y se consideraba que este era un requisito básico de diseño, pues debía ser utilizado por el Ejército Rojo.

En su día, el S300 fue clasificado como un sistema SAM de alcance medio, diseñado para reemplazar las diversas baterías S75 y S125 que defendían instalaciones críticas en diversos puntos de la Unión Soviética. De hecho, los antiguos emplazamientos del S75 albergan actualmente algunas de las baterías desplegadas de la serie S300P.

Panel de control de un S300PS.

Solo a medida que aparecieron variantes desarrolladas el sistema también comenzaría a ser utilizado como reemplazo del S200, aunque este no era uno de los objetivos básicos del programa (los S200 se clasificaban como sistemas de largo alcance).

En realidad, durante la fase de diseño se produjo un intenso debate acerca de la necesidad de un único sistema o de tres diferentes, uno para cada rama de las Fuerzas Armadas Soviéticas que necesitaban de este tipo de equipos.

Comparativa de los misiles superficie-aire soviético/rusos. Autor – Mark Wade.

Así, las PVO (Voyská Protivovozdúshnoi Oborony o Tropas de Defensa Aérea) requerían de un sistema de gran movilidad, el Ejército Rojo necesitaba un sistema capaz de repeler el nuevo misil balístico táctico Pershing estadounidense, y la Armada Roja exigía que el futuro diseño fuese capaz de hacer frente a los misiles de crucero de baja altitud y además que pudiera ser instalado en sus futuros buques de guerra. En este último caso la variante naval propuesta podría compartir muchos componentes con la variante de la PVO, ya que ésta también requería la capacidad de hacer frente a objetivos a baja altitud.

Fue el Presidente del Comité Central de Asuntos de Defensa, Dmitry Ustinov, quien resolvió finalmente la cuestión ordenando el desarrollo de dos sistemas: el S300P (del que derivaría el S400 Triumph), adaptado a las necesidades de las PVO para la lucha contra amenazas a baja altitud, y el S300V, adaptado a las necesidades antimisiles del Ejército Rojo.

Panel de control de un sistema S300PT.

El S300P fue el primer SAM multicanal desarrollado por Almaz TsKB, en este caso bajo la dirección de B. V. Bunkin. La primera versión remolcada, el S300PT Biryusa (SA-10A Grumble), entró en servicio en 1979, reemplazando las baterías S25 Berkut (SA-1 Guild) situadas en torno a Moscú (en cuyos alrededores se concentra la mayor red de sistemas antiaéreos del planeta).

La primera versión móvil, conocida como S300PS Volhov-M6 (SA-10B Grumble) se introdujo apenas cuatro años después, en 1983, sustituyendo las baterías S75M Volhov (SA-2E Guideline) y S125M Neva (SA-3B Goa), y fue exportada por la Unión Soviética ya cerca de su colapso, a partir de 1988, bajo la denominación S300PMU (SA-10B Grumble) a Bulgaria, China y Checoslovaquia.

Detalle del panel de control de un sistema S300PT.

La segunda generación del S-300P se lanzó al mercado en 1989, bajo la denominación S300PM Volhov-M6M (SA-20A Gargoyle), y fue exportada en dos versiones:

  • S300PMU-1 Volhov-M6M (SA-20A Gargoyle), en servicio a partir de 1994 con China, Grecia y Vietnam. Serbia trató de instalar tres de estos sistemas en 1999, pero al parecer el envío fue interceptado en la frontera de Hungría.
  • S300PMU-2 Favorit (SA-20B Gargoyle) que por ejemplo China adquirió en 2004.

Cobertura que habría logrado Serbia de instalar los sistemas S300 antes del ataque de la OTAN de marzo de 1999.

La que hoy nos ocupa, la S400 Triumph (SA-21 Growler) es la tercera generación del S300P (aunque el árbol genealógico es algo más complejo como se puede ver en la siguiente imagen) y ha sido utilizada por la Federación Rusa desde 2007 (aunque nunca han dejado de mejorar sus sistemas, el parón provocado por la caída soviética es evidente) en reemplazo las baterías S-200 (SA-5 Gammon) y complementando a las diversas variantes de S300, con algunas de las cuales puede interoperar.

Como curiosidad para nuestros lectores, y para que se aprecie mejor que el S400 Triumph no es más que una variante -por más que se venda como un sistema revolucionario y un game changer– de una familia que ha operado durante décadas, compartimos, a pesar de no ser en puridad sus antepasados directos, los catálogos de los sistemas S300PMU, S300 PMU-1 y S300PMU-2. Por supuesto, también el del S400 Triumph.

Familia S300/400. Fuente – Wikipedia

Y llegamos al S400 Triumph

Para hablar del «modernísimo» S400 Triumph, aunque parezca mentira, hemos de retrodecer hasta la década de los 80. En concreto hasta 1985, apenas dos años después de que Reagan lanzara la SDI o Iniciativa de Defensa Estratégica, preludio de la RMA de la información que comenzaría a hacerse evidente en 1991, entre otras cosas gracias a los Tomahawk… y a los Patriot, su gran rival.

El programa original partía de un requisito básico: lograr un misil interceptor con 400 kilómetros de alcance, lo que venían a ser 100 kilómetros más que la variante más capaz del S200D. Para ello se recurrió, como ya hemos dicho, a Almaz, empresa que se encargaría del diseño general y la arquitectura del sistema, confiando a Fakel el desarrollo del misil (aunque llegarían a desarrollarse varios misiles diferentes, como veremos).

Componentes básicos de un batallón S400 Triumph. Fuente – Army Recognition.

Para su desarrollo se tomarían componentes nuevos, pero también algunos de los que estaban destinados al S350, por entonces en desarrollo. La aprobación preliminar del diseño se produjo en 1988, y el sistema comenzó a conocerse con el sobrenombre de Triumph, realizándose las primeras pruebas, como no podría haber sido de otra forma, en el área de experimentación de Kapustin Yar, ya en 1993 (recordemos que hasta el año 2000 se vive la peor época en cuanto a presupuestos).

Dos ingenieros de la Oficina de Diseño Fakel, concretamente Boris Bunkin y Petr Grushin, analizaron las características de los misiles de la serie 48N6 en uso en los S300P y se dieron cuenta de que aún había potencial para lograr un mayor alcance. Estos vuelan siguiendo un perfil casi balístico hacia su objetivo. El aumento de la altitud en el apogeo de la trayectoria resultaría, como es lógico, en un aumento del alcance. Estas armas tenían restringido su apogeo hasta los 38 kilómetros porque, si la altitud era mayor, las superficies de control aerodinámico ya no funcionarían eficazmente.

La solución de Bunkin y Grushin para aumentar el alcance del sistema de misiles fue modificar las superficies de control para permitir que se bloquearan durante la parte casi balística de la trayectoria. Esto eliminaría cualquier movimiento no deseado y, una vez el misiles estuviese otra vez a una menor altitud se desbloquearían para proporcionar maniobrabilidad durante la fase final del vuelo, justo a tiempo para evolucionar hacia el objetivo.

Calibración de la antena del radar 92N6E en la fábrica Obukhov de San Petersburgo. Fuente – English Russia.

El personal de Fakel tuvo la oportunidad de probar misiles modificados con estas características en 1985 (poco después de aprobarse el desarrollo del S400 Triumph) y pudieron alcanzar un apogeo de 70 kilómetros, lo que permitió llegar también los 400 kilómetros deseados. Eso sí, el funcionamiento del sistema no era sencillo, pues al volver por debajo de los 20 kilómetros el radar de tiro debía «recapturar» el misil guiándolo hacia su objetivo una vez más. Con todo, la idea se había demostrado factible y merecía la pena seguir profundizando en esta línea de investigación.

Durante estos años trágicos para las empresas de defensa rusas, las pruebas no cesaron en ningún momento, pero sí sufrieron retrasos. Solo así se entiende que un sistema cuyo diseño preliminar estaba aprobado en 1998 y que en 1993 había demostrado las bondades de sus misiles más potente no entrase en servicio hasta una década y media después.

Es cierto que sería necesario finalizar el desarrollo de diversos componentes, desde el radar de exploración al de tiro y, por supuesto, los interceptores, amén de integrarlo todo sobre chasis de ruedas. Ahora bien, si tenemos en cuenta que el primer regimiento (compuesto por dos baterías) no entró en servicio hasta el 6 de agosto de 2007, el tiempo se antoja excesivo. Con todo, desde entonces la Federación Rusa no ha dejado de introducir en servicio nuevos regimientos, ni de exportar el sistema, algo que ahora es más factible pues ya se trabaja a fondo en su sucesor.

La evolución de la «familia S» no cesa.

S400 Triumph: Conjunto, batería, batallón, regimiento…

Según lo definen en los propios catálogos de Almaz-Antey, la empresa fabricante, el S400 Triumph es un sistema de defensa antiaérea móvil y multicanal diseñado para enfrentar amenazas avanzadas como aviones de guerra electrónica, aviones de alerta temprana o de reconocimento, misiles balísticos tácticos y de teatro, IRBM y cualquier otra amenaza que se produzca en un ambiente complejo, plagado de contramedidas.

Dado que es un sistema modular, admite diferentes composiciones, por lo que en las próximas líneas vamos a tratar de explicar los equipos que, al menos sobre el papel, incluyen las diversas unidades, como batería, batallón y regimiento, ya que es un tema que puede resultar un tanto confuso.

Conjunto S400 Triumph.

La agrupación básica está formado por la suma de uno o varios vehículos TEL (Transporter Erector Launcher), un vehículo de mando y los radares asociados al sistema, aunque es algo teórico, claro está. En concreto, los sistemas que lo integran son los siguientes:

  • Conjunto de mando y control 30K6E, formado por el puesto de mando móvil 55K6E y el complejo radar 91N6E.
  • Complejo 98J6E, formado por hasta 12 vehículos lanzadores 5P85TE3 y el radar multifunción 92N6E.
  • Equipos auxiliares como el radar 96L6E2, el vehículo de apoyo 30C6E, o los vehículos de generación de energía 82C6E3, entre otros

Como hemos dicho, esto es algo que solo existe sobre el papel y que constituiría el mínimo imprescindible para llevar a cabo alguna función, pero que no tiene ningún sentido práctico.

Ahora bien, es útil hablar de ello y conocer datos como las capacidades máximas de un solo complejo de mando y control 30K6E; teóricamente es capaz de controlar hasta 8 complejos 98J6E, lo que supondría dejar bajo su mando 96 vehículos lanzadores como se ve en la siguiente imagen.

Como suele decirse, el papel lo aguanta todo. La realidad, sin embargo, es bastante diferente y difícilmente tendría sentido asignar tal cantidad de equipos a un solo puesto de mando o a un radar que, por bueno que sea, tiene limitaciones. Además, los equipos deben organizarse con cierta lógica, y ser encuadrados en baterías, batallones y regimientos de forma que exista cierta racionalidad orgánica y operativa.

Por otra parte, dado que deben responder a escenarios geográficos concretos, la composición de cada unidad debe adaptarse a las características específicas de estos, lo que puede requerir de más lanzadores, o de radares adicionales para cubrir zonas ciegas, o bien de vehículos que hagan de relé entre dos o más sistemas para salvar la distancia u obstáculos geográficos.

Dicho esto, la unidad más pequeña que se utiliza en la práctica (dejando aparte la batería), es el batallón, compuesto normalmente de un complejo de mando y control 30K6E (vehículo de mando 55K6E y radar de exploración 91N6E) y un complejo 98J6E (con dos baterías de cuatro vehículos lanzadores y un radar de control de fuego 92N6E). Por otra parte, aunque no figuran en las gráficas, deberían incluirse también diversos vehículos auxiliares, como los de municionamiento, necesarios para el funcionamiento del conjunto.

Este sería el batallón tipo, que estaría apoyado además por un radar de vigilancia y búsqueda 96L6E Cheese Board, con su característico mástil extensible y que opera en banda C, lo que sirve para complementar las capacidades del 91N6E Big Bird (banda S).

Más allá del nivel batallón las cosas comienzan a ser un tanto diferentes y se complican, por la entrada en juego de diversos equipos. Así, aunque sobre el papel un regimiento tipo cuenta con dos batallones, normalmente recibe el apoyo, entre otros, de los equipos de las Tropas de Radioingeniería, con sus radares Nebo-M, Protivnik-G1M, etc.

Conjunto de radares que componen el sistema Nebo-M triangulando para detectar aviones furtivos. Fuente – Carlo Kopp.

Conjunto de radares que forman el sistema Nebo-M. Fuente – Carlo Kopp.

Estos son fundamentales para el funcionamiento de las VVKO (Voyska vozdushno-kosmicheskoy oboron) o Fuerzas de Defensa Aérea, encuadradas dentro de las VKS (Vozdushno-kosmicheskiye sily), las Fuerzas Aeroespaciales Rusas. Lo son, porque complementan la acción de los radares estratégicos tipo Voronezh, haciendo más densa si cabe la red de defensa aérea rusa y no solo en lo relativo a la defensa contra misiles balísticos, sino también contra los aviones furtivos, con la vista puesta en los B-2, F-22 y F-35 estadounidenses, pero también en los multiplicadores de fuerzas.

Se trata de radares muy capaces y algunos de los principales think tanks occidentales alertan sobre ellos, especialmente en el caso del Nebo-M, que combina diferentes radares que operan en varias bandas de radar, desde VHF a L, X, S, o C, pues podrían tener alguna oportunidad de interceptar aviones de baja visibilidad.

No es cuestión baladí como explicamos en el artículo enlazado más arriba, pues en la medida en que Rusia (o China) logre abatir los aviones de reabastecimiento y los aparatos de alerta temprana de la USAF y de la US Navy, conseguirán reducir en mucho la ventaja estadounidense.

El radar «Cheese Board» es particularmente sencillo de reconocer cuando el mástil está extendido. En la imagen vemos el despliegue turco, país que ha adquirido hasta el momento un regimiento S400 Triumph, pero que ya negocia la compra de un segundo regimiento.

Por otra parte, además de integrarse «por arriba», con diversos radares, otro aspecto importante a la hora de tratar sobre el S400 Triumph tiene que ver con las capacidades del vehículo de mando y control 30K6E, ya que permite integrar no solo componentes de este sistema, sino de otros en servicio como los S300PMU-1 y S300PMU-2 pero también los Tor-M1 o Pantsir-S.

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