Rusia vs EEUU. La batalla de los calibres

La batalla de los calibres

¿Puede afectar el inicio de esta nueva era, caracterizada por la competencia entre las grandes potencias al aumento del calibre de los cañones de los vehículos blindados? Lo cierto es que sí y de hecho, en los últimos años se aprecia una clara tendencia hacia la adopción de calibres cada vez más potentes (40, 50, 57 mm), como parte de una competición protagonizada principalmente por Rusia y los EE. UU. y de la que el resto de países deberán tomar nota, pues marcará el futuro de la guerra blindada.

En 2014 se produjo un punto de inflexión en el cual Rusia tuvo mucho que decir. La invasión de Crimea y del este de Ucrania por parte de miembros y medios de las fuerzas armadas rusas fue un shock por varios motivos. En primer lugar por el recurso al uso de la fuerza por parte de Rusia en su política exterior y en su periferia, que aunque no era algo novedoso, pues ya lo vimos en 2008, no acostumbraba a semejante contundencia. Por otra parte, se hacía patente la enorme mejoría en cuanto a capacidades de sus FF. AA., así como en su modo de hacer la guerra, que aunque sorprendente para algunos, no dejaba de ser más de lo mismo, pero adaptado a los nuevos tiempos. Por último, por las características de una guerra convencional moderna que no se veía en mucho tiempo en Europa, salvando el caso de las guerras en la antigua Yugoslavia.

Acostumbrados a guerras de contrainsurgencia desde el 2001, Occidente pudo ser testigo de que la guerra convencional de alta intensidad estaba más viva que nunca. Se pudo ver el uso masivo de drones, de guerra electrónica, la tremenda efectividad de la artillería cuando se la asocia a UAVs, incluso comerciales, combates entre carros de combate y vehículos de combate de infantería (VCIs), etc. Los MRAP y todo lo relacionado con las operaciones COIN, dejaron de acaparar la atención de los expertos mientras que la posibilidad de una guerra contra Rusia pasó a ser el centro de atención de la OTAN, desplegando fuerzas de disuasión en los países Bálticos y Polonia bajo la Enhanced Forward Presence, o reforzando la misión de Policía Aérea del Báltico.

El segundo actor, y principal protagonista de esta nueva era de competencia, es China. A diferencia de Rusia, es un país que es capaz de competir de tú a tú en casi todos los dominios contra los EE. UU., o al menos lo será en los próximos años. Rusia, por el contrario, sigue una estrategia asimétrica, ya que se encuentra en clara desventaja en casi todos los aspectos. Sin embargo, una guerra contra China sería muy diferente a una contra Rusia, ya que sería eminentemente aeronaval y con numerosos asaltos anfibios, en los que los VCIs, aunque muy necesarios, no tienen un papel clave. Es Rusia la que dispone de unas fuerzas acorazadas más modernas y capaces que las de China, y que sí serían fundamentales en un hipotético conflicto armado. Es por este motivo que en el artículo no entraremos demasiado en China, que además, no se halla, de momento, inmersa en esa carrera por el aumento de calibres como sí lo está Rusia.

Además de todo lo dicho anteriormente, hay que tener en cuenta que tanto Rusia como China son grandes exportadores de armas, y que por tanto, sus desarrollos en materia de VCIs, podrían llegar a clientes muy diferentes, trastocando equilibrios en diversas regiones. En muchas ocasiones, estos países que compran armamento, lo hacen a ambos países por motivos diplomáticos, lo que implica que pueden estar situados en el bando rival respecto a Occidente, y que pueden ser escenario de una guerra proxy.

Aunque una guerra depende de muchos más factores, sí que sería un contratiempo para los EE. UU. o cualquier país aliado encontrarse con vehículos que les superan en algunos aspectos, debido a que no han actualizado los suyos, al estar enfocados a guerras COIN, o no haber invertido en renovar el parque blindado porque no entraba en los planes una guerra de ese tipo y se mantienen parques de vehículos adaptados a las amenazas de los años 90 como las operaciones de paz.

Kurganets-25 con la torre Epokha. Autor – Vitaly Kuzmin.

Rusia, estancados en la protección

Mientras que en Occidente los VCIs han ido aumentando progresivamente su protección, no ha sido así en el caso ruso, al menos de manera significativa en lo que concierne a los vehículos ya en servicio, es decir, las familias BTR, BMP y BMD. Sí que han habido algunos casos puntuales, pero de un incremento ligero.

Por mencionar un caso, los BMP-2D a comienzos de los 80 y que entraron en combate en Afganistán, cuentan ahora con una chapa de blindaje de escasos milímetros de protección añadida, pero dispuesto como blindaje espaciado.

Para ver un incremento sustancial, tendremos que esperar a los nuevos vehículos, y eso que Rusia ha tenido capacidad tecnológica suficiente para ello, habiendo opciones de blindaje reactivo, espaciado, etc, disponibles en la industria de defensa desde hace muchos años.

También es cierto que de un modelo a otro, es decir, del BMP-1 al BMP-3, la protección ha aumentado lo suficiente para lidiar parcialmente con el aumento del calibre de los VCIs occidentales, pero no ha llegado al límite de los implementados en esta parte del mundo en los últimos años.

Los BMP-2 tan solo se han modernizado profundamente hace tres años, cuando en octubre de 2017 el Ministerio de Defensa ruso firmó un contrato para modernizar 540 BMP-2 y BMD-2 (el equivalente aerotransportado, más compacto).

La nueva torre es una B05Ya01 Berezhok, que añade al cañón 2A42 de 30mm, una moderna dirección de tiro capaz de batir helicópteros (hasta 400 km/h), cámara térmica y capacidad hunter-killer. También se le dota de dos lanzadores dobles a ambos lados de la torre de misiles contracarro Kornet, con otros 4 en el interior listos para su uso y de un lanzagranadas automático de 30mm AG-30M.

Con esto, Rusia consigue igualar o superar en potencia de fuego a VCI como el Ulan austriaco, el Marder alemán, y resto de vehículos europeos de la misma generación. Sin embargo, no se le añade el pack de blindaje añadido que sí que estaba disponible en la modernización del BMP-2M. Esto hace que no pueda soportar los rigores del frente de batalla, como ha ocurrido en los últimos conflictos armados en Ucrania o Siria. Tal vez se haya pretendido conservar la capacidad anfibia, que en el BMP-2D se perdía al sumarle peso, además de ahorrar un dinero que se puede invertir en los futuros modelos, teniendo en cuenta las limitaciones presupuestarias rusas.

Su modernización no se ha centrado tan solo en modificar la torre, sino que le han sumado un BMS (sistema de gestión de batalla). Este último es un auténtico multiplicador de fuerzas, ya que permite, gracias también a su nueva radio R-168-25U-2, conocer la posición del resto de vehículos aliados, compartir en un mapa cualquier amenaza actuando con su armamento quien esté mejor situado, compartir con el puesto de mando o con otros elementos del resto de servicios o armas, como la fuerza aérea, o la artillería información para que adquieran los objetivos, etc. Por supuesto, también la información de los drones y de otros elementos aliados pueden ser proporcionados a cada uno de los vehículos según lo requieran. Por tanto, no hemos de quedarnos tan sólo en los aumentos de calibre aunque sean el objeto de este artículo, pues Rusia también está mejorando sustancialmente en el concepto de guerra en red, en especial si lo comparamos con el pésimo ejército ruso que vimos en Georgia durante la campaña de 2008. Este es un campo donde no estarán a la altura de sus homólogos norteamericanos, pero sí de unos cuantos europeos, lo que debe servir de toque de atención.

El BMP-3, el más moderno de la familia BMP, mejoró ligeramente la protección respecto a su predecesor, pero aún así, seguía siendo algo escasa. Han existido numerosos packs de protección para estos vehículos, aunque no se adoptó ninguno. Los había de blindaje espaciado, reactivo o incluso sistemas de protección activa, en concreto el Arena, que no ha sido adoptado por las fuerzas armadas rusas, posiblemente debido a sus pobres características en relación a su precio, pues protegen en un muy limitado arco, que en combate urbano se muestra insuficiente.

Puesto que Rusia no ha adoptado de forma masiva los packs de protección en sus VCI y debido también al foco puesto en los últimos años en los escenarios COIN, no ha existido hasta el momento en Occidente una necesidad imperiosa de aumentar la potencia de fuego de los cañones en servicio. Hasta ahora.

Y es que recientemente sí que parece que se va a aumentar la protección de estos, aunque los anuncios rusos en esta materia suelen ser muy confusos, pues se contradicen o nunca llegan a realizarse. Pero sí que hay al menos intenciones de mejorar la protección de los BMP-3.

La primera de ellas parece estar más destinada a la exportación. Es una combinación de una plancha de blindaje espaciado y otra de rejilla, como muestra de las experiencias de la Guerra de Siria (suele mencionarse esto mucho de cara al marketing), y que ha sido adoptado por Irak. Puede que Rusia también lo adopte en números importantes. La segunda opción conocida pasa por añadir blindaje reactivo (ERA), junto a una modernización de los sensores.

De adoptarse estas protecciones, el aumento del calibre en los cañones de los vehículos OTAN estaría más que justificado. Al fin y al cabo, aunque el blindaje reactivo como el Kaktus está destinado contra cargas huecas y municiones cinéticas de gran calibre y frente a los de calibre menor no reaccionan, se comporta como blindaje compuesto.

Aunque lo veremos más adelante, los BMP-3 recibirán nuevas torres además de la modernización de las actuales. En este último caso, los pondrían a la altura de los VCIs de los años 90 o principios del 2000 de la OTAN en cuestión de sensores y dirección de tiro, lo que no debe tomado a la ligera.

En el faldón lateral de este T-72B3 encontramos varias capas de blindaje espaciado, que aunque enfocados contra las cargas huecas, también tienen efecto contra las cinéticas, aunque menor. Sobre ellas vemos una serie de bolsas de tela, posiblemente rellenadas con arena. Gracias a estas capas, se aumenta la protección de la delgada barcaza de acero. Autor – Vitaly Kuzmin.

Rusia rompe con la filosofía soviética

La nueva generación de VCIs rusos viene pisando fuerte, abandonando la filosofía soviética heredada por Rusia. No olvidemos que su actual parque blindado es heredero de esa época, con algunas leves modernizaciones. Además, su capacidad de crecimiento, en especial en lo que se refiere a protección, se ve bastante limitada.

Es por ello que era necesario un cambio radical que se aproximara al concepto occidental, aumentando su tamaño y abandonando el clásico perfil bajo que, como hemos visto en numerosas guerras, como en Siria, no es tan vital a la hora de mejorar la supervivencia de los blindados. Definitivamente, para los diseñadores rusos, a la hora de poner en una balanza perfil bajo y protección, han salido ganando claramente la protección y la ergonomía.

Por protección entendemos la combinación de blindaje y diseño optimizado. Esto no quiere decir que no se tengan que optimizar los diseños para reducirlos en tamaño en la medida de lo posible, tal y como hace el Puma, por ejemplo, evitando alcanzar los límites del Boxer.

Las lecciones de la Guerra de Siria parecen haber sido el principal motivo para el aumento del calibre en los VCI y no tanto la amenaza de la OTAN. De hecho, cuando se presentó la nueva hornada de blindados, es decir, los Bumerang, Kurganets-25, y T-15 Armata, todos ellos iban equipados con cañones 2A42 de 30mm.

Así fue hasta la experiencia de Siria, donde el 2A42 30 mm se encontró insuficiente tanto en el combate urbano, donde no podía penetrar la infraestructura protegida establecida por los insurgentes, siendo necesario pedir el apoyo de los carros de combate, que con su 125 mm sí que podían hacer mella en las fortificaciones o recurrir a los mucho más caros misiles contracarro/termobáricos. Tampoco contra los SVBIEDs fuertemente blindados del ISIS eran efectivos. El 57 mm se presenta así como una solución mucho más económica.

Por supuesto, no podemos pensar que Rusia se va a equipar con toda una nueva gama de torres con calibre 57 mm únicamente por Siria, o esperando intervenir en otra operación expedicionaria de características similares. Detrás de esta decisión encontramos cuatro motivos, a saber:

  • Rusia tiene posibles focos de conflicto en su propio país, en el Cáucaso Norte, donde opera una facción local del ISIS. Siria ha recibido miles de foreign fighters, siendo la facción chechena una de las más importantes, además de otros muchos del Cáucaso. Todas las lecciones aprendidas allí podrían verse replicadas en un futuro conflicto, con la vuelta al país de esos foreign fighters. Es por ello que las lecciones de Siria sirven para la seguridad interna de Rusia. Además, desde el punto de vista del Kremlin, los EE. UU. podrían fomentar dicha guerra para debilitar Rusia.

  • Si los SVBIEDs pesadamente blindados han resultado difíciles de neutralizar por los cañones de 30 mm, dicha lección se podría extrapolar a los VCIs cada vez más blindados de la OTAN, frente a los cuales el 2A42 se mostraría igualmente impotente. Una de las consecuencias de desplegar VCIs por parte de Occidente en labores COIN es que se vieron en la necesidad de aumentar su protección para evitar el goteo constante de bajas. Incluso las mismas autoridades rusas han mencionado la tendencia a vehículos más blindados y mejor artillados, por lo que no son ajenos a esta competencia.

  • El protagonismo que han adquirido en los últimos años las ciudades como escenario de los combates, hace que sea necesario dotarse de algo más potente que un 30 mm. Las fortificaciones o los escombros de los edificios derrumbados por los continuos bombardeos precisan de mayor pegada.

El aumento de calibre en el Ejército Ruso puede darse mediante dos modalidades: 1) a través de los BMP-3 con nuevas torres desarrolladas o; 2) en los nuevos VCIs que se incorporarán, no solo con las antiguas torres de 30 mm con las que inicialmente estaban proyectados, sino con las nuevas de 57 mm.

Apostamos inicialmente por la versión más económica, la de los BMP-3, que con un kit de blindaje añadido, y una de estas torres que lo convertirán en perfectamente capaz de superar a cualquier VCI de los de anterior generación de la OTAN.

Pero la realidad también es tozuda y aunque Rusia tenía proyectado en su día adquirir cantidades bastante importantes de sus nuevos vehículos, los precios del petróleo, las sanciones tras los sucesos en Ucrania, etc, no han permitido a hacer realidad dichas compras.

Incluso, según dijo Yuri Borisov’s en julio de 2018, la compra de armamento convencional no estratégico como los Armata, Su-57, VCIs, no se incluiría en el Programa Estatal de Armamento 2018-2027 (GPV-2027). Por eso conviene tener en cuenta que a pesar de los vistosos anuncios, la situación actual no ha cambiado e incluso va a empeorar con la crisis del coronavirus.

Veamos cuáles son estas torres con las que Rusia pretende hacer frente a las nuevas amenazas, incluida la OTAN. Esta lista no es definitiva, pues es posible que se unan modelos desarrollados por Rostec’s High Precision Systems, o modificaciones de las presentes, actualmente en pruebas.

T-15 con torre Khinzal. Se aprecia la diferencia con la Derivatsiya-PVO al fondo.

AU-220M

Armada con un cañón de 57 mm, se diseñó en primer lugar con el objetivo de modernizar los PT-76, de cara a la exportación, para reemplazar la antigua torre con el cañón de 76 mm. En este contexto, el de reemplazar un antiguo cañón de un carro ligero, no es algo que destaque, pero sí en el siguiente vehículo donde se propuso, y que nunca ha visto la luz, el Atom.

Este último fue un proyecto franco-ruso de VCI de ruedas 8×8 desarrollado por las empresas UralVagonzavod y Renault Trucks Defense, que como muchas otras cosas se fue al traste tras la agresión de Rusia a Ucrania en 2014. Este vehículo, basado en en VBCI francés, pero con una torre AU-220M, estaba destinado a competir en el mismo mercado ruso, contra la compañía AMZ que posteriormente sacaría su equivalente 8×8, el K-17 Bumerang. Por tanto, aquí podemos trazar uno de los orígenes del coqueteo ruso con el calibre 57 mm en VCIs, como vemos, previo a las malas relaciones con Occidente, aunque ya entonces era obvio que la tendencia apuntaba hacia ello.

Las características técnicas del cañón que porta la torre son inferiores a las del 50 mm norteamericano. Por ejemplo su cadencia de tiro es de tan solo 80 dpm, frente a los 200 del XM919. La munición que porta consta de 80 proyectiles en su versión con poca penetración en la barcaza, lo cual afecta bastante a la permanencia en combate del VCI, que debe retirarse de la primera línea de combate para poder realizar la recarga, una labor bastante peligrosa, pues hay que salir al exterior de la protección que esta otorga para llevarla a cabo. En la versión con gran penetración en la barcaza la capacidad es para 148 proyectiles. Por otra parte tiene otro handicap y es que el peso de la torre pasa de las 3.5 t a las 6 t.

El cañón propiamente dicho, el 2A91, está basado en el S-60 antiaéreo desarrollado a finales de los 50 del siglo pasado que utiliza munición 57×348 SR heredada y completamente desfasada. Rusia poseía dos tipos de munición para dicho cañón, la UOR-281U HE-T (alto explosivo-trazador) UBR-281 APHE-T (perforante, alto explosivo-trazador). En el tema que nos ocupa, es decir, la capacidad de poder penetrar el blindaje de otros blindados, la UBR-281 tiene unas características bastante pobres que se limitan a penetrar hasta 130 mm de acero a 1.000 metros, muy poco útil por tanto.

En cualquier caso habría que ser muy ingenioso para pensar que no se iban a desarrollar municiones más modernas. Respecto a la APFSDS, según algunas fuentes, se estaría desarrollando una munición capaz de perforar los 200 mm de acero, aunque no se especifica a qué distancia. Si es a 1.000 metros, cosa que dudamos, ya que debería de ser de uranio empobrecido, estaría cerca de las capacidades de la munición de 50 mm del XM913 que dotará al futuro VCI norteamericano. Otra fuente, cita una velocidad en boca del APFSDS de 1.500 m/s, y una penetración de 120 mm de acero a 60º a 1.500 metros de distancia.

En esta gráfica del fabricante, podemos ver cinco tipos de munición. Los dos de la izquierda son las antiguas de las que hemos hablado. Las tres de la derecha, siguiendo el orden de izquierda a derecha son; 1) HE con espoleta inteligente, suponemos que adaptable a las diferentes amenazas, desde drones a vehículos; 2) proyectil guiado de alto explosivo. Uno de los motivos para aumentar el calibre era la introducción de municiones guiadas, aumentando exponencialmente la eficacia contra drones, por ejemplo. También incrementa en mucho el alcance eficaz del arma, al no perder precisión con la distancia, aunque sí energía cinética en las correcciones de la trayectoria; 3) APFDSD del que ya hemos hablado en último lugar. El vehículo anfibio que sale en la imagen es un prototipo propuesto, el BMMP, por UralVagonZavod para la infantería naval rusa, en especial para los dos nuevos LHD que va a recibir la Marina. Llevará una torre AU-220M.

En lo que concierne a la torre, está protegida en su arco frontal contra proyectiles de 30 mm y en el resto, contra 7.62mm. Esto ya nos indica lo poco idóneo que resulta ser el calibre 30 mm incluso ante los tradicionalmente poco blindados VCIs rusos.

Ya hemos visto que cierto número de BMP-3 pueden llevar blindaje ERA, lo cual los harán inmunes, junto a la propia torre, al extendido 30 mm. Los que no lleven y tengan a su disposición posiciones preparadas, desde las cuales los rusos suelen practicar mucho en sus maniobras, en esa desenfilada de torre, al no estar expuesta la barcaza, se garantizaría también cierta invulnerabilidad, pero solo en el arco frontal, no en los laterales, bastante vulnerables por otro lado. La protección sería suficiente en ataques frontales, con líneas bien definidas. Por último, mencionar que sus dobles visores independientes le permiten capacidad hunter-killer.

De la torre AU-220M hay tres variantes, la Baikal, la BUMP-57 Khinzal y la Derivatsiya-PVO. Dadas sus diferencias, hablaremos de la última en un apartado específico.

La Kinzhal se contempla para el T-15 Armata, la versión VCI del carro de combate T-14. Es muy similar a la AU-220M, con 80 disparos de 57 mm, pero lleva solo dos lanzamisiles contracarro supersónico (Mach 1.2) 9M120 Ataka, con un alcance máximo de unos 8-10 km.

Los lanzadores se encuentran protegidos, al igual que en las últimas versiones del Terminator, para que no sean inutilizados fácilmente en combate urbano con fuego de fusilería o esquirlas.

Por otra parte, también se contempla equipar al Terminator con uno o dos cañones de 57 mm como consecuencia de las lecciones aprendidas en su despliegue en Siria. Viendo las recientes adquisiciones de este modelo por parte de Argelia tampoco es descartable que en un futuro próximo tengamos el 57 mm en el norte de África.

Con el T-15 Rusia se sumó al uso de barcazas de carros para transportar tropas, al igual que ha hecho Israel en las últimas décadas. A la soberbia protección que dispone el propio blindaje del carro, tal y como se deduce de sus 50 toneladas, superior a casi todos los occidentales en servicio, se le añade el ERA de última generación en el frontal y lateral, lo que lo puede hacer capaz de soportar el castigo de un 50 mm a larga distancia.

Para destruir a este vehículo se debería de recurrir a misiles contracarro diseñados para sortear APS, ya que cuenta con el sistema Afganit, o inutilizarlo con munición airburst que destruya las ópticas.

BMP-3 en servicio en el ejército de Irak. La versión que van a adoptar las fuerzas armadas de Rusia va a ser una como esta, con una chapa de blindaje, más otra de rejilla.

Epokha

La siguiente torre que vamos a tratar es la exótica Epokha, que aunque similar a las anteriores, es un concepto radicalmente distinto. Va equipada con un cañón de 57 mm, pero no el anterior, sino uno de baja velocidad, el 2A94, que a su vez está basado en un lanzagranadas automático de 57 mm, el LShO-57. De momento se han presentado dos municiones:

  • 3OF91, que se distingue por tener una pequeña vaina, es de baja velocidad (tal vez unos 300 m/s), y ser de alto explosivo. Este proyectil tiene un claro enfoque antipersonal, contra vehículos ligeros, o escasamente blindados, ya sea en fuego directo, o fuego indirecto a modo de mortero. Podemos ver en esta combinación cañón/3OF91 algo similar al cañón de baja presión 2A70 de 100mm utilizados en los BMP-3.

  • 3UBM21 que es APFSDS, con la flecha 3BM76, y con bastante más carga propelente para impulsar dicha flecha a gran velocidad, ya que la efectividad de ésta depende en gran parte de ella.

Además del exótico cañón de 57 mm, de la obligatoria coaxial PKTM de 7.62mm y de los ya comunes dos lanzadores dobles de misiles Kornet, lo que resulta también novedoso es el lanzador con 8 alveolos de micro-misiles Bulat, de aproximadamente unos 75mm.

Este lanzador, retráctil, aporta mayor flexibilidad si cabe al VCI, ya que puede destruir a menor coste, larga distancia, y con gran precisión, objetivos blandos. Se situaría así como el arma indicada entre el cañón y los misiles Kornet.

Esta torre ha sido instalada en los BMP-3, y en los Kurganets-25. En estos últimos, además, va junto a un sistema de protección activa Afghanit, para interceptar los misiles contracarro. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, además del lote inicial se espera un pedido futuro de más 150 de BMP-3 con Epokha.

Hay que ser cauteloso con estos anuncios, pero lo que se pretende es que las torres Berezhok modernizadas con el 2A42 de 30 mm convivan con esta en concreto, y no que el 30 mm desaparezca. Así ocurrirá también con el 57mm de alta velocidad en las otras plataformas.

Todas estas municiones están disponibles en la torre Epokha. El misil más grande corresponde al sistema Kornet, el más pequeño al Bulat, que no deja de ser una versión en miniatura del anterior. A la izquierda del todo, apoyado sobre su base, la munición de alto explosivo 3OF91. Luego tenemos la flecha con el sabot, y a la derecha del todo, la versión APFDSD.

Los efectos de la munición 3OF91 sobre muy distintos tipos de objetivos, desde muros de ladrillos, blindaje, etc. Un excelente todoterreno para el campo de batalla, que sin embargo, adolederá de precisión.

Derivatsiya-PVO

Otro de los problemas detectados en Siria ha sido, tal y como vimos, el de los UAVs, al que deberíamos sumar también los cohetes y proyectiles de morteros lanzados contra las bases rusas, pues significan un desafío no muy diferente al de los drones.

El hecho es que se ha comprobado que los Pantsir no son el elemento más idóneo para enfrentar dichos problemas. De hecho se ha introducido un nuevo modelo de misil (95Ya6), así como un radar para cuando no están integrados en una IADS (red integrada de defensa aérea por sus siglas en inglés).

A pesar de estas mejoras, sigue habiendo un problema; el costo del misil para afrontar dicha amenaza. Al igual que un misil contracarro es demasiado caro para ser desperdiciado frente a casamatas si estas pueden ser empeñadas con el 57 mm, también lo es un misil antiaéreo frente a drones baratos, a pesar de la solución low-cost adoptada en el Pantsir. Por otra parte, tampoco el cañón 2A38M de 30 mm es el más propicio para blancos tan pequeños, siendo más eficaz disparar munición de mayor tamaño airburst que largas andanadas de ráfagas del 30 mm, como se ha demostrado en más de un ejercicio.

Es por esto que Rusia va a adoptar al 2S38 Derivatsiya-PVO, pero no solo para defensa aérea sino también contra objetivos terrestres. Es un sistema basado en el BMP-3 y que recurre a un cañón BM-57 con una cadencia de 120 dpm y 148 disparos.

El problema de este sistema es que sin integrarse en una IADS, las capacidades de detección del 2S38 son bastante pobres. En el campo amplio de visión, sus sistemas electro-ópticos pueden detectar un drone tipo Bird Eye 400 a unos 700 metros de distancia, y en campo estrecho, que es útil cuando sabes por donde viene la amenaza, de hasta 4,9 km. En el caso de un avión como el A-10 las distancias aumentan a 6,4 y 12,3 km respectivamente.

Torre Derivatsiya-PVO de 57 mm.

Tropas Aerotransportadas

Debido a las especiales características que deben poseer los vehículos de las VDV y a las misiones de esta, a pesar de las reformas recientes, la base seguirá siendo los BMD.

En 2020 se anunció la entrega de BMD-4M para dos batallones de las VDV, sumados a 31 BMD-4M y 8 BTR-MDM entregados a un batallón de la 76º División de Asalto Aéreo de la Guardia. Los BMD-4M llevan la misma torre que los BMP-3, con sus respectivas modernizaciones, pero no hay una adopción del 57 mm por el momento. Sí que han mostrado interés en disponer de misiles contracarro en sus BMD-4, pero tan solo eso.

El motivo por el que le dedicamos un apartado a las VDV es debido al Typhoon-VDV cuya entrada en servicio está prevista en breve. Este es una versión de menor peso que la de las fuerzas terrestres, aunque también más baja, lo que reduce la protección contra las minas e IEDs. Dispone de una torre 32V01, lo cual otorga a este MRAP de tan solo 11 toneladas (más los 1.100 kg de la torre) de una potencia de fuego muy poco común dentro de este tipo de vehículos.

Cuando se dota a un MRAP de un cañón de 30 mm como en el caso ruso, no tenemos un VCI auténtico debido a su incapacidad para encajar castigo frontal sin que haya rápidamente una “mobility kill”, además del blindaje ya de por sí escaso en el resto del vehículo. Pero al igual que con las pick-ups armadas con ZSU-23-2 en manos de diversas milicias, que les proporcionan una gran potencia de fuego en una plataforma altamente móvil, en el caso de las VDV, el Typhoon-VDV y gracias a la protección con que cuenta, este puede sobrevivir más tiemp. A esto contribuye especialmente la dirección tiro de la 32V01 que hace que cada disparo sea mucho más preciso que el que se pueda obtener en una de esas “technicals”.

La proliferación de torres no tripuladas con cañones y modernos sensores y direcciones de tiro hace que sea difícil clasificar vehículos como el anterior, al igual que habrá que ver cómo encaja doctrinalmente en las VDV. Lo que sí tenemos con este vehículo de 12,5 t es una potencia de fuego similar o superior a la de los VCI de los años 90, gracias a su moderna dirección de tiro y sensores, a pesar de que carezca de capacidad hunter-killer. Aunque su protección se limite a hacer frente al fuego de fusilería, puede llegar a destruir a algunos VCIs modernos, en especial desde los flancos.

Typhoon-VDV con la torre de 30mm. Una pegada brutal para un vehñiculo de este tipo.

Los EE. UU. en la carrera de los calibres y blindaje

Rusia ha sido el principal detonante para aumentar los calibres de los VCIs o incluso APCs estadounidenses, algo de lo que en parte hablamos al hacer referencia a la batalla multidominio.

El caso de los APCs es curioso, ya que la función de estos no es combatir contra otros vehículos en el frente, sino transportar a la infantería a puntos menos calientes, de ahí que solo lleven una ametralladora pesada a lo sumo, que aunque capaz de enfrentarse a la mayoría de APCs y vehículos ligeros, se queda corta para los rigores del frente de batalla.

Es por ello que se entiende perfectamente la urgencia con la que el comandante del 2do Regimiento de Caballería desplegado en Alemania y parte de la Stryker Brigade Combat Team, solicitó mayor potencia de fuego para sus Stryker. No en vano se supone que estos deben hacer frente a la amenaza rusa, es decir, en labor de disuasión, algo complicado con ametralladoras pesadas M2 de 12.7 mm y lanzagranadas automáticos de 40mm.

Ante la desigual potencia de fuego entre los Strykers y los blindados de la serie BMP y BTR, se optó por equiparlos con torres no tripuladas Kongsberg MCT-30mm, y con CROWS-J, que llevan los misiles Javelin contracarro. De esta manera, los Strykers podrían rendir cuenta de los blindados rusos de transporte de tropas o reconocimiento, mientras que los carros de combate de la OTAN podrían centrarse en los carros rusos y no se verían saturados ocupándose de todo blindado presente en un hipotético conflicto.

Además del aumento de la potencia de fuego a través del salto al calibre 30 mm, la adopción de nuevos sensores es también muy importante, pues aportan la capacidad de detectar los objetivos a mucha mayor distancia y en cualquier condición, a diferencia de los anteriores asociados a la ametralladora pesada, de menor potencia.

En 2016, el US Army comenzó el proceso de modificación de 83 Strykers, necesarios para la labor de disuasión en Europa. Fue una medida de emergencia para cubrir una brecha deficitaria concreta, por lo que el US Army ha ampliado el proyecto a un número mucho mayor, -en concreto 269 unidades- para dotarlos con el cañón XM-813 de 30mm en un futuro muy cercano.

Dado que lo anterior ha sido solo un parche destinado a cubrir una necesidad concreta y para un tipo de vehículo que no es un VCI, lo que nos debe interesar en realidad es el programa Next Generation Combat Vehicle (NGCV), uno de los seis puntos principales (el Big Six) mediante los cuales se dará forma al US Army del futuro. El NGCV engloba en realidad varios programas que buscan a su vez sustituir la siguientes plataformas actualmente en uso:

  • El transporte de personal blindado M-113, a través del programa AMPV.

  • El vehículo de combate de infantería M-2 Bradley, mediante el programa OMFV. Nos centraremos en este, ya que es el que nos interesa, pero para comprender el entorno en el cual se desenvolverá, es clave saber hacia dónde se dirige el US Army, ya que, y más ahora, la guerra no depende de las plataformas en sí mismas, sino en la red que se establece entre estos sistemas, a través del concepto de Network-Centric Warfare.

  • El M1A2 Abrams, con la Decisive Lethality Platform.

Además de la sustitución de estas plataformas, se añadirán dos sistemas completamente nuevos:

  • Una serie de UGVs (vehículos terrestres no tripulados) de combate en tres versiones, ligera, media y pesada. El programa se denomina Robotic Combat Vehicles. Estos irían en vanguardia, realizando labores de reconocimiento, protegiendo los flancos o destapando emboscadas, evitando así pérdidas humanas, ya que, y a pesar de su coste, digamos que son semi-prescindibles. Se pueden perder muchos de estos vehículos y reponerse, pero el impacto en la opinión pública actual, poco tolerante a las bajas propias, pueden dar la espalda a una intervención militar al ver cómo empiezan a caer vehículos tripulados, en especial un VCI, con un pelotón, o medio pelotón en su interior. Estos UGVs, por cierto, podrán ser manejados desde los OMFVs, por lo tanto, a la potencia de fuego propia del VCI, hay que añadir la de los UGVs asignados a ellos, que podrían desequilibrar la balanza.

Aunque el US Army reseteó el programa OMFV a comienzos del 2020, dejando más manga ancha a la industria ante los más que estrictos requerimientos y la hoja de ruta establecida inicialmente, algunos aspectos definidos en él pueden ser considerados válidos, y más cuando en el “nuevo” programa establece una declaración sobre las características de la guerra en el futuro que si bien no es vinculante, sin duda será tenida en cuenta.

Diferentes opciones de peso de los contendientes al NGCV.

Además, considerando que los rivales a batir van a ser Rusia y China, o países con sus más modernos vehículos en dotación como suele ocurrir con los aliados de estos, podemos prever hacia qué tipo de calibres apuntará en sus ofertas y es que el documento, reza como sigue:

1.1. Rol de OMFV. El OMFV servirá como el vehículo de combate de infantería (IFV) del Army, encargado de maniobrar a través de la zona de ruptura del enemigo y llevar a los soldados a su punto de desembarque ilesos. El OMFV proporcionará apoyo de fuego directo a los soldados, detectando y destruyendo objetivos en un rango más allá de la capacidad del enemigo.

Aunque anteriormente se exigía un mínimo de un FLIR de segunda generación, y deseable de un tercero, teniendo en cuenta que los nuevos VCIs rusos y carros de combate llevan de segunda generación (derivados de la Catherine francesa), se exige entonces uno de tercera. Los FLIR, por cierto, no solo valen para la noche, sino que durante el día pueden destapar objetivos ocultos en el espectro visual a través de su huella térmica. Aunque el OMFV tenga un cañón más potente que el enemigo, si no lo detecta antes, de nada vale. Esto es algo a tener muy en cuenta.

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