Ni Kreminna, ni Soledar: ¡son la curva y el recodo del río Donets!

Resultado de uno de los intentos rusos por cruzar el río Donets. Fuente - Off Track Places.
Resultado de uno de los intentos rusos por cruzar el río Donets. Fuente - Off Track Places.

En los últimos meses, la guerra de Ucrania nos ha dejado imágenes atroces de destrucción en localidades como Limán, Severodonetsk, Lysychansk o más recientemente Soledar y Bakhmut. A pesar de la importancia concedida por los medios e, incluso, por las declaraciones de uno y otro contendientes, el valor de todas ellas no tiene que ver tanto con su población, recursos o posición, como con el control de dos ejes de avance con distintos objetivos operacionales pero un punto en común: la curva y el recodo del que forma el río Donets.

Mediante el presente artículo, el autor tratará de explicar cómo a la hora de realizar el análisis de la conducción de operaciones militares tanto en el Frente Norte como en el Frente Este de Ucrania, en el actual contexto operacional y situacional podría decirse que el árbol impide ver el bosque.

Con esto queremos decir que, a pesar de que se han vertido ríos de tinta hablando sobre la supuesta importancia que poseen localidades como Soledar, Dibrova, Kreminna, Bilohorivka, Spirne, Yakolivka, Vesele, Chervonopopivka, Opytne, Klishchiivka o Bakhmut, raras veces se analiza la escasa relevancia estratégico-operacional poseen por sí mismas dentro del marco general de las operaciones que están desarrollándose en los citados frentes.

La mayoría de las localidades mencionadas, han sido o son, el epicentro de los combates más feroces que han tenido lugar en suelo ucraniano durante la invasión. Sin embargo, por sí solas, dichas localidades no justifican el nivel de intensidad o de atención que ambos contendientes les están dedicando. Pues, a fin de cuentas, como se ha visto recientemente en el caso de Soledar, las repercusiones de la captura o pérdida de una de ellas en el contexto general de la invasión, son meramente tácticas.

Debido a la incapacidad de operar y ejecutar en el tiempo-espacio requerido, los éxitos de ambas fuerzas jamás logran la sucesión y coordinación necesaria para que los éxitos tácticos pudieran evolucionar a éxitos operacionales u estratégicos. Algo que en gran parte se debe a que el verdadero objetivo estratégico de ambos frentes no son determinadas ciudades, ni tan siquiera vías de comunicación terrestre sino líneas operacionales que de ser alcanzadas en tiempo-forma por uno de los dos contendientes, supondrían cuanto menos un rotundo éxito operacional.

Líneas operacionales que delimitarán los frentes Norte y Este de Ucrania y que, a su vez, tendrán siempre un elemento en común, pese a ser dos ejes de avance distintos y que llevan aparejados diferentes objetivos operacionales: la curva y el recodo que forma la cuenca media del río Donets.

El río Donets ha sido uno de los principales puntos de enfrentamiento entre ucranianos y rusos desde el inicio de la invasión, sirviendo de obstáculo natural y motivando acciones como la de Bilohorivka en mayo que culminó en desastre para Rusia. Fuente - Elaboración propia con base en Google Earth.
El río Donets ha sido uno de los principales puntos de enfrentamiento entre ucranianos y rusos desde el inicio de la invasión, sirviendo de obstáculo natural y motivando acciones como la de Bilohorivka en mayo que culminó en desastre para Rusia. Fuente – Elaboración propia con base en Google Earth.

No son las ciudades, son las líneas operacionales y ejes de avance estratégico

Muchas veces, al realizar análisis sobre la conducción de operaciones bélicas[1], por tendencia a simplificar y, en ocasiones, para facilitar la comprensión del lector, se pone gran énfasis en localidades y grandes urbes, que pese a carecer de valor estratégico u operacional alguno[2],  al encontrarse situadas en los ejes de avance de un ejército, son empleadas para referenciar los objetivos y metas del mismo. Por supuesto, en muchas ocasiones el eje de avance de un ejército coincidirá con el emplazamiento de una o varias localidades de cierta importancia, provocando que, a posteriori, parezca que el objetivo de la acción en sí misma pasaba por tomar dichos emplazamientos, alcanzando con su conquista las metas estratégico-operacionales planificadas y asignadas de antemano. 

No obstante, la realidad militar es bien diferente y, generalmente, las metas de un ejército[3] se fijarán en base a líneas estratégico-operacionales bastante abstractas. A través de las mismas se perseguirá lograr el avance a lo largo de determinados espacios en tiempo y formas delimitados[4]. Sin ir más lejos, durante la concepción de la mayor campaña militar de la historia, Unternehmen Barbarossa[5], el OKW[6] y el OKH[7] fijaron por metas estratégicas, acorde a como quedó recogido en la Directiva del Führer Número 21[8], progresar hasta la línea operacional Volga–Arkhangelsk–Astrakhan, tras alcanzar primero y, como paso intermedio, la línea Dvina-Dnieper[9]. En ningún momento, a excepción de Leningrado[10], se hacía referencia a las ciudades de Kiev, Moscú, Minsk o Smolensk como objetivos. Sin embargo, en el acervo popular, e incluso en ciertos círculos militares y académicos, quedó grabada la idea de que dichas ciudades eran los objetivos germanos pues de las mismas tomarán el nombre las grandes batallas que tendrían lugar durante la campaña de 1941.

Desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania, este fenómeno de convertir ciudades en objetivos de valor estratégico cuando no lo tienen, se ha venido repitiendo prácticamente hasta la saciedad. La diferencia es que en lugar de ser un fenómeno emanado desde la cultura popular o desde historiadores y analistas tras el conflicto, ha partido de los propios contendientes. Por motivos propagandísticos o de moral, dependiendo de cada caso, tanto Rusia como ucrania han buscado impulsar la tan extendida creencia, convirtiendo ciudades sin ninguna importancia operacional o estratégica[11], en auténticos ‘símbolos de victoria’. Ciudades que una vez han sido capturadas o liberadas han pasado rápidamente al olvido, debido a la escasa repercusión estratégico-operacional que en el contexto situacional y general de la invasión conllevó realmente su toma. 

Pese a la multitud de ejemplos existentes a lo largo de los ya once meses de invasión, hay dos que sobresalen de entre todos ellos y que cabe citar[12]

  • Severodonetsk-Lysychansk: En junio de 2022, mediante las operaciones ofensivas de las VSRF (Vooruzhónniye sily Rossíyskoy Federátsii-Fuerzas Armadas de Rusia) en el AO (Área Operacional) Popasna-Lysychansk, Rusia capturó las ciudades de Severodonetsk y Lysychansk. Operaciones cuyo éxito, según la propaganda rusa, supondría que la guerra viera su conclusión antes del fin del verano. A la postre, demostró ser una pírrica victoria táctica rusa, cuyo efecto supuso la pérdida de la iniciativa estratégica por parte de las VSRF, así como el retorno, en el Frente Este, a una guerra de posiciones y desgaste propia de la Primera Guerra Mundial. 

  • Limán: Por el lado ucraniano, entre septiembre y principios de noviembre de 2022, cuando las ZSU (Zbroini syly Ukrainy-Fuerzas Armadas de Ucrania) retomaron la casi totalidad del Oblast de Kharkov, liberaron la urbe de Lyman, cuya caída fue cifrada por muchos analistas e, incluso, militares occidentales, como ‘el principio del fin’ para las VSRF en el Frente Norte de Ucrania. En la práctica, simplemente supuso el clímax de las operaciones ofensivas Izyum-Kupyansk[13], dando paso en los meses siguientes al periodo de estancamiento[14] que reinó hasta finales de diciembre de 2022. 

En sendos casos, nos encontramos ante éxitos cuyo valor militar final, fue meramente táctico[15] y que, además, compartirán denominadores comunes a menudo obviados; las localidades se encuentran en la curva, rematada en el conocido como ‘recodo’, del río Donets que este forma en su cuenca media de oeste a este[16]. Curva que es el elemento geográfico que corta en dos los dispositivos en los despliegues de ambos ejércitos en la región del Donbas, impidiendo la correcta coordinación y sincronía en las acciones entre el Frente Norte y el Frente Este para ambos contendientes. A su vez, actúa como ‘bisagra y costura’ entre ambos frentes, así como de imaginaria línea divisoria del teatro de operaciones entre las unidades de los distintos mandos estratégicos desde abril de 2022[17].

A lo largo de la invasión, en especial desde principios de mayo de 2022[18], a raíz de los avances rusos entre la cuenca media del Donets y la cuenca del río Oskil, unido a los intentos de las VSRF por forzar un cruce hacia la orilla meridional del río, el valor estratégico que ha ganado la curva y recodo del Donets[19] es fundamental para comprender el desarrollo y evolución de las operaciones.

Desde entonces, se convirtió en el punto gravitacional alrededor del cual giran y se suceden las distintas operaciones y acciones durante la invasión, a excepción de la liberación de Jersón por parte de Ucrania y los intentos de las fuerzas rusas por rectificar la línea en el «Puente de Tierra» que une Crimea con Rusia (Frente Sur)[20].

De hecho, durante los últimos cuatro meses, la furia de los combates librados en la curva y recodo del Donets sólo ha aumentado, alcanzando niveles de intensidad no vistos desde las guerras mundiales, con cifras diarias de bajas que se cuentan por cientos de hombres para cada bando. Es el precio a pagar por librar batallas que perseguían hacerse con control de Lyman, Dibrova, Kreminna, Soledar, Spirne, Opytne, Bakhmut y Bilohorivka entre otras y podrían encuadrarse en los intentos de ambos contendientes por lograr el control sobre un frente continuo, pese a la división que la curva y el recodo suponen.

Con una extensión de 112 km a vuelo de pájaro y 160 km de curso fluvial, discurriendo desde Petrivske al suroeste de Izyum, hasta las urbes «ciudades gemelas» de Severodonetsk y Lysychansk, con las GLOCs (Líneas de Comunicación Terrestre) que bien cruzan o transitan las proximidades de la cuenca media del río, el control de la curva y recodo del Donets[21] supondría controlar la bisagra/costura entre los dos grandes frentes de avance en la disputa por el Donbás.

Al analizar con detenimiento las operaciones militares llevadas a cabo en la región durante la invasión y desde una perspectiva estratégica que nos permita ver más allá del ‘árbol’[22], hallaremos que ambos ejércitos llevan combatiendo más de seis meses en pos de hacerse con el control de dos líneas operacionales muy bien definidas y muy marcadas por la presencia de GLOCs, que, a su vez, se prestan para crear ejes de avance estratégico-operacionales:

  • La primera es aquella que delimita al Frente Norte y está constituida por la Frontera Internacional y las carreteras P07/P79/P66, la Autopista M03 y la curva del Donets.

  • La segunda delimita el Frente Este y está constituida por la curva del Donets, las carreteras T1302/T0503/T0504, la Autopista M03 y la cuenca río Bakhmut.

Mapa general de la curva y recodo del Donets, incluyendo las principales líneas de comunicación. Fuente - Elaboración propia.
Mapa general de la curva y recodo del Donets, incluyendo las principales líneas de comunicación. Fuente – Elaboración propia.

La puerta giratoria: la importancia estratégica del recodo del Donets en el futuro de la contienda

Históricamente, el punto de unión entre unidades y, en especial, ‘la costura’ entre unidades a partir del nivel de brigada y superiores, tiende a ser un punto problemático en los despliegues de los ejércitos. Ello se debe principalmente a que la división sobre qué mando ejerce la responsabilidad en el sector es marcada a través de líneas, que sí bien coinciden con referencias geográficas, como se ha explicado, son bastante abstractas.

Esto último provoca en muchas ocasiones que la ‘costura’ entre grandes unidades termine siendo tierra de nadie o esté defendida por una mera fuerza de pantalla, convirtiendo dicha línea en un espacio poroso y permeable para el enemigo.

Para evitar ese tipo de problema, es imprescindible que haya un excelente mando y control entre las subunidades de la gran unidad que se hacen cargo de la LOC (Línea de Contacto) y el segundo escalón del despliegue en el sector de la unión, del mismo modo que hará falta una gran coordinación con la unidad ‘vecina’ al otro lado de la ‘costura’.

Líneas operacionales y división de mando aproximada en el Frente Norte y Frente Este de Ucrania a 28/01/2023. Fuente - Elaboración Propia.
Líneas operacionales y división de mando aproximada en el Frente Norte y Frente Este de Ucrania a 28/01/2023. Fuente – Elaboración Propia.

Es por todo ello que en la región del Donbás, tanto el Frente Norte como el Este son vasos comunicantes y por tal motivo, adquieren tanta importancia las batallas que han tenido y tienen lugar a lo largo de la curva y recodo del río Donets. Dicho de otra forma, quien los tenga bajo su control, a su vez controlará las líneas de comunicación transversales y laterales por las que discurre todo el tránsito, vial y ferroviario, en la región del Donbás. Como consecuencia, para el Mando Operacional Norte ucraniano sería más crítica la pérdida de la carretera T0503 que la retirada de Bakhmut en el Mando Operacional Este, del mismo modo que para el Frente Este ruso sería crítico que las ZSU tuvieran bajo control, sea por fuegos o por captura, la totalidad de la carretera P66 en el Frente Norte.

De darse cualquiera de los escenarios planteados, privaría a los respectivos ejércitos de sus principales arterias para desplazar tropas y suministros entre la ribera nororiental y la ribera sudoccidental de la curva y recodo del Donets. Del mismo modo, cualquier avance a la espalda de la ‘bisagra’ que en la actualidad conforma el recodo del río entre ambos frentes, supondría una grave amenaza para la retaguardia del dispositivo enemigo[23]. Además, tanto a las fuerzas rusas como ucranianas, de presentarse uno de los escenarios antes mencionados, se les abriría un amplio abanico de oportunidades en pos de obtener un gran éxito estratégico que pudiera influir de forma definitiva en el devenir de la contienda. 

Por un lado, sí las VSRF en el Frente Este, con su despliegue en proyección hacia el oeste apoyado en la cuenca del río Bakhmut, son capaces de obtener una explotación tras romper hacia occidente la línea operacional actual[24], se hallarían en disposición de avanzar en dirección Nornoroeste hacia la curva del Donets y el río Oskil. De esta forma y, en conjunción con un ataque contra el flanco expuesto[25] del despliegue ucraniano en el Frente Norte, las fuerzas rusas estarían en posición de embolsar todo el dispositivo ucraniano desplegado al este de dicho río así como de intentar la captura total de la región del Donbás.

Ilustración en base a la situación de los Frentes Norte y Este a 28/01/2023 representando el escenario teórico planteado en caso de que las fuerzas rusas fuesen capaces de obtener una ruptura y explotación al Oeste de la línea operacional actual. Fuente - Elaboración propia.
Ilustración en base a la situación de los Frentes Norte y Este a 28/01/2023 representando el escenario teórico planteado en caso de que las fuerzas rusas fuesen capaces de obtener una ruptura y explotación al Oeste de la línea operacional actual. Fuente – Elaboración propia.

Por el otro lado, Ucrania con su despliegue en proyección hacia el este forma una cuña en mitad del despliegue ruso esta zona del curso del Donets, desde la cual, de lograr una ruptura y posterior explotación en dirección este, estaría en disposición de continuar su progreso a través de la orilla septentrional de la curva y recodo[26], usando este último como punto de giro. Bien para avanzar en dirección nornoreste y así situarse en posición de batir por el flanco la línea de trincheras y posiciones rusas preparadas en el valle del río Krasna. O bien, a través de una ruptura en la línea Ploschanka-Chervonopopivka-Kreminna, Ucrania podría pivotar para realizar una ‘puerta giratoria’ mediante la cual avanzar hacia el susureste a fin de batir la línea rusa en Rubiznhe-Severodonetsk-Toshkivka. De esta manera se colocaría en posición de amenazar la espalda de las líneas operacionales[27] bajo las cuales está delimitado el dispositivo ruso del Frente Este.

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