Los apellidos de la guerra II

Las generaciones de la guerra y la Guerra Proxy

Milicianos de Boko Haram
Milicianos de Boko Haram

Hoy en día hemos dejado de hablar de guerra por la crueldad que encierra el término en pro de otro mediáticamente más correcto, conflicto. El conflicto es un fenómeno social dinámico, es decir, inherente a la humanidad y que evoluciona con el tiempo desde una fase temprana donde no suele haber violencia hasta la máxima expresión de violencia que se pueda dar: la guerra.

Guerras de 1ª, 2ª y 3ª generación

Fechar la Primera Generación es una tarea muy subjetiva, pero podemos situarnos para hacernos una idea alrededor del siglo XVII, donde ya hay una distinción clara y generalizada entre militares y civiles y batallas formales en un campo de batalla lineal. El objetivo es siempre la consecución de la victoria en el enfrentamiento buscando la superioridad numérica, técnica, táctica o estratégica.

El declive de este modo de hacer la guerra comienza a finales del siglo XIX. Los ejércitos se empiezan a masificar y la tecnología se vuelve obsoleta. El armamento y munición se quedan anticuados para la gran cantidad de hombres que conforman los ejércitos (surgen en este periodo los institutos de calibración, nuevos métodos y el auge de los sistemas de medidas).

Ejemplo de este desorden que provoca un totum revolutum a finales del XIX (ya en las guerras prusianas) en reglas, estrategias, campañas, etc… es el hecho de que por aquellas fechas los oficiales franceses se negaron a cambiar el color de sus uniformes (el color rojo de sus pantalones, muy llamativo en el campo de batalla) mientras que ingleses, alemanes y prusianos sí que habían adoptado otros colores más sobrios como el gris, caqui o verde, dándoles un aspecto más mimético.

Francia sigue siendo un claro ejemplo de este desorden que propició la llegada de la segunda generación bélica. A finales del siglo XIX primeros del XX, Francia tuvo 42 ministros de la guerra en 43 años, lo que hacía imposible que se pudiese luchar de manera efectiva.

La Segunda Generación de la guerra resuelve esto, poniendo el énfasis para combatir dicho desorden en la artillería, «La artillería conquista, la infantería ocupa» podría ser la frase, que resuma la filosofía de esta generación donde el paradigma de la misma es la Primera Guerra Mundial.

La segunda generación resolvió todo este desorden haciendo propias las siguientes teorías:

  • Ofensiva sin vacilaciones de ninguna clase.
  • Valentía y tenacidad.
  • Destrucción de la voluntad del adversario.
  • Las batallas están por encima de las luchas morales.

Si el paradigma de la guerra de segunda generación fue la Primera Guerra Mundial, la IIGM lo es de las guerras de Tercera Generación. Donde a todo lo anterior hay que añadirle como características fundamentales la sorpresa y la velocidad. Se empieza a dejar de lado el esquema lineal de la guerra (y del campo de batalla) esto se hace mucho más evidente durante la Guerra Fría (de la que ya hemos hablado en la primera parte).

La guerra de tercera generación es conocida también como guerra Blitzkrieg o guerra de maniobras. Se busca la superioridad tecnológica frente al enemigo y la coordinación de una fuerza aérea y terrestre.

Guerras de 4ª generación

El primero en hablar de generaciones en la guerra, o por lo menos el primero en hacerlo de una manera más mediática fue el escritor estadounidense William S. Lind en 1989. Más concretamente se preguntó por ¿cómo sería la Cuarta Generación de la guerra moderna?

Este término fue adoptado por la Doctrina militar norteamericana para designar las guerras de baja intensidad, la guerra sucia y asimétrica, el terrorismo y el contraterrorismo.

característica fundamental de este tipo de conflictos es que no hay necesariamente un enfrentamiento entre estados o entre Fuerzas Armadas regulares.

La cuarta generación de la guerra marca el cambio más radical hasta entonces en cuanto a la autoría de los conflictos. El estado ya no es necesariamente protagonista y pierde el monopolio de la guerra. Hoy en todo el mundo, ejércitos de distintos países se encuentran luchando contra entes no estatales: Al Qaeda, Boko Haram, Hamás, Estado Islámico,…

El paradigma de la guerra de 4ª generación es el conflicto asimétrico y la representación de occidente contra el extremismo islámico.

Este tipo de guerras se alimenta del combustible de la globalización, principalmente de tres puntos clave:

  • La cada vez más deslegitimación del Estado.
  • La popularidad de ciertas políticas de multiculturalismo.
  • La inmediatez en la consecución de acciones.

Hay que tener en cuenta que en las guerras de cuarta generación, las coaliciones occidentales siempre serán el adversario más débil, o dicho de otro modo, el más poderoso es el más débil.

Hay un elemento clave en todo lo que envuelve la guerra de cuarta generación y va más allá de los conflictos asimétricos y es la Inteligencia Cultural en el marco del enfoque cultural a partir de la experiencia extraída de las guerras de Irak y Afganistán tras el 11 de septiembre de 2001.

El carácter global de las nuevas amenazas exige mayor cooperación internacional de Seguridad. Será difícil, ya no la consecución de la victoria en un conflicto, sino el desarrollo de la actividad en países extranjeros si no se adaptan los procedimientos, estudios, ejecución, actividades,… al entorno cultural en el que se desarrollan las operaciones. Esto liga muy bien con el enfoque integral de la Defensa y la Seguridad.

Hoy el Estado ha dejado de ser el actor exclusivo en los territorios, en la población y en los conflictos. Las Fuerzas Armadas estaban concebidas para el control del espacio terrestre, marítimo y aéreo y asegurar el interés nacional en esos medios físicos. Hoy además se encuentra el ciberespacio, el espacio y algo más subjetivo y controvertido, el terreno humano (el medio cultural, étnico, psicológico, religioso, cómo una sociedad está organizada…). En cualquier grupo de combate hoy reciben información y apoyo sobre:

  • Inteligencia.
  • Operaciones psicológicas.
  • Equipos culturales.

Sobre la importancia de la Inteligencia Cultural en el marco global de las operaciones el general estadounidense Robert Scales dijo:

«[…] que un conocimiento íntimo de la motivación del enemigo, de sus intenciones, de sus métodos tácticos y de los factores culturales, eran más importantes para el éxito de la batalla que los elementos tecnológicos».

Y en el seminario sobre el enfoque cultural de la OTAN en 2013:

«La ausencia de enfoque cultural tenía un desproporcionado impacto negativo en las operaciones de la OTAN».

Batalla de Gravelotte
Batalla de Gravelotte, en la Guerra Franco-Prusiana.

Guerra de 5ª Generación

La Quinta Generación de la guerra se puede fechar alrededor de 2005 de la mano de Roy Alderman como una «guerra sin contacto y silenciosa» y básicamente se fundamenta en el aprovechamiento masivo de los medios cibernéticos y en el «dominio de la mente».

Se trata de la preponderancia en el uso de la información en beneficio propio por medio de vías tecnológicas en medio de un conflicto o de un no conflicto. El objetivo es influir en la opinión pública. Todo esto concierne al ciberespacio y en él se fundamenta toda una estructura de ciberdefensa. En este medio surgen las operaciones de información como las acciones coordinadas para influir en la toma de decisiones del adversario generando confusión e interfiriendo en sus capacidades de mando y control.

La información tiende a desestabilizar a las naciones. La opinión colectiva se posiciona en función de la cantidad de información generada en medios de comunicación o redes sociales. Dicha información puede ser: veraz, verosímil, adulterada, tergiversada o deliberadamente falsas comúnmente llamadas fake news.

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