Las pequeñas unidades en el Ejército de Tierra (I)

Un estudio funcional y orgánico

Lanzamiento de misil CC por parte de integrantes de la brigada "Guzman el Bueno" en Letonia. Fuente: Ejército de Tierra.

En anteriores artículos hemos estudiado los problemas de nuestras grandes unidades fundamentales -brigadas y divisiones-, esbozando algunos cambios orgánicos para sus pequeñas unidades o PUs componentes.  Igualmente, hemos tratado la doctrina de empleo de las mismas, tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) con los que cumplir con su función básica de combatir. En esta ocasión nos centraremos específicamente en la orgánica de estas PUs de combate y apoyo al combate, con la pretensión de mejorar tanto su disposición para entrar en acción como sus facilidades de gobierno en tiempo de paz, la gestión del recurso humano y su material de dotación.

Índice

  1. Nociones básicas
  2. Regimiento y batallón como unidad funtamental
  3. Función generadora de Grupo Táctico

    • 3.1. Mando y Transmisiones
    • 3.2. La compañía de maniobra

      • 3.2.2. La sección de armas
      • 3.2.2. El pelotón de fusiles

    • 3.3. La compañía de fuegos
    • 3.4. La compañía de apoyo
    • 3.5. La compañía de servicios

  4. Unidades acorazadas y Caballería
  5. Unidades de Ingenieros
  6. Artillería de Campaña
  7. Artillería Antiaérea
  8. Aviación del Ejército
  9. Unidades logísticas
  10. Resumen y conclusiones

1. Nociones básicas

El concepto de orgánica, que difiere de la estructura operativa, se refiere a la organización de las unidades para su sostenimiento y preparación, favorecer el adiestramiento, el ejercicio del mando y la gestión del personal y el material asignado.

Esta orgánica responde a lo que se conoce por MPLTO o Módulo de planeamiento, que es la plantilla teórica de una unidad diseñada con un doble propósito; el citado control orgánico y la facilidad para mutar en la estructura operativa que necesita para cumplir con su función de combate.

El hecho de que ambas estructuras difieran se debe principalmente a que la unidad táctica se establece para realizar un cometido concreto en el seno de una operación militar, que se convierte en la única prioridad de la unidad; todo mientras la orgánica trata de compaginar esta capacidad ‘puntual’ con las necesidades de gobierno, mantenimiento, preparación y conciliación de la vida diaria en bases y cuarteles.

En lo que refiere al personal; permisos, cursos, cambios de destino, bajas y vacantes desiertas conforman unas plantillas reales que no coinciden con lo establecido en el módulo teórico. Esto debe ser tenido en cuenta a la hora de evaluar y aprobar la conocida por Plantilla Orgánica Básica (POB), que puede variar respecto al módulo en virtud de cubrir/reforzar ciertas necesidades. Del mismo modo, carencias endémicas de la organización, que van desde el reclutamiento de personal de tropa a la entidad de las diferentes promociones y las consiguientes carestías en determinados empleos, obliga a cambiar cual puede o debe cubrir los diferentes puestos.

Es por ello que las plantillas tendrán diferentes puestos desactivados y otros cubiertos por personal con un empleo inferior (nunca superior) al estipulado en el POB, conformando una plantilla real denominada RPM o relación de puestos militares activados, que pueden ser cubiertos por designación interna (comisión de servicio) o solicitud externa de vacante (asignada por antigüedad o concurso de méritos).

Por otra parte, el material disponible o RMA (Relación de Material Asignado) es aquel que se pone a disposición y bajo responsabilidad de la unidad para ser sostenido, mantenido y explotado; al igual que con el personal, este puede variar respecto al que figura en los MPLTO, bien por defecto (carencia) o por exceso (refuerzo), al igual que puede disponer de otro teóricamente ajeno a su desempeño táctico, pero que se mantiene ‘almacenado’ e incluso operativo para aumentar la flexibilidad de la unidad, suplir otro no disponible, pruebas de calificación/cursos a personal externo o misiones especiales (como el material adquirido ex-profeso para despliegues en el exterior), etc.

El Ejército, dicho esto, es una estructura básicamente piramidal, basada en diferentes escalones de mando (ESMA en lo sucesivo), estos escalones y sus vacantes conforman la estructura básica de todas las pequeñas unidades (PUs) y están diseñadas según las responsabilidades y vacantes ‘de mando’ asignadas a los diferentes empleos en el escalafón militar.

El escalón básico es el soldado o combatiente general, que tiene responsabilidad y mando sobre sí mismo, así como una función o cometido (puesto) y un material asignado. Todas sus obligaciones y responsabilidades están estipuladas por las RROO (Reales ordenanzas) y los manuales de empleo relativos a su puesto; en realidad este concepto básico atiende a todo el personal militar, independientemente de su empleo.

Por encima del individuo ya pasamos a tratar con grupos de personas, organizados en unidades, tanto orgánicas como operativas (elemento táctico o ELTA) que forman una estructura de árbol de crecimiento exponencial, generalmente de factor entre dos y cinco, aunque en algunas ocasiones esto no se cumple, llegando a ser lineal y contrario al principio de estructura ramificada.

En el anexo 1 figuran todos los puestos de mando para los empleos de tropa o suboficiales, viendo que ya figuran ciertas asimetrías al carecer de correlación con los distintos ELTA. Sobre todo la duplicidad entre las ELTA de los empleos de sargento 1º, sargento y cabo 1º,  así como la carencia de ESMA de este último.

EMPLEO Cod. OTAN ESMA ELTA
Cabo OR3 Escuadra Escuadra
Cabo 1º OR4 N.A. Equipo
Cabo mayor OR5 PLMM N.A
Sargento OR6 Pelotón, Equipo Pelotón o Equipo
Sargento 1º OR7 Pelotón, PLMM Pelotón (sección)
Brigada OR8 PLMM N.A.
Subteniente OR9 Sección, PLMM Sección (logística)
Suboficial mayor OR9 PLMM N.A.
Anexo 1. Empleos de tropa y suboficiales.

No obstante, los mayores problemas surgen con la RPM de la escala de oficiales y los ESMA que corresponden a cada uno de sus empleos (Anexo 2), recientemente se ha solucionado uno de los más notorios, como era la jefatura del EM de una brigada, que ha pasado de Teniente coronel (TCol) a Coronel, igualando así su empleo al de los jefes de regimiento pertenecientes a aquella, sobre los que tiene que emitir órdenes (por delegación del GB).

Sigue pendiente el más delicado de todos, la sucesión en el mando del jefe de compañía, escuadrón o batería, a cargo de un Capitán; empleo que debe ausentarse en muchas ocasiones debido a la realización de cursos de capacitación previos al ascenso. Lógicamente en su ausencia el mando pasa al teniente más antiguo, pero eso obliga a que abandone su sección, dejándola al mando de uno de sus suboficiales; esto se debe a que en nuestras unidades no está estipulada la segunda jefatura de ninguna de estas dos PUs, básicas para la ejecución de operaciones militares, aunque no tanto para el gobierno.

En otros ejércitos de referencia existen diferentes fórmulas, que van desde asignar el mando de secciones a suboficiales OR8 (con diferentes nomenclaturas) a tener habilitado el empleo de teniente segundo o alférez (OF1, O1 en EEUU), que es el mando de sección en muchos países, pero en España es exclusivo de los cadetes alumnos (desde tercer año). Igualmente tienen en la compañía la figura del XO (Executive Officer) como auxiliar del capitán y segundo al mando, del que carecemos, siendo siempre un oficial con divisa correspondiente a primer teniente (O2 en EEUU).

En España todas las secciones corresponden a un Teniente, si bien su carencia es tal, que está estipulado que las terceras de cada compañía sean mandadas por un sargento 1º, mientras que las secciones logísticas se asignan a los subtenientes, un empleo idóneo para este cometido pero que en nuestro ejército se alcanza a una edad excesiva para responsabilidades operativas.

Respecto a la estructura en árbol creciente, de menor a mayor, los soldados se agrupan en escuadras (cuatro elementos), dos o tres de estas forman un pelotón, y los pelotones igualmente son 2-3 por sección, refiriendo alguno de ellos como ‘pelotón de mando’, que es donde tiene su puesto táctico el JSEC (Jefe de sección), ejerciendo de jefe del equipo o escuadra con el que combate, cuyo ESMA queda sin asignar. A su vez las secciones son tres o cuatro dentro de una compañía, escuadrón o batería, y estas últimas se encuadran en batallones, generalmente con cuatro o cinco compañías; según organicen o no apoyos al combate y servicios logísticos de forma independiente.

Estas compañías son mandadas por un capitán y forman uno de los ELTA básicos de la acción táctica, denominado SubGrupo o SG/T. Como auxiliar al mando tiene un suboficial, que antaño era un Brigada y por carestías en este empleo se ha extendido a sargento 1º, que ostenta a su vez el mando del pelotón de servicios. Cuando las compañías participan en misiones en el exterior y forman un SG/T que pueda actuar aislado, este pelotón suele elevarse a sección, poniéndolo al mando de un Teniente ajeno al MPLTO y designado de entre los jefes de sección (de la misma u otra compañía), cubriendo la carencia de un XO.

Como curiosidad, algunos de estos ESMA, como los capitanes jefe de compañía de servicios, no están al frente de un ELTA, al tener su puesto táctico en la PLMM del batallón, desplegando sus secciones de forma independiente o agregadas a una unidad superior (que asume su TACON o tactical control).

EMPLEO Cod. OTAN ESMA ELTA
Teniente OF1 Sección Sección o patrulla
Capitán OF2 Compañía, Escuadrón o Batería, PLMM Subgrupo táctico o partida
Comandante OF3 PLMM N.A.
Teniente coronel OF4 Batallón, EM, USAC Grupo Táctico
Coronel OF5 Regimiento, EM, USBA Agrupación Táctica
Anexo 2. Empleos de Oficiales.

2. Regimiento y batallón como unidad fundamental

No obstante lo anterior, la principal discrepancia la vemos en el grado superior de lo que se conoce como pequeña unidad, el Regimiento; que es a su vez una unidad fundamental en el aspecto histórico e institucional, bien a la hora de asignar recompensas (por desempeño en combate), conservar registro de sus jefes y vicisitudes (historial) o asignarle nombre [1].

En tiempos pasados los regimientos contaban con varios batallones, con la finalidad de agruparlos y favorecer su mando orgánico e incluso operativo; pero las reducciones continuas en la entidad del ejército han provocado que muchos de nuestros regimientos dispongan hoy de un único batallón o grupo, por lo que la función orgánica ha quedado muy diluida, delegando en este último parte de las funciones de gobierno, como la preparación y el adiestramiento.

En el US Army, el coronel, un oficial más joven que en España, ejerce el mando de Brigada orgánica, ya que los generales actúan como Assistant Commander del jefe de la División donde se integran, pudiendo ponerse al mando de las GUs (tamaño brigada de combate) que se determinen; en cambio estos oficiales carecen de responsabilidades orgánicas.

En España no hay apenas distinciones entre las unidades tipo Regimiento y Batallón destinadas a operar directamente bajo el control de su brigada o aquellos otros dedicados a apoyo al conjunto de la fuerza, cuando evidentemente son cosas distintas, pudiendo afirmar por ejemplo que el regimiento en el seno de la brigada es un escalón completamente innecesario, salvo que apelemos a la disgregación de la fuerza en diferentes BAEs (Base, Acuartelamiento o Establecimiento) y donde Regimiento se postula como la jefatura mínima de acuartelamiento.

Si volvemos al ejemplo norteamericano, la labor orgánica e institucional es igualmente distinta de la estructura operativa, agrupando diferentes batallones, que se asignan a varias brigadas y divisiones, en regimientos que no tienen responsabilidades operativas y están al mando de coroneles en situación de reserva que custodian historiales, estandartes y tradiciones.

Del mismo modo, las instalaciones tienen una estructura de mando independiente, similar a nuestra dirección de acuartelamiento (de la inspección general) que es donde se encuadran las USBA y USAC que prestan los servicios de base; no obstante aquí la jefatura de la misma corresponde al oficial de mayor empleo de la unidad estacionada en la BAE. No es así en EEUU, donde la máxima autoridad de una base militar es un cargo específico y diferente al mando de unidad.

Esta es una distinción muy importante, pues aunque las USAC/USBA tengan otra dependencia orgánica, el jefe de BAE es responsable de las actividades que se realizan en la instalación, desde la seguridad a la externalización de obras y servicios, el cumplimiento de las normativas sobre prevención de riesgos laborales o prácticas medioambientales.

En el ejército del aire por ejemplo, las grandes bases que exceden la capacidad de mando de un jefe de ala tienen al frente un general (GB) que no forma parte de la estructura operativa; como en la B.A de Torrejón, donde trabajan 5.000 personas para hasta 30 UCOs, algunas con ESMA mayor que el jefe de base, como el MACOM, MESPA, SVICA o UME.

En el Ejército de Tierra, lejos de concentrar la fuerza, la necesidad de captar personal de tropa (y no sacarlos de su entorno social) obliga a disgregar las PUs por todo el territorio nacional, incluso apelando a su labor como vertebradoras de la llamada ‘España vaciada’ con economías de tipo rural; dando impulso a nuevos cuarteles en zonas relativamente aisladas y carentes de servicios para el personal y sus familias (sin duda esto no favorece la cobertura de vacantes) llegando a paralizar traslados a instalaciones creadas ex-profeso ante la escasez de ofertas en el mercado inmobiliario [2].

En lo que respecta al empleo táctico, infantería hace muchos años que opera en base a batallones, de hecho algunas unidades carecían de PLMM regimental, estando aquellos bajo el mando directo del general de la brigada, como sucedía con la BRIPAC (denominados banderas) y aún en uso para Grupos de caballería (Legión), artillería o zapadores. En estas armas, sin embargo, todavía existe la PLMM regimental operativa en unidades de apoyo a escalones superiores (División o Cuerpo), un escalón táctico perdido para la infantería.

Hasta hace pocos años subsistían regimientos de jinetes que no tenían escalón grupo, actuando los escuadrones bajo el mando directo de su coronel, tanto en el aspecto orgánico como el operativo [3]. Este modelo era de clara inspiración francesa, que aún emplea el regimiento como unidad orgánica fundamental y generadora del GT que se determine, careciendo de batallones.

Aquellos regimientos de caballería, junto con otros de mayor tamaño como los divisionarios, tenían un TCol como JPLM (Jefe de plana mayor) y una serie de comandantes (algunos ejerciendo el mando de Grupo), lo que convertía al regimiento en una unidad con una cadena de mando piramidal completamente coherente.

Hoy en día esto no es así, ya que la vacante de JPLM la ocupa un comandante, pese a que un regimiento controle uno o más batallones/grupos al mando de un TCol. Esto provoca una distopía en la sucesión del mando, pues el segundo jefe del regimiento, que es el TCol más antiguo, debe recibir instrucciones y órdenes de la PLMM, cuyo jefe en ausencia del Coronel tendrá un empleo inferior al suyo. Igualmente detraer un TCol de su batallón/grupo para asumir dicha responsabilidad dejaría a aquel bajo mínimos, al contar cada batallón con un solo Comandante activado en la RPM.

https://www.revistaejercitos.com/articulos/fundamentos-sobre-tactica-i/

Precisamente la carencia crónica de oficiales de este empleo (insustituibles al ser el mínimo con acceso al DEM), obliga a que la mayor parte de las secciones en las PLMM estén ocupadas por capitanes. Así pues la estructura dual Regimiento/batallón es hoy muy deficiente por las limitaciones del personal, reglados por los cupos aprobados en la ley de carrera militar o sobre lo que no se puede hacer nada.

La única opción razonable es suprimir una de las dos unidades, toda vez que el regimiento tiene mayor valor institucional y el carácter de unidad básica (cuya creación/supresión depende del gobierno), es el principal candidato a prevalecer, siguiendo el modelo francés. Igualmente el regimiento y su mando, Coronel, será la entidad mínima para mandar un acuartelamiento de la fuerza. Esto no significa que desaparezca por completo la unidad tipo batallón y su ESMA (Teniente Coronel), pero quedará reservado para unidades de entidad reducida, sin responsabilidades de combate o ‘nombre’, como las PUs de la red de transmisiones o las de la fuerza logística operativa.

De este modo, pese a la reducción general del ejército en las dos últimas décadas, se podrían preservar (o recuperar) todos los historiales y estandartes de nuestros regimientos históricos y volver a una cadena de mando coherente; con un Coronel jefe de regimiento y en su caso, del acuartelamiento, y del que dependerán tanto la PLMM como la USAC, ambas al mando de un TCol. Los comandantes aprobados en la RPM (uno para cada plana) ocuparían los núcleos S1/4 y S2/3 de la nueva PLMM única.

En el caso de las AALOG y unidades de apoyo como el RINT 1, RT 22 o REW 32, que cuentan con multitud de PUs entidad Grupo disgregadas por toda la geografía, así como las PUs que no tienen entidad suficiente, como el BCG de una Brigada, pueden conservar la estructura de Batallón, Grupo o ‘Unidad’, pudiendo aprovechar la reforma para eliminar denominaciones confusas o innecesarias como en el caso del grupo, a un tiempo entidad batallón y regimiento [4].

Respecto a la gestión de las instalaciones, en muchos de estos acuartelamientos solo despliega una unidad tipo batallón, debiendo ejercer el mando de acuartelamiento, mientras otros, incluso regimientos, carecen de esta responsabilidad al estar reunidos con sus unidades mayores. La jefatura de acuartelamiento y el control cotidiano de la USAC justifican la existencia de, como mínimo, el escalón regimiento y su coronel jefe; sin embargo, persisten algunos cuarteles de grupo/batallón que aún no tienen este ESMA.

Subsisten en dicha situación, entre otros, los batallones de helicópteros de Almagro (Ciudad real) y Agoncillo (Logroño), pendientes desde que se organizó el arma fundamental de ‘Aviación del Ejército’ de formar estructuras regimentales, lo que de inmediato solucionaría el problema. No son el único caso, especialmente en la BRILOG existen grupos acuartelados aisladamente en dependencias desde las que tienen que apoyar múltiples unidades a lo largo de su ‘zona geográfica de responsabilidad’ con funciones de abastecimiento, transporte o mantenimiento, llegando incluso a ocupar cuarteles apenas con una unidad de talleres, cómo Santa Eulalia, en Sant boi (Barcelona).

Estas unidades son parte de la logística operativa y por tanto ‘fuerza’, y deberían trasladarse a grandes bases, desde donde realizar sus funciones con la misma distribución regional, pero sin responsabilidades en la gestión de cuarteles y mayor cercanía a las unidades principales a las que apoyan. Igualmente el sistema de mantenimiento debe simplificarse, reforzando la capacidad operativa con la fusión de segundos y terceros escalones en las unidades de la fuerza y dejando los parques o cuarto escalón en el citado MALE, como la futura base logística de Córdoba, o contratado con la industria, poniendo fin a los múltiples problemas del personal civil contratado por defensa [5].

3. Función generadora de Grupo Táctico

Ya sea como regimiento o delegando en el batallón, la función básica de esta unidad es generar un Grupo Táctico (GT) o BattleGroup (OTAN, UE) de maniobra, entidad de combate que al contrario que en nuestra concepción orgánica (pertenecientes al arma de infantería o caballería), no se entiende sino es como fuerza interarmas.

Las lecciones de la guerra de Ucrania incluyen grandes novedades a la hora de conformar este elemento táctico (ELTA) y su forma de actuar, igualmente el grado de integración interarmas que debe tener solo es posible en el seno de la brigada; en muchos casos la dispersión geográfica que tienen las PUs componente entre sí imposibilita la formación y el adiestramiento continuado de estos GTs.

Estas carencias intentaron conjugarse por la vía de la equiparación entre la orgánica del batallón y las funciones de combate que deben reunirse alrededor del GT correspondiente. A día de hoy esto no se ha podido lograr, por lo que se requieren cambios en los MPLTO para recuperar su capacidad táctica; es más, hay nuevos conceptos que debemos integrar a diferentes niveles que obligan a revisar no solo el MPLTO, sino la misma concepción del batallón como unidad del cuerpo general de las armas (formado por y para una de ellas).

De las lecciones aprendidas en los últimos conflictos, sobresale el uso intensivo que se está haciendo de los drones, tanto como elementos ISR en todos los escalones tácticos, como en su función de fuegos indirectos; nos referimos obviamente a las municiones suicidas o Loitering Munitions (LM).

Urge adoptar una orgánica que aporte soluciones para el despliegue y operación de estos sistemas, que aunque sean tratados como un arma más, y repartidos equitativamente entre todos los ELTA, desde pelotón a división, tienen connotaciones importantes en aspectos C3I, preparación de operadores, empleo en campos de tiro y maniobras, etc.

https://www.revistaejercitos.com/articulos/desafios-tacticos-del-uso-de-drones-de-combate/

3.1. Mando y Transmisiones

Es precisamente el sistema C3I (Command, Control, Communications and Intelligence) del GT el primero de los elementos a revisar, y que requiere reforzar ciertas capacidades como el sistema C2, a través de la nueva red radio de combate (con radios digitales controladas por software) que se está implementando dentro del llamado programa MC3. Esto incluye nuevos nodos para red de datos o Network, que en los puestos de mando consta de red wifi, spearNet y telefonía inalámbrica controlados por IP.

Sin duda el volumen de datos que aportaran los drones ISR, así como la capacidad de transmitir video desde el operador al centro o centros de control (el acceso transversal a la información será también básico) obligará a reforzar los elementos de transmisiones en el escalón grupo y subgrupo (S/GT). Recordaremos, pues ya lo tratamos en otro artículo, que el puesto de mando de GT (en realidad establece dos, el avanzado y el retrasado) dispone de una serie de mallas radio para uso interno, a saber:

  • Mando
  • Operaciones/inteligencia
  • Logística
  • Auxiliar

A los que se suman los canales que enlazan el GT con el escalón superior. Estos no pueden mantenerse permanentemente con los medios de dotación, ya que la capacidad de transmisión simultánea está limitada a dos canales VHF de fonía/datos, uno HF y otro UHF (exclusivamente de fonía); estos serán los elementos a reforzar para sostener los sistemas C3I del Grupo. Igualmente, si queremos acceder de forma transversal a información externa, necesitaremos nodos especiales para enlazar con SIMACET (Sistema mando y control del ET), Talos o SIGLE (Sistema de Gestión Logística del ET), especialmente con el nuevo sistema de mantenimiento predictivo; para lo cual será necesario implementar nodos SATCOM.

La responsabilidad de establecer estas capacidades C3 es en muchas ocasiones de la compañía de transmisiones de la brigada, al carecer los batallones de los medios necesarios para asegurar los enlaces. Una de ellas es la estación Soria, que ofrece soporte de telecomunicaciones a usuarios en movimiento, como pueden ser convoyes, partidas de caballería en profundidad (se ha utilizado con los VERT, por ejemplo) o puestos de Mando de Batallón (PCBON).

En el seno del GT la red OP/IN es vital para ejercer un eficaz planeamiento y conducción de las operaciones en curso y tiene su razón de ser en la acción del núcleo S2/3 de la PLMM, debiendo tener en su malla permanentemente a los elementos ISR del GT y los SG/Ts que lo componen, por lo que un oficial en estos últimos estará a cargo de operar los medios y difundir la información tanto en sentido ascendente como descendente, a través de un sistema BMS/Talos. Igualmente aquella información que no pueda convertirse en inteligencia útil de forma inmediata (contrastada) pasará al CIDI de la brigada para su análisis, especialmente la inteligencia de imágenes (como la identificación de unidades).

MANDO Y PLANA MAYOR DE MANDO (PLMM) REGIMENTAL
PUESTO MANDO ADJUNTO AUXILIAR
JEFATURA Coronel    
JEFE Plana mayor Teniente coronel Suboficial Mayor  
S1 (Personal) Capitán Subteniente  
S2 (Inteligencia) Capitán Teniente AS2 (JSMT) SOF*
S3 (Operaciones) Comandante (DEM) Capitán AS3 (JCIAPO) SOF
S4 (Logística) Comandante Capitán AS4 (JCSERV) Subteniente JUTM
S5 (Preparación) Capitán SOF (IEF) Cabo 1º
Oficial Fuegos (FSO) Capitán (JIFC) SOF  
Oficial Médico Teniente Médico/Enfermero (JSESAN) Cabo 1º (ASAN)
Administración Subteniente Cabo mayor Cabo
TOTALES POR EMPLEO
JEFES OFICIALES PLMM OFICIALES AGREGADOS SUBOFICIALES
OF 5 (1) OF 2 (3) OF 2 (3) OR 9 (4)
OF 4 (1)   OF 1 (2) OR 8 (0-4)
OF 3 (2)     OR 7 (4-0)
4 3 5 8
Anexo 3. Estructura y personal de PLMM para Regimientos sin batallón.

* Abreviatura de Suboficial, en PLMM preferentemente Brigada, pero también Sgto 1º.

3.2. Las compañías de maniobra

Como hemos visto, es obligado implementar el oficial XO para que auxilie al capitán de la compañía de maniobra, entendida esta por la PU que lleva el peso de los combates, sea de infantería (fusiles), carros de combate o caballería (se denominan escuadrones). Este oficial ejecutivo será el 2JCIA (segundo jefe) y el encargado de la elaboración y difusión de inteligencia. Estará al mando directo de la SPLMS (sección plana mayor y servicios) de la compañía, contando con un pelotón ISR y pelotón de servicios, cuyos jefes (SOF) forman la plana mayor del capitán, facilitando a la compañía todas las labores de planeamiento y preparación, especialmente cuando el JCIA está ausente (reunión de coordinación).

En infantería, cada compañía cuenta con tres secciones de fusiles y una de apoyo o SAPO; para no incrementar plantillas, en especial las de oficiales, el XO sustituirá al JSAPO (Jefe de Sección de Apoyo), ya que dicha sección tiende a desaparecer. La necesidad de integrar fuegos indirectos en la malla de fuegos, así como la distribución de sistemas CC a nivel sección, deja sin sentido práctico a esta unidad. Cuando una compañía actúe de forma aislada o esté especialmente expuesta, podrá solicitar apoyos al jefe del GT, que centraliza los fuegos en batallón/regimiento.

Por su parte, el escuadrón de caballería dispone también de cuatro secciones, en este caso con cometidos específicos (escuadrón heterogéneo), como son la Sección ACorazada (SAC), dos Secciones Ligeras ACorazadas (SLAC) y una Sección de Exploración y Vigilancia (SEV); por contra carece de armas CC, por lo que en vez de SAPO dispone de un único pelotón de Morteros Pesados (MP) con tres vehículos, solución que sería aceptable para las compañías de infantería.

Dado que opera por patrullas dispersas, dispone de una sección especializada en funciones ISR (incluido un RPAS) y su JSEC está dotado de un completo equipo C2 (aún no está en servicio), puede ejercer este de XO u oficial de inteligencia. El vehículo contará con BMS, Talos y un GESCOM para controlar las dos radios Elbit E-lynx y la L3Harris AN/PRC-117 G (equipo multibanda capaz de recibir/transmitir video) con las que estará dotado, incluida capacidad SATCOM mediante una antena BGAN (BroadBand Global Area Network).

Del pelotón de servicios de la compañía solo podemos decir que es fundamental para abastecer de combustible y munición a los elementos tácticos, siendo la dotación inicial la de uso previsible en tres días de combates (DOS o Days of supplies). Aunque la realidad dice que casi todos los elementos están hoy en la compañía de servicios del batallón y el pelotón apenas lleva consigo un aljibe de agua y un VTT para llevar la impedimenta (que no cabe en los vehículos de combate), habiendo desaparecido elementos tan tradicionales como el cisterna, la ambulancia o la cocina de campaña (hoy en el pelotón de alimentación de la sección de abastecimiento).

https://www.revistaejercitos.com/articulos/vltt/

3.2.1. La sección de armas

La sección es uno de los elementos más importantes dentro de la fuerza, ya que es el ELTA más bajo al mando de un oficial, aplicable a todas pero especialmente en las de maniobra: infantería, caballería y zapadores (especialidad fundamental Ingenieros), pues son las armas del combate y el contacto directo con el enemigo, y en las que el ejercicio del mando, en condiciones de gran presión psicológica, pasa a ser un factor diferencial.

A la carencia general de tenientes, el empleo asociado a este ESMA, se suma la de Brigadas, el suboficial que podría llegar a ocuparlo, pero que alcanza el empleo con demasiada edad para un puesto de gran relevancia táctica. La sucesión en el mando, especialmente cuando el jefe acude a las reuniones de coordinación con otros oficiales, recaerá en el jefe de uno de sus pelotones (generalmente tres), presumiblemente un Sgto 1º.

El Teniente JSEC cuenta con una escuadra junto a la que combate; tiene composición variable, pero constará como mínimo de un ORTF (operador de radio-telefonía) y en la mayoría de unidades, que tienen vehículos asignados, un conductor. En caso de disponer de armamento también incluye un artillero o tirador, conformando todos la tripulación del JSEC. Previsiblemente este equipo se verá incrementado con un dron ISR de su nivel (tipo Ia o micro), lo que supone cargar al ORTF (función que en los carros asume el cargador) con la responsabilidad de lanzar el artefacto, su seguimiento en una pantalla táctica y su recuperación, si bien en la infantería el equipo se incrementa hasta la entidad de escuadra de apoyo o armas pesadas, pudiendo dividir las tareas.

En condiciones ideales, debería estar al frente de un Cabo 1º y por tanto, descargar al teniente de trabajar a diario con el equipo de tropa con el que combate. Actualmente no es así, por lo que el JSEC es también el jefe directo de la escuadra de mando y apoyo.

Otro problema deriva de los vehículos de combate utilizados y su poca capacidad para llevar la totalidad del personal de un pelotón, con lo que es este el que adapta su tamaño al vehículo en vez de a la inversa. En general, el personal que va alojado en todo vehículo de línea forma siempre pelotón, sea un carro Leopardo, VCI Pizarro, BMR, RG31 o TOA. Como excepción, los pelotones sobre VAMTAC y VEC, con dos vehículos; siendo mandados en el caso de la caballería por dos suboficiales, vulnerando así el ESMA correspondiente a este empleo.

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