La guerra de guerrillas urbana de Hamás en la Franja de Gaza

La guerra de Hamás contra Israel (VIII)

Tropas israelíes se disponen a entrar en una zona urbanizada de Gaza, en donde se enfrentan a la guerra de guerrillas urbana organizada por Hamás.
Tropas israelíes se disponen a entrar en una zona urbanizada de Gaza, en donde se enfrentan a la guerra de guerrillas urbana organizada por Hamás. Fuente - Fuerzas de Defensa de Israel en X.

La guerra Israel-Gaza ha sido, desde sus inicios el pasado 7 de octubre un conflicto de carácter irregular en el que Hamás ha venido recurriendo a una guerra de guerrillas urbana para infligir el mayor daño posible a Israel no solo en el plano físico, sino también en el cognitivo. Hamás no solo logró asestar un dramático golpe con su acción inicial, sino que desde entonces ha utilizado con éxito la maniobra por el subsuelo y ha llevado númerosas emboscadas de escasa entidad, hostigamientos con morteros y francotiradores y, en menor medida, golpes de mano, generalmente de oportunidad, pues no conllevan una gran preparación previa ni acumulación de inteligencia. Además, Hamás ha utilizado con éxito a la población y las infraestructuras civiles tanto para restar potencia de fuego a sus enemigos -que no obstante han causado decenas de miles de muertos entre la población de la Franja- como para lanzar operaciones cognitivas, haciendo uso del enorme problema que representan los cientos de miles de desplazados atrapados en Gaza y necesitados de una colosal ayuda humanitaria.

En artículos anteriores hemos visto, entre otros temas, tanto la forma en que se produjo el ataque inicial de Hamás contra Israel como el modo en que se planteó la respuesta israelí, mediante la operación «Espadas de Hierro». El presente trabajo se ocupa trata sobre el combate en zonas urbanas desarrollado por Hamás, y los otros grupos afines, en el conflicto de la Franja de Gaza, conocido ya como guerra Israel-Gaza.

Esta es una guerra de carácter irregular, es por ello que iniciamos el trabajo deteniéndonos en los aspectos cognitivos de la misma, dada la importancia que tienen en el desarrollo de este tipo de conflictos; seguidamente se analiza tanto a Hamás (y otros grupos) y los procedimientos las operaciones urbanas desarrollados, para terminar con unas conclusiones.

Es un trabajo basado en fuentes abiertas, muchas veces contaminadas por los intereses de las partes, por lo que son posibles los errores.

La toponimia, las más de las veces, se expone en transcripción directa del árabe, por lo que algunas localidades pueden resultar extrañas a quienes están habituados a nombrarlas en inglés.

En el presente trabajo, me inclino por el término clásico de «guerra de guerrillas», huyendo de tipos como los de guerra asimétrica, hibrida, etc. o de «guerra suave» (que usa Ali Jamenei desde hace tiempo), estos «nuevos» conceptos son simplemente aportaciones semánticas que, más que aclarar, añaden confusión a la tipología de los conflictos.

La guerra de guerrillas urbana [1]

La forma de guerra iniciada por Hamás[2] y otro grupos aliados, el 7 de octubre de 2023, es de tipo guerrillero por ser la única que puede desarrollar ante el poderío convencional de las fuerzas armadas de Israel. Es también la única forma de guerra que pueden desarrollar, por igual motivo, otros enemigos de Israel, máxime después de las rápidas y reiteradas victorias convencionales de Israel en el siglo pasado. Es por ello por lo que, además, tanto Hamás como otros grupos gazatíes tienen el apoyo (directo o indirecto) y el reconocimiento de muchos estados enemigos de Israel, incapaces de enfrentarse convencionalmente de estado a estado. Este apoyo, incluso el simple reconocimiento, es vital para el mantenimiento y resurrección de cualquier guerrilla.

La zona urbana, bien utilizada, puede ser un potenciador de las capacidades y de la supervivencia de la guerrilla y, por lo tanto, facilita que se mantenga en el tiempo una situación bélica del bando débil (los grupos palestinos) frente a otro militarmente más fuerte (Israel). Esto es así en buena medida porque en ambiente urbano acciones en principio nimias, al menos desde el punto de vista táctico, pueden tener una gran trascendencia en el nivel político, especialmente si son de tipo terrorista.

El motivo de esta paradoja bélica es la importancia del ámbito cognitivo en el conflicto urbano dentro de los estados democráticos[3], como es el caso de Israel. Si el escenario hubiera sido rural los efectos cognitivos, que esta guerra han tenido en todo el mundo, hubieran sido menos trascendentes. Estas circunstancias permiten a Hamás (y a las otras guerrillas) lanzar estrategias como las del 7 de octubre de 2023.

La arriesgada estrategia guerrillera de Hamás

El desarrollo de la operación «Inundación de Al Aqsa» nos recuerda en cierto modo a la «ofensiva del Tet» realizada por el Viet Cong[4] (1968) en Vietnam del Sur. Esta, fundamentalmente urbana y simultánea sobre casi todas las capitales de Vietnam, provocó una respuesta militar contundente de las fuerzas estadounidenses y survietnamitas en las ciudades atacadas que, si bien vencieron tácticamente a la guerrilla del Viet Cong, sufrieron una derrota en el dominio cognitivo con un enorme alcance político. Esta victoria estratégica y política del Viet Cong fue el resultado del cambio de las percepciones sobre la guerra, tanto en los Estados Unidos como en buena parte del mundo.

En el caso de aquella «ofensiva del Tet», el cambio de las percepciones de los estadounidenses estuvo iniciado, a modo de detonador, por un solo muerto y una sola foto tomada por Eddie Adams[5] de la Associated Press. La foto captaba la ejecución sumaria de Nguyen Van Lem, alias «capitán Bay Lop», en una calle de Saigón en 1968[6]. El impacto de la imagen fue tremendo en los Estados Unidos y en todo el mundo Occidental.La foto de la muerte«Bay Lop» tuvo infinitamente más peso que las ejecuciones masivas, y metódicas, practicadas por la guerrilla, en pocos días, en las ciudades atacadas. Aquella simple imagen captada por Eddie Adams inició la derrota de los Estados Unidos en Vietnam ya que, paralizó el apoyo de la ciudadanía estadounidense a la guerra y motivó la anulación del imprescindible incremento de fuerzas estadounidense en Vietnam, decisión que se necesitaba para ganar la guerra.

La «ofensiva del Tet» terminó siendo una sucesión de victorias tácticas de los Estados Unidos y Vietnam del Sur frente a la guerrilla del Viet Cong. Lo fue en la práctica totalidad de las ciudades donde la guerrilla atacó. Desde el punto de vista operacional la guerrilla quedó prácticamente destruida y Vietnam del Norte dejó de confiar en ella. Sin embargo, fue una derrota sin paliativos en el ámbito cognitivo y esto posibilitó, en el largo plazo, la victoria política del Viet Cong y de Vietnam del Norte. Esta victoria, cognitiva y política, no estuvo buscada por el Viet Cong, este simplemente quería asaltar el poder en las capitales, lo que implicaba hacerse con el país. Esa victoria política fue cosa del azar, pero fue una lección que, quizás, Hamás ha asimilado.

Esta digresión la hacemos para apuntar la idea de que Hamás, con su ataque a Israel del 7 de octubre de 2023 (operación «Inundación de Al Aqsa»), con sus excesos, quizás buscó desarrollar una operación cognitiva sobre la base de una respuesta contundente por parte de Israel, intentando proyectar una imagen de víctima para obtener, como en el caso de la «ofensiva del Tet», una victoria estratégica, aun a riesgo de quedar militarmente destruida.

Dicho lo anterior, y si bien la estrategia de Hamás, apoyado por otros grupos palestinos que más adelante veremos, es de naturaleza cognitiva, antes de entrar en materia es obligado aclarar este concepto.

Fotografía Saigon Execution, de Eddie Adams, para Associated Press y ganadora del Pulitzer en 1969
Fotografía Saigon Execution, de Eddie Adams, para Associated Press y ganadora del Pulitzer en 1969. A pesar de ser imagen para agencia, ha pasado a ser de dominio público al ser difundida sin copyright en su día por numerosos medios. Autor: Eddie Adams.

El ámbito cognitivo

Las operaciones militares, como no puede ser de otra manera, se realizan siempre en un lugar. Durante siglos ese espacio ha tenido los dos ámbitos usuales de la actividad humana: la tierra o el mar. En el siglo XX se incluyó el aire por la expansión de la aviación. Con el tiempo el aíre se amplió al espacio. En el presente siglo hemos de añadir dos ámbitos nuevos: el cognitivo[7] y el ciberespacio. Estos dos ámbitos son transversales a los anteriores de tierra, mar y aire/espacio pues, allí donde estén presentes los humanos habrá un ámbito cognitivo, y donde estén presentes las máquinas «ciber» existirá el ciberespacio. Pero vayamos a lo fundamental.

Lo importante del ámbito cognitivo radica en que es inherente al ser humano y consustancial a su juicio, a su toma de decisiones y a su voluntad, luego tan importante es apuntar a las «masas» como a grupos concretos o a las «élites»; y, además, hoy es posible (por las redes sociales y otras herramientas) apuntar a cualquier individuo y muchos de ellos de forma individualizada, no como masa.

Cuando se opera en el ámbito cognitivo lo que se pretende es que las audiencias objetivo, o conjunto de personas a las que se dirige la operación cognitiva (desde una persona a millones), consigan una percepción adecuada acorde con los intereses de quienes montan la operación cognitiva. Para ello es necesario que esas audiencias tengan una información adecuada; y, que el entorno de la audiencia quede impregnado de unos estímulos, la finalidad es que los componentes de ese grupo humano elabore una representación mental, una interpretación personal, inevitablemente subjetiva, de la situación, de forma que la audiencia objetivo, por si sola, alcance los objetivos de la operación cognitiva; además, el asunto suele ser relativamente sencillo; también, extraordinariamente económico en recursos, dentro de lo que es una guerra.

Es por ello que los grupos terroristas, y en general las fuerzas más débiles en un conflicto, centren su atención en conseguir victorias en el ámbito cognitivo. El terrorismo, por ejemplo, siempre va unido a la acción cognitiva, de ahí su eficacia; y, es esta eficacia la principal causa de su existencia.

Los ámbitos de operación según la doctrina conjunta española
Los ámbitos de operación según la doctrina conjunta española. Fuente: Ministerio de Defensa,
«PDC-01 (A) Doctrina para el empleo de las Fuerzas Armadas».

Las operaciones cognitivas en zonas urbanas

En los combates urbanos no convencionales, las operaciones cognitivas[8] están muy presentes. La ciudad es siempre un escenario favorable para el cambio de las percepciones de las personas, siendo mucho más fácil que en ambientes rurales. Esto es así porque la ciudad es el escenario de vida de la mayor parte de la población del planeta. Parece mentira, pero un solo muerto en una calle impresiona más que cientos de ellos en el campo, la gran mayoría de la población del planeta percibe la víctima urbana como un suceso más cercano.

La imagen captada por Eddie Adams de la ejecución del terrorista «Bay Lop» en una calle de Saigón, tuvo más impacto que los centenares de imágenes del genocidio en la región africana de los Grandes Lagos en los años 90 del siglo pasado, una matanza de motivaciones neolíticas, a machetazos, con cientos de miles de víctimas por ser, sencillamente, de los «otros».

En los conflictos irregulares, el bando débil trata potenciar sus operaciones cognitivas provocando reacciones contundentes con resultados dramáticos y trágicos, no duda en sacrificar a su propia población, especialmente la que puede ser más emotiva, como niños, ancianos, etcétera, con la esperanza de que un hecho trágico sea grabado y adecuadamente difundido. Con esas imágenes (símbolos) unidas a los mensajes adecuados, se puede cambiar la percepción de las audiencias objetivo[9] sobre los temas que se consideren de interés.

El asunto medular de las operaciones cognitivas es difundir adecuadamente informaciones pertinentes, con un soporte de imágenes y mensajes, para que las audiencias objetivo, utilizando su libre albedrío, concluyan sobre una «realidad» favorable a los intereses del que realiza las operaciones cognitivas. Veamos un ejemplo.

El 17 de octubre de 2023, en el barrio de Al Zaytun (الزيتون)[10], de la ciudad de Gaza, sobre el aparcamiento del hospital Bautista Al Ahli Arabí (también «Hospital Nacional Árabe») cayeron y explosionaron unos cohetes, rápidamente se informó del bombardeo israelí a un hospital; sin embargo, la acción de fuego sobre el hospital tuvo como origen, al parecer, casual, por falta de pericia o por cohetes en mal estado de los «artilleros» de la Yihad Islámica de Palestina. Vemos como un error de la guerrilla gazatí se transformó en un crimen de guerra israelí. Los resultados fueron extraordinarios, pues la opinión publica mundial empezó a cambiar, borrándose las barbaries de la operación «Inundación de Al Aqsa» del 7 de octubre. La población de medio mundo sustituyó mentalmente las muchas imágenes de las crueldades del 7 de octubre por las imágenes del 17 del referido hospital. En 10 días, las víctimas se transformaron en verdugos. Una victoria estratégica de Hamás que afectó al nivel político de la guerra.

La percepción es la clave por ser subjetiva, y es el fruto de una representación mental intima de la información y, especialmente, del estímulo que el individuo recibe por medio de las informaciones difundidas, y de la aceptación de las mismas por el grupo social que hemos llamado audiencia objetivo y el ambiente que le rodea. De ahí el interés de la repetición en cadena de esa información clave.

La repetición es importante, pero para que las operaciones cognitivas tengan efecto, se deben utilizar varias técnicas de comunicación, psicológicas y añagazas de todo tipo, especialmente visuales y emocionales.

La guerrilla urbana, si quiere tener éxito, tiene que priorizar sus acciones importantes (espectaculares) para generar estas imágenes de impacto. Es más rentable provocar un enfrentamiento (sin valor táctico) cerca de un hospital, con la esperanza de captar imágenes del daño al hospital, que eliminar a una compañía de carros en una emboscada a lo largo de una avenida.

A la guerrilla le interesa adaptar sus operaciones a las líneas temáticas[11] cognitivas o a temas cognitivos concretos. Para la que la guerrilla sea eficaz, la maniobra terrestre guerrillera tiene que estar en apoyo a la operación cognitiva, no al revés.

Tal y como se desarrollan hasta el momento los acontecimientos de la guerra en la Franja de Gaza, si Israel es derrotado, será exclusivamente del ámbito cognitivo y, por lo tanto, en el político, que es en la práctica perder la guerra, aunque los palestinos en el campo urbano de batalla (la Franja) queden destruidos.

Veamos ahora como es el bando gazatí.

Brigadas territoriales de Hamás
Brigadas territoriales de Hamás. Fuente: Elaboración propia.

Hamás y otros grupos

Son varias las organizaciones armadas gazatíes que el 7 de octubre iniciaron la guerra formando un «frente». Estos grupos, suelen autodenominarse brigadas (en árabe liua / لواء). Estas «liuas» son un asunto semántico y propagandística. Solo Hamás, a imitación de un ejército regular, tiene brigadas compuestas por batallones y estos por compañías. En total son cinco brigadas territoriales, una por gobernación (Zona Norte de Gaza, Gaza, Central, Jan Yunis y Rafah).

Las otras organizaciones armadas gazatíes, aunque se autonombran brigadas, hemos de entenderlas como un nombre genérico, sin semejanza en efectivos con la organización militar usual. Este conjunto de fuerzas (brigadas) son generadas por diferentes organizaciones:

  • Movimiento Islámico de Resistencia (Hamás). Su organización armada son las «Brigadas Izz al-Din Al Qassem»[12]. Es la fuerza principal gazatí con 5 brigadas territoriales, quizás con unos 24 batallones y un total 140 compañías.

  • Yihad Islámica de Palestina. Su organización armada son las «Brigadas Al Quds». Es una organización islámica muy extremista.

  • Comités de Resistencia Popular, cuyo brazo armado son las «Brigadas al Nasser Salah al Din». Se trata de un conjunto de organizaciones palestinas, se dice que están financiadas por Hizbullah.

  • Frente Popular para la Liberación de Palestina, cuyo brazo armado son las «Brigadas Abu Ali Mustafá». Organización de tendencia socialista.

  • Frente Democrático para la Liberación de Palestina cuyo brazo armado son las «Brigadas de Resistencia Nacional». Frente de tendencia socialista.

  • Movimiento Muyahidín Palestino, cuya organización armada son las «Brigadas Muyahidín». Este movimiento tiene estrechos vínculos con Irán.

  • Fatah cuyo brazo armado son las brigadas de los «Mártires de Al Aqsa». Hamás prácticamente eliminó de la Franja a Fatah desde que ganó las elecciones en 2006, en una lucha por copar el poder, ahora parecen que colaboran frente al enemigo común.

Todos estos grupos tienen un marcado carácter nacionalista palestino o de «nación árabe» y religioso sunní, aunque algunos están apoyados por Irán que es el defensor de la otra gran rama del islam, la chií.

En fuentes abiertas se ven numerosas reivindicaciones de enfrentamientos de estos grupos con las fuerzas israelíes, esto puede hacer pensar que todos están muy igualados en fuerzas. No es así. Es un esfuerzo para proyectar una imagen de unidad o de «frente». Este mérito coordinador, o aglutinador, parece que es un logro de Yahya Al Sinwar, actual jefe de la oficina política de Hamas de la Franja de Gaza, al que también se le atribuye la concepción de la operación «Inundación de Al Aqsa» (la del 7 de octubre).

Hamás es posible que iniciara el conflicto con una capacidad de movilización de 20.000 o 30.000 combatientes. Dentro del total, las llamadas fuerzas del «ministerio del interior» de Hamás tiene una particular importancia. Se trata de las Fuerzas de Seguridad Interna del movimiento, son los agentes Hamas al Majd, estos realizan labores de policía política, y de contrainteligencia localizando a colaboradores o informadores de los servicios de inteligencia israelíes. Al parecer, se dedican a la represión de disidentes. Hamas al Majd también se encarga de concienciar a la población sobre la no conveniencia de relacionarse con los israelíes.

A las brigadas Al Qassam (Hamás) le siguen en importancia las brigadas Al Quds de la Yihad Islámica de Palestina, organización de la que se dice que pudo movilizar unos 2.000 combatientes, lo que es menos de la décima parte de Hamas; a estas, le siguen en importancia las «Brigadas al Nasser Salah al Din» (del Comité de Resistencia Popular). Las demás fuerzas son aún más minoritarias.

Por último, hay que tener en cuenta que Hamás tiene unas saneadas finanzas, gracias a las donaciones de Irán y Qatar y otros, y al apoyo turco en las transacciones. El movimiento tiene negocios y propiedades fuera de la Franja, con lo que la destrucción completa del mismo es extraordinariamente complicada, pues difícilmente se podrá eliminar su capacidad financiera.

Posible organigrama de la rama militar de Hamás
Posible organigrama de la rama militar de Hamás. Fuente: Elaboración propia.

Cronología de las operaciones de las fuerzas gazatíes

La cronología de las acciones urbanas de la guerrilla gazatí tiene, hasta el momento, tres fases, ampliable a una cuarta de futuro: La primera que fue una ofensiva iniciada en octubre de 2023; una segunda de defensa en profundidad, de desgaste del contrario y generación de operaciones cognitivas, hasta enero de 2024; una tercera la podemos llamar de resurgimiento de la guerrilla en las zonas consideradas como limpiadas por los israelíes hasta el momento actual; y, en el futuro inmediato, quizás después del mes de Ramadán (a partir del 9 de abril), una cuarta de resistencia en la zona de Rafah, en tanto se intenta mantener el resurgimiento guerrillero en las otras gobernaciones de la Franja ocupada por las Fuerzas de Defensa de Israel.

La primera, y más importante, se inició el 7 de octubre de 2023 con la llamada operación «Inundación de Al Aqsa», fueron un conjunto de acciones de carácter típicamente terrorista, con secuestros masivos de rehenes, asesinatos selectivos y de oportunidad, y todo tipo excesos[13] con la población civil.

Desde el punto de vista militar, los aspectos más sobresalientes de esta ofensiva fueron las incursiones con alguna profundidad en el territorio israelí, llegando a ciudades como Ofakim o Netivot; también hubo una variedad de procedimientos para sorprender a las fuerzas israelíes, estos incluyeron infiltraciones de combatientes en parapente, infiltraciones marítimas, terrestres con elementos motorizados, todo ello aprovechando la sorpresa inicial. Hubo destrucción de muros y verjas fronterizos con varios procedimientos que incluyen el uso de maquinaria pesada.

De gran importancia fueron los espectaculares lanzamientos de miles de cohetes sobre territorio israelí. Fue una acción de bombardeo indiscriminado, más tendente a la provocación al adversario y a la generación de terror, que a batir objetivos concretos de interés militar. Sin duda la finalidad de tales acciones de fuego fue cognitiva.

Tras los primeros días de la ofensiva gazatí, la guerrilla fue perdiendo paulatinamente la iniciativa, solo recuperada, hábilmente y en el ámbito cognitivo, por los sucesos del 17 de octubre en el hospital Al Ahli Arabí de Gaza del que ya hemos hecho referencia.

Israel se movilizó con la rapidez habitual, pero tuvo que dedicar tiempo a la recuperación (o más bien limpieza) de su territorio, expulsando a las fuerzas contrarias que se había infiltrado.

La segunda fase de las operaciones de Hamas estuvo impuesta por las Fuerzas de Defensa de Israel. Hamás perdió la iniciativa táctica con el inicio de la operación israelí llamada «Espadas de Hierro» el 27 de octubre de 2023.

La ofensiva israelí inicialmente fue contra las dos brigadas territoriales de Hamás desplegadas en Gaza (capital) y en la zona norte de Gaza, con un total de unos 12 batallones.

Las Fuerzas de Defensa Israelí avanzaron de norte a sur con las divisiones acorazadas 162ª y 252ª, ambas del Mando Sur[14] ; y, por el flanco este, al sur de Gaza en dirección al mar, con la 36ª División Acorazada (procedente de Mando Norte de Israel).

Las fuerzas israelíes aislaron, en términos generales, la mitad norte de la Franja, con el núcleo de población más importante (Gaza capital) y procedieron al «despeje» de fuerzas guerrilleras y paulatina «limpieza» de las mismas en el conjunto urbano norteño.

Ante el empuje israelí, la guerrilla usó la baza negociadora de los rehenes. El 24 de noviembre consiguió una pausa operacional motivada por las negociaciones para la liberación de algunos rehenes en manos de Hamás. Fue una parada operacional favorable para la guerrilla, pero no lo suficiente como para reorganizarse convenientemente en las dos gobernaciones norteñas (Gaza y Zona Norte de Gaza).

Aunque Israel siguió limpiando estas dos gobernaciones y la central, (o Diyr Al-Balah (دير البلح), el 4 de diciembre las Fuerzas de defensa de Israel iniciaron la progresión hacia Jan Yunis (خان يونس) y, sin solución de continuidad, procedió al cerco de la misma empezando su limpieza por el oeste de la ciudad.

La situación militar de Hamás tuvo que ser desesperada. Desde el punto de vista de política interior también, pues perdió paulatinamente el control de la población, generándose un caos tremendo.

El grueso de la población gazatí siguió las instrucciones israelíes que, con anterioridad a sus acciones, advertían a la población de las futuras zonas de posibles combates, indicando rutas y lugares seguros donde desplazarse. Con este movimiento de población, la guerrilla perdió parte de su cobertura y, además, se evitó, de forma significativa y fotografiable, las mortandades urbanas de civiles que pueden contribuir a la victoria cognitiva. Por otra parte se inició un drama inmenso con cientos de miles de personas sin vivienda ni abastos, ni planes de contingencia de las autoridades gazatíes sobre esta más que probable evolución de acontecimientos tras la ofensiva del 7 de octubre.

El respiro le llegó a la guerrilla por la prematura retirada de efectivos israelíes, anunciada el 31 de diciembre. Fueron 5 brigadas israelíes las que salieron de la zona de operaciones, tres de ellas de la Reserva, por considerarse la mitad norte de la Franja (Gaza capital y zona Norte de Gaza) «limpiada».

La tercera fase se inició gracias al vacío de fuerzas israelíes. Este será aprovechado por Hamás, y los otros grupos, para reactivarse lentamente en la mitad norte, dando la imagen de una zona no «limpiada», quedando en entredicho los mensajes triunfalistas del gobierno israelí sobre la destrucción de las fuerzas de Hamás en esa zona. Más adelante trataremos este asunto de singular importancia para una guerrilla eficaz.

Por otra parte, Hamás fue perdiendo en capacidad de lo que podemos llamar fuegos operacionales (más psicológicos que reales) en base al lanzamiento de cohetes, y otras acciones de fuego, sobre el territorio israelí. Conforme las fuerzas israelíes fueron progresando y limpiando, la guerrilla fue perdiendo capacidad de bombardear el territorio israelí. Después del primer alto el fuego, los gazatíes lanzaron sobre Israel una media diaria de 75 cohetes; la segunda semana después de ese alto el fuego, la media disminuyó a 23 cohetes por día; entre el 15 y el 21 de diciembre la cifra bajó a 16 cohetes diarios; y entre el 22 y el 27 de diciembre, ese número se redujo a 14. En enero 2023 los lanzamientos siguieron disminuyendo llegando a ser ocasionales en febrero y anecdóticos en marzo.

En enero era necesario para Hamás otro alto el fuego, para ello se acercó a sus aliados y amigos; y, el 19 de enero de 2024, el responsable de las relaciones internacionales de Hamás, Musa Abu Marzouk, se reunió con el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Mikhail Bogdanov[15], para «lograr un alto el fuego», según publicación de Hamás en Telegram. Los diferentes intentos de negociación no progresaron y, entre tanto, Hamás hizo esfuerzos por volver a resurgir la zona norte perdida, mientras combatía en el otro gran núcleo urbano gazatí de Jan Yunis.

El 20 de febrero la guerrilla dio sobradas muestras de haberse rehecho en la ciudad de Gaza, especialmente en el barrio de Al-Zaytun al este de la ciudad, obligando al Mando Sur israelí a una nueva operación de limpieza, esta corrió a cargo de la 162ª División Acorazada. Esta recuperación de la iniciativa de Hamás se vio reforzada por un suceso fortuito motivado por un convoy de ayuda humanitaria, como en el caso del hospital Al Ahli Arabí de Gaza, pero igualmente bien aprovechado desde el punto de vista cognitivo.

El 28 de febrero un convoy de 38 camiones con ayuda humanitaria fue asaltado en Gaza por una turba. Hubo más de un centenar de muertos (según Hamás) y centenares de heridos. El asunto fue rápidamente explotado informativamente y, en todo el mundo, el suceso apareció como un ataque premeditado israelí a una cola de reparto de la ayuda humanitaria.

El 2 de marzo los israelíes dieron por terminada la segunda operación de limpieza de la ciudad de Gaza. Pareció que los israelíes hicieron progresos entre la población gazatí, pero Hamas recuperó relativamente la iniciativa en ese campo con el asesinato en Gaza, el 14 de marzo, del jefe del clan armado Dugmush[16] (دغمش), junto con varios de sus miembros. Al parecer este clan se había ofrecido a contribuir al reparto de la ayuda humanitaria, obviamente en detrimento de Hamás.

El 18 de marzo la inteligencia israelí tenía sobrados indicios para determinar un nuevo resurgimiento de la guerrilla en Gaza, la cual, al amparo de la zona del hospital Al-Shifa, había reconstruido una estructura de mando en Gaza capital, por lo que el mando israelí consideró necesaria una tercera operación de limpieza en Gaza, y la segunda en el referido hospital. La primera fue en noviembre de 2023, tras la detección de una red de túneles que incluía el subsuelo del mismo. La operación duró oficialmente hasta el 1 de abril, siendo una muestra de la importancia de la misma y de la resistencia de la guerrilla.

El 24 de marzo, la inteligencia israelí alertó sobre la utilización por parte de la guerrilla de instalaciones sensibles en el barrio de Al-Amal al oeste de Jan Yunis. El oeste de esta ciudad fue la primera de las zonas limpiadas durante febrero y primeros de marzo de 2024. Por informaciones en fuentes abiertas, la operación debió ser importante ya que intervinieron la 89ª Brigada de Operaciones Especiales, agentes del Shin Bet (inteligencia interior israelí), la 7ª Brigada Acorazada y la 84ª Brigada de Infantería Givati, todas asignadas a la 98ª División. Al parecer, solo en el día 24, las fuerzas aéreas israelíes realizaron 40 misiones de apoyo aéreo a esas unidades, lo que es un indicio de la resistencia de la guerrilla. Este conjunto de fuerzas inició de madrugada el cerco de áreas que incluyen los hospitales de Al-Amal y Al-Nassir (الناصر) que, al parecer, vuelven a ser la cobertura del despliegue guerrillero. Fue la segunda operación de limpieza sobre los mismos después de la del pasado mes de febrero.

Las operaciones sobre áreas con infraestructuras civiles sensibles, son de resultados cognitivos impredecibles, pero nunca positivos para el atacante. Como en casos anteriores, esta operación fue anunciada por los medios de comunicación partidarios de la guerrilla como un asalto israelí a los referidos hospitales.

La guerrilla, si quiere ganar, tiene que buscar dispersión táctica en la población y cobertura en infraestructuras sensibles civiles, de forma que obligue al contrario a restringir o dificultar los ataques aéreos y artilleros, es por ello que la guerrilla debe ubicar sus posiciones, su logística, sus puestos de mando, instalaciones de inteligencia, comunicaciones, elementos claves de las redes de túneles, etcétera, dentro de esas zonas. Estos son criterios que contribuyen a la batalla cognitiva. Siempre se producirán imágenes de esas instalaciones civiles destruidas, al ser batidos los objetivos de la guerrilla existentes en las mismas.

Veamos seguidamente los procedimientos genuinamente tácticos militares de la guerrilla.

Militantes de Hamás durante los ataques del 7 de octubre sobre Israel. Fuente - @ragipsoylu
Militantes de Hamás durante los ataques del 7 de octubre sobre Israel. Fuente: @ragipsoylu.

Procedimientos de combate urbano de la guerrilla

La defensa urbana gazatí se basa en acciones móviles, de fuego y sorpresivas sobre las fuerzas israelíes. Para ello, las más de las veces, se apoyan en un obstáculo activo que ocasione bajas y detenga el movimiento del contrario. Son acciones más a la espera que de búsqueda, tanto que, en ocasiones, por falta de presencia enemiga, la situación tiene una falsa apariencia de calma.

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