La invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia fracasó en sus objetivos iniciales y dejó al descubierto importantes debilidades en diversos aspectos de sus Fuerzas Armadas. Estas vulnerabilidades comprendieron aspectos que abarcan desde su estrategia, liderazgo, mando y control, pasando por la formación, la logística y el suministro de material. El presente artículo tiene como objetivo analizar la construcción naval en la Federación Rusa en el contexto de la actual guerra de Ucrania, con especial atención a las grandes unidades de superficie y a los submarinos. Todo ello, teniendo además en cuenta que frente a la amenaza presentada por los misiles antibuque y drones ucranianos, únicamente estos últimos han salido aceptablemente airosos.
La guerra es un fenómeno intrínseco al hombre, con manifestaciones cambiantes a lo largo de la historia, adaptándose a los condicionantes políticos, sociales, culturales y económicos del entorno. Es un fenómeno tan antiguo como la propia Humanidad y ha sido recurrente en la historia. Con el paso de los siglos y el desarrollo tecnológico de las civilizaciones, su forma de manifestarse ha evolucionado[1].
Un ejemplo contemporáneo de esta transformación es la guerra de Ucrania, que refleja cómo los conflictos adoptan nuevas características en un contexto geopolítico cambiante, lo que demuestra que la naturaleza de la guerra es dinámica y siempre sujeta a cambios en nuestra sociedad globalizada.
En relación con esta, la construcción naval rusa se ha enfrentado a enormes desafíos debido a las sanciones internacionales después de la invasión de Ucrania en 2022. Algunos proyectos han sufrido retrasos debido a la perdida de abastecimientos de algunos equipos y la interrupción de las cadenas de suministro[2].
No ha sido una evolución similar en todos los ámbitos. En algunos casos, como el de la construcción de submarinos y fragatas, esta ha continuado con éxito, mientras otros, como los portaaviones, destructores o anfibios, han enfrentado serias dificultades. El recurso a los motores diésel chinos ha sido una solución provisional, pero ha planteado problemas fiabilidad. Las decisiones sobre la elección de nuevos suministradores y las sanciones serán cruciales para el futuro de la construcción naval en la Federación Rusa.
Desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, varios suministradores de equipos y fabricantes de sistemas utilizados en el sector de construcción naval han abandonado el mercado ruso, interrumpiendo las cadenas de suministro y retrasando una serie de proyectos de construcción naval.
Rusia ha estado bajo un fuerte régimen de sanciones impulsadas por Estados Unidos desde la anexión de Crimea en 2014. Sanciones inicialmente dirigidas a un grupo pequeño de autoridades e instituciones rusas y que se han redirigido ahora a cualquier persona asociada o que apoye la invasión rusa desde el sector logístico al militar. Tras el lanzamiento de la llamada “Operación Militar Especial” sobre Ucrania en febrero de 2022, la naturaleza de las sanciones a Rusia se amplió para incluir a una amplia gama de instituciones y personas asociadas con sus Fuerzas Armadas y la invasión[3].
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha impuesto sanciones al tejido industrial de defensa ruso como parte de una serie de medidas para castigar a Rusia por su guerra contra Ucrania. Esta acción incluye, por el momento, a docenas de empresas de defensa rusas, 328 miembros de la Duma y a las principales instituciones financieras del país.
Las sanciones buscan perjudicar significativamente al tejido industrial de defensa de Rusia y sus cadenas de suministro, presionando -sin mucho éxito- para que cesen en su empeño bélico. Las estadounidenses están alineadas con otras medidas similares tomadas por la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y otros países, y reflejan la unidad de criterio al responsabilizar a Putin por iniciar una guerra[4]. Así las cosas, todas las propiedades e intereses de personas y entidades sancionadas en Estados Unidos están bloqueadas y cualquier transacción relacionada con ellas está prohibida, a menos que sea autorizada puntualmente por las autoridades norteamericanas.
La principal sanción contra el sector naval se estableció en abril de 2022, contra la JSC United Shipbuilding Corporation (USC) y sus 28 subsidiarias[5]. La USC y sus subsidiarias son responsables del diseño y la construcción de buques de guerra navales rusos, incluidos submarinos, cruceros, destructores y fragatas nucleares y no nucleares[6].
Entre las subsidiarias se destacan Rubin Design Bureau y Malachite Design Bureau, que son responsables del diseño de los submarinos rusos. Posteriormente se impusieron sanciones a la Dirección Principal de Investigación de Aguas Profundas (GUGI) de Rusia, que está asociada con los programas de la clase Belgorod (Proyecto 09852) y Khabarovsk (Proyecto 09851), capaces de transportar los temidos torpedos nucleares Poseidón, sobre cuya realidad y características todavía se duda [7].
El sector de submarinos
Rusia ha logrado en gran medida proteger su industria naval submarina de la influencia externa. De hecho, la experiencia de sus compañías metalúrgicas[8] e industria auxiliar para apoyar la construcción de submarinos y las soluciones, han madurado y crecido a lo largo de los años. Esto es signo de la importancia estratégica y táctica otorgada a la Fuerza Submarina en la estrategia naval rusa[9].
Submarinos Nucleares
La clase Borei (Proyecto 955 o 955A) consiste en un modelo de submarino de misiles balísticos de propulsión. Armado con misiles balísticos Bulava son de una enorme importancia estratégica para Moscú.
El misil balístico Bulava es actualmente el único misil que puede desplegar este submarino y, por tanto, los continuos retrasos en el desarrollo de este provocaron una serie de quebraderos de cabeza al almirantazgo ruso y a sus ingenieros. Algunos informes hablaban de una posible modificación del Proyecto 955 para transportar el misil Sineva de combustible líquido, pero ello habría requerido un tiempo considerable y fondos adicionales en un momento donde el dinero es la principal arma.
Clase Borei (Proyecto 955) | Astillero | Quilla | Botado | Servicio |
K 535 Yuri Dolgoruky | Sevmash | 11/2/1996 | 2/12/2008 | 1/10/2013 |
K 550 Alexander Nevsky | Sevmash | 3/19/2004 | 12/13/2010 | 12/23/2013 |
K 551 Vladimir Monomakh | Sevmash | 3/19/2006 | 12/30/2012 | 12/19/2014 |
K 549 Knyaz Vladimir | Sevmash | 7/30/2012 | 11/17/2017 | 6/12/2020 |
K 552 Knyaz Oleg | Sevmash | 7/27/2014 | 7/16/2020 | 12/21/2021 |
K 553 Generalissimus Suvorov | Sevmash | 12/26/2014 | 4/2019 | 12/28/2022 |
K 554 Imperator Aleksandr III | Sevmash | 12/18/2015 | 12/29/2022 | 11/12/2023 |
Knyaz Pozharskiy | Sevmash | 12/23/2016 | 2/2020 | 12/2024 |
Knyaz Potemkin | Sevmash | 8/23/2021 | – | 12/2028 |
Dmitry Donskoy | Sevmash | 8/23/2021 | – | 12/2029 |
Pdte de nombre | Sevmash | 2023 | – | 2030 |
Pdte de nombre | Sevmash | 2023 | – | 2031 |
El diseño incorpora muchas influencias de diseño occidentales, incluyen una popa y una vela que se asemeja a los submarinos de la Marina de Estados Unidos (US Navy). Los tres primeros submarinos de la clase Borei (Proyecto 955) fueron construidos utilizando secciones de casco incompletas provenientes de submarinos de ataque clase Akula y submarinos de misiles de crucero clase Oscar. Sin embargo, el diseño del Borei-II es enteramente nuevo, contando además con unos cuantos metros más de eslora.
Con una flota total de 10 submarinos, la clase está programada para reemplazar a los submarinos de misiles balísticos clase Delta III y Delta IV de la era soviética de la Flota del Pacífico y la Flota del Norte, respectivamente[10]. Construida en las instalaciones de Sevmash en Severodvinsk, la clase ha progresado gradualmente con respecto a los plazos de construcción al poner en marcha cinco unidades en los últimos 10 años, incluidas tres desde 2020.
El período desde el corte del acero hasta la puesta en marcha ha tenido un promedio de ocho años para esta clase, con excepción de la primera unidad, Yuri Dolgorukiy. Se espera que el siguiente en la serie, el Emperador Aleksandr III, fue entregado el 11 de diciembre pasado, y aún falta por ser lanzado al agua el siguiente de la serie, el Knyaz Pozharskiy, junto con otros dos más de la misma clase.
El rimo de construcciones ha decaído notablemente desde el comienzo del conflicto, pero vemos como poco a poco se ha estado sosteniendo con una o dos unidades por año. Históricamente, la Marina rusa y la soviética antes que ella, construyeron clases separadas y dedicadas de submarinos de ataque de propulsión nuclear (SSN) y submarinos de misiles guiados de propulsión nuclear (SSGN). Con la llegada de la clase Severodvinsk, estas dos funciones se fusionaron en un solo casco, lo que resultó en uno de los submarinos más silenciosos y efectivos que operan en el mundo.
El diseño de la clase Yasen (Proyecto 885) es un derivado de la clase Akula (Proyecto 971). La modificación principal es que los seis tubos lanzatorpedos (TLT) de 65 centímetros del Proyecto 971 han sido acompañados por una batería de tubos de lanzamiento vertical (VLS) detrás de la vela. Estos tubos se consideran silos multipropósitos universales y están destinados a proporcionar al submarino un perfil multitarea, lo que le permite cambiar el perfil de las armas cargadas para ajustarse a diferentes misiones.
La clase Yasen es la gran esperanza de la Marina de guerra rusa: un submarino multipropósito de 13.800 toneladas, dotado de ocho lanzadores verticales para cuarenta misiles de crucero Kalibr o treinta y dos Onyx, y 10 tubos lanzatorpedos estándar de 533 mm desplazados hacia popa. Una decisión que fue consecuencia de la introducción de una matriz de sonar esférica en lugar de la típica matriz cilíndrica que se encuentra en casi todos los submarinos rusos. Esta disposición implicó retrasar los tubos lanzatorpedos hacia popa, pasando a situarse debajo de la vela e inclinados hacia afuera para efectuar disparos alrededor del sonar que ocupa toda la sección de proa.
Respecto a los Yasen, las nuevas unidades que entren en servicio se sumarán a los que logren recuperar de la clase Akula, que en algunos casos habían permanecido a la espera de modernización desde hace una década[11]. Así las cosas, el Krasnoyarsk fue entregado el pasado 11 de diciembre en una ceremonia conjunta con el Emperador Alejando III.
No está siendo un camino sencillo. El primero de la serie, el Severodvinsk, se concibió en los últimos años de la Guerra Fría y su quilla se colocó a fines de 1993, pero no entró en servicio hasta junio de 2014, tras casi 21 años de construcción y pruebas. El Kazan, el primero de la clase Yasen, fue puesto a flote en julio de 2009 y entró en servicio en poco menos de 12 años, cifra que mejoró algo más para la tercera y cuarta unidad, el Novosibirsk y el Krasnoyarsk, finalizados en solo ocho y nueve años respectivamente después de su botadura.
Desde entonces, el progreso de construcciones se ha ralentizado notablemente. A pesar de un ritmo constante en el número de cascos iniciados, comenzando con el Arkhangelsk en marzo de 2015 y culminando con Voronezh y Vladivostok en julio de 2020, no se han botado más unidades, y mucho menos completado las mismas.
Clase Yasen (Proyecto 885) | Astillero | Quilla | Botado | Servicio |
K 560 Severodvinsk | Sevmash | 21/12/1993 | 15/6/2010 | 30/12/2013 |
K 561 Kazan | Sevmash | 24/7/2009 | 31/3/2017 | 7/5/2021 |
K 573 Novosibirsk | Sevmash | 26/7/2013 | 25/12/2019 | 21/12/2021 |
K 571 Krasnoyarsk | Sevmash | 27/7/2014 | 30/7/2021 | 11/122023 |
K 564 Archangelsk | Sevmash | 19/3/2015 | 29/11/2023 | 2024 |
K 565 Perm | Sevmash | 29/7/2016 | – | 2024 |
Ulyanovsk | Sevmash | 28/7/2017 | – | 2025 |
Voronezh | Sevmash | 20/7/2020 | – | 2027 |
Vladivostok | Sevmash | 20/7/2020 | – | 2028 |
Pdte de nombre | Sevmash | – | – | 2031 |
Pdte de nombre | Sevmash | – | – | 2032 |
El 31 de marzo de 2017, en el astillero Sevmash, se realizó el lanzamiento del primer submarino mejorado de la Clase Yasen-M o Proyecto 885M, el K-561 Kazan. Éste presenta una eslora unos 10-12 metros menor que la del primer submarino de la serie. La reducción fue en diversas secciones, con la eliminación de tramos individuales en varios puntos. Uno de los cambios más destacados fue la supresión de la matriz de flancos que previamente se encontraba inmediatamente detrás del sonar de proa.
Los informes sobre el diseño del Proyecto 885 sugieren que el submarino es significativamente más ruidoso de lo que se esperaba originalmente y que representa solo un avance menor sobre los submarinos rusos existentes a este respecto. Esta puede ser la razón por la cual la construcción avanzó tan lentamente.
Submarinos convencionales
El submarino diésel-eléctrico clase Kilo ruso es uno de los programas navales más exitosos de la historia moderna. Se han construido más de 70 unidades durante los últimos 40 años, y más de 60 permanecen en servicio en las marinas de Argelia, China, India, Irán, Myanmar, Polonia, Vietnam y Rusia. Es más, todavía se están construyendo modelos nuevos y mejorados, con varias entregas planificadas en el futuro[12].
En el caso de Rusia, en 2010 comenzó la construcción del Novorossiysk, el primero de seis nuevos submarinos encargados antes de la anexión de Crimea para la Flota del mar Negro. Este lote de seis submarinos Proyecto 636.3 fue entregado entre 2014 y 2016[13]. Posteriormente en 2016, se encargaron otra serie de seis submarinos para la Flota del Pacífico que comenzaron a entrar en servicio a finales de 2019, con entregas que continuarán hasta 2025. Todo ello sin olvidarse de las ventas al exterior, que siguen produciéndose [14].
Además de lo anterior, en junio de 2022 Rusia anunció los planes para construir otra serie de seis submarinos para su Flota del Norte, cuya construcción comenzará en 2024. Hasta la fecha, todos estos submarinos clase Kilo Proyecto 636.3 han sido construidos en los Astilleros del Almirantazgo de San Petersburgo.
La construcción y el cumplimiento del calendario de entrega de la versión mejorada de la clase Kilo han sido realmente impresionantes en el contexto de los programas de construcción naval en la Federación Rusa. Al fin y al cabo, han demostrado su capacidad de construir en serie y con un estándar de calidad más que aceptable, aunque esta es una capacidad que no es extensible a muchos otros sectores, tampoco en el plano naval.
Además, son plataformas que no han dejado de evolucionar. Por ejemplo con la incorporación del misil de crucero de ataque terrestre Novator 3M-14 Kalibr, con un alcance de entre 2.000 y 25.00 km, lo cual ha fortalecido las capacidades de ataque a tierra de la Marina rusa. De hecho, desde 2015 esta clase ha llevado a cabo exitosos ataques utilizando misiles de crucero Kalibr lanzados desde el Mediterráneo oriental o el mar Negro, contra objetivos en Siria y Ucrania donde cobra un papel muy importante en la actualidad[15].
A pesar de que apenas han tenido un papel en lo que va de guerra en Ucrania, no debe perderse de vista que los submarinos de la clase Kilo mejorada (Proyecto 636.3) representan el recurso naval más poderoso de Rusia en el mar Negro. Estos submarinos tienen una capacidad intrínseca superior para sobrevivir en aguas abiertas en comparación con otros buques de guerra. Esto es especialmente relevante en enfrentamientos con la marina ucraniana, que carece de recursos antisubmarinos significativos, pero sí de capacidades antibuque, algo que han demostrado con creces.
Hasta hace poco, no era infrecuente ver tres submarinos Clase Kilo en el puerto de Sebastopol simultáneamente, mientras uno se encontraba en el mar. Sin embargo, esta situación experimentó un cambio importante ante la amenaza de Ucrania mudándose a Novorossiysk, una base naval rusa ubicada considerablemente más alejada de Ucrania al otro lado de Crimea. La medida se produjo poco después de que Ucrania intensificara los ataques con aviones no tripulados y misiles contra Sebastopol, buscando alejar a Rusia del sector occidental del mar Negro.
Un esfuerzo en el que los ucranianos han estado embarcados desde los primeros compases de la guerra, como demuestra el hundimiento del buque insignia de la Flota del mar Negro, el crucero Moskva el 14 de abril de 2022 y más reciente, la del submarino Rostov del Don. Todo lo cual ha ido forzando el abandono de Sebastopol, mientras Ucrania buscaba formas de golpear más allá. Es más, en los últimos meses la atención se ha fijado en Novorossiysk y el estrecho de Kerch con varios ataques con drones de superficie a mercantes y unidades militares rusas, algunos de ellos exitosos.
Una limitación menor de los submarinos clase Kilo es su capacidad para llevar solo cuatro misiles Kalibr, en comparación con los buques de superficie rusos, que cuentan con sistemas de lanzamiento vertical de 8 tubos. Los submarinos clase Kilo pueden lanzar los misiles de crucero solo a través de dos de sus seis tubos lanzatorpedos. Esto, en última instancia, obliga a pasar por puerto más a menudo para recargar, lo que termina por exponerlos ante los medios de detección enemigos.
Existen dos clases, el Tipo 877 y la versión mejorada o Tipo 636.3, actualmente hay 9 y 10 submarinos operativos de cada serie. La versión mejorada comenzó a entrar en servicio a finales de la década de 1980, con construcciones realizadas en Nizhni Nóvgorod y Komsomolsk. En 2010, se reactivó el programa de construcción con la aprobación de seis modelos modificados del Tipo 636.3 para la Flota del Mar Negro. En septiembre de 2016, se firmó un contrato para construir otros seis submarinos Tipo 636.3 para la Flota del Pacífico, con la participación de Admiralty Shipyards en San Petersburgo y Amur Shipbuilding en Komsomolsk.
Hacia finales de 2019, se consideraba la construcción de un nuevo lote para la Flota del Báltico, y en agosto de 2020 se adjudicó un contrato adicional. En 2023, se anunció la construcción de seis nuevos barcos para la Flota del Norte. Los barcos Tipo 636.3 están equipados con misiles antibuque y de ataque a tierra. La modernización incluye motores diésel mejorados, un motor eléctrico más silencioso y un sistema automatizado de información de combate capaz de controlar cinco objetivos simultáneamente.
El calendario de entregas de la clase Kilo mejorada ha sido el más impresionante de todos los programas de construcción naval de los rusos. Desde 2014, se han encargado un total de 10 submarinos para el mar Negro y la Flota del Pacífico, con otros dos en proceso de construcción. La efectividad operativa de este tipo de submarino y el cumplimiento de los plazos de construcción han convencido a los altos mandos navales de anunciar la construcción de submarinos adicionales para la Flota del Báltico y la Flota del Norte. Esta clase está destinada a ser la columna vertebral de la flota de submarinos no nucleares de la Marina rusa durante la próxima década, a pesar de que, originalmente, los planes pasaban por su sustitución por los más modernos Lada, como veremos.
Clase Kilo I | Astillero | Quilla | Botado | Servicio |
Kaluga | Novgorod | 5/3/1987 | 7/5/1989 | 30/9/1989 |
Nurlat | Komsomolsk | 15/4/1998 | 3/9/1988 | 30/12/1988 |
Alrosa | Novgorod | 17/5/1988 | 10/9/1989 | 30/11/1990 |
Magnitogorsk | Novgorod | 26/10/1988 | 22/9/1990 | 28/12/1990 |
Ust-Bolsheretsk | Komsomolsk | 05/5/1990 | 04/10/90 | 30/12/1990 |
Vladikavkaz | Novgorod | 25/2/1988 | 24/9/1990 | 28/9/1990 |
Lipetsk | Novgorod | 3/11/1989 | 27/7/1991 | 30/12/1991 |
Komsomolsk-on-Amur | Komsomolsk | 7/5/1991 | 05/10/91 | 30/12/1991 |
Krasnokamensk | Komsomolsk | 8/5/1992 | 25/9/92 | 30/12/1992 |
Clase Kilo II | Astillero | Quilla | Botado | Servicio |
Novorossiysk | Almirantazgo (S.P.) | 20/8/2010 | 28/11/13 | 22/8/2014 |
Stary Oskol | Almirantazgo (S.P.) | 17/8/2012 | 28/8/2014 | 25/6/2015 |
Krasnodar | Almirantazgo (S.P.) | 20/2/2014 | 25/4/2015 | 05/11/2015 |
Veliky Novgorod | Almirantazgo (S.P.) | 30/10/2014 | 17/3/16 | 25/10/2016 |
Kolpino | Almirantazgo (S.P.) | 30/10/2014 | 31/5/16 | 24/11/2016 |
Petropavlovsk Kamchatskiy | Almirantazgo (S.P.) | 28/7/2017 | 28/3/2019 | 25/11/2019 |
Volkhov | Almirantazgo (S.P.) | 28/7/2017 | 26/12/2019 | 24/10/20 |
Magadan | Almirantazgo (S.P.) | 1/11/2019 | 26/3/2021 | 12/10/2021 |
Ufa | Almirantazgo (S.P.) | 1/11/2019 | 31/3/2022 | 16/11/22 |
Mozhaysk | Almirantazgo (S.P.) | 23/8/2021 | 27/4/2023 | 28/11/23 |
Yakutsk | Almirantazgo (S.P.) | 23/8/2021 | 2023 | 2024 |
Petrozavodsk | Almirantazgo (S.P.) | 2022 | – | 2025 |
Mariupol | Almirantazgo (S.P.) | 2023 | – | 2026 |
Pdte de nombre | Almirantazgo (S.P.) | 2024 | – | 2027 |
Pdte de nombre | Almirantazgo (S.P.) | 2025 | – | 2028 |
Los submarinos diésel-eléctricos de la clase Lada (Proyecto 677) tenían como objetivo suceder a los submarinos de la clase Kilo en el servicio de la armada rusa y en el mercado internacional. Sin embargo, el avance en este proyecto ha sido extremadamente lento y ha enfrentado numerosas dificultades, especialmente en el caso del buque líder de la clase.
Clase Lada (Proyecto 677) | Astillero | Quilla | Botado | Servicio |
Sankt Peterburg (B 585) | Almirantazgo (S.P.) | 26/12/1997 | 28/10/2004 | 22/4/2010 |
Kronshtadt (B 586) | Almirantazgo (S.P.) | 28/7/2005 | 20/9/2018 | 31/1/2024 |
Velikiy Luki (B 587) | Almirantazgo (S.P.) | 10/11/2006 | 23/12/2022 | – |
Vologda | Almirantazgo (S.P.) | 12/6/2022 | – | – |
Yaroslavl | Almirantazgo (S.P.) | 12/6/2022 | – | – |
El primer submarino, el Sankt Peterburg (B-585), comenzó su construcción a finales de 1997 y fue echado al agua a finales de 2004. Durante las pruebas, se identificaron problemas y defectos significativos. A pesar de haber sido incorporado a la Flota del Norte en abril de 2010, no ha realizado ninguna misión operativa, lo que sugiere que los problemas no fueron completamente solucionados. En abril de 2023, los medios rusos informaron que el Sankt Petersburg sería dado de baja en lugar de someterse a un programa de modernización que no se consideró rentable.
Dos submarinos adicionales, el Kronshtadt (B 586) y el Velikiy Luki, ex-Sebastopol (B-587), comenzaron su construcción en 2005 y 2006, respectivamente. Sin embargo, el trabajo en ellos se suspendió en 2011 debido a problemas en el diseño. La construcción se retomó en 2013 y 2015, y el Kronshtadt fue echado al agua en 2018, seguido por el Velikiy Luki en 2022. A pesar de que se había planeado que el Kronshtadt se entregara a la Marina rusa en 2019 y el Velikiy Luki en 2021, su construcción sufrió un retraso considerable. Finalmente el Kronshtadt fue entregado el pasado 31 de enero, aunque se duda de su operatividad real.
A pesar de los sinsabores, un rayo de esperanza cayó sobre el proyecto Lada en 2022, cuando los Astilleros del Almirantazgo cortaron la chapa para dos submarinos adicionales, el Vologda y el Yaroslavl, y declararon la intención de construir hasta seis más. Sin embargo, es revelador que, desde los inicios de este programa, se hayan producido o pedido casi un par de decenas de submarinos clase Kilo por ningún Lada.
Así las cosas, el pasado 31 de enero tuvo lugar como decíamos la ceremonia de puesta en servicio del submarino Kronstadt. Este submarino es una versión mejorada de la clase Lada o Tipo 677 y ha sido asignado a la 161ª Brigada de Submarinos de la Flotilla de Kolsk, con base en Polyarnyy, como parte de la Flota del Norte[16]. Se espera que este submarino, junto con otros tres en construcción, reemplacen a los submarinos más antiguos (Proyecto 613, 641 y 877) en los mares cerrados, principalmente Báltico y mar Negro, cumpliendo así con las necesidades de la Marina Rusa para estos teatros que requieren de submarinos silenciosos y con mayor autonomía que los Kilo II.
Por otra parte, y para finalizar con la parte relativa a los submarinos, es obligado hacer una referencia a los planes rusos esta década de 2020,. Al fin y al cabo, este país tenía como objetivo desarrollar nuevos submarinos nucleares y no nucleares de “quinta generación”, las clases Husky y Kalina, respectivamente. Según Igor Ponomaryov, de United Shipbuilding Corporation, algunos trabajos preliminares de diseño en estos submarinos ya estaban en marcha a partir de 2017.
Posteriormente, en abril de 2019, la agencia de noticias TASS habló sobre trabajos de investigación relativos al submarino Husky que se habían completado en la oficina de ingeniería de Malakhit a fines de 2018; se esperaba que la siguiente etapa, el desarrollo, comenzara en 2019. Sin embargo, desde entonces el apagón informativo ha sido casi completo y muchos dudan que Rusia vaya a embarcarse finalmente en ninguno de estos proyectos, continuando por el contrario con la construcción de los modelos ya diseñados y con menor riesgo tecnológico.
Los buques de superficie
Cruceros y destructores
Los destructores formaron la columna vertebral de la flota de superficie que la Marina rusa heredó de época soviética. Del mismo modo, la fuerza de cruceros actual se compone de unidades y diseños heredados de la era de la época de la Guerra Fría. Años de inversión insuficiente han obligado a la Marina rusa a operar estos barcos mucho más allá de su fecha prevista de pase al retiro, y es probable que muchos de ellos deban aguantar en servicio todavía una década más, hasta 2030. Tal como están las cosas, no hay programas activos de cruceros o destructores de nueva construcción en Rusia ni los habrá posiblemente en los próximos años a pesar de las especulaciones y rumores habituales[17].
De entre todos, uno de los más recurrentes hace referencia a la clase Líder, también denominado Proyecto 23560. Un proyecto que fue concebido como parte de un ambicioso plan destinado a reemplazar todos los destructores y cruceros de misiles guiados de propulsión convencional con una sola clase de buques de superficie de de 12.000 toneladas y propulsión nuclear. Este proyecto tenía como objetivo sustituir a las clases Sovremenny y Udaloy. La propuesta contemplaba la construcción de hasta 12 unidades para las flotas del Norte y del Pacífico. Sin embargo, aunque se completaron algunos trabajos de diseño iniciales, no ha habido más avances debido a su elevado coste y la falta de un astillero para construirlos. Este programa siempre fue demasiado ambicioso y probablemente se haya archivado indefinidamente, si no cancelado por completo.
En lugar de una nueva construcción, la Marina rusa ha tenido que recurrir a la modernización para mantener sus cruceros y destructores de la era de la Guerra Fría operativos y tácticamente utilizables en el siglo XXI. Estos programas han tenido un éxito variado, con el reacondicionamiento y la modernización de los cruceros de misiles guiados de clase Kirov que continúan progresando lentamente y es poco probable que cuenten con algún barco operativo antes de 2024 como pronto, unos cinco años más tarde de lo previsto inicialmente.
De los cuatro cruceros clase Kirov construidos entre 1974 y 1998, solo uno está activo, el Pyotr Veliky. Los otros tres estaban programados para ser modernizados y restaurados a la capacidad operativa para mediados de esta década. La fecha de finalización se ha pospuesto varias veces.
Por otro lado, la revisión completa del destructor de clase Udaloy I de la Flota del Pacífico Mariscal Shaposhnikov sí se ha podido llevar a cabo con relativa rapidez y parece haber tenido éxito, dando una nueva vida a un barco de edad avanzada. Irónicamente. Con todo, y tras su regreso al servicio en 2021, la Marina rusa anunció que el Mariscal Shaposhnikov, ahora conocido como destructor Udaloy III en Occidente, sería reclasificado como fragata.
Sin embargo, a pesar de las modernizaciones, unidades tan antiguas y baqueteadas como los destructores de la clase Udaloy y los cruceros de la clase Slava, no perdurarán eternamente. Es más, deberán ser reemplazadas en algún momento en un futuro relativamente cercano si no quieren quedarse de golpe sin capacidades oceánicas o de escolta.
Dicho esto, la única perspectiva real para proporcionar nuevas unidades de son el Proyecto 23350M, una versión ampliada propuesta de las fragatas de misiles guiados clase Gorshkov. Los informes sugieren que estas unidades podrían comenzar a construirse a mediados de la década de 2020 con las primeras unidades entrando en servicio a finales de la década; sin embargo, no se han realizado anuncios formales ni se han colocado contratos de construcción en el momento de la publicación.
Fragatas y corbetas
El desarrollo de fragatas ha sido obstaculizado por la cancelación de la cooperación con Ucrania debido al tema de los motores. Como resultado, Rusia ha tenido que desarrollar una versión indígena de sus turbinas, lo que extiende el plazo para la introducción de nuevos buques en servicio.
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