La competición entre grandes potencias y la guerra submarina

El nuevo documento Commander’s Intent 3.0 de la US Navy y la Guerra de los Fondos Marinos

El pasado 24 de septiembre el vicealmirante Daryl Caudle, Comandante de las Fuerzas Submarinas de la Marina de Estados Unidos (US Navy) y el contralmirante Blake Converse, Comandante de las Fuerzas Submarinas del Pacífico, hicieron público el documento con el título Commander’s Intent 3.0[1] en el que se establece cuál es el propósito de estas y de las operaciones que llevan a cabo.

El Commander’s Intent 3.0 está diseñado para renovar la forma de mando para la Fuerza Submarina, proporcionando una expresión clara y concisa del propósito de las operaciones que llevan a cabo los submarinos de la US Navy; una guía para los comandantes de la Fuerza Submarina que ​​se basa fundamentalmente en la Estrategia de Defensa Nacional, la Estrategia Militar Nacional y las directrices y directivas operativas del Jefe de Operaciones Navales CON (del inglés Chief of Naval Operations).

Precisamente durante la ceremonia de entrega de mando del Mando de la Fuerza de Submarinos del Pacífico entre Daryl Caudle y Blake Converse, el actual COMSUBPAC[2] CA Blake Converse dijo:

«Durante las últimas dos décadas hemos hecho girar las fuerzas de la US Navy hacia el Pacífico, y hemos estado forjando un poder naval centrado en ejercer el dominio en alta mar. Esto va a requerir una visión clara de cómo emplear los submarinos y de cómo será la lucha en los próximos 10 años».

COMSUBLANT[3] (del inglés Commander Submarine Force U.S. Atlantic Fleet) es el Comandante de la Fuerza de Submarinos del Atlántico y ejerce también las funciones del Jefe del Arma Submarina, aunque no de manera equivalente a España. La responsabilidad principal de COMSUBLANT es operar, mantener, entrenar y equipar los submarinos de la Flota del Atlántico.

U.S. Navy type commands - Wikipedia
Organigrama de los mandos de la US Navy (US Navy).

COMSUBLANT también tiene funciones adicionales como Comandante del Mando Submarino Aliado de la OTAN o COMSUBACLANT (del inglés Commander Submarine Allied Command Atlantic) y también como Comandante de las Fuerzas Navales de Submarinos o COMSUBFOR (Commander Submarine Forces), un rol adicional, donde supervisa al Comandante de la Fuerza de Submarinos del Pacífico o COMSUBPAC (del inglés Commander Submarine Force, U.S. Pacific Fleet).

El Commander’s Intent 3.0 proporciona especial atención al personal y es una guía para los mandos intermedios. El documento se basa en 10 líneas maestras desarrollados en 10 anexos clasificados que contienen planes de campaña a corto plazo (estamos hablando de periodos de 18 meses).

Durante la presentación del documento Commander’s Intent 3.0, el VA Caudle, Comandante de la Fuerza de Submarinos (COMSUBFOR) explicó como[4]:

“Esta es la próxima evolución de nuestras fuerzas submarinas que apoya, habilita y multiplica el poder de combate de nuestra futura flota, con una capacidad submarina que cuente con nuevas capacidades creadas para mantener una ventaja de combate duradera. Se está impulsando la brillantez, la innovación, la creatividad y la ética de trabajo de toda la Fuerza Submarina en estrecha colaboración con el resto de la US Navy y de los otros ejércitos, socios y la base industrial de defensa para unirnos en el diseño de nuevas ideas y conceptos disruptivos que busquen aplastar los paradigmas existentes y aprovechen el potencial todavía sin explotar de nuestra extraordinaria Fuerzas Submarina».

Commander’s Intent 3.0 y los planes asociados son la base de cómo la Fuerza Submarina de la US Navy se asegurará de estar lista para el combate, y cómo deberá apoyar al resto de la Fuerza Conjunta en todo el espectro de los conflictos en el contexto de la denominada la Competición entre Grandes Potencias o Great Power Competition[5].

Esta lucha entre Grandes Potencias ha resurgido como un desafío a la prosperidad y la seguridad de Estados Unidos. “Está cada vez más claro que China y Rusia quieren dar forma a un mundo coherente con su estilo autocrático que gana sobre los modelos económicos, diplomáticos y de seguridad de otras naciones”. Los Estados Unidos se encuentran inmersos en una reñida lucha con adversarios que no comparten sus valores, no respetan la soberanía nacional y que trabajan activamente para socavar el Estado de Derecho internacional salvaguardado desde 1945.

Tras las palabras del VA Caudle, el CA Converse (COMSUBPAC) durante el acto de presentación de Commander’s Intent 3.0, habló de una fuerza submarina preparada, cada vez más, ante una amenaza asimétrica[6]:

“Nuestras Fuerzas Submarinas brindan una ventaja poderosa y asimétrica contra adversarios cada vez mejor preparados, bien entrenados y con una tecnología avanzada que tienen como objetivo transformar al mundo de acuerdo con su modelo autoritario. Esto lleva a una actualización de nuestra Fuerza Submarina hacia un incremento en su capacidad de letalidad, la mejora de la autonomía de nuestros Comandantes y la preparación de sus dotaciones altamente capacitadas y listas para el combate».

Para hacer que la Fuerza Submarina sea más letal, persistente y lista para el combate, se establecen diez planes de campaña clasificados que van a regir las operaciones, actividades e inversiones a ejecutar durante los próximos 18 meses. Estos planes incluyen:

  • Mantener una fuerza de disuasión estratégica creíble. Nuestra flota de submarinos de misiles balísticos (SSBN) se acerca a un período de transición a medida que comienza la construcción de la clase Columbia mientras mantienen la clase Ohio durante otros 42 años. Mientras dure esta transición, deben continuar reorganizando sus capacidades de mando y control para las comunicaciones de respuesta nuclear que aseguren un elemento de disuasión resiliente y creíble.

  • Reequilibrar la fuerza para la guerra. Deben cambiar la estructura de la fuerza y ​​enfocarnos para dar respuesta a esa Competencia de Poder. Este reequilibrio de la Fuerza afectará a los submarinos que se están construyendo y también, a las capacidades que despliegan, cómo se están organizando, entrenando, equipando y mandando.

  • Inculcar el mando basado en el cumplimento de la misión. Este plan hace énfasis en la construcción de un modelo de liderazgo efectivo, basado en la experiencia y en el juicio que busca desarrollar nuevos líderes aptos para el combate, centrados en aprovechar las técnicas de ayuda a la decisión y en comprender los sesgos cognitivos.

  • Desarrollar una Fuerza Submarina preparada para enfrentarse a los nuevos escenarios. Este esfuerzo se centra en la formación, el desarrollo y en la retención de los submarinistas, personal altamente preparado, sin olvidarse de la fuerza de apoyo civil que ayuda al sostenimiento.

  • Innovar en doctrina y tácticas para contrarrestar a nuestros grandes competidores. Este plan alinea los esfuerzos para desarrollar nuevas doctrinas y tácticas innovadoras que aborden los desafíos de los submarinos de sus competidores y en la nueva gama de misiones que se espera encontrar en las principales operaciones de combate.

  • Mantener el dominio del mar, especialmente el dominio submarino mediante el impulso de adquisiciones que satisfagan las necesidades de la flota mediante el establecimiento de requisitos que mantengan la ventaja competitiva mediante el desarrollo de programas de adquisición integrados en el conjunto de adquisiciones para la Defensa que brinden capacidades “completas” y sostenibles dentro de un entorno fiscal competitivo para unos recursos escasos.

  • Permitir que el Comandante de la Guerra Submarina sobre el Teatro TUSWC (del inglés Theater Undersea Warfare Commander) lidere a nivel operativo esta guerra. Debido a la variedad de misiones y la fase temprana de las operaciones submarinas, las fuerzas submarinas están mejor comandadas y controladas a nivel de teatro por un TUSWC. Para madurar este concepto, deben trabajar con los otros mandos de la fuerza para establecer una sólida doctrina y unos robustos procedimientos TUSWC que apoyen a la US Navy en la lucha marítima conjunta.

  • Construcción de alianzas y asociaciones con otros países. Este esfuerzo se centra en hacer crecer y madurar estas asociaciones y mejorar las capacidades de nuestros socios para multiplicar la letalidad combinada en todo el espectro del conflicto. Estas alianzas también ayudarán a potenciar el mantenimiento expedicionario y el esfuerzo logístico en ultramar.

El estado final buscado después de 18 meses es una fuerza submarina que esté preparada para usar su ventaja sobre el enemigo para mejorar la disuasión estratégica, integrar su poder de combate con la Fuerza Conjunta y permitir una guerra de maniobras en todos los dominios.

En apoyo a estos fines, la Fuerza Submarina se desplegará hábilmente y será dirigida por unos Comandantes altamente cualificados y respaldados por su dotación que estará formada por los mejores especialistas a nivel operativo y táctico en la guerra submarina, equipados con las mejores capacidades, incomparables, y diseñadas para mejorar y multiplicar la capacidad de la Fuerza Conjunta durante el conflicto.

La relación entre las Grandes Potencias

El documento Commander’s Intent 3.0 no es un análisis pormenorizado de las amenazas a las que se enfrenta Estados Unidos, ni tampoco es un estudio sobre la competencia entre las grandes potencias. Sí deja claro cuáles son sus principales amenazas; Rusia que aparece citada hasta seis veces en un documento de 24 hojas, China que aparece cinco e Irán y Corea del Norte que lo hacen solo una vez.

China y Rusia son esas grandes potencias que vuelven a surgir y desafían la libertad y seguridad de los Estados Unidos. Es curioso como se repite en un texto tan corto la siguiente frase: “It is increasingly clear that China and Russia want to shape a world consistent with their authoritarian model (…)”.

Esta frase surge por primera vez en otro documento, el de la Estrategia Nacional de la Defensa que se hizo público en 2018 y que desgrana como China y Rusia se están convirtiendo en una amenaza, una vez más. También se trata de un documento sinclas[7], un resumen de otro más detallado que incluye los planes y que, en ese caso, sí es clasificado[8].

China está aprovechando su modernización militar para emprender operaciones de influencia gracias a una economía depredadora que obliga a los países vecinos de la región del Indo-Pacífico a ir en su beneficio. Vemos como China continúa con un ascenso económico y militar, haciendo valer su poder a través de una estrategia nacional planificada a largo plazo, y manteniendo y aplicando un programa de modernización militar que busca la hegemonía regional en el corto plazo, pero en el fondo, se trata de un desplazamiento de los Estados Unidos en el mundo, para lograr su futura hegemonía mundial. El objetivo de más largo alcance en esta estrategia de defensa es establecer una relación militar entre ambos países de transparencia y no agresión.

Utilizando elementos clásicos de estrategia naval, Howarth (2006) nos dice[9] que la estrategia de Beijing es hacer de los submarinos convencionales la piedra angular de su fuerza estratégica naval algo que otros autores también identifican[10]. Yves-Heng Lim (2014) explica muy bien el papel de este poder naval que busca un rol relevante y la superioridad de China en la región. El argumento central pasa por perseguir una modernización rápida y constante de fuerzas navales de la PLAN China (del inglés People’s Liberation Army Navy) y lograr así una posición hegemónica en la región o lo que es lo mismo, por ceñirse al realismo político[11].

Al mismo tiempo, Rusia busca la autoridad de veto sobre las naciones de su periferia en términos de decisiones gubernamentales, económicas y diplomáticas, tratando de dañar y destrozar la Organización del Tratado del Atlántico Norte y cambiar las estructuras económicas y de seguridad de Europa y Oriente Medio a su favor. El uso de tecnologías emergentes para desacreditar y subvertir los procesos democráticos en Georgia, Crimea y el este de Ucrania es suficiente preocupación, pero cuando se combina con su creciente y modernizador arsenal nuclear el desafío es claro.

Precisamente en este sentido, Luis V. Pérez Gil ya hacía una aproximación al empleo de las fuerzas nucleares en conflictos asimétricos[12]. El conflicto asimétrico exige siempre que exista algún tipo de estructura organizada y una tendencia a la continuidad en los choques armados entre las partes implicadas. A pesar de décadas de negociaciones y tratados de desarme, los Estados Unidos y Rusia siguen disponiendo de más del noventa y tres por ciento de todas las armas nucleares que existen.

La Fuerza Submarina de la US Navy

Desde que un joven teniente navío Isaac Peral materializara la idea de un submarino torpedero en 1888, a nadie se le escapa la capacidad que tiene este arma. Pocas unidades por sí solas contribuyen tanto a la disuasión como el submarino. Su principal ventaja es su discreción, algo que le permite moverse a sus anchas en la Zona Gris. La mayoría de los países de nuestro entorno también lo han entendido así, especialmente aquellos que como la US Navy cuentan también con submarinos balísticos que no son objeto de este artículo.

Commander’s Intent 3.0[13] es una guía clara y concisa del propósito la Fuerza Submarina de Estados Unidos, un documento que actualiza a otro de 2018[14]. La vigencia del documento son 18 meses, es decir, planes a corto plazo para dar respuesta a la amenaza. Hace unos días Ronald O’Rourke[15] actualizaba en un informe sobre China para el Congreso de los Estados Unidos y decía:

La PLAN, con mucho, la marina más grande de cualquier país en Asia oriental, y en los últimos años ha superado a la Marina de los Estados Unidos en número de unidades de combate, es decir, los tipos de buques que por tamaño son controlados.

Esto es algo que ya avisaba la Oficina Naval de Inteligencia de Estados Unidos (ONI en sus siglas en inglés) que informaba preocupada que, a finales de 2020, China tendría 360 buques de combate, en comparación con los 297 proyectados para la US Navy. Pero eso es ahora, para 2025 la ONI dice que China tendrá 400 buques, y para 2030 unos 425[16].

China

2000

2005

2010

2015

2020

2025

2030

SSN/SSGN

5

4

5

6

7

10

13

SSBN

1

1

3

4

6

6

8

SS/SSP

56

56

48

53

55

55

55

TOTAL

62

61

56

63

68

71

76

Evolución de los submarinos en la PLAN (ONI y fuentes propias)

El poder naval es fundamental para implementar la Estrategia de Defensa Nacional, pero el poder naval no viene determinado solo por el tamaño de la flota, como mencionó recientemente Mark Esper, Secretario de Defensa de Estados Unidos[17]. Es una combinación de la fuerza con la preparación que tengan sus dotaciones.

Ceremonia de botadura del submarino USS South Dakota (US Navy).

China ha modernizado su fuerza submarina, la mayoría de sus submarinos son ya de diseño chino, pero en origen, casi todos son de procedencia rusa, relativamente modernos y silenciosos. Cualitativamente, los submarinos más modernos chinos podrían no estar al mismo nivel que los rusos, pero eso es relativo, nadie descarta ya la capacidad china de mejorar los productos de otro país y ya sabemos que esos submarinos chinos son extremadamente silenciosos y un arma para tener en cuenta, sino que le pregunten al USS Kitty Hawk cuando vieron emerger un submarino clase Song[18].

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