Irán y la Jeune École

Así planea Irán hacer frente a la US Navy

Irán ha tratado siempre de dotarse con los medios necesarios para cerrar el Estrecho de Ormuz, asfixiando la salida de hidrocarburos del Golfo Pérsico. Dada la disparidad de medios en relación con los Estados Unidos, ha recuperado los conceptos defendidos por la Jeuna École, con la que París pretendía hacer frente a la imbatible Royal Navy de entonces. Una apuesta con mucho sentido que podría poner en fraves aprietos a la todopoderosa US Navy. La forma de enfrentarse a un problema siempre depende de los recursos que uno tenga y de las capacidades del enemigo; los países siempre aspiran a mejorar sus arsenales militares, sin embargo, muchas veces esto choca con el techo de gasto del ministerio de Hacienda y con las crisis económicas que hacen no viables tales expectativas. En este contexto en el que los países han de ajustarse a su realidad y a sus presupuestos el concepto de Jeune École sigue vigente.

La Jeune École[1] surge en Francia en el siglo XIX, cuando el Imperio Británico domina los mares y por ende, la construcción naval. Es la época de los grandes cruceros acorazados, los battleships, los dreadnought y también, del torpedo y del submarino, máximo exponente de esta Jeune École, aunque ingleses y franceses tardarán décadas en descubrirlo.

España fue pionera en la Jeune École, recordemos a Isaac Peral, inventor del submarino o a Villaamil, famoso por sus torpederos, eso en el siglo XIX, pero antes en el siglo XVIII tuvimos a Antonio Barceló y Pont de Terra[2], capitán Toni para los amigos, él inventó las cañoneras, el antecedente más claro a los torpederos y la Jeune École, pero nadie habla de ellos, eran españoles.

Antonio Barceló y sus cañoneras (Museo Naval e Internet).

Los franceses, segunda potencia naval del siglo XIX, trataban de mantener cierta paridad con los ingleses; en este contexto, esta estrategia de Jeune École fue diseñada por el vicealmirante Théophile Aube[3] y se basaba en una regla muy sencilla, buques pequeños con armamento para destruir los grandes acorazados[4]:

Aube stated that the French Navy could be called on to fight a superior navy, the strategy against a superior enemy based on comercial warfare with cruisers”.

Aquí es cuando empezamos a hablar de Irán, todos conocemos los problemas que tienen para conseguir armamento y en el caso de la construcción naval, más todavía, por ser una industria de difícil acceso en un país que sufre un régimen de embargo armamentístico tan fuerte.

Este artículo trata de esbozar la estrategia naval iraní, qué fuerzas tienen y cómo se enfrentarían a la marina más poderosa del siglo XXI, la US Navy. La idea central de la Jeune École iraní consiste en negar el acceso a sus aguas y fortalecer la defensa contra la invasión; para ello, utilizan dos fuerzas, el componente naval de su Guardia Republicana IRGC (del inglés Islamic Revolutionary Guard Corps) centrada en la doctrina asimétrica y la seguridad costera, y la Marina Republicana Iraní IRIN (del inglés Islamic Republic of Iran Navy) que se encarga de la defensa profunda.

Vicealmirante Théophile Aube, padre de la Jeune École (École Navale e Internet).

El golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz

El golfo Pérsico tiene unas 500 millas náuticas de largo con una anchura media de 105 millas, en sus costas se produce más de la cuarta parte del petróleo del mundo y atesora dos tercios de las reservas mundiales conocidas. Está conectado al golfo de Omán por el estrecho de Ormuz, que consta de dos carriles angostos de dos millas náuticas cada uno, a través de los cuales pasan unos 19 millones de barriles de petróleo diariamente, el equivalente al 20% del tráfico mundial, 30% del tráfico por el agua.

Irán cuenta con 1.356 millas náuticas de costa en el golfo Pérsico, el que más tiene, por delante de los Emiratos Árabes Unidos (733), Arabia Saudita (395), Qatar (313), Kuwait (276), Bahréin (90) e Irak (33). Irán es también la primera potencia, entre las naciones del golfo, en cuanto a fuerzas navales, y fue la primera, en la época del Sha Mohammad Reza Pahlaví, en tener una Marina moderna, que durante mucho tiempo aseguró la supremacía naval sobre sus vecinos.

La historia más reciente de escaramuzas entre Irán y Estados Unidos es notoria. La escalada comenzó en mayo de 2018, cuando Trump decidió unilateralmente abandonar el acuerdo nuclear con Irán[5]. Rouhaní devolvió la jugada, presionando sobre Ormuz[6] con una serie de ataques anónimos anunciados por el comandante de la IRGCN, Alireza Tangsiri[7]: “Iran may close Hormuz Strait if not able to use it”.

El 14 de mayo fueron cuatro buques fondeados en el puerto de Fujairah[8], en junio, otros dos buques transitando por Ormuz, ese mismo mes, el 19 sería el derribo de un avión no tripulado Global Hawk RQ-4A de la US Air Force[9], el siguiente acto sería el ataque contra instalaciones petrolíferas saudís con drones y misiles, el 20 de septiembre, en Abqaiq y Khurais, que afectaría al 50% de su producción saudí[10], y el penúltimo, el asesinato el 3 de enero de 2020 del general Soleimani, comandante de la Fuerza Al-Quds y máximo responsable de la estrategia iraní de guerra híbrida o zona gris[11].

Ataque al M/T ‘Kokuka Courageous’ empleando bombas lapa (USNI).

No estamos en guerra, se trata solo de un choque entre dos potencias, una fuerte y otra débil, a la que no le queda más remedio que aplicar la Jeune École. Esto se traduce para Irán en la suma de dos estrategias diferenciadas, la primera, le permite desarrollar fuerzas para resistir una invasión y la segunda, utilizar todos los medios a su disposición, como los actores proxys, para debilitar al oponente que incluye también, a sus dos principales competidores regionales, Israel y Arabia Saudí.

Teherán es consciente de sus debilidades, especialmente frente a Estados Unidos, pero también frente a Israel o Arabia Saudí, una debilidad económica y tecnológica, pero sobre todo, una debilidad militar lo que lleva a emplear la idea acuñada por el vicealmirante Aube en su Jeune École: “The most effective way to make the British economy collapse would therefore be by aggressive and merciless raids against Britain’s seaborne trade”, sinceramente, se podría hablar de la teoría de Tangsiri o Soleimani, pero son iranís y por eso seguimos hablado de Aube.

El General Soleimani, excomandante de la Fuerza Al-Quds (Sayyed Shahab).

El objetivo iraní es doble, por un lado, repeler un ataque enemigo, por otro, evitar que el oponente actúe con libertad, negándole el espacio marítimo y protegiendo su espacio aéreo y terrestre. Para lo primero cuenta con misiles antibuque, drones y minas, sistemas adquiridos a China o diseñados por ellos mismos. Para la defensa aérea, cuenta con sistemas antiaéreos modernos como el S-300PMU2 (SA-20 Gargoyle), adquirido a Rusia, para la defensa terrestre, cuenta con la voluntad de vencer y su geografía. Irán se debe procurar su propia seguridad sin apoyo externo.

El golfo Pérsico es lo suficientemente largo y lo suficientemente estrecho para permitir que una salva de misiles antibuque, disparados desde lanzadores móviles o pequeñas lanchas, pueda impactar contra cualquier buque en tránsito[12]. La variedad de plataformas que dispone Irán, tanto la Guardia Republicana como la Marina Iraní, submarinos, dhows, embarcaciones rápidas, drones, aviones, helicópteros, camiones lanzaderas, garantiza el éxito del bloqueo prometido por Tangsiri, una salva combinada de misiles y torpedos podría saturar las defensas de cualquier unidad valiosa, véase un portaaviones, y dar un golpe de efecto tremendo para Irán.

Baterías móviles de misiles iraníes (Mohammad Sadegh Heydari).

El golfo de Adén y el estrecho de Bab el-Mandeb

Irán no solo extiende su estrategia naval al golfo Pérsico, otro punto de conflicto es Yemen y el golfo de Adén con el estrecho de Bab el-Mandeb que da paso al mar Rojo[13]. Aquí Irán aprovecha sus lazos con las tribus hutíes, usándolos como actores interpuestos, frente a Arabia Saudí y sus aliados, las fuerzas gubernamentales yemenís y los Emiratos Árabes. Los hutíes es un grupo rebelde chií que lucha por su independencia y que también ataca los intereses saudíes en Yemen o en Arabia Saudí. Es la táctica de la zona gris que mencionaba Javier Jordán en su artículo para la Revista General de Marina[14], o Álvarez-Ossorio[15] en su libro “Siria: Revolución, sectarismo y Yihad”.

Situación del conflicto en Yemen a 22-3-2020 (ISW News).

Los hutíes han utilizado para el bloqueo, minas y vehículos no tripulados, simples dhows a los que se instala un sistema teledirigido para llevarlos contra las unidades de superficie, como fue el caso del ataque a una de las fragatas más modernas de la Marina Real Saudí, la fragata RSN Al Madinah (F702)[16].

https://www.youtube.com/watch?v=3dBfHEXLJlQ
Momento del ataque suicida a la fragata saudí Al Madinah.

Este tema se ha tratado en esta revista, en un fantástico artículo de Yago Rodríguez que lleva por título “La Guerra naval en Yemen”[17]. Sin duda, Arabia Saudí ha sufrido en sus carnes esta estrategia iraní naval de Jeune École, en una zona tan transitada como es el estrecho de Bab el-Mandeb.

Minas de orinque MERSAD (Mohamed Mansour y Embajada Arabi Saudi)

El último intento fue el pasado 3 de mazo cuando un buque con bandera saudí, el Gladiolus fue atacado a 90 millas al suroeste de la ciudad yemení de Nishtun por 4 botes, al menos uno de ellos no estaba tripulado y llevaba explosivos[18].

Dhows y botes utilizados por los hutíes (H.I. Sutton e Internet).

El estrecho de Bab el-Mandeb es un chokepoint, como Ormuz, un cuello de botella[19] por el que transitan diariamente 5 millones de barriles de petróleo, el equivalente al 5% del tráfico mundial que sumado a Ormuz dan unas cifras demasiado grandes para que no tengan efecto[20].

Pasemos a continuación a ver la organización de las fuerzas navales iranís, unas fuerzas que presentan una doble cabeza, la IRIN, la Marina tradicional, y la IRGCN, la rama naval de la Guardia Republicana.

La Islamic Republic of Iran Navy (IRIN)

Comandada por el contraalmirante Hossein Khanzadi, la IRIN cuenta con unos 18.000 efectivos, incluidos 2.600 infantes de marina y 2.000 miembros de la aviación naval. La sede principal de la IRGCN se encuentra en Bandar Abbas y cuenta además con 4 sectores navales.

El número 1, con sede en Bandar Abbas, y el 2 con sede en Bandar-e Bushehr, cubren el golfo Pérsico; el número 3 con sede en Chabahar cubre el océano Indico, y el número 4 con sede en Bandar-e Anzali cubre el mar Caspio. La IRIN ha reestructurado sus fuerzas, reorientado sus recursos para dar respuesta a nuevas amenazas. En octubre de 2008, inauguró una nueva base en la península de Jask, una posición estratégica situada a la salida del estrecho de Ormuz, que permite rápidamente hostigar a cualquier unidad que pretenda acceder al golfo Pérsico, como fue el caso de las embarcaciones que hostigaron al portaaviones USS Abraham Lincoln en 2019[21].

La IRIN se despliega cada vez más lejos, en mayo de 2009, desplegó dos buques, una fragata y un buque logístico, frente a las costas de Somalia durante cinco meses bajo el pretexto de la lucha contra la piratería. Para algunos expertos, con voluntad de cooperar, para otros, una oportunidad de poner a prueba su capacidad para proyectar activos marítimos lejos de sus bases navales.

Actualmente, está realizando una labor de expansión internacional con maniobras y ejercicios multilaterales, un ejemplo fue el Marine Security Belt, ejercicio trilateral que realizó con las Marinas rusa y china el pasado mes de diciembre, donde pudimos ver a las autoridades iraníes con sus homólogos chinos y rusos, vemos al contraalmirante Hossein Khanzadi y al líder supremo Alí Jamenei.

Principales bases de la IRIN y la IRGCN en Ormuz (Internet).

Irán es el único país del golfo Pérsico que cuenta con submarinos, 3 submarinos kilo de origen ruso, 1 submarino costero clase Fateh de 1.500 toneladas con 4 tubos lanzatorpedos diseñado y construido en Irán, un minisubmarino de 500 toneladas, también iraní de la clase Nahang, y 14 minisubmarinos de 150 toneladas de la clase Ghadir[22], similares a la clase Yono norcoreana[23].

Según The Military Balance de 2020 y el Jane’s Fighting Ships de 2019, las fuerzas de superficie se reparten entre unas setenta unidades, 3 fragatas clase Jamaran (evolución de la clase Vosper Mk 5 inglesa), otras 3 clase Alvand (clase Vosper Mk 5), 2 clase Bayandor (clase PF-103, norteamericana), 13 patrulleros clase Kaman (clase Combattante II, francesa), 1 buque de aprovisionamiento, 1 buque escuela, 12 buques de desembarco, varios de trasporte, 6 Hovercraft y unos 40 patrulleros ligeros.

Imágenes del Marine Security Belt de diciembre de 2019 (IRNA).

Irán, sin duda, es una importante potencia regional, cuenta con una fuerza naval equilibrada, aunque algo obsoleta, debido como hemos dicho antes a las sanciones, mezclando construcciones nacionales con barcos anteriores a 1979, pensada más en negar el acceso a sus aguas que en dominarlo, aunque cuente con una pequeña capacidad expedicionaria para dar apoyo a sus elementos proxy en Siria y Yemen[24], véase Hezbolá y hutíes.

La fuerza anfibia de la IRIN tiene capacidad para transportar un batallón de 1.000 hombres y unos 40 tanques. La defensa costera cuenta con tres brigadas subordinadas a la IRIN y una brigada dependiente de la IRGCN, con una centena de misiles Noor, Ghader, Ghadir, Seersucker y Raad desplegados en cuatro sitios.

Es importante destacar la capacidad propia para fabricar misiles balísticos, de crucero y antibuques, armamento muy importante para dominar Ormuz[25]. La compañía rusa Rosoboronexport presta apoyo técnico a la IRIN para realizar las grandes carenas de sus submarinos, ya con veinte años de antigüedad. La IRIN, además, está llevando a cabo un programa de modernización para que sus tres submarinos clase Kilo puedan lanzar misiles antibuque 3-M54E y misiles de crucero 3M-14E[26].

ORBAT Naval de la IRIN y la IRGCN (ONI y RIA Novosti).

Los tres submarinos Kilo armados con torpedos y minas, y al menos uno de ellos con misiles, representan la amenaza más importante en el mar Arábigo frente al golfo de Omán. Su uso en el golfo Pérsico se puede descartar debido a la poca profundidad y a su angostura, lo que también impide que otros submarinos de otras marinas también entren. Para estas aguas, son ideales los pequeños submarinos Ghadir armados con misiles y torpedos Shvall (Kajami) representando uno de los mayores peligros.

Por último, la fuerza aeronaval está formada por un escuadrón de aviones de patrulla marítima F-27 y Da-20. Irán mantiene una capacidad de guerra de minas aerotransportada con dos helicópteros RH-53D y aviones F-27 Fokker y C-130 Hércules modificados para lanzar minas. Además de las minas de orinque convencionales, Irán cuenta en su arsenal con minas chinas EM-52 que liberan un pequeño torpedo, y minas de fondo e influencia que se pueden utilizar hasta sondas de 200 metros.

Las fuerzas navales iraníes, aunque pequeñas en cantidad, tienen una gran reputación, gracias al desafío mostrado ante potencias mucho más poderosas como, por ejemplo, la Royal Navy y el intercambio de apresamiento de buques en Gibraltar y Ormuz, durante el pasado verano. Irán demostró su capacidad para interrumpir el tráfico marítimo en el Pérsico, una estrategia que implementa mediante la táctica del acoso, ataque a mercantes y hostigamiento a buques de guerra, siempre, bajo la amenaza de las minas en sus aguas.

Sin duda, es una ventaja tener una estrategia naval dividida en tres elementos, en primer lugar, Irán incorpora la esencia misma del pensamiento estratégico que gira en torno a la determinación de los fines y medios y su relación entre sí; en segundo lugar, la distinción que hace entre medios y métodos proporcionando precisión y claridad para conseguir este fin y, en tercer lugar, se trata de una estrategia sencilla y sólida en comparación con la de otras potencias navales que abusan de la fuerza, siguiendo dictados clásicos, véase, Alfred T. Mahan, Philip H. Colomb y Raoul Castex, ejemplos de pensadores navales cuyas ideas justifica la estrategia de la US Navy o la Royal Navy, unas fuerzas que se mueven con torpeza en espacios reducidos donde no puede aprovechar su mayor ventaja, la potencia de fuego.

Submarinos de la IRIN (MEHR).

La Islamic Revolutionary Guard Corps Navy (IRGCN)

La Islamic Revolutionary Guard Corps (IRGC), también conocida como Pasdarán, está compuesta por 130.000 efectivos y cuenta con 13 mandos regionales. La mayor parte del personal ha recibido entrenamiento militar en China o en Corea del Norte. La IRGC también es responsable de la brigada de las Fuerzas Especiales Quds (Jerusalén), que se pone a cargo de las operaciones en el exterior, incluidas las misiones asimétricas y de la zona gris.

La IRGC ha establecido su propia fuerza naval y aérea, la naval es la IRGCN. Actualmente la IRGCN está dirigida por el contraalmirante Alireza Tangsiri y cuenta con unos 20.000 efectivos, incluidos unos 5.000 infantes de marina. Sus bases navales se encuentran en Al-Farsiyah, Bandar Abbas, Heleylah, Halul (una plataforma petrolífera en desuso), Khorramshahr, Sirrir y las islas de Abu Musa y Larak.

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