F-16 Fighting Falcon: 50 años volando y en mejor forma que nunca (II)

Uno de los F-16C turcos empleados en el programa de pruebas de los misiles aire-aire Tubitak-Sage Goktug Gökdoğan, en la punta del plano y Goktug Gİ KTM-2 Bozdoğan, en los pilones externos bajo el ala.
Uno de los F-16C turcos empleados en el programa de pruebas de los misiles aire-aire Tubitak-Sage Goktug Gökdoğan, en la punta del plano y Goktug Gİ KTM-2 Bozdoğan, en los pilones externos bajo el ala. Fuente: Fuerza Aérea Turca.

Hace apenas escasos meses se cumplía el 50º aniversario del primer vuelo del F-16 Fighting Falcon, convertido en este tiempo en un éxito absoluto en términos de producción y exportación, pero también puramente militares dada su versatilidad y capacidades. En el presente artículo, que es la continuación de una primera parte publicada en junio, trataremos a fondo la llegada de los F-16 Fighting Falcon a países como Marruecos, Turquía, Baréin o Eslovaquia entre otros y, además, hablaremos sobre diversas variantes y propuestas, caso de las desarrolladas en su día para la India o, cómo no, de las más recientes y, por supuesto, de los planes de la USAF para el sempiterno Viper.

Índice

  • El particular caso turco
  • Una nueva variante, con un nuevo nombre, originalmente nacida de una propuesta para la India
  • El Halcón se prepara para competir con los aparatos de 5ª Generación: F-16 Block 70/72
  • Baréin, el cliente lanzador en Oriente Medio y, años más tarde, también de la nueva generación
  • Casi 50 años más tarde, el Falcon volvió a ganar contratos en Europa, primero en Eslovaquia
  • La segunda etapa de la nueva juventud del F-16: Bulgaria
  • Y volvemos a Extremo Oriente: Taiwán quiere más
  • Si pero no, no pero si… La incógnita del caso marroquí
  • Jordania, ¿también Filipinas? ¿y Tailandia? ¿y Perú? Los últimos F-16 en llegar… ¡Por el momento!
  • ¿Y el mayor usuario? ¿Hay Vipers para el Tío Sam?
  • A modo de conclusión: ¿Sigue habiendo mercado para el F-16?

El particular caso turco

En la actualidad, el puntal de la Türk Hava Kuvvetleri[1] lo compone una más que respetable flota de Falcon, cuyos primeros aparatos fueron adquiridos en la década de los 80 del siglo pasado; tal ha sido la apuesta turca por este aparato que ha sido uno de los cinco países que han producido localmente gran parte de sus F-16, e incluso algunos para otras naciones.

Tenemos que remontarnos a septiembre de 1983, cuando el Gobierno turco de la época, presidido por el Primer Ministro Bülent Ulusu[2], anunciaba su intención de adquirir la suculenta cantidad de 132 General Dynamics[3] F-16C y 24 biplazas de la variante Block 30, bajo los auspicios del Programa Peace Onyx I[4], bajo paraguas FMS[5], los primeros 8 saldrían de la línea de producción de Fort Worth, empezando a ser entregados en marzo de 1987. Los restantes serían ensamblados por TAI[6], en sus instalaciones de Akinci. La propulsión de los mismos, correría a cargo de los F110-GE-100, construidos bajo licencia de General Electric.

Un tema curioso, con respecto a la entrega de los aparatos construidos en la nación otomana es que, según el acuerdo firmado, TAI no podía vender los aparatos a ninguna Fuerza Aérea, tanto es así que los F-16, una vez ensamblados, debían ser entregados previamente a la USAF. Por ello los Falcon volaban hasta una Base estadounidense, aterrizaban[7], y volvían a Turquía, donde pasaban oficialmente a ser parte de la TAK. El 20 de octubre de 1987 recibía su bautismo en el aire el primer ejemplar montado en Turquía.

A partir del ejemplar número 44, los aparatos pasaron a ser del mejorado modelo Block 40. En resumen, Turquía recibió 34 F-16C y 9 F-16D Block 30, además de 102 F-16C y 15 F-16D Block 40. El último de esta tirada, se entregaría en 1996. Posteriormente todos ellos serían modernizados paulatinamente, haciéndolos compatibles con el empleo de misiles aire-aire de alcance medio Aim-120 Amraam o el sistema Lantirn, que mencionamos en la primera parte del artículo, siendo los primeros Falcon, fuera de los de la USAF, en utilizar este sistema. También recibían mejoras estructurales para ampliar su vida operativa. En contraprestación por la compra, TAI no sólo se encargó de producir cierto número de alas y fuselajes para los Falcon de la USAF, sino que también construiría 46 F-16C/D Block 40 para la Fuerza Aérea egipcia.

En marzo de 1992 se acordaba continuar el programa, con el Peace Onyx II, que añadía 34 F-16C y 6 D ahora del estandar Block 50, el cual venía equipado con el radar AN/APG-68(V)5 y la capacidad de emplear los misiles AGM-88 Harm. La mitad de los fondos asignados a este programa procedían de Emiratos Árabes, Kuwait y Arabia Saudí, pues dichas naciones buscaban reforzar la imágen y la posición internacional del mundo árabe tras la Guerra del Golfo de 1991. Estos aparatos serían entregados entre 1996 y 1998. Unos años más tarde se sumaban otros 40 Block 50, 26 monoplazas y 12 biplazas, bajo los auspicios del Peace Onyx III, el último de los cuales acabaría por entregarse en 1999.

Para finalizar, en mayo de 2007, se acordó lanzar el programa Peace Onyx IV, para ser utilizados como refuerzo de la THK, hasta la llegada de los F-35, el cual comprendía 30 F-16 adicionales, todos Block 50+, divididos en 14 C y 16 de la variante D, completando las entregas en 2012. En total, a lo largo de estos años, Turquía recibiría nada menos que 270 Falcon.

En 2005, el Gobierno turco lanzó una primera modernización de sus F-16, aunque más bien se trataba de un programa para estandarizar la flota, denominado CCIP[8], que intentaría llevar a un modelo común 38 Block 30, 104 Block 40 y 76 Block 50, por cerca de 3900 millones de dólares. Además de cambios en la estructura, se incorporaba la variante (V)9 del radar AN/APG-68, el mismo que poseían los Block 50+, el visor de casco JHMCS, enlace de datos Link 16, nuevos equipos IFF y de Guerra Electrónica, pantallas a color, además de un nuevo software. Tras superar este programa, la flota turca pasó a disponer de nuevas opciones de armamento, por ejemplo los AGM-84H SLAM-ER[9], los autóctonos SOM[10] de la empresa Tubitak-Sage, aunque construidos por Roketsan,  las bombas planeadoras AGM-154 JSOW o los misiles Aim-9X Sidewinder. Desde 2019, también pueden utilizar la barquilla de adquisición de objetivos AselPOD, de la empresa pública Aselsan, el cual ha ido sustituyendo paulatinamente a los LANTIRN.

Una pareja de Lockheed F-16C Falcon de la Fuerza Aérea turca volando junto a un McDD F/A-18E SuperHornet del VFA81 Sunliners en abril del 2022. Fuente: US Navy.

Conforme se desarrollaban estos programas, tanto las tareas de ensamblado y posterior fabricación de los F-16 o sus propulsores, como las modernizaciones de la célula y equipos de los mismos, debemos mencionar que, las ambiciones de la industria nacional turca iban aumentando acorde a la experiencia adquirida. Y es que este hecho, lleva aparejado uno de sus principales objetivos desde hace unos años, el cual consiste en alcanzar cierto nivel de autarquía y, paralelamente, abrirse un hueco en el mercado internacional de armamento. Razón por la cual, en 2022, desde instancias gubernamentales, se animó a las empresas Aselsan y TAI, a colaborar en el desarrollo de un programa de mejoras para la flota de F-16 más antiguos, la primera desarrollaría los equipos, mientras que la segunda sería la encargada de llevar a cabo las modificaciones, además de revisar las células, sustituyendo las partes más fatigadas, con objeto de aumentar la vida útil de las mismas.

Meses más tarde propusieron el programa Özgür[11], cuyo objetivo principal era incluir la mayor cantidad posible de equipos autóctonos. La estrella de dicha modernización es el nuevo radar AESA de diseño autóctono, bautizado como MURAD. Según su desarrollador, el campeón nacional Aselsan, este nuevo radar, siguiendo la tendencia internacional, será de barrido electrónico con matriz activa, contando con 1152 módulos TR[12] del tipo GaNi[13], con una potencia de base de 20W, pero capaz de llegar a picos de hasta 30W y, al igual que el radar del ECRS Mk.2 que equipará a parte de los Typhoon británicos[14], contará con refrigeración líquida. La arquitectura y el software proporcionarán nuevas capacidades de búsqueda aire-aire, aire-superficie, mapeado SAR e incluso capacidad de guerra electrónica, es decir, repiten el mantra de otros modelos similares desarrollados por las empresas occidentales. Según ciertas informaciones aparecidas en foros, el primer vuelo de este radar, colocado en un F-16C Block 30, tuvo lugar el 26 de marzo de 2023, aunque no hay ninguna noticia oficial que lo corrobore.

Además, Aselsan ha desarrollado un completo rediseño del cockpit, con nuevas pantallas digitales a color de grandes dimensiones, compatibles con el HMD[15] autóctono Tulgar[16]. Se integra nueva aviónica avanzada, como el computador de misión AGB-231 o el sistema de guerra electrónica AN/ALQ-178v5+ SPEWS II. También se incluyen equipos de comunicaciones de última generación, una nueva barquilla de guerra electrónica bautizada como EHPOD, el iluminador de blancos AselPOD 2, etc. Por otra parte, se tiene la intención de integrar numerosas municiones autóctonas, tales como bombas guiadas LGK-82, bombas planeadoras KGK-82, los misiles de crucero SOM y GEZGIN, los antibuque ATMACA, así como nuevos misiles aire-aire, los cuales, dado su exotismo, pues los países OTAN parecen haber estandarizado todas sus municiones a cinco o seis modelos (AIM-120 Amraam, MICA, Meteor, AIM-9 Sidewinder, AIM-132 ASRAAM y AIM-2000 IRIS-T) vamos a pasar a describir, brevemente, a continuación.

En el año 2017, la empresa Tübitak-Sage, a petición del Gobierno, decidió sacar adelante el proyecto GÖKTUĞ, el cual ha conseguido desarrollar toda una familia de misiles aire-aire. El primero de ellos, denominado Gökdoğan[17], es un misil aire-aire de alcance medio con guía de radar activo, que en su forma final recuerda poderosamente al Aim-120. Mientras, el segundo se denomina Bozdoğan[18], aunque recientemente se le ha calificado como Gİ KTM-2, y ha sido pensado para emplearse a distancias más cortas, el cual a su vez parece haber sido inspirado por el Aim-9X. Ambos han sido desarrollados para sustituir paulatinamente a los “inspiradores” Amraam y Sidewinder, pues de hecho son plenamente intercambiables al utilizar los mismos lanzadores estandarizados LAU-129. Los dos modelos han realizado toda una campaña de pruebas, tanto con lanzamientos desde superficie como desde un F-16. Para completar este pequeño apunte, la empresa está desarrollando un tercer misil, este de muy largo alcance, impulsado mediante ramjet, y que ha sido bautizado Gökhan[19].

https://youtu.be/zqeuRnBYbS8?feature=shared

No está muy claro cómo avanza este proyecto, de hecho, como hemos mencionado se habló de un primer vuelo de un aparato modernizado en marzo del pasado año. En mayo, el Presidente de la Agencia para la Industria de Defensa (SSB[20] según sus siglas en turco), el Profesor İsmail Demir, confirmaba que se había entregado el primer F-16 Özgür a los militares, mientras que en marzo del presente año, otros 3 aparatos habían sido devueltos al servicio activo con la Fuerza Aérea turca. El complejo industrial otomano, y sobretodo el Ministerio de Defensa turco, tienen grandes expectativas en este programa, tanto es así que ya han comenzado a desarrollar el Özgür II, el cual tiene como objetivo llevar dichas mejoras a parte de los Block 40 y 50, además de certificar nuevos armamentos y sistemas autóctonos[21].

Llegado este momento, me van a permitir un pequeño inciso. En la primera parte del artículo, y también en otros países, como veremos más adelante, siempre he procurado desgranar las unidades que operan los F-16 dentro de sus respectivas fuerzas aéreas. Pues bien, en este caso, dada la gran cantidad de Falcons operados por la THK, y sobre todo, la profunda reorganización surgida tras numerosas purgas llevadas a cabo por el Gobierno de Erdogán, como consecuencia del fallido Golpe de Estado acaecido en julio de 2016, recomiendo que, si el lector está interesado, le eche un vistazo a la excelente página Scramble, en donde encontrará datos actualizados.

Dicho esto, y cambiando de tercio, para hablar del siguiente programa de modernización de los Falcon turcos, tenemos que recordar la enorme polémica generada alrededor de la participación en el programa F-35, consecuencia en buena medida de la decisión turca de adquirir sistemas antiaéreos S-400 Triumph a Rusia, tema ya tratado en estas páginas.

El misil Tubitak-Sage SOM (Stand-off Missile) bajo el ala de un Lockheed F-16 turco. Fuente: Internet.

En julio de 2002, el Gobierno turco decidió unirse como miembro de categoría 3, al programa JSF[22], con objeto de adquirir, inicialmente, un centenar de aparatos que sustituyesen a sus Phantom y a los F-16 más antiguos a partir de la segunda década del siglo XXI. En enero de 2012 se asignaban los fondos para adquirir los dos primeros F-35A, sin embargo, debido a los retrasos que encaraba el proyecto la orden no terminó por ejecutarse, y se decidió esperar hasta 2014, cuando se asignaron fondos para seis aeronaves, con entregas a partir de 2018, cosa que se cumplió, ya que los dos primeros aparatos llegaron en dicho año a la Base Aérea de Luke[23], lugar donde se encuentra un escuadrón internacional de entrenamiento para pilotos y personal de mantenimiento destinados a prestar servicio en los Lightning II.

Sin embargo, estos aparatos nunca llegaron a salir de los EE.UU., como consecuencia de un enfrentamiento político entre ambas naciones. Esto se debió como decíamos a que, en 2017, Erdogan decidió firmar un acuerdo de cooperación militar con Rusia, que incluía la adquisición de dos baterías de misiles S-400 Triunf[24], tras la negativa estadounidense a la venta de los Patriot. La Administración estadounidense reaccionó bloqueando la entrega de más F-35, argumentando que los misiles rusos podrían suponer un problema si obtenían datos clasificados, además de ser incompatibles con los equipos de la OTAN. El Gobierno turco respondió a dichas afirmaciones, alegando que dichas baterías no serían integradas en la red de defensa común, ubicándose cerca de la frontera con Siria, desde donde repeler posibles incursiones. El tira y afloja continuó por varios meses, hasta que en julio de 2019 llegaban los SAMs rusos a Turquía, este hecho provocó que, el 17 de julio, los EE.UU. activasen el protocolo CAATSA[25], lo que llevó a suspender toda implicación turca en el programa JSF, el personal fue expulsado de Luke, y los acuerdos de producción de componentes turcos para los F-35 fueron inmediatamente cancelados[26]. Los aparatos ya construidos, y aquellos que estaban en la línea de montaje, pero asignados a Turquía, es probable que acaben sirviendo en la USAF. De igual manera se paralizaban otros acuerdos de colaboración, entre ellos un programa vital, la modernización de la enorme flota de F-16.

Así se han presentado las mejoras de la cabina de los futuros Özgür
Así se han presentado las mejoras de la cabina de los futuros Özgür. Fuente: Telegram.

El 30 de septiembre de 2021, el Gobierno turco enviaba una petición formal a los EE.UU. para adquirir hasta 40 nuevos F-16 Block 70/72 a los que se sumarían 80 kits para modernizar sus Falcon al estándar Viper, según las estimaciones, el montante total de la operación rondaría los 6000 millones de dólares. Sin embargo, dicha operación contaba con la oposición de una gran parte del Congreso estadounidense. Perduraban las tiranteces en el ten con ten.

Tras más de dos años de negociaciones, finalmente el 26 de enero de este año en curso, Turquía lograba cerrar un trato con los EE.UU., los cuales autorizaron, por una parte, la adquisición de 40 nuevos Block 70, lo que implicaba la elección del motor F110-GE-129D, de los cuales 32 serán monoplazas y 8 biplazas, y simultaneamente también se permitía la adquisición de hasta 79 kits de modernización al estándar F-16V, por una cantidad económica que, de ejercerse todas las opciones, era bastante desproporcionada, nada menos que 23.000 millones de dólares[27].

Bien es cierto que el programa incluye un buen número de repuestos, por ejemplo, se piden 50 radares AN/APG-83 SABR, 40 instalados y 10 a un fondo de reserva, para los aparatos nuevos, y para el paquete de modernización, se autoriza la venta de 99 ejemplares, con lo cual 20 estarían destinados a depósito. También llama la atención los 169 computadores de misión programables, 16 barquillas AN/AAQ-33 Sniper Advanced Targeting Pod, barquillas IRST[28] pero sin discernir cantidad ni modelo, etc. A continuación el contrato desgrana numeroso armamento: 952 Aim-120C-8 Amraam, 401 Aim-9X Sidewinder Block II, 864 GBU-39/B Small Diameter Bombs Increment 1, 850 kits de guiado para las GBU-31 JDAM, otros 200 para las GBU-31v3, 384 para las GBU-32, 96 AGM-88B HARM y otros tantos AGM-88E AARGM[29]… Llama poderosamente la atención la posible adquisición de hasta 858 raíles de lanzamiento LAU-129[30], que es el sistema sobre el que se anclan los Amraam y Sidewinder, y es que según algunos rumores, esto implica la venta del sistema TMLA[31], un equipo que Lockheed presentó en 2019 con la propuesta del F-21 ofertada a India, modelo del que hablaremos un poco más adelante, y que consiste en un lanzador triple que permite a los F-16 pasar a portar hasta 10 misiles aire-aire frente a los 6 que, como máximo, pueden llevar actualmente. 

Modelo de radar AESA Murad desarrollado por Aselsan para el proyecto de mejora de los F-16 Block 30 al estándar Özgür.
Modelo de radar AESA Murad desarrollado por Aselsan para el proyecto de mejora de los F-16 Block 30 al estándar Özgür. Fuente: ASELSAN.

La moneda de cambio utilizada por el Gobierno turco, parece haber sido el levantamiento del veto a la adhesión a la OTAN de Suecia, administración con la que el propio Erdogan mantenía un contencioso abierto a causa de la “protección” ofrecida por el Gobierno sueco a ciertas asociaciones kurdas asentadas en su territorio pues, según la legislación de Ankara, deben de ser considerados como grupos terroristas.

La última noticia que tenemos de estos dos programas ocurrió recientemente, siendo más concretos, el pasado 6 de junio, cuando el Embajador de los EE.UU. en Turquía, Jeffry L. Flake, anunciaba en la red social X[32], que el Gobierno otomano firmaba una LOA[33], que avanzaba un futuro acuerdo para la adquisición de nuevos F-16 y la modernización de ejemplares anteriores, pero sin desvelar ni los números implicados, ni el montante económico. Eso sí, lo calificaba como algo bueno para la seguridad de los Estados Unidos, de Turquía y de la OTAN.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los últimos rumores apuntan a un programa “más modesto”, pues el Gobierno turco estaría pensando en, por una parte, desviar parte de esos 23000 millones de dólares hacia el programa autóctono de modernización Özgür, mientras que por otro lado, debido a las estrecheces que está padeciendo la economía turca, se intentaría disminuir el presupuesto de defensa y destinar a otros ministerios ese dinero, por lo que todo parece apuntar a que el que el dizi[34] va para largo.

https://www.revistaejercitos.com/articulos/fuerza-aerea-griega-afilando-las-garras-frente-a-turquia/

Una nueva variante, con un nuevo nombre, originalmente nacida de una propuesta para la India

A pesar de tener en desarrollo y en producción inicial al supuesto sustituto, esto es, el F-35 Lightning II, Lockheed nunca dejó de ofrecer el Falcon a potenciales clientes a lo largo del globo. Basta recordar que en 2009, durante la Exhibición Aeronáutica Aero India 09, Lockheed ofertaba a la IAF[35], el F-16IN, en respuesta al programa MMRCA[36] hindú. De hecho, la propia Fuerza Aérea India había lanzado una RFI[37] con respecto a la configuración Block 52+, pero Lockheed decidió apostar por una variante más avanzada, utilizando como base el programa de mejoras que se había desarrollado para Taiwán, pero utilizando células de nueva construcción, llegando a acordarse la fabricación bajo licencia en el País, en colaboración con el gigante industrial hindú Tata.

Entre las mejoras se incluían tanques externos conformados (CFT), colocados sobre el fuselaje, el radar AESA AN/APG-80, es decir el utilizado por los Block 60 de Emiratos Árabes Unidos[38], motor F110-GE-132A con hasta 143kN de empuje con postcombustión, IRST, nueva suite de Guerra Electrónica, nuevo cockpit, visor de casco HMCS[39], etc.

Hasta se ofertó el sistema CARTS[40], un curioso equipo diseñado a finales de la década del 2000, que permite a los F-16 repostar desde el sistema de cesta más sonda, pues recordemos que los Falcon emplean el sistema de percha (o pértiga), el principal usado por las aeronaves de la USAF desde los años 50 del siglo pasado. Este equipo consiste en una sonda telescópica y retráctil que se instala en la parte delantera del tanque conformado superior derecho, para evitar problemas de compatibilidad con el cañón M-61 Vulcan que va situado en el lado izquierdo. Si bien, como es lógico, al ocupar físicamente parte del espacio disponible, disminuye la cantidad de combustible transportada, permite aumentar la flexibilidad de la aeronave. El sistema se probó exitosamente en numerosas ocasiones, siendo probado con los McDD DC-10 de la USAF y, premonitoriamente, con un Ilyushin Il-78M indio.

Lockheed apostaba fuerte por este programa, llegando a afirmar que, la elección de este aparato, sería el catalizador para que en el futuro, el F-35 pudiese prestar servicio en India. Sin embargo, a pesar de intentarlo en numerosas ocasiones, llegando incluso a preparar, en 2019, la propuesta de un F-16 todavía más avanzado en el que cambiaba incluso la nomenclatura del aparato, pasando a ser denominado F-21[41], propuesto para ser fabricado en el País asiático, India nunca seleccionó al Falcon.

La propuesta de Lockheed a la India a partir del F-16 fue llamada F-21
La propuesta de Lockheed a la India a partir del F-16 fue llamada F-21, e incluía los TMLA, lanzadores triples para misiles Aim-120 Amraam. Posiblemente Turquía se convierta en el cliente lanzador de este equipo. Fuente: Lockheed Martin.

El Halcón se prepara para competir con los aparatos de 5ª Generación. F-16 Block 70/72

Mientras trabajaba en la propuesta India, Lockheed no descuidó otras opciones de negocio. Como ya hemos comentado en la primera parte de este artículo, durante la Feria Aeronáutica de Singapur de 2012, y más concretamente el 15 de febrero de dicho año, el gigante aeronáutico desvelaba la última vuelta de tuerca, hasta ese momento, para la célula del Falcon, y la denominaba Block 70/72 Viper[42].

Dicha variante, serviría también como puntal para exportar células nuevas, y es que el mercado, a día de hoy, continúa demandando cazas ligeros, relativamente baratos, pero con aviónica moderna. El Vicepresidente de Desarrollo de Lockheed Martin en aquellos momentos, George Standridge, declaraba que el proyecto Viper se convertía en la base sobre la que se asentarían todas las futuras ventas. Además, declaraba que esta nueva variante estaba preparada para enfrentarse a los desafíos del campo de batalla del siglo XXI, pues había sido desarrollada con objeto de ofrecer gran parte de las capacidades operativas del F-35 a un coste sensiblemente inferior.

Un aspecto que no se suele comentar es que esta nueva célula, ha sido diseñada desde el principio, con objeto de alcanzar una vida útil de nada menos que 12.000 horas de vuelo, el doble de lo que estaba originalmente pensado para los primeros F-16, pero es probable que dicho límite pueda ser superado si se aplican programas de refuerzo de la célula, como suele venir siendo habitual en la industria aeroespacial occidental.

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