El crecimiento del arma submarina de la República Popular de China, unido a sus prácticas, cada vez más agresivas, está forzando a sus vecinos a rearmarse, especialmente en el apartado naval. Curiosamente, por razones económicas y diplomáticas, algunos de estos países están confiando en los productos chinos, mientras otros se esfuerzan en crear su propia industria, buscando no depender de terceros. Tras analizar los casos de Australia o Taiwán, hoy dedicamos este artículo a Tailandia, otro de los actores regionales que busca dotarse de una fuerza submarina.
El ritmo acelerado de adquisiciones de submarinos en el Sudeste Asiático, incluidos los del Índico, es un fenómeno estratégico sobre el que se han hecho numerosas observaciones[1]. Esta dinámica abarca tanto un proceso cuantitativo como cualitativo. Frente a actores navales de referencia, establecidos desde hace mucho tiempo en el panorama político y militar asiático, caso de Estados Unidos, Francia, Reino Unido o la Federación Rusa, se han formado nuevas flotas submarinas en hasta una decena de países[2].
Vietnam acaba de crear su fuerza submarina con la adquisición de 6 submarinos Kilo rusos; Australia además de contar con la clase Collins, tiene un programa para la adquisición de 12 unidades francesas de la clase Barracuda; Japón contará pronto con 25 unidades, los últimos con batería de litio; Taiwán acaba de lanzar un programa para construir su primer submarino autóctono; Corea del Sur se ha establecido como una potencia naval en la industria del submarino, además de incrementar su propia flota, acaba de vender cuatro modernas unidades a Indonesia; Malasia se hizo con dos Scorpene hispano franceses, la sección de popa de manufactura española; Corea del Norte sigue con su desarrollo de submarino balístico convencional utilizando para ello los submarinos clase Romeo de diseño ruso y procedencia china, y China se ha convertido en otra gran potencia con más de medio centenar de nuevos submarinos construidos para su flota y más de una veintena de submarinos exportados, como vemos en la siguiente tabla[3].
Nombre | Clase | País | Botado | En servicio |
S161 Nabajatra | Project 035 Ming | Bangladés | 1993 | 11/2016 |
S162 Joyjatra | Project 035 Ming | Bangladés | 1994 | 11/2016 |
849 | Project 033 Romeo | Egipto | 1977 | 1982 |
852 | Project 033 Romeo | Egipto | 1977 | 1982 |
855 | Project 033 Romeo | Egipto | 1979 | 1984 |
858 | Project 033 Romeo | Egipto | 1979 | 1984 |
Desconocido | Project 033 Romeo | Corea del Norte | 1972 | 1975 |
Desconocido | Project 033 Romeo | Corea del Norte | 1972 | 1976 |
Desconocido | Project 033 Romeo | Corea del Norte | 1972 | 1977 |
Desconocido | Project 033 Romeo | Corea del Norte | 1972-94 | 1978-94 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2023 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2024 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2025 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2026 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2026 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2027 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2027 |
TBD | Project 041C Yuan | Pakistán | TBD | 2028 |
TBD | Project 041C Yuan | Tailandia | TBD | 2021 |
TBD | Project 041C Yuan | Tailandia | TBD | 2022 |
TBD | Project 041C Yuan | Tailandia | TBD | 2023 |
En este artículo les hablaremos del esfuerzo realizado por Tailandia para adquirir submarinos y trataremos de dar respuesta a las implicaciones que tiene; no nos olvidemos que el auge de la Marina China PLAN (del inglés People’s Liberation Army Navy) y el aumento de las tensiones territoriales sobre unas fronteras marítimas difusas en el Sudeste Asiático explican, en gran medida, la proliferación submarina y las ambiciones de algunos países como Tailandia que apuestan a favor del desarrollo de un Arma Submarina. El programa de adquisiciones y construcción naval de China parece tener un efecto en cadena en todos sus vecinos, no solo Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Australia y la India, también en otros actores más pequeños como Tailandia[4].
Veamos a continuación cuales son estos planes.
Tailandia y la creación de un Arma Submarina
Como parte de un esfuerzo continuo para resucitar una capacidad submarina después de 64 años de inactividad[5], el 2 de julio de 2015, la Marina Real Tailandesa (RTN en sus siglas en inglés) anunció formalmente su decisión de aceptar la propuesta china para proporcionar tres submarinos al servicio, a un precio de 355 millones de dólares la unidad.
La propuesta china fue una de las seis ofertas recibidas. Las otras provenían de Francia, Alemania, Rusia, Corea del Sur y Suecia. Una mayoría del comité de adquisiciones de submarinos, formado por 17 miembros de la Marina Tailandesa, votó a favor de la oferta china, con el resto dividido entre las opciones de Alemania y Corea del Sur. Al final, la opción de China se consideró que era la mejor en relación calidad-precio y se seleccionó como el candidato preferido. Si bien el precio, sin duda, tuvo mucho que ver en esta decisión, hubo otros aspectos a considerar como veremos a continuación[6].
Una de las ventajas se refería a la transferencia de tecnología a la industria local tailandesa, que un miembro del Comité divulgó. China había expresado su voluntad de proporcionar a Tailandia toda la información necesaria para poder mantener luego estos submarinos. Otra cuestión se refería a un paquete de capacitación para los submarinistas de la Marina Tailandesa, una vez más, un aspecto cubierto también por la oferta china que empezará la formación de las dotaciones tailandesas en dos años si no se retrasa de nuevo el programa por efectos del COVID-19.
Por último, el aspecto geopolítico sirvió como factor crucial. Desde el golpe de Estado del Real Ejército Tailandés en mayo de 2014, el número 19 en su historia reciente, las relaciones con China se habían visto favorecidas, ya que la junta militar que gobernaba el país había recibido fuertes críticas de prácticas antidemocráticas de su principal aliado, Estados Unidos, con un claro interés por configurar a su favor el panorama regional. Naturalmente, la junta militar gobernante prefirió tratar con un país y un gobierno que no iba a interferir en la política interna, ni falta hace decir que China no lo iba a hacer[7].
No obstante, la decisión de optar por submarinos chinos se produjo después de los intentos previamente frustrados por parte de la Marina Tailandesa de firmar acuerdos con Alemania para la adquisición de seis submarinos tipo 206A de segunda mano, procedente de bajas que se iban a originar tanto en la Marina alemana como en la de Corea del Sur. Tales esfuerzos se remontaban a la década de 1990 y habían ido siendo rechazados por el comité de adquisición militar de Tailandia, el Consejo de Defensa, en favor de otros proyectos considerados más urgentes en esos momentos.
Pero con la Junta Militar en el poder y la aproximación geopolítica a China, la Marina Tailandesa consideró que era su mejor oportunidad para adquirir una capacidad que empleó por última vez en 1951, algo que estaba al alcance de su mano; recordemos que los submarinos anteriores se compraron en la década de los treinta a Japón, justo antes de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, debido a la desaprobación pública del proyecto, la junta gobernante liderada por los militares optó por retrasar la adquisición durante al menos un año.
Los planes de adquisición se revisaron en el verano de 2016,cuando la Marina Tailandesa volvió a presentar el plan de adquisición de tres submarinos por más de mil millones de dólares. El 1 de julio de 2016, el viceprimer ministro Prawit Wongsuwan confirmó que el gobierno tenía la intención de avanzar en el acuerdo y, más tarde, el 24 de enero de 2017, corroboró que el gobierno había aprobado fondos por un total de 380 millones de dólares para la adquisición del primero de los tres nuevos submarinos.
El 5 de mayo de 2017 se firmó un contrato para el primer submarino con China Shipbuilding and Offshore International Company (CSOC). Este contrato incluye la formación y el adiestramiento de la dotación, piezas de repuesto, transferencia tecnológica y apoyo para construir las instalaciones, y un número no especificado de misiles antibuque CM-708 para armar a estos nuevos submarinos. La ceremonia de la puesta de quilla tuvo lugar el 4 de septiembre de 2018.
El modelo proporcionado por China a la Marina Tailandesa es una versión de exportación del submarino de ataque diésel-eléctrico Tipo 041 (también referido Tipo 039) del que cuentan ya con una veintena en la PLAN China, a su vez, es un submarino diseñado en China pero influenciado o derivado del Proyecto Ruso 636 o Kilo mejorado. China y la Marina Real Tailandesa denomina a este modelo como el S-26T.
Se espera que el primer submarino sea entregado en 2023, y la Marina Tailandesa tiene la intención de que los otros dos entren en servicio antes de terminar el 2026, aunque los pedidos del segundo y tercer submarino se han ido retrasando durante el 2020 y el 2021 debido a las presiones presupuestarias derivadas de la pandemia.
El pago inicial del programa se realizó dentro del presupuesto anual del año fiscal del 2017, y los pagos adicionales por los tres submarinos siguientes se realizarán a plazos que se extenderán a lo largo de un plazo de 11 años. Los pagos del primer submarino comenzaron en 2017 y se extenderían hasta 2021, y el resto se terminarán de pagar en 2027.
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