La Marina del Ejército Popular de Liberación PLAN (del inglés People’s Liberation Army Navy) busca aumentar su presencia y el dominio submarino del Mar del Sur de China frente a la US Navy y su Servicio Silencioso[1]. China ha estado trabajando en mejorar su capacidad antisubmarina durante las últimas décadas. En la actualidad, una red de vigilancia submarina fija conocida como la “Gran Muralla Submarina” monitoriza las aguas del este y sur de China, así como las rutas de tránsito de submarinos desde Guam a Hawái[2]. Recientemente, han construido una nueva clase de buque de vigilancia de doble casco, con tamaño y configuración similar a la clase Impeccable de la US Navy (T-AGOS 23), que se utiliza para desplegar sistemas de sensores acústicos de vigilancia remolcado SURTASS (del inglés Surveillance Towed Array Sensor System). Estos sistemas se complementan con plataformas aéreas, submarinos y de superficie con sonares activos de baja frecuencia, además de sistemas no tripulados de superficie y submarinos, que pueden superar la capacidad de silencio de los submarinos estadounidenses y ser detectados.
El poder de la tecnología y las armas ha evolucionado la táctica naval a lo largo de los tiempos. El 14 de octubre de 1914, veintidós días después de ser hundidos los cruceros británicos Aboukir, Hogue, Cressy en media hora, por el U-9 de Otto Weddingen -un submarino alemán- el almirante Jellicoe advirtió por carta al almirantazgo británico que, en caso de fuga de unidades de superficie alemanas sin plantar cuartel, se interpretaría como una trampa.
Esta trampa estaría formada por submarinos y minas dispuestas en arco, al estilo de Salamina. La pérdida de los tres cruceros había inducido en la mente del almirante Jellicoe una renuencia a cualquier maniobra audaz, a cualquier intento de lograr la deseada batalla decisiva que destruyera la flota alemana.
Conan Doyle publicó en la revista Strandde en julio de 1914 un cuento titulado “Peligro” donde describía el ataque de un enjambre de submarinos alemanes a las Islas Británicas. Lord Fischer, pocos meses antes de la guerra de 1914, advirtió sobre el peligro del submarino[3]:
“La moderación en la guerra es una estupidez. ¿Qué puede hacer un submarino cuando se tope con un mercante? Es incapaz de apoderarse de él; no tiene tripulación de presa, no puede llevarlo a un puerto. Por lo tanto, debemos admitir que el submarino hundirá a todos los barcos (…) Por muy inhumano y bárbaro que parezca, el submarino no tendrá nada que hacer más que destruir sus capturas”.
Buques de vigilancia oceánica
Los recientes anuncios de China sobre nuevas tecnologías para detección de submarinos parecen ser en su mayoría exageraciones, pero resaltan el objetivo de Pekín de contrarrestar la amenaza que representan los submarinos de ataque estadounidenses, que siguen siendo cruciales para los planes de guerra de Estados Unidos.
Ya no podemos dar por sentada la superioridad de la fuerza submarina estadounidense en el mundo. En un futuro cercano, será crucial adoptar enfoques y capacidades innovadoras para operar y, posiblemente, afrontar situaciones en las zonas que China y Rusia consideran sus aguas nacionales y protegen en un verdadero enclave A2/AD (del inglés Anti-Access/Area Denial).
Las capacidades de vigilancia submarina de China aumentarán aún más a medida que sigan entrando en servicio nuevos buques de vigilancia acústica de clase Dongjian (Tipo 927)[4].
Los tres primeros buques Tipo 927 se botaron entre mediados de 2017 y principios de 2018, y las imágenes indican que dos de ellos ahora están en servicio con la Flota del Mar del Sur y parecen tener su base en Zhanjiang. El tercero y cuarto han sido asignados a la Flota del Mar del Este y tienen su base en Dinghai.
Las imágenes satélite también muestran que se han construido un quinto y sexto, en el astillero de Wuchang y de Bohai respectivamente, se botaron entre enero y marzo de 2021. Es probable que el equipamiento de estos buques y las pruebas posteriores hayan finalizado y que ambos buques estén ya en servicio; desconociéndose su emplazamiento.
El Tipo 927 adopta un diseño de doble casco con un perfil hidrodinámico reducido tipo SWATH (Twin-Hull) y similar a la clase Impeccable. Se sospecha que el Tipo 927 realiza una función similar a estos buques, que incluye la detección y el seguimiento de submarinos y la comunicación de datos posicionales sobre contactos de interés a otras unidades con armamento antisubmarino.
Son barcos de 90 m de eslora, con una manga máxima de unos 30 m, y que proporcionan una plataforma silenciosa y estable desde la que se puede trabajar con sensores acústicos de muy baja frecuencia. Se sabe poco sobre estos sensores y el procesamiento de datos asociados, pero es probable que abarquen dispositivos tanto pasivos como activos, optimizados para detectar submarinos convencionales o nucleares.
Algunas unidades, tienen casi 100 m de eslora, por lo que es probable se hayan construido con más capacidades o con fines de investigación científica. Muy pocas marinas operan una flota tan poderosa de buques SURTASS. Dichos barcos están destinados a monitorear en tiempos de paz una gran extensión de agua, en lugar de operar directamente en apoyo a una fuerza de combate tratan de recolectar inteligencia de firmas acústica, algo muy clasificado en cualquier marina.
En términos generales, los SURTASS son un refuerzo crucial en labores ASW dando apoyo a los buques de superficie, aviones de ala fija, helicópteros e incluso a sus submarinos. La capacidad y el número de unidades que tiene la PLAN es un indicador fiable de la seriedad que se toman los chinos al Servicio Silencioso de la US Navy.
Helicópteros ASW
Los helicópteros ASW amplían enormemente el área de vigilancia y enfrentamiento de un buque de guerra y su alcance contra objetivos submarino. Los helicópteros ASW suelen estar equipados con una serie de sensores, como radares de búsqueda de superficie, sonoboyas, sonares calables, sensores optrónicos, torpedos y cargas de profundidad. Los enlaces de datos entre el helicóptero y el buque nodriza son otro elemento clave que ayuda a coordinar las actividades ASW para perseguir de manera óptima un objetivo común.
Los helicópteros ASW contemporáneos en todo el mundo tienden a congregarse en la categoría de peso de 10 toneladas, como las muy exitosas variantes SH-60 y MH-60R o el europeo NH-90. La flota de helicópteros ASW de PLAN se compone de dos tipos principales; la familia Harbin Z-9 de 4 toneladas derivada del helicóptero Airbus Dauphin/AS565 Panther francés y la familia más grande Kamov Ka-28 de 12 toneladas.
El Z-9 de 4 toneladas, es un derivado del Panther francés, embarca principalmente en destructores y fragatas más antiguos. Tiene capacidades ASW limitadas y probablemente no pueda llevar a cabo misiones ASW de forma independiente. Su pequeño tamaño limita su carga útil y autonomía.
El Ka-28 de 12 toneladas, es más grande y capaz, puede operar desde barcos más pesados y está mejor equipado con un alcance de vuelo de unos 800 km. Sin embargo, el Ka-28 tiene un diseño importado y es posible que no se pueda actualizar fácilmente con nuevos sistemas de sensores y armas desarrollados por China.
Ninguno de los dos es completamente óptimo para ASW. Las variantes del Z-9 se pueden producir íntegramente en China con sensores más modernos; sin embargo, su pequeño tamaño limita la carga útil y su autonomía. La familia Ka-28 es más grande, pero es un producto importado de Rusia y no puede actualizarse fácilmente con nuevos sensores y armas locales.
También cuentan con un número de helicópteros ASW Changhe Z-18F de 13 toneladas, que se basa en el Avicopter civil AC313 (Harbin Z-8) a su vez, basado en el Aerospatiale SA321 Super Frelon, probablemente el helicóptero ASW con más capacidad, un tamaño grande para acomodar sensores y armas modernos manteniendo autonomía y carga útil. Sin embargo, su peso implica que no puede desplegarse a bordo de ninguna unidad de superficie, limitándose a operar desde portaaviones o buques de asalto anfibio Tipo 071/075.
Las imágenes muestran que el ASW Z-18F presenta una cabina rediseñada, casco modificado, nuevo motor y rotor principal. Estas modificaciones parecen estar en línea con el diseño comercial del Avicopter AC313. El AC313 está propulsado por tres motores Pratt & Whitney PT6B-67A que le dan de una velocidad máxima de 180 nudos, autonomía 485 millas náuticas y capacidad de carga de 4 toneladas.
La variante Z-18F ASW está equipada con un sonar calable y los informes sugieren que puede transportar hasta 32 sonoboyas y 4 torpedos ligeros como el Yu-7. Tiene un radar de búsqueda de superficie montado en la barbilla de proa y es probable que esté equipado con enlace de datos como el Ka-28, lo que permite operar en operaciones de apoyo combinadas.
China está desarrollando una variante ASW del nuevo helicóptero Harbin Z-20F, una variante mejorada y de ingeniería inversa del UH-60 Blackhawk. De dimensiones y rendimiento similares al SH-60/MH-60R, pero con un moderno conjunto de sensores y armas chinas.
En comparación con el Z-9, el Z-20F puede llevar un conjunto de sensores y armas más complejo que incluye un radar de búsqueda de superficie, sensor optrónico, sonar calable y comunicaciones satélite. El Z-20F también podría transportar torpedos y misiles antibuque.
Tampoco se sabe si los escoltas ASW más pequeños o viejos tendrán capacidad de llevarlo, dependiendo entonces de los viejos Z-9 y Ka-28, y si bien esos tipos son imperfectos para la misión ASW, la capacidad que ofrecen a los buques de guerra es ciertamente superior a no tener helicóptero.
Aviones ASW de ala fija
En comparación con los helicópteros, la capacidad de sensores de los aviones de patrulla marítima (MPA) es mayor pero su tiempo de permanencia en zona y coordinación con las unidades de superficie, es más compleja y, a veces, son menos adecuados que los helicópteros.
Los MPA de ala fija tienden a ser más grandes en comparación con los helicópteros ASW, lo que les proporciona no sólo mayor autonomía, velocidad y carga útil, sino también más espacio para más consolas de operadores lo que les permite realizar misiones más complejas en guerra ASW.
Muchos MPA derivan de aviones comerciales o de transporte. Por ejemplo, el P-3 Orion derivó originalmente del avión turbohélice L-188, y el más reciente P-8 Poseidon deriva del avión Boeing 737. Hasta hace poco, la industria aeroespacial china carecía de un avión apropiado que pudiera transformarse en un MPA.
Hasta mediados de la década de 2010, China solo contaba con unos pocos aviones de vigilancia sin capacidad ASW que desempeñaban funciones básicas de misión MPA. Desde 2015, la PLAN ha incorporado un avión táctico turbohélice derivado del Y-9 y designado como Shaanxi Y-8Q (también conocido como KQ-200).
El Y-8Q está propulsado por cuatro motores turbofan WJ-6E fabricados en China y cuenta con una moderna cabina, excelente aviónica y un conjunto bueno de sensores y armas. Tiene un alcance estimado de unos 5.200 km y una autonomía en patrulla de unas 10 horas. Es probable que el Y-8Q también cuente con enlace de datos a través de comunicaciones satélite. Hay al menos entre 17 y 20 aviones en servicio según el Jane’s.
El Y-8Q está en servicio con dos destacamento, el primero en Tuchengzi, cerca de Dalian, en el norte de China, frente a Corea del Sur y Japón. Las patrullas Y-8Q se han vuelto rutinarias en los mares del Sur de China y Oriental, una región de importancia estratégica para China. En 2020 también se vieron imágenes de al menos un Y-8Q desplegado en la isla artificial Fiery Cross en el mar del Sur de la China.
El Y-8Q también ha sido visto en otras muchas bases aéreas chinas, como Qinhuangdao, Lingling, Qionghai, Lingshui, Dachang, y en la isla de Hainan que opera el segundo destacamento. Esto permite a China obtener una imagen de inteligencia de la actividad marítima en toda la región. Se han desplegado también hacia los países vecinos, particularmente Taiwán y en apoyo de las reclamaciones de China en el mar de Sur.
El Y-8Q comenzó a volar en misiones ASW cerca de Taiwán en septiembre de 2020. La presencia de aviones militares chinos que operan en el espacio aéreo alrededor de Taiwán se ha convertido en rutina, llevándose a cabo múltiples ejercicios y entrenamiento en esta zona de forma regular tanto por unidades de la PLAN como de la PLAAF (del inglés People’s Liberation Army Air Force).
Las especificaciones no se han publicado, pero un avión de transporte Y-8 básico vacío con combustible máximo tiene un alcance estimado de aproximadamente 6.680 km. Para sus misiones ASW y de patrulla marítima, probablemente llevará una variedad de torpedos, misiles antibuque y sonoboyas que reduzcan esta autonomía.
Se estima que al menos ocho Y-8Q están en servicio en el PLAN. Sin embargo, es probable que este número aumente al ser un avión que se construye enteramente en China. Teniendo en cuenta la amenaza submarina a la que se enfrenta China, no solo Estados Unidos, también Australia con AUKUS y Japón, este número no hará sino aumentar.
Una estimación mínima del número total de aviones MPA requeridos puede ser de unas 30 unidades, con una estimación máxima de un centenar. Es probable que los Y-8Q eventualmente se dividan equitativamente entre las tres regiones navales principales de China.
Otros activos ASW
Bajo el mandato de Xi Jinping, la PLAN está adquiriendo cada vez más potentes capacidades[5]. La flota actualmente está compuesta por casi 70 submarinos y 350 buques de superficie. Como decía un artículo de Xinhua de 2015: “El mundo debería acostumbrarse a ver buques de guerra chinos en el mar”. Y así ha sido[6].
En la década de 1980, China inició su primera reforma importante de la PLAN para lograr capacidades de operaciones defensivas en alta mar o aguas azules. Los avances en tecnología sonar se produjeron en 1995 con la adquisición de dos submarinos clase Kilo (Tipo 877) equipados con sonares rusos, seguidos por los primeros destructores rusos clase Sovremenny adquiridos en 1999 que también cuentan con sonar de casco de frecuencia media y un sonar activo de clasificación.
Desde entonces, China ha añadido al menos 19 destructores clase Luyang III (Tipo 052D) equipados con sonares H/SJD-9, más 30 fragatas Jiangkai II (Tipo 054A) y 50 fragatas clase Jiangdao (Tipo 056). En total cuentan con unos 44 destructores, 30 equipados con el sistema completo de ASW, así como la mayoría de las nuevas fragatas y corbetas que están construyendo.
La comunidad naval internacional está cada vez más acostumbrada a la participación de la PLAN en ejercicios y foros multinacionales. En este contexto, es lógico que China esté trabajando intensamente en fortalecer sus capacidades de detección submarina mediante la instalación de una red de sensores fijos similar al sistema SOSUS (del inglés Sound Surveillance System)[7] y la construcción de buques de vigilancia oceánica. En los últimos años, ha avanzado significativamente en este aspecto.
En diciembre de 2015, la Corporación Estatal de Construcción Naval de China (CSSC) declaró la construcción de un proyecto de “Gran Muralla Submarina”, que comprende redes de sistemas de vigilancia acústicos submarinos destinados a la localización y rastreo en tiempo real de objetivos submarinos que se extienden desde el Mar del Sur de China, Filipinas y las islas de Indonesia.
Se han desarrollado otros sistemas de apoyo especializados para la misión ASW. Se desconoce la ubicación exacta y la escala del sistema chino y probablemente sea un secreto celosamente guardado. Sin embargo, el hecho de que se sepa siquiera que existe un sistema de este tipo es significativo en sí mismo[8].
Aunque los avances de la PLAN han crecido sustancialmente, su capacidad para contrarrestar la amenaza submarina sigue siendo relativamente modesta. Se estima que hay 65 submarinos diésel-eléctricos activos en la región, navegando bajo pabellón de ocho países diferentes, una cifra que no incluye los submarinos de propulsión nuclear de la US Navy, la Marina Real inglesa, ni la Marina Nacional francesa, sin contar con los ocho futuros submarinos australianos.
Australia está mejorando su clase Collins para mantener su capacidad submarina hasta la llegada de los nuevos submarinos de ataque de propulsión nuclear. Además, casi el 40% de estos 65 submarinos son submarinos modernos y silenciosos, como el Soryu de Japón o la clase Invincible de Singapur, submarinos que utilizan tecnología de propulsión independiente del aire o baterías de iones de litio, que les permite permanecer bajo el agua mucho más tiempo.
Ningún sensor, sistema, arma o plataforma por sí sola puede proporcionar una ventaja decisiva ante este panorama de proliferación submarina. Se requiere un enfoque multidisciplinar para abordar la complejidad de la creciente amenaza submarina global. China investiga en nuevas tecnologías no acústicas para cerrar la brecha en su capacidad de detección submarina[9].
El Proyecto Guanlan de China se centra en la tecnología Lidar (del inglés Light Detection and Ranging), la cual tiene la capacidad de detectar submarinos a profundidades de hasta 500 metros utilizando potentes pulsos láser de diferentes frecuencias. El objetivo clave es ampliar la profundidad de penetración hasta las proximidades de la termoclina, dando un paso decisivo hacia el objetivo final de conseguir un “océano transparente”[10].
El Lidar se combina con el radar y otro sensores para mejorar la identificación de contactos submarinos. Aunque el radar no puede penetrar en el agua, es capaz de medir con una precisión excepcional el movimiento de la superficie, incluyendo las perturbaciones causadas por la estela de un submarino.
El seguimiento de submarinos a través de grandes áreas del océano sigue siendo un desafío clave. Las plataformas tripuladas tienen alcances limitados y, si bien la “Gran Muralla Submarina”, seguramente es un sistema muy capaz, está limitado geográficamente. Este vacío se llenará seguramente con modernos sistemas en red distribuida de teledetección que vinculen plataformas tripuladas y no tripuladas, interoperables como nodos de un sistema más grande que cubran todo el área.
Los detectores de anomalías magnéticas (MAD) se han utilizado para detectar submarinos desde la Segunda Guerra Mundial, midiendo las fluctuaciones en el campo magnético de la Tierra, causadas por el casco metálico de los submarinos. Los MAD detectan submarinos a muy corta distancia y la detección puede mitigarse desmagnetizando los cascos de los submarinos o montando sistemas como el degaussing[11].
Un nuevo tipo de magnetómetro, que utiliza un dispositivo de interferencia cuántica superconductora (SQUID), permite la detección de anomalías utilizando para medirlas incluso fluctuaciones débiles o diminutas en los campos de energía. Los SQUID utilizan la superconductividad, la cuantificación del flujo magnético y el “efecto Josephson” para medir las diferencias en los campos de energía[12].
Los magnetómetros cuánticos detectan cambios mínimos del campo magnético ambiental, exponiendo a los submarinos mientras transitan en las profundidades del océano. Muchas marinas están interesadas en los sistemas SQUID para la detección de submarinos porque son más sensibles que los MAD convencionales. Los investigadores estiman que un magnetómetro SQUID de este tipo podría detectar un submarino a 6 kilómetros de distancia.
Por último, China también está dando grandes avances en robótica y sistemas no tripulados. La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) anunció planes para construir un buque de superficie autónomo multifunción diseñado específicamente para operaciones navales de alto densidad[13].
Según un informe, China ha desarrollado varios buques no tripulados, incluido el barco patrullero no tripulado L30 que se exhibió en el Airshow China 2022. Equipado con una carga útil que incluye radar, sonar y sistemas electroópticos, alcanza una velocidad de más de 35 nudos y una autonomía de 220 millas náuticas, y puede adaptarse para llevar a cabo múltiples misiones[14].
No solo China, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos DARPA (del inglés Defense Advanced Research Projects Agency) también tiene un programa de buques no tripulados de rastreo continuo ASW (ACTUV del inglés Anti-Submarine Warfare Continuous Trail Unmanned Vessel) que pronto veremos navegando[15]. DARPA ha estado probando el casco, la mecánica, la electricidad y el sistema de propulsión del buque durante aproximadamente seis semanas[16].
La estrategia china en ASW
La estrategia china en ASW de la PLAN puede verse de manera similar a la estrategia naval general, dividiendo sus misiones en cercanas a tierra o lejanas, lo que conocemos como aguas azules. Para la estrategia lejana utiliza los grupos de tarea antisubmarinos combinando plataformas de superficie, aéreas y submarinas de forma parecida a otras marinas. Los grupos de tarea se constituyen principalmente con los nuevos escoltas que cuenta con capacidad ASW y helicópteros embarcados, operando principalmente en sus accesos al Pacífico.
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