Deutsche Marine 2024 (II)

Fuerzas de superficie, programas en marcha y futuro

Fragata F125 “Nordrhein-Westfalen”, de la clase Baden-Württemberg
Fragata F125 “Nordrhein-Westfalen”, de la clase Baden-Württemberg. Fuente: Atlas Elektronics.

Alemania es un caso particular en todo lo que concierne a sus Fuerzas Armadas, al menos desde el final de la Guerra Fría. También, por extensión, a su Marina de guerra, la Deutsche Marine. Si bien es indiscutible que los teutones conforman una potencia de primer orden en los campos económico y tecnológico, con compañías que se cuentan entre las más avanzadas y poderosas del planeta, incluidas las del sector de la defensa y la construcción naval, no han sabido capitalizar estos activos en forma de una fuerza naval igualmente potente. No obstante, en los últimos años han implementado una serie de planes destinados a poner remedio a esta situación, aunque dependerá de distintos factores que lleguen a buen puerto, como veremos a lo largo de este artículo.

Artículos de la serie

Índice

  • La Flota de superficie de la Deutsche Marine

    • Fragatas

      • Fragatas F123 o clase Branderburg
      • Fragatas F124 o clase Sachsen
      • Fragatas F125 o clase Baden-Württemberg

    • Otros buques de combate de superficie

      • Corbetas K130 o clase Braunschweig

    • Guerra de minas
    • Buques auxiliares

  • Los nuevos programas
  • El futuro de la Deutsche Marine

La Flota de superficie de la Deutsche Marine

Fragatas

Fragatas F123 o clase Branderburg

La Deutsche Marine cuenta con una amplia tradición en cuanto al empleo de grandes buques de superficie, como atestigua lo ocurrido tanto durante los años 30 y 40 como, una vez recuperada, a partir de los años 60 y 70 del pasado siglo. Las capacidades de sus astilleros y oficinas técnicas, como en el caso de los submarinos, garantizan la base en cuanto a ingeniería, mientras que sus astilleros, todo lo relativo a la producción, destacando en este sentido instalaciones como las de Kiel.

Dicho esto, la actualidad la Deutsche Marine cuenta con 11 fragatas comisionadas en la flota, de las cuales las subclases son:

  • 4 de la clase Branderburg F123
  • 3 de la clase Sagchsen F124
  • 4 de la clase Baden-Württemberg F125

Dichas fragatas conforman la totalidad de las capacidades navales oceánicas de superficie germanas y, por lo tanto, definen su potencial en cuanto a operaciones navales y posibilidades de proyección. Se trata de una mezcolanza de diferentes épocas y diseños, además en series cortas, como puede verse. En la actualidad mantienen diferentes programas de modernización y de renovación en marcha a la espera de la entrada en servicio de nuevos diseños.

Las unidades que forman la clase Branderburg, también conocida como F123, son hijas de la Guerra Fría como muchos otros buques europeos todavía en servicio. Diseñadas en torno a unas capacidades ASW que debían aplicarse en su enfrentamiento contra la flota submarina soviética en el Atlántico Norte y para relevar a los antiguos destructores que ejercían dicha misión en la armada alemana, gueron comisionadas entre 1994 y 1996. Está previsto que a lo largo de la presente década comiencen a ser dadas de baja para ser sustituidas, en su caso, por las F126.

Con 4.900 toneladas de desplazamiento son aún efectivas en su misión y están beneficiándose de un programa de modernización que potenciará los sistemas de gestión de combate y de guerra electrónica a bordo. Dicho esto, sus principales vectores de ataque son los dos helicópteros Sea Lynx que pueden embarcar, así como la panoplia de misiles que a través de VLS y lanzadores Mk49 incluyen los conocidos SAM Seasparrow y RAM, proveyendo de una capacidad AAW más que notable. Además, cuentan también con una capacidad ASuW limitada basada en misiles SSM Exocet, si bien en estos momentos se están comenzando a sustituir por los RBS-15 de la sueca Saab.

A pesar de las capacidades que continúan aportando a la Deutsche Marine, su diseño de los 80 del siglo pasado las convierten en unas plataformas ineficientes económicamente según los parámetros actuales, por lo que su sustitución debería, en línea con los planes de expansión militar del gobierno de Scholz -derivados de la invasión rusa de Ucrania- su sustitución en una relación superior a 1:1. Es decir, que dado que los nuevos buques, más automatizados, serán más baratos de operar y mantener, lo más posible es que la clase que las sustituya sea una serie «larga» en comparación con las F-123.

Dicho lo cual, en la actualidad la tres unidades de la clase Branderburgo están asignadas al 2 Fregattengeschwader o Segundo Escuadrón de Fragatas con base en Wilhelmshaven, junto con las tres fragatas de la clase Sachsen o F124 de las que hablaremos a continuación.

Fragata "Brandemburg" (F215) de la Deutsche Marine
Fragata «Brandemburg» (F215) de la Deutsche Marine. Fuente: Deutsche Marine.

Fragatas F124 o clase Sachsen

Las F124 -o clase Sachsen-, diseñadas una vez acabada la Guerra Fría, constituyen un buen ejemplo de los problemas que conlleva la polivalencia y de muchos de los problemas registrados por la industria en los años siguientes, terminando por convertirse en unos buques excesivamente grandes en relación con las capacidades que aportaban y aportan a la Deutsche Marine. Sus diseñadores, dicho esto, buscaban incrementar las capacidades AAW de la marina germana, para lo cual se asociarían con Países Bajos, dando como resultado un programa del cual también derivarían las fragatas holandesas De Zeven Provinvien. Ambas clases estarían construidas en torno al radar aéreo SMART-L y dispondrían de un importante arsenal de misiles SAM. Además, la electrónica asociada a los radares principales vendría dada por la multinacional Thales para ambas clases.

Hablamos de buques con una eslora de 143 metros y un desplazamiento de 5.700 toneladas, lo que como ocurre con otros buques como las españolas F-100, las sitúa mucho más cerca de un destructor que de una fragata al uso. Sin embargo, esto parece ser una marca común en el diseño germano, que por algún motivo diseña fragatas de un porte muy superior al de sus congéneres en otras marinas. Precisamente, en este caso seguirían el diseño, en cuanto a formas del casco, de las Branderburgo, basándose para ello en el sistema modular MEKO y manteniendo una continuidad tecnológica en cuanto a su construcción.

Su propulsión sería CODAG, basada en una turbina de gas General Electric LM-2500 y recurriendo a motores principales MTU V20, lo que les permite una velocidad punta de 30 nudos y un alcance de 4.000 millas náuticas a velocidad económica de 18 nudos. Aunque orientado específicamente a convertirse en un buque de guerra aérea, las Sachsen cuentan también con una limitada capacidad de guerra submarina basada en un sonar proel, dos lanzadores triples para torpedos MU90 y dos Sea Lynx embarcados.

Su principal armamento es transportado por sendos lanzadores VLS de 32 celdas Mk41 con capacidad para SAM SM-2 Block IIIA y SAM RIM-162 ESSM, así como lanzadores RAM y dos lanzadores cuádruples para SSM Harpoon. Podemos pues considerar a las Sachsen como un producto estándar de las flotas occidentales del periodo post-Guerra Fría, enfocada en una capacidad de defensa aérea muy versátil con limitadas capacidades en la guerra de superficie y en la submarina.

Las F124 se consideran lo mejor que la tecnología alemana ha dado en referencia a sistemas de defensa aérea naval. Sus capacidades de detección y procesamiento han sido mejoradas en los últimos años y, en la actualidad, está en marcha un programa para equiparlas con capacidades BMD (anti misiles balísticos), con lo cual podrán pasar a formar parte de un escudo de defensa regional ante ataques balísticos. Al menos en lo que se refiere a detección y seguimiento de blancos, si bien sus vectores no parecen que vayan a ser modernizados al estándar SM-3, que son los que les permitirían convertirse en interceptores de dichos blancos.

El planteamiento inicial pasaba por equipar a la Deutsche Marine con cuatro unidades de esta clase, pero la evolución de la situación internacional y la carencia de amenazas directas, así como el cobro de los «Dividendos de la Paz» -es decir, la reducción galopante de los presupuestos de defensa occidentales-, entre otras cuestiones, harían que las unidades construidas finalmente fueran tan solo tres. Cada una de ellas se construiría en un astillero alemán diferente -lo que dice mucho de la razón por la que fueron construidas- y serían comisionadas por la marina teutona entre 2003 y 2006.

Las F124 han sido las unidades de la DM más internacionales y que más han ayudado a mostrar el pabellón de Alemania en el escenario marítimo desde su entrada en servicio. Durante las dos pasadas décadas han pasado una gran parte de su tiempo desplegadas como parte de los grupos de combate de los portaaviones estadounidenses, habiéndose formado una buena sinergia entre las unidades estadounidenses y las alemanas, especialmente en el caso de la fragata F221 «Hessen».

En febrero del 2024, esa misma unidad sería desplegada al escenario del Mar Rojo – Golfo de Adén, ante los ataques que los hutíes estaban llevando a cabo desde Yemen contra el tráfico marítimo internacional en la zona. Al poco de llegar -de hecho, ese mismo mes- lograría apuntarse el derribo de los primeros drones enemigos.

Fragata F-219 "Sachsen" de la Deutsche Marine
Fragata F-219 «Sachsen» de la Deutsche Marine. Fuente: Deutsche Marine.

Fragatas F125 o clase Baden-Württemberg

La última clase de fragatas en operación con la Deutsche Marine son las F125 o clase Baden-Württemberg. Buques que han llegado a la escena nacional alemana rodeadas de una gran polémica por diferentes razones, que intentaremos exponer a continuación.

Diseñados para operaciones de apoyo al litoral y conflictos asimétricos, no se pueden considerar buques de guerra en el sentido clásico del concepto de la guerra naval, ya que en cuanto a capacidades para la guerra naval convencional tienen enormes carencias, en tanto están más orientadas hacia la participación en conflictos de baja intensidad que para un enfrentamiento. De hecho, ni siquiera pueden, en puridad, ser consideradas como buques de escolta.

Siguiendo las pautas del diseño alemán de las últimas décadas, sus medidas principales están fuera de lo que se consideran los cánones estándar para las fragatas. Hablamos de una clase de buques con una eslora de 149.5 metros y una manga de 18.80 metros, lo que arroja un desplazamiento de 7.200 toneladas, de forma que estaríamos ante las fragatas de mayor porte en servicio del mundo. Es más, los destructores británicos Type 45 tienen un desplazamiento estándar de 7.500 toneladas, lo que da una idea del tipo de buque del que hablamos.

Sin embargo, sus capacidades de combate son un tanto particulares, ya que como hemos indicado su diseño busca servir de apoyo a operaciones terrestres o asimétricas, lo que les obligan a destinar buena parte de sus espacios y volúmenes a otros menesteres. Pese a ello, dispone de un cañón naval de 127 mm, así como de 2 torres operadas por control remoto de 27 mm y diverso armamento de menor calibre. Dos lanzadores RAM Block II le permiten una limitada capacidad de defensa de punto, requiriendo por tanto de escolta para escenarios más complejos. Además, completa su panoplia con con 8 misiles SSM Harpoon antibuque.

Además de lo anterior, cuentan también con la capacidad de operar dos helicópteros NH-90 desde su cubierta de vuelo. Por supuesto, dado el tipo de misiones para las que fueron concebidas, en su interior pueden embarcar equipos de apoyo o personal de Estado Mayor -hasta un total de 70 almas-, que se suman a su dotación ordinaria de 120 oficiales y marineros.

El particular diseño de la clase Baden-Württemberg se ve a la perfección en el siguiente corte
El particular diseño de la clase Baden-Württemberg se ve a la perfección en el siguiente corte. Fuente: Pinterest.

Uno de los puntos clave de su diseño ha sido la redundancia en los equipos principales del buque, incluyendo sus sistemas de radares y de electrónica. Como se preveía que sus escenarios de despliegues serían lejos de las aguas alemanas, se planteó la necesidad de que fueran buques con una baja necesidad de mantenimiento, de forma que todos aquellos sistemas críticos se hicieron redundantes para que, en caso de daños por combate o por falta de repuestos, el buque no perdiera capacidades operativas. Este último es un aspecto notable, pues a diferencia de muchos otros buques modernos, se les supone una capacidad de despliegue lejano de hasta dos años, con más de 200 días de mar por año, sin requerir de la asistencia de una base naval germana o astillero de reparación, en condiciones operativas normales.

A pesar de todo el énfasis puesto en estos buques, nacidos en una época en la que las amenazas eran -en la mentalidad de los decisores germanos- inexistentes, la primera unidad de la clase -la F-222 «Baden-Würtemberg»- tendría el dudoso honor de convertirse en el primer buque de la historia de Alemania cuya entrega sería rechazada oficialmente debido a diferentes defectos en la construcción. Y es que, una vez más y como vimos en la primera parte de esta serie de artículos, parecía que la industria naval germana se había centrado más en los productos de exportación que en los de consumo nacional, rebajando sus estándares en lo relativo a la construcción de buques para la Deutsche Marine, mientras atendía con la mayor diligencia jugosos contratos en el exterior.

El rechazo por parte de la Armada de la primera unidad de la clase provocaría un retraso de dos años desde su comisionado teórico -en 2017- hasta su entrega oficial -ya en 2019-, después de subsanar el astillero constructor todos los defectos reportados. Todas las unidades habían sido entregadas a la DM para 2022 y fueron alistadas por sus tripulaciones durante 2023, con el primer despliegue de circunnavegación previsto para el presente año 2024.

El programa F125, dicho esto, ha supuesto un desembolso superior a los 3.000 millones de euros -lo que no ha evitado los defectos reportados-, de forma que ha levantado muchas ampollas en el seno de la propia Deutsche Marine, que se ve ahora con cuatro unidades de moderna manufactura pero con limitadas capacidades para la guerra naval convencional, justo en un momento en que el riesgo vuelve a ser de nuevo Moscú y su flota, que aunque no es ni una sombra de la que fue la Armada Roja, sigue constituyendo una amenaza para los intereses alemanes y occidentales, también en el Báltico.

Fragata F222 "Baden-Württemberg" durante su construcción en las instalaciones de Blohm+Voss, en Hamburgo
Fragata F222 «Baden-Württemberg» durante su construcción en las instalaciones de Blohm+Voss, en Hamburgo. Fuente: Bundesstefan.

Otros buques de combate de superficie

La Deutsche Marine posee también una categoría de buques de superficie que ha desaparecido en muchas marinas occidentales, las corbetas rápidas lanzamisiles, muy importantes dentro del concepto de guerra naval del Báltico y de la península escandinava. La Deutsche Marine siempre mantuvo desde el final de la Guerra Fría unidades de esta clase operativas en su Flota, teniendo en cuenta que el Báltico es un escenario que se presta de una manera muy efectiva a su utilización ya que su escasa profundidad y la existencia de numerosas islas e islotes, así como de contornos costeros muy complejos, favorece su empleo.

Buques de escaso porte que tienen la capacidad de operar en áreas marítimas de aguas someras y litorales, beneficiándose de la existencia, como decíamos, de refugios costeros -islotes o pequeñas bahías o calas- y que pueden ser utilizadas de una manera muy efectiva en acciones de interdicción y ataque adelantado, así como en operaciones de minado ofensivo, sin arriesgar buques de mayor valor, siempre escasos y que, en cualquier caso, no solo quedarían más expuestos sino que tendrían problemas para operar en determinados puntos del Báltico.

Aunque los clasifiquemos como buques menores o corbetas, no por ello debemos pensar que son unidades carentes de pegada. Es más, en este sentido conviene recordar lo explicado hace un tiempo en estas páginas a propósito de la Marina de guerra rusa ejemplo, su «Flota Mosquito» y el proceso de «Kaliberización» de cualquier unidad flotante. También cómo dichas unidades, repentinamente, pasan a tener un peso y unas capacidades regionales en vez de tácticas. Eso sí, teniendo en cuenta que este autor siempre ha defendido el uso de los buques de menor porte como parte de una flota equilibrada y para una serie de acciones o teatros concretos; no haciendo un uso indiscriminado de ellos, pretendiendo que puedan llegar a sustituir las capacidades de proyección del poder naval de una flota oceánica.

Corbetas K130 o clase Braunschweig

Siguiendo con la Deutsche Marine, en la actualidad dispone de cinco unidades de la clase Braunschweig o K130, según la nomenclatura original del programa estatal. Fueron entregadas entre 2008 y 2013 por un consorcio de astilleros alemanes, asignándose el ensamblaje final de los bloques construidos en diferentes localizaciones a otros tantos astilleros, con la idea de incrementar el ritmo de construcción, así como de reducir los costes. Cuentan con un desplazamiento de 1.800 toneladas, 89 metros de eslora y 13 de manga y una planta propulsora de 2 motores principales MTU V2, lo que les permite una velocidad de 26 nudos, lograda a través de dos líneas de ejes con hélices de paso variable.

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