Conflictos como el de Irak nos han dejado numerosas imágenes para el recuerdo. Desde el efecto de los VBIEDs al uso de drones, han sido muchas las novedades que con el paso del tiempo hemos ido aceptando como algo cotidiano. Hay un elemento, sin embargo, cuyo uso ha pasado totalmente desapercibido entre el gran público y cuya importancia, sin embargo, ha sido capital en algunos momentos. Nos referimos a las humildes barreras de hormigón, sin las cuales la lucha urbana en estos escenarios habría sido muy diferente…
“Como muchos de vosotros probablemente hayan ya escuchado, ayer hubo un doble atentado bomba. Realmente, la gran noticia sobre estos atentados es que las barreras Texas funcionaron, y todas las bajas fueron inocentes transeúntes y vendedores. El resultado fue que inocentes iraquíes fueron asesinados por personas, desconocidas, los cuales trataban de matar americanos. Me pregunto cuántos más atentados chapuza sufrirán los iraquíes antes de cansarse y lidiar con la situación ellos mismos.”
Teniente Coronel Victor Zillmer en “Letters from Irak: Mud, Dust and Engineers”.
El Teniente Coronel Victor Zillmer menciona en sus memorias “Letters from Iraq: Mud, Dust and Engineers”, que la primera vez que se topó con las barreras Texas o Paneles-T (T-Panels, por la forma en T invertida muy característica) fue en el conflicto de Bosnia a mediados de los años 90. Esto se debió a un ingeniero del Departamento de Autopistas de Texas (Texas National Department) que los convenció de usarlas en lugar del habitual sistema HESCO tan característico de aquella década. La diferencia principal era que aunque cada sistema HESCO costaba alrededor de $100, solo se podía usar una vez, ya que se deforman ligeramente después de ser rellenadas. Las barreras de hormigón, que podían reutilizarse varias veces, eran más altas, pero también más caras. Su precio ronda los $275/barrera para las Jersey y las barreras Texas podrían llegar a los $2,575/barrera (evidentemente en Irak su precio sería bastante más reducido) [1]. También podían ser instaladas en muy poco tiempo requiriendo solo una grúa (cuyo tamaño depende del tipo de barrera). Posteriormente esta idea fue trasladada a la guerra de Kosovo, una vez que las tropas serbias se habían retirado fuera de la región tras la operación Fuerza Aliada (Operation Allied Force) y se decidió utilizarlas en la construcción de muros de separación entre comunidades. Uno de estos muros fue el construido en Vitina, Kosovo, que separaría a las comunidades serbias y albanokosovares del municipio, dicho muro sería eliminado posteriormente en 2008 casi una década después. El uso de estas estructuras durante aquella década se limitaría principalmente a un uso estático y muy limitado a divisiones de comunidades de diferentes etnias en entornos urbanos.
Según Zillmer, el mismo contratista que había estado fabricándolas en Bosnia y posteriormente en Kosovo, consiguió convencer al ejército americano de usarlas durante su estancia en Afganistán e Irak como un método rápido, barato y efectivo para la construcción de pequeñas bases avanzadas ante la necesidad de despliegues rápidos. Su uso se acabaría extendiendo gracias a su facilidad de construcción, re-utilización y protección a partir de la Guerra de Afganistán. [2]
Durante la ocupación de Afganistán y posteriormente Irak el uso de este tipo de barreras, sobretodo del tipo Jersey, Alaska y Texas, se han ido generalizando. Si en el primero de los escenarios, se usaba como una manera rápida e inmediata de paliar un problema relacionado con el tiempo necesario para instalar las comúnmente conocidas barreras HESCO, en el segundo de los casos su uso se ha incorporado como una herramienta más en la lucha contra el combate de baja y alta intensidad en entornos urbanos protagonizado por las diferentes facciones que se dan cita en Irak. [1]
Además de en zonas de conflicto de alta intensidad, una gran mezcla de estas barreras y otras similares (además de otro tipo de vallas y barreras metálicas) se han usado en un rol estático con bastante asiduidad por el ejército israelí desde principios del 2000 durante la construcción de la barrera israelí en Cisjordania durante la Segunda Intifada y durante la década de 2010 en su frontera con Líbano (Blue Line) en el marco de la Operación Northern Shield. [3]
Este tipo de barreras de hormigón son especialmente recomendables en entornos urbanos [4] debido a varios factores. Por un lado tenemos su facilidad de instalación, ya que solo hace falta una grúa civil, las cuales son relativamente comunes en las ciudades. Además tienen un bajo impacto en la infraestructura urbana, ya que su base suele repartir el peso y no requiere de ningún trabajo previo para ser instaladas (por ejemplo excavaciones o cimientos), solo una superficie relativamente llana y compacta. Por último tenemos su reducido tamaño ya que una vez instaladas no ocupan más de un par de metros, que en grandes ciudades y densos entornos urbanos es una gran punto a su favor. Estas ventajas han sido demostradas en entornos de densidades urbanas medias y altas donde construir un terraplén o cubrir kilómetros de autopista con taludes y concertinas resultaría del todo inviable por tiempo, coste y mano de obra. Aunque las barreras de hormigón requieren de maquinaria especializada, las grúas, la alternativa a este tipo de barreras es la utilización de los bulldozer civiles de la familia Caterpillar (D6, D7, D8 o D9) o las del tipo ACE (M9 Armored Combat Earthmover).
Es por esto que este tipo de barreras se ha convertido en un reclamo bastante utilizado por las fuerzas expedicionarias en Irak y Siria y aunque no sean motivos de noticias son bastante tenidas en cuenta a la hora de planificar una operación militar. A modo de ejemplo, en 2014 el ISIS conquistaría lo que había sido una de las grandes bases americanas tras Operation Iraqi Freedom en 2003, Qayyarah Airfield West, también conocida como Q-West o Key-West. Durante el otoño de 2015 e invierno de 2016, cuando el ejército estadounidense preparaba la campaña de la conquista de Mosul, se decidió que dicha base tendría que ser reconquistada para poder brindar el apoyo necesario a las tropas kurdas e iraquíes que finalmente terminarían llevando a cabo la conquista de Mosul a través de un largo asedio. Esto se debía que se necesitaba una base de operaciones de entidad (“Major Fort Operating Base”) cerca de Mosul. Para poder servir de apoyo no solo tenía que ser recapturada, sino también asegurada y reparada en un tiempo mínimo. Para eso “se estimó que harían falta un total de 5928 T-walls y que dada la capacidad logística en la zona, harían falta alrededor de 6 meses para la adquisición de todas las barreras antes de poder empezar la operación. [5]
Las barreras de hormigón se popularizaron con su uso civil en la década de los 60 para infraestructuras de carreteras en los Estados Unidos. Desde entonces su uso se ha ido incrementando y variando poco a poco a medida que nuevos problema requerían nuevas soluciones. En sus comienzos, lo que se buscaba era una barrera simple, barata y modular, que pudiera bloquear el tráfico de manera temporal en las carreteras norteamericanas. A medida que ha ido pasando el tiempo y la tecnología del hormigón armado se ha ido desarrollando, estas barreras han ido adaptándose a sus nuevos cometidos y en estos últimos años hay un sinfín de tipos de barreras con diferentes finalidades, basadas en diferentes estándares y con diferentes tamaños y formas, hasta el punto de que incluso existen barreras de polietileno las cuales son rellenas de agua, aunque generalmente las vemos vacías, para señalizar y separar el tráfico peatonal en obras urbanas.
Las razones principales por la que este tipo de barreras han sido utilizadas en las últimas dos décadas en ambientes no civiles son la simplicidad del sistema, su resistencia y la posibilidad de ser reutilizadas. La simplicidad del sistema hace que una vez los moldes han sido fabricados, es relativamente barato y rápido su fabricación, transporte y colocación. La conexión entre ellas se hace con un sencillo sistema de machihembrado. Además pueden ser fabricadas localmente, como ha estado ocurriendo en Irak y no requieren de una infraestructura militar detrás, ya que pueden ser obtenidas a partir de la industria civil local, lo cual ayuda mucho a la simplificación logística. Por ejemplo, un contratista medio en Irak podría fabricar unas 25 por día, se podían trasladar a razón de 2 barreras Texas por camión y ser instaladas con una sencilla grúa civil.
La segunda de sus ventajas es su resistencia y seguridad, ya que si una detonación las hiciera volcar, al tener forma de T invertida, su base constituye otra barrera de hormigón de entorno a 1m de altas, también bastante difícil de traspasar para un vehículo. Además, aunque un RPG-7 podría llegar a penetrarlas, la mayoría de la energía cinética del proyectil es malgastada en la destrucción de la barrera y su impacto sería muy limitado. En lo que se refiere a coches bomba, como los usados en Siria e Irak, estos raramente explotan exactamente junto al muro, ya que la detonación normalmente se produce donde el explosivo es almacenado, es decir, en su maletero o en la parte trasera, lo cual hace que la explosión casi siempre se produzca entre 1 ó 2 metros de la superficie del muro, lo cual obliga a la deflagración a viajar a través del coche antes de chocar contra el muro en sí, cuyas paredes normalmente amortiguarán dicha explosión. Desafortunadamente, los efectos de su onda expansiva son difíciles de evitar. [6]
La tercera de sus ventajas es su reutilización y por tanto su uso dinámico. Mientras que las barreras HESCO en general se deforman ligeramente cuando los áridos son vertidos en su interior, las barreras de hormigón solo resultan inservibles cuando son objeto directo de explosiones, esto permite que sean reutilizables y por tanto pueden ser retiradas de un lugar, para ser colocado en otro, moverlas durante una noche cambiando totalmente la disposición del campo de batalla o incluso en mitad de la batalla para bloquear completamente calles o entradas a edificios.
Tipos de barreras de hormigón
Aunque todos estos tipos de barreras cambian ligeramente dependiendo del fabricante y de los estándares con los que se fabriquen, todos ellos comparten ciertas características generales.
Todas ellas están construidas de hormigón u hormigón armado. Pensemos en el hormigón como si de una piedra sintética se tratase, de una muy buena resistencia a compresión. Su resistencia a flexión es bastante limitada y es por esto que algunas de ellas se complementan con un esqueleto de acero (constituyendo así hormigón armado) para su mejora a flexión, este tipo será particularmente efectivo contra explosiones, ya que incluso si trozos de la barrera se llegasen a romper, el acero de su interior impediría que grandes trozos de hormigón salieran despedidos, minimizando bastante el daño.
Todas sus dimensiones y estándares son relativamente respetadas por todos los fabricantes para que sus sistemas se puedan usar independientemente del lugar de origen de su fabricante. En zonas de conflictos suelen llevar unos ganchos en forma de U de acero para facilitar su manejo, despliegue y retirada.
Los tamaños estándares suelen venir en pies y pulgadas, por eso las medidas tan poco habituales.
Barrera Jersey o Muro Jersey
La barrera fue originalmente diseñada y desarrollada en los años 40 y 50 por el estado de New Jersey (US) -de ahí su nombre- como separador físico de líneas de autopistas, carreteras o como barreras física para impedir el paso de vehículos por un carril. Es sin duda la barrera más conocida a simple vista por el usuario medio ya que su uso civil está ampliamente extendido para gestión y control del tráfico urbano. En las carreteras españolas las hemos podido ver desde el comiendo de la década 2000. Su uso a nivel internacional está muy extendido y cuenta con innumerables variables muy parecidas.
Con una altura aproximada de alrededor de un metro (entre 0.82m y 1.145m) y una base de alrededor de 0.85m. La parte esbelta superior está en torno a los 300mm. Sus longitudes están entre 3.72 y 6.2m. Su peso está alrededor de las 2 toneladas. Suelen ir armadas de acero y la base tiene una inclinación de unos 45 grados. Por lo general, para evitar que los coches puedan montarse encima. Incluso si se vuelca, estaríamos hablando de una altura de casi un metro de alto, lo cual sigue siendo un obstáculo bastante difícil incluso para camiones de gran peso, como camiones hormigoneras, autobuses, o excavadoras, que por desgracia tienen un uso cada vez más frecuentes como vehículos para abrir brechas antes de que la segunda oleada de vehículos bomba suicida penetren las zonas a atacar.
Su principal misión a nivel militar es similar al de uso civil, es decir, gestión y obstrucción del tráfico de vehículos. Cuando las fuerzas militares occidentales empezaron a asumir misiones humanitarias y de pacificación de manera más habitual, su papel como gestores de seguridad en ámbitos urbanos les obligó a buscar soluciones civiles ya existentes. A raíz del atentado de 1983 en Beirut (sin confirmar, pero posiblemente por Hezbollah) con camiones bombas suicidas a los barracones de las tropas estadounidenses en el Aeropuerto de Beirut que estaban allí acantonadas como tropas de pacificación y que se saldaría con 305 víctimas entre tropas norteamericanas y francesas y 75 heridos), su uso para limitar el tráfico alrededor de las bases militaras se intensificó convirtiéndose en un elemento habitual en controles de carreteras. Se cuenta que a partir de entonces, estas barreras empezaron a llamarse “Obstáculos Gadafi” (“Qaddafi Blocks”) por las tropas, dada la asiduidad con que el personaje financiaba grupos terroristas internacionales. En general, durante tiroteos o ataques a puntos de control de accesos (check-points), son también usados como el primer lugar en el que guarecerse ante ataques esporádicos de francotiradores o tiroteos ya que son relativamente bajos como para disparar por encima y suficientemente robustos para parar proyectiles a cierta distancia.
Barrera Colorado o Muro Colorado
Una de las variantes más conocidas de la barrera Jersey es la Barrera Colorado o Muro Colorado, cuya apariencia es relativamente similar a la barrera Jersey, aunque destaca una base no maciza (formando un par de patas continuas a cada lado de la base. Tiene unas dimensiones ligeramente superiores a la de la berrera Jersey, esto es, en torno a metro y medio de altura (aunque puede llegar casi a los dos metros dependiendo de la patente), 900mm de base y unos 225mm en su parte esbelta superior. Su longitud está en torno a 2.8m. Tiene un peso de unas 3.5 toneladas y no suele estar reforzada, al contrario que su hermana Jersey, haciéndola atractiva para negaciones visuales o tiroteos de baja intensidad, pero menos apropiadas como barreras anti-explosiones.
Secciones en T o Barreras T (T-Walls)
En general existe cierta confusión llamando a todas las barreras altas de hormigón Barreras Texas. La realidad es un poco más diversa y aunque son bastante similares, existen diferencias entre todas ellas. El término más usado son Secciones T (“T-Sections”) o Muros T (“T-Walls”) como manera de referirse a todas las barreras de perfil alto (sobre los 2 ó 2.5m). Esto se deriva de su forma en T invertida y aunque esta manera de generalizar no es del todo correcta, en realidad, está aceptada como manera de referirse a todos los muros de esta tipología. Existen dos barreras principales con forma de T siendo las mas conocidas las Texas y las Alaska.
Estos muros de perfil alto son en general usados como barreras anti-explosiones debido a su robustez, tamaño y peso, prácticamente impenetrable para el grueso de las tropas insurgentes urbanas y la mayoría de su arsenal ligero.
Barreras Texas o Muros Texas
Como ya se ha comentado anteriormente, este tipo de obstáculo se empezó a utilizar en los Balcanes a mediados y finales de los 90, aunque su uso no se popularizaría hasta el establecimiento de las bases del ejército en Afganistán. Su nombre proviene de un ingeniero del Departamento de Autopistas de Texas (Texas National Department) que convenció a las fuerzas norteamericanas para usarlas en lugar del habitual sistema HESCO.
Tiene una altura aproximada de unos dos metros (2.06m) y una base de aproximadamente de un metro (1.05m). La parte esbelta superior está en torno a los 225mm. Su longitud está en torno a los 2 metros (1.96m). Su peso está entorno a las 6 toneladas. No suelen ir armadas de acero ni de ganchos para su instalación y la base no tiene ninguna inclinación. Tiene una forma de T pura, siendo todas sus paredes perpendiculares. Su base tiene una altura de 310mm, por lo que es bastante difícil acceder a ella con vehículos bajos. Aunque hay algunos tipos que pueden llegar a ser igual de alta que las del tipo Alaska, esto es 3.66m de altura, son poco prácticas y relativamente delicadas en comparación con la tipo Alaska, cuya base es más robusta.
A comienzos de la década del 2000, tras la invasión de Afganistán (2001) e Irak (2003), el ejército de la Coalición pretendió establecerse en grandes edificios y complejos abandonados y estableció allí sus bases. Al poco tiempo empezó a recibir ataques de morteros, cohetes y lanzacohetes en sus bases y puntos de control. La solución fue rodearlos con hormigón de manera que el impacto de estos artefactos fuera muy limitado. Estos muros de hormigón ayudaron a fortificar de manera rápida las grandes bases aun por construir y fortificar. A raíz de esta experiencia el ejército norteamericano empezó a incorporar los grandes muros con forma de T en prácticamente todas sus bases y puntos de control, extendiendo su uso debido a la modularidad y flexibilidad. Los viejos e inoperantes muros Texas, fueron sustituidos por los muros Alaska, con mejor comportamiento y más flexibilidad.
Existe un tipo de barrera Texas de pendiente constante que suele confundirse (por tener el mismo nombre) con este tipo de barreras. Sin embargo, las de pendiente constante son más parecidas a las barreras de perfil bajo (Jersey o Colorado), teniendo una altura de en torno a 1 ó 1.1m, están reforzadas de acero y su sección es de forma triangular.
Barrera Alaska o Muro Alaska
Las barreras Alaska o Bremer tienen una base bastante similar a la de los muros Jersey con la diferencia de que son bastante más altos y su función es ligeramente diferente. La Barrera Alaska es la más reconocible de todas a simple vista, ya que son las más usadas por la Coalición. También se les puede encontrar por el sobrenombre de Muros Bremer, debido al uso extensivo que el antiguo Director de Reconstrucción y Asistencia Humanitaria de la Autoridad Provisional de la Coalición, L. Paul Bremer, haría de ellas en el Irak de post guerra. En concreto en las campañas que tuvieron lugar en el período en torno a 2006 y 2008: durante el auge de la violencia de la violencia sectaria de 2006, el posterior aumento de tropas de la coalición en 2007 y las revueltas primaverales iraquíes de 2008. Sin embargo su uso se remonta a la invasión de Afganistán, junto con los muros Texas.
Las barreras Alaska poseen una altura aproximada de unos tres metros (entre 3.1 y 3.66m) y por tanto son bastante más altos que las estándar Texas. La base de algo más de un metro (1.39m), lo cual ayuda a compensar su altura reduciendo el centro de gravedad del objeto. La parte esbelta superior está en torno a los 225mm e incorpora los ganchos para su traslado e instalación. Al igual que las del tipo Texas, su longitud está en torno a los 2 metros (1.96m). Su peso está entorno a las 7 toneladas. En la mayoría de los casos suelen ir armadas de acero. Aunque su base no es perpendicular, la pantalla tiene las paredes totalmente perpendiculares. Su base tiene una altura de 310mm vertical más otros 310mm en ángulo de unos 30 grados, por lo que es bastante difícil acceder a ella con todo tipo de vehículos, incluyendo a los más altos. El hecho de estar totalmente reforzada y disponer de una base bastante más grande y compensada que el sistema Texas, hace del sistema Alaska un sistema bastante más fiable en entornos urbanos.
Una de las principales ventajas de este muro es que está armado y dispone de los ya mencionados ganchos en forma de U en su parte superior para facilitar su reutilización y despliegue rápido. Hasta ahora todas las barreras que hemos mencionado, poseían una base rectangular en su planta, sin embargo, el muro Alaska posee unos chaflanes en su base que permite girarlos en diferentes grados para crear diferentes formas o adaptarlas a diferentes geometrías, como esquinas, las cuales las hace aun más flexibles.
El uso que el ejército de la Coalición le ha dado a este tipo de barreras ha sido bastante extenso, eminentemente ha sido usado como barrera de seguridad para ayudar en el control del tráfico (y del espacio público) y para el aumento de la seguridad. Facilitando el control de acceso de vehículos suicidas a diferentes partes de la ciudad. Como uso secundario, también se ha usado como pantalla de protección de civiles y tropas contra IEDs y como elemento táctico y operacional básico en algunas operaciones militares para limitar el movimiento y la logística de los adversarios en diferentes entornos urbanos, como veremos más adelante.
Otras barreras de hormigón y sistemas prefabricados
Aunque existen otros tipos de barreras y sistemas modulares de hormigón armados, como los búnkeres SCUD (en forma de C) o los búnkeres y torres de vigilancia prefabricadas, que no son objeto de estudio en este artículo.
Hay otro tipo de barreras de hormigón, como las tipo F (F-shaped) – con una escala muy parecida a la Jersey o la Colorado, pero con un perfil curvo – o las barreras Nebraska – un pequeño muro en T con la parte vertical ligeramente curva y de apenas 2m de alto – pero no nos detendremos en ellas.
Entre el gran decálogo de barreras que existen tenemos a modo comparativo la siguiente tabla:
Tipo |
Altura (m) |
Base (m) |
Grosor parte superior (m) |
Peso (toneladas) |
Longitud (m) |
Utilidades |
Jersey |
0.82-1.15 (3 pies) |
0.85 |
0.3 |
2 |
3.72-6.2 |
Control tráfico Denegación acceso a áreas |
Colorado |
1.55-1.83 (6 pies) |
0.9 |
0.225 |
3.5 |
2.8 |
Protección ligera Denegación acceso a áreas |
Texas |
2.03-3.66m (6 pies y 8 pulgadas) |
1.05m |
0.225 |
6 |
1.96m |
Protección media Construcción de bases Militares Separación de zonas civiles |
Alaska |
3.1 y 3.66m (12 pies) (Hay modelos de hasta 6.1m) |
1.39m |
0.225 |
7 |
1.96m |
Protección pesada Construcción de bases militares Compartimentación zonas Anti-explosiones |
Barriles |
0.8m |
0.6m |
0.6m |
0.35-0.4 |
0.6 m |
Control tráfico |
Bunkers |
1.83m (6 pies) |
2.27m |
0.2m espesor |
8 |
2.27m |
Vigilancia Protección pesada |
Torres de vigilancia |
Desde 4.57m a 8.54m (15 a 28 pies) |
2.5m |
0.2m espesor |
Dependiendo del diseño |
2.5m |
Vigilancia Protección ligera |
La evolución del uso de barreras de hormigón en combate urbano
1) Kabul
Si ya hemos comentado anteriormente cómo las barreras de hormigón se utilizaron en Bosnia, Kosovo o Israel para separar diferentes vecindarios en los que existían diferentes tensiones raciales, en 2001 Estados Unidos decidiría invadir Afganistán e instalar allí a una fuerza militar con la idea de pacificar el país.
Kabul fue el lugar en el que el uso de las barreras de hormigón se hizo a gran escala y por primera vez pudimos ver cómo el ejército de Estados Unidos planificaba una posición defensiva en el interior de una gran ciudad, que por aquel entonces ya estaba entorno al millón de personas. Se estima que desde 2001 a 2014 Kabul cuadruplicó su tamaño debido a la caída del régimen talibán y la huida de la población del campo a la ciudad. Un efecto parecido ya se había producido también durante la guerra con la Unión Soviética en los años 80.
En este caso, las fuerzas de la coalición utilizaron todo lo que tuvieron a su alcance para crear auténticos perímetros defensivos fijos principalmente como barrera anti-explosivos en zonas específicas como cuarteles generales, centros de poder o bases militaras, tras los que parapetarse contra VIEDs (Vehículos Artefactos Explosivos Improvisados). Sin embargo, para este cometido, no solo se usaron barreras de hormigón, sino también barreras HESCO y auténticos muros creados con sistemas prefabricados o no (ladrillos o piedras) para dividir la ciudad y acordonar diferentes zonas. A todo esto le acompañó una estrategia de puntos de control en los principales nodos de carreteras para alejar las posibles amenazas todo lo posibles de los lugares a los que se quería proteger.
En concreto la zona central de Kabul, llegó a convertirse en una de las zonas más segregadas de la ciudad, en gran parte porque esta gran área en el interior de la ciudad estaba vetada para la mayoría de sus ciudadanos. Existía una gran zona que era la denominada Zona Verde, en cuyo interior se incluían cuatro grandes zonas totalmente amuralladas: el Área del Palacio Presidencial, el Cuartel General de la ISAF, la Embajada de los Estados Unidos y el Cuartel General de la Coalición. Además de esto existían varios puntos de control con bloqueos de carreteras para controlar los diferentes accesos, normalmente uno en cada intersección, para evitar en todo lo posible los atentados con vehículos.
Por tanto podemos ver claramente que el uso de las barreras de hormigón en Kabul fue eminentemente estático y con marcado carácter defensivo.
Bagdag
Cuando en 2003 la coalición invadió Irak, se encontró con una desagradable sorpresa, los enemigos habían aprendido a utilizar las herramientas que tenían a su alcance. Por ejemplo, cuando la coalición se decidió a atacar la ciudad de Fallujah, los insurgentes habían creado trampas en forma de madrigueras de conejos conectadas unas con otras diseñadas para canalizar las fuerzas asaltantes de la coalición en campos de fuego y detonar artefactos explosivos improvisados justo antes de atacar. También se habían usado barreras de hormigón para bloquear carreteras y crear callejuelas sin salida en las que emboscar a los asaltantes. Además, estas barreras de hormigón se habían utilizado para reforzar búnkeres y puntos fuertes contra el ataque enemigo, tales como mezquitas o depósitos de municiones, contra las cuales las municiones de la coalición no eran tan efectivas. Como resultado de la utilización intensiva de la potencia de fuego por parte de la coalición para reducir al mínimo la resistencia en estos puntos defensivos, uno de cada cinco edificios de la ciudad fueron destruidos y la mitad fueron dañados [7].
Con el tiempo, la insurgencia fue haciendo un uso de vehículos cada vez más pesados como ambulancias, camiones cementeros, excavadoras o grúas y con tácticas y medios más desarrollados. Por tanto, las medidas que hacían falta para contrarrestar este tipo de amenazas fueron cada vez más onerosas [8]. Para finales de 2005, los terroristas ya habían desarrollado tácticas especializadas para atacar y atravesar estos puntos fuertes. La táctica consistía en que un primer vehículo mártir, por lo general pesado, que actuaba como ariete para romper los muros con una primera detonación. Para posteriormente, uno o varios vehículos menores pudieran acceder al interior del recinto protegido a través de la brecha creada por el primero y detonarse en su interior. Uno de estos ejemplos los tenemos en el ataque al complejo hotelero formados por el Ishtar Sheraton y el Hotel Palestina. En dicho ataque, los terroristas hicieron detonar un coche bomba cerca de la estación de policía a unas manzanas del complejo hotelero del Ishtar Sheraton y el Hotel Palestina donde se alojaba la prensa (eminentemente) occidental que cubría el conflicto. Cuando todos los periodistas se encontraban en los balcones de sus dormitorios cubriendo la noticia un segundo vehículo entró en acción. En este caso se trataba de un camión que fue a actuar como ariete contra las barreras del complejo hotelero. Por último, un camión hormigonera cargado de explosivos intentó penetrar en el complejo a través de este hueco en la barrera. Por suerte, el camión cementero no pudo entrar totalmente, ya que los restos de muros tras la explosión bloqueaban la entrada al complejo, cuando quedó claro que el camión no podría llegar a su objetivo se hizo detonar allí mismo matando a 20 personas e hiriendo a 42. Todo fue recogido por las cámaras [9].
Para mediados y finales de la década del 2000, la coalición ya hacía un uso bastante metodológico de la utilización de barreras de hormigón estáticas, legado de su experiencia en Kabul. Uno de los ejemplos lo pudimos ver en las diferentes fortificaciones que se hicieron en el Aeropuerto internacional de Basra (Basora), también conocido como COB Basra (Contingency Operating Base Basra). Estas mejoras se hicieron tras el repliegue de las fuerzas de la coalición (en este caso británicas y danesas) tras los diferentes sitios que sufrieron las tropas en el interior de la propia ciudad de Basora entre Febrero y Septiembre de 2007. Algunas de estas mejoras ya incluían elaboradas barrera anti-embestida construida con un doble muro de dichas barreras de hormigón, siendo estas una barrera Jersey al interior y unos 2 metros hacia el exterior una barrera Alaska de casi 3 metros de altura, y entre medias un relleno de diferentes agregados. [10]
En Bagdad, la estrategia de la coalición en relación al uso de las barreras de hormigón cambió dramáticamente en relación a Kabul. Una de las mayores diferencias entre los muros levantados en Bagdad y los que se levantaron antaño en Berlín, Belfast o entre Israel y Palestina, es que esta muralla estaba fragmentada, era discontinua. No constituía una clara división entre dos ciudades, sino que se variaba y se adaptaba dependiendo de las necesidades, cambiando de la noche a la mañana. Esta estrategia cambiaría vecindarios enteros, su composición social, su economía local y hasta las mismas estructuras de poder en dichos barrios. Lo primero que hay que entender es que Bagdad, a diferencia de Kabul, era y es una gran metrópolis que en 2015 tenía alrededor de 7.22 millones de habitantes. No era una ciudad que se podía rodear fácilmente o aislar por distritos, era y es una basta región urbanizada, en la que el ejército de la coalición era insuficiente para controlar cada avenida, cada calle y cada callejón. Era una metrópolis compleja con estructuras que se expandían como un continuo a través de la ciudad. El número total de kilómetros construidos de muro llegaron a alcanzar los 231km, más que los 155km del muro de Berlín.
Los muros se construían a un ratio de 2000 barreras por semana en el pequeño pueblo de Gopola, entre Kirkuk y Sulaimaniya (Kurdistán iraquí), produciendo más de 50 toneladas de hormigón diariamente que iba a parar principalmente a Bagdad [11], el mismo hormigón que antes se utilizaba para la construcción de viviendas e infraestructuras en la ciudad, ahora se utilizaba para dividirla y asegurarla, al menos durante un tiempo. Las primeras zonas en ser fortificadas parcialmente, casi inmediatamente tras la ocupación, fueron los puntos neurálgicos de las fuerzas de ocupación: La zona Verde en el corazón de la ciudad y el Aeropuerto Internacional junto con el recinto militar.
El uso de las barreras de hormigón en entornos urbanos conflictivos de baja intensidad, sobretodo de tipo contrainsurgencia de carácter urbana ha conseguido diferentes resultados, desde nivel táctico hasta nivel estratégico en cuanto a seguridad, estabilidad, protección de civiles y eliminación de amenazas terroristas se refiere [12]. Aunque no solo estas barreras se empezaron a usar en controles de tráfico, sino también en controles de población y recursos en grandes ciudades y su uso se empezó a hacer más y más usual y creativo. Estos grandes obstáculos se convirtieron también en una de las principales herramientas para la prevención de atentados, especialmente con IEDs (Artefactos Explosivos Improvisados), VIEDs o morteros.
El uso estático de dichas barreras fue dejando paso a un uso más fluido y táctico, actuando en un rol activo y siendo instaladas y eliminadas allí donde hacían falta o eran redundantes. Uno de los primeros usos que se les dio a estas barreras de hormigón en Bagdad fue el apantallamiento de las carreteras y principales arterias de comunicación para que los IEDs no pudieran ser activados al paso de los convoyes de la coalición, sin embargo esta estrategia tuvo poco éxito. Aunque estas barreras aumentaron la dificultad de los terroristas para realizar atentados evitando un acceso fácil a grandes aglomeraciones de vehículos, degradando su letalidad, los forzó a dirigirse contra los diferentes puntos de control y accesos de estas carreteras que actuaban de embudos y puntos de apelotonamiento. No obstante, estos puntos sí estaban especialmente diseñados para lidiar con estas amenazas. Esta estrategia redujo considerablemente la maniobrabilidad de estas unidades terroristas a nivel táctico urbano y la libertad de movimiento de los vehículos explosivos en Bagdad [12].
Unos de estos ejemplos fue su utilización contra el Resurgir en Irak en 2007 y el aumento de la violencia sectaria. Con el fin de neutralizar y asegurar los vecindarios de Bagdad, se rodearon muchos de los vecindarios de mayoría suní en la ciudad con el objetivo, no solo de reducir la violencia, sino también de controlar el acceso y salida de los civiles y el tráfico de mercancías, limitando enormemente la maniobrabilidad de los enemigos, su capacidad de fundirse entre la población y creándose así un efecto disruptivo en sus líneas de suministros. Para controlar estos accesos a los vecindarios amurallados se emplearon tanto a las Fuerzas de Seguridad Iraquíes, como a los Hijos de Irak (“Sons of Iraq”), una especia de amalgama de bandas de delincuencia urbanas, pero con fuerte arraigo en los distintos barrios. De esta manera se sacrificaban derechos y libertades de los ciudadanos de estas áreas a cambio de seguridad [12].
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