La Unión Europea lleva décadas tratando de dotarse de una política exterior y de seguridad común acorde a su peso económico y demográfico. Han sido, en la mayor parte de los casos y para desgracia de sus casi 450 millones de habitantes, una sucesión de fracasos, en los que a cada paso el nivel de ambición era menor. Pese a ello, se ha avanzado, especialmente desde que el 24 de febrero de 2022 la Federación Rusa lanzase una invasión de Ucrania que ha forzado a los Veintisiete a dar un nuevo impulso a todo lo relativo a la Defensa. Sin embargo, son muchos los factores, algunos de ellos muy profundos, que han impedido hasta ahora que los pequeños pasos culminen en una verdadera defensa común. Este libro pretende identificarlos dejando de lado el habitual «wishful thinking», imperante entre las élites que dirigen Europa desde la burbuja bruselense, de forma que, a partir de una base sólida, se pueda construir.
El origen de «La construcción de una política exterior y de seguridad común en Europa: ¿Por qué es tan problemática?» reside en un debate recurrente y en la necesidad de poner algo de orden en el mismo. Periódicamente sale a la palestra la intención de la Unión Europea de convertirse en un actor estratégico, además del anuncio, que suele ir de la mano del primero, de que “ya tenemos un ejército europeo”. Recientemente, a caballo entre la retirada de los Estados Unidos de Afganistán y la entrada de Rusia en Ucrania, ese debate ha arreciado. Aun así, como no puede ser de otro modo dada la enjundia del tema, son muchos, tanto civiles como militares, quienes se preguntan las razones por las cuales la Unión Europea no logra despegar como un actor estratégico digno de tal nombre ni es tenido por tal entre las grandes potencias.
En los últimos meses desde Ejércitos -y en colaboración con la editorial Catarata- hemos publicado dos libros sobre la guerra de Ucrania en los cuales se ha dedicado un importante espacio a los cambios que esta ha provocado en la Unión Europea, tanto en términos de la Política Exterior y de Seguridad Común como, más concretamente, en la Política Común de Seguridad y Defensa. Por supuesto, también en lo relativo a la ayuda concedida a Ucrania, en muchas ocasiones al límite de lo posible dado lo precario de los arsenales europeos. No es casualidad, pues más allá de la importancia que la invasión rusa de Ucrania tiene para la seguridad de los 27, Europa, y más exactamente la defensa europea, son una de las razones de ser de Ejércitos.
«La construcción de una política exterior y de seguridad común en Europa: ¿Por qué es tan problemática?», a diferencia de las dos anteriores, es más bien un ensayo, con un tono más amigable y en ocasiones incluso informal -dentro de unos límites, obviamente-, con el que pretendemos no tanto ofrecer recetas como abrir un debate sobre los verdaderos problemas de fondo que han venido lastrando -y condenando- los intentos por construir una defensa común. Para ello su autor, el profesor Josep Baqués, analiza los imperativos estratégicos derivados de la historia y la geografía, que afectan a cada uno de los Estados miembros de la UE, complicando -o quizá incluso haciendo imposible- su sustitución por otros comunes que sirvan como base a un proyecto único en materia de defensa. El lector verá pasar por estas páginas autores clásicos como Halford John McKinder y otros más modernos -aunque elevados a la altura del anterior- como ocurre con Samuel P. Huntington. También a Immanuel Kant, o Arnold J. Toynbee, entre muchos otros. Por supuesto fechas y lugares. Ilusiones y sueños frustrados. Especialmente esto último, una constante cuando hablamos de la defensa europea. Un fenómeno de todo menos casual.
La mayor parte de lo que se escribe sobre construcción europea obedece a la lógica del Derecho Internacional Público y adolece, generalmente, de un sesgo idealista tan admirable como contraproducente. Hacer un análisis lo más exacto de la realidad europea, de las ambiciones y miedos de cada Estado, de sus dilemas de seguridad, de sus aspiraciones e imperativos es, por el contrario, la única receta válida si lo que se pretende es construir una Unión Europea que sea, además de un gigante económico, un “actor estratégico” y no el enano militar que sigue siendo. Es ahí en donde entran los Estudios Estratégicos y el realismo político. El resultado es un libro abiertamente provocativo, nada cómodo a la retórica idealista dominante, pues solo una visión crítica y racional permitirá superar muchos de los escollos que la UE se ha encontrado en más de 70 años de camino en los que su ambición en materia de defensa no ha hecho, en muchos casos, más que reducirse.
En un mundo en el que hemos pasado en un breve plazo de tiempo de la hegemonía estadounidense, ciertamente cómoda para los europeos, a la competición estratégica entre grandes potencias, solo dotándonos de una capacidad de disuasión -y no solo convencional- creíble y acorde a nuestro tamaño en términos humanos, económicos y tecnológicos, podremos seguir siendo un actor relevante y, en lo posible, autónomo. Sin embargo, después de más de tres décadas de cobrarnos los “dividendos de la paz” esto no puede hacerse en base a articular sobre el papel nuestras esperanzas y deseos -muchas veces grandilocuentes-. Este es un esfuerzo condenado al fracaso que rara vez se traduce en logros prácticos, por lo que se requiere un trabajo de zapa. Un proceso lento y arduo que pasa, en primer lugar, por recuperar la capacidad de pensar en términos estratégicos, algo que las generaciones más jóvenes han olvidado, pues por fortuna no han conocido la guerra; ni siquiera la “fría”. Hacer esto posible -el que las nuevas generaciones olviden el idealismo y sean capaces de pensar en términos de poder-, obligará a publicar muchos más libros como este, quizá llegando a otras conclusiones, pero sobre la misma base realista.
En nuestro caso, «La construcción de una política exterior y de seguridad común en Europa: ¿Por qué es tan problemática?» no es más que un primer paso, al que seguirán más adelante otros tratando temas más específicos relacionados con la defensa europea. No es un capricho, sino que nos va la vida en ello. Y no nos referimos a la vida de nuestro pequeño negocio editorial, sino a la de los europeos, que corren el riesgo de quedar relegados a la irrelevancia si no son capaces de salvar sus diferencias y cooperar también en esta materia. Es por ello por lo que, con la esperanza de contribuir a un objetivo que va más allá de personas o Estados, nos hemos lanzado a esta nueva aventura, a sabiendas de que el tema europeo, al menos en lo relativo a la defensa, rara vez vende. Además, lo hemos hecho con la ilusión de obligar a pensar, forzando al lector -especialmente al joven- a salir de los lugares comunes, del pensamiento mágico y de la retórica propia de la “burbuja europea”. Si apenas un puñado de jóvenes son capaces de salir de esta suerte de jaula de oro intelectual gracias este libro, nos daremos por satisfechos.
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