En los últimos días han aparecido tanto en la red social Twitter como en televisión varias imágenes y vídeos en los que podíamos observar en detalle la decoración de los cascos de los pilotos de nuestro Ejército del Aire. Algunas de estas representaban símbolos e ideas cuanto menos polémicos, desde banderas confederadas al Japón imperial. En los tiempos en que vivimos, en los que cualquier fuerza armada debe cuidar al máximo su política de comunicación, este tipo de detalles que quizá parezcan triviales, ofrecen un argumento a todos aquellos que basan su discurso, contrario a las FAS, en la supuesta orientación ideológica de nuestros militares.
La comunicación pública del Ejército del Aire español ha mejorado recientemente en las redes sociales con material audiovisual de mayor calidad y una cuenta de Twitter en inglés. En uno de esos esfuerzos por mostrar aspectos inéditos de la vida cotidiana de las fuerzas armada, el 7 de febrero un hilo de Twitter mostraba las decoraciones de los casos de pilotos de combate españoles. Algunas imágenes fueron recogidas por el blog Defensa y Aviación e incluso la decoración de un casco se convirtió en noticia de la prensa local, como fue el caso de un piloto de León.
Uno de esos cascos decorados de pilotos españoles pudo verse recientemente en Rumanía, donde el Ejército del Aire ha desplegado seis Eurofighters y 130 militares para participar en una misión de policía aérea en el Mar Negro de la OTAN. Los militares españoles operan desde la 57ª Base de la fuerza aérea rumana, el anexo militar del aeropuerto internacional “Mihail Kogălniceanu” ubicado cerca de la ciudad costera de Constanza.
Tal como mostró la televisión rumana, el casco de uno de los pilotos desplegado en Rumanía aparece decorado con los colores de la bandera de guerra de la armada de los Estados Confederados de América, conocida generalmente como la “bandera confederada” y que es un símbolo supremacista racial blanco en Estados Unidos. Es un asunto complejo que va más allá de filias y fobias, como veremos.
El caso de los símbolos siempre es complejo porque sus significados varían con el tiempo y el contexto. Por ejemplo, todos sabemos que la esvástica es un símbolo solar de muchas culturas y religiones. Sin ir más lejos, en el ámbito militar la esvástica fue empleada como símbolo por la 45ª División de Infantería de los Estados Unidos y la fuerza aérea finlandesa antes del ascenso del nazismo en la Alemania de entreguerras. Pero nadie puede obviar la carga simbólica que quedó asociada y por eso la fuerza aérea finlandesa eliminó discretamente la esvástica de sus emblemas hace unos pocos años.
La conocida como bandera confederada se popularizó como símbolo de resistencia y defensa de las leyes racistas de los estados del sur (“state rights”) frente al auge del movimiento de derechos civiles que luchó por el fin de la segregación racial.
La bandera de guerra de la armada de la Confederación, que no la bandera de la Confederación, se convirtió por el camino en un símbolo de la cultura y tradiciones del sur, pasando luego a la cultura popular como es el caso de las bandas de moteros, la música rockabilly y grupos musicales como Lynyrd Skynyrd o Pantera asociada a la idea de rebeldía.
Sin embargo, como hemos dicho, un símbolo no se puede entender sin su contexto. Y es evidente que el significado político de la “bandera confederada” en el actual clima político de Estados Unidos, especialmente después de los acontecimientos en Charlotesville (2017), tiene un significado muy concreto que no tiene que ver con representar los valores etnográficos de una región de Estados Unidos sino con grupos e ideas concretas.
Por tanto, más allá de la intención original del piloto militar español del Ejército del Aire, que posiblemente trató de simbolizar los valores de la rebeldía como otro usó el emblema de la Alianza Rebelde de Star Wars, tenemos que entender que está participando en una misión internacional de la OTAN con un símbolo del supremacismo racial blanco.
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