La industria militar en Irán

La industria de defensa iraní es una rara avis. Ha dado lugar a armamentos en algunos casos sorprendentes -y en otros esperpénticos-, a la vez que ha permitido a Teherán alimentar a sus proxies e incluso ayudar a Sudán a establecer su propia industria militar. Ha sido también fundamental a la hora de asegurar la disuasión frente a otras potencias y todo ello con unos medios muy limitados, dando vueltas de tuerca inesperadas a materiales ya desfasados y siempre recurriendo a la imaginación y la innovación.

Antes de entrar en materia hemos de aclarar que a lo largo de este artículo intentaremos centrarnos solo en los apartados terrestre y aéreo, pues hay artículos específicos en este especial que tratan tanto el tema naval como la fuerza de misiles iraní en profundidad. Aun así, las referencias serán inevitables.

Dicho esto, lo primero que hemos de tener en cuenta a la hora de hablar de la industria de defensa de Irán es que las ansias por desarrollar capacidades de diseño y fabricaación propias son anteriores a la revolución islámica. El Sha Mohammed Reza Pahleví intentaría hacer de su país no solo una potencia militar, sino una nación capaz de proveerse de sus propias armas (incluyendo las nucleares).

Para asegurarse el éxito en este empeño no dudó en sellar una alianza técnico-militar con Israel. Su idea, según sus propias palabras, recogidas por el documental de la BBC «Fall of a Shah», pasaba por crear el “el mejor ejército no atómico de todos los países”. A punto estuvo de conseguirlo a tenor de la cantidad y calidad de las adquisiciones realizadas y de los proyectos emprendidos.

Uno de los primeros programas que lanzaría, resultado la cooperación entre ambos estados, fue el desarrollo de un sistema de misiles de corto alcance. Un proyecto puesto en marcha por recomendación del por entonces ministro de Defensa israelí, Ezer Weizman. Se inició después de que Washington rechazara de plano su petición para armar al todavía conocido como Ejercito Imperial Persa con una fuerza de disuasión misilística construida en torno a los misiles tierra-tierra (SSM/MSS) móviles del tipo MGM-52 “Lance”. Es en estos momentos cuando las relaciones se volverían más profundas con Israel, dando lugar a otros programas como el “Project Flower” y a un acuerdo bastante complejo que debía impulsar la industria iraní.

Irán proporcionaría los fondos necesarios a Israel para desarrollar el proyecto, mientras que este último aportaría la tecnología para llevar a buen puerto el acuerdo. Irán suministraría a Israel crudo por un equivalente cercano a los 250 millones de dólares de la época (1977) para financiar el programa, que se dividiría en varios apartados.

• La transferencia tecnológica de los misiles Jericó-I para su construcción en Irán.
• El desarrollo de un mortero pesado de 120mm del que supuestamente derivaría la actual la familia SOLTAM.
• Un caza polivalente que posteriormente terminaría por conocerse en Israel como Lavi («León» en hebreo) y que sería abandonado en parte por sus costes y en parte por la presión estadounidense de cara a adquirir el F-16.
• Un nuevo misil antibuque basado en el Gabriel que tendría una versión capaz de ser disparada desde un submarino. Algunas fuentes, no obstante, sugieren que el misil en cuestión estaría basado en el AGM-84A “Harpoon”.

El proyecto resultó infructuoso, primero por el derrocamiento del Sha y segundo porque la financiación recibida por Israel fue totalmente reorientada al I+D+i nacional; las verdaderas intenciones israelíes fueron las de proporcionar a los iraníes armas de una generación anterior (validas en ese momento, pero no con vistas de resultar decisivas en un futuro), pero nunca modelos de nuevo cuño, desarrollados eso sí gracias la aportación iraní.

Todos estos proyectos se compaginaron con la adquisición externa de equipamiento de diversos orígenes, súbitamente acelerada tras la retirada de las fuerzas británicas del Golfo Pérsico a fines de 1971. En esos momentos Irán decidió acelerar y su programa de adquisición y modernización de sistemas y no dudó en destinar a defensa los recursos que fuesen necesarios. A tal punto llegó esta política que en su momento álgido absorvería la friolera de un cuarto del PIB persa, un gasto propio de tiempos de guerra que en tiempos de paz solo encuentra parangón en la Unión Soviética. Una ingente cantidad de fondos que tendría como destino predilecto las empresas de armamento estadounidenses, en virtud del Programa de Asistencia Militar (PAM).

Como era de esperar, para escarmento de Pahleví, el desequilibrio en los presupuestos del estado persa (descuidando otros sectores vitales de la sociedad) sería el caldo de cultivo perfecto para el radicalismo islámico y allanaría el camino para el descontento social primero y el triunfo de la Revolución Islámica después.

El renacimiento de la fuerza aérea imperial

Un ejemplo del enorme derroche de recursos lo encontramos en la idea del Sha de convertir a la IIAF en la fuerza aérea más grande el mundo libre después de la USAF, según afirmó en su día en La Haya:

«Irán planea, para 1980, tener más cazabombarderos que cualquier miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, excepto Estados Unidos«.

Con anterioridad al triunfo de la Revolución Islámica, la IIAF llegaría a ser la mayor de la fuerza aérea en el Golfo Pérsico, aglutinando más de 400 aviones de combate, la mayoría de ellos dotados con la última tecnología de la época.

Con estos medios, la IIAF era capaz de golpear casi cualquier objetivo dentro de la región o iniciar una campaña militar lejos de sus fronteras gracias a los diversos multiplicadores que había recibido (programa PEACE STATION). Era el caso de los aviones de transporte/cisterna (Boeing B-707-320C y B-747-200) y los transportes tácticos Lockheed C-130E/H “Hércules”. Es más, desde mediados de 1973 y hasta noviembre de 1974 se establecieron contactos con Lockheed para la coproducción de partes de los C-5B “Galaxy” en Irán. También se negoció la adquisición en Holanda de 14 Fokker F-27 para transporte y enlace que debían reforzar la flota de transportes ligeros y medios.

Las ambiciones de Pahleví no tenían límites. Intentó cerrar la compra de hasta 7 AWACS E-3A “Sentry” aunque finalmente el sistema se catalogó como no exportable a Irán después de intensos debates en los comités de defensa norteamericanos. Lo mismo sucedió con el caza F-16A “Fighting Falcon” del que pensaban adquirir alrededor de 280 unidades a finales de los 70.

Con estos aparatos se pensaba sustituir o complementar parte de la flota de Northrop F-5A “Freedom Fighter” (sustituidos por Northrop F-5E/F “Tiger-II” del programa PEACE RUSH/I/II/II) e incluso ya se pensaba en la adquisición de los F-20 “TigerShark” como complemento de los F-16A “Fighting Falcon”. Los aparatos de General Dynamics también servirían para jubilar algunos de los más antiguos McDonell Douglas F-4D , que también serían sustituidos por los nuevos McDonell Douglas F-4E procedentes de los programas PEACE ROLL/ROLL-II. 

Curiosamente, en este mismo periodo ya se había encargado el primer lote de 80 (de los 160 planeados + 290 opciones) Grumman F-14A “Tomcat” y aproximadamente 600 misiles AIM-54A “Phoenix”, así como las necesarias piezas de repuesto y el entrenamiento para las aeronaves, además de radares y misiles.

No quedaron ahí los planes del Sha. También se evaluó tiempo antes la posibilidad de adquirir (posteriormente descartado al elegir el F-14A) los potentes F-15A “Eagle” que serían entregados bajo el programa “PEACE EAGLE”. El material de las FAS iraníes llegó a ser tan abundante y moderno que en 1977 algunos informes de diversas agencias de información e inteligencia occidentales no dudaban en señalar que Irán podría invadir sin muchos problemas Arabia Saudita…

El material norteamericano no era, sin embargo, el único que abastecía a Persia. Francia quería vender a la IIAF su exitoso caza Mirage-IIICI/EI/BI (la I mayúscula es por Irán) que en esos momentos inundaba el mercado internacional, ofreciendo junto con los cazas la opción de construir una planta de repuestos en Irán, la cual que tendría licencia para vender estos repuestos en todo el Medio Oriente, incluido Israel.

En última instancia todo esto no fueron más que sueños vanos. La capacidad de ataque de la Fuerza Aérea de Irán se degradó rápidamente fruto de la ruptura de cualquier relación con Occidente tras la Revolución Islámica, obligando a buscar soluciones en ocasiones desesperadas.

La recién nacida IRIAF (Islamic Republic of Iran Air Force) se encontraría con el acceso vetado a los tan necesarios repuestos, mantenimiento y entrenamiento de pilotos, que en su mayoría se llevaba a cabo en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania Federal. Todo ello obligó a agudizar el ingenio recauchutando una y otra vez los modelos en servicio, acudiendo al mercado negro, intermediarios de todo tipo, etc, con tal de mantener la flota en vuelo, un proceso que sigue en marcha.

Compras y más compras

En su megalomanía, el Sha de Persia no pensaba solo en la Fuerza Aérea. Otra de sus intenciones era la de dotar al ejercito de la nación de una de las masas acorazadas y blindadas más formidables del mundo, capaz de medirse casi de tú a tú con potencias como Alemania Federal y superando a cualquiera de sus vecinos.

Para ello se embarcó en un proyecto de reequipamiento masivo de las unidades acorazadas y blindadas iraníes adquiriendo cantidades descomunales de carros de combate. De la familia “Patton” se adquirieron 460 unidades del modelo M60A1, complementadas por 400 unidades de los modelos M47/47M y M48 más antiguos. Además, debido a la preocupación que causaba en el Sha la posesión de carros de combate de origen soviético T-55 por parte de Irak, se adquirieron en el Reino Unido cerca de 900 Chieftain MK3/5 entregados justo antes del estallido de la Revolución Islámica.

También se pretendía (las negociaciones estaban muy avanzadas pero en 1975 se detuvieron) la coproducción de los misiles BGM-71 “TOW” y AGM-65 “Maverick”, si bien los primeros acabarían siendo producidos no mediante licencia, sino mediante ingeniería inversa años más tarde.

Otra compra interesante fueron las 220 unidades (algunas fuentes hablan de 202 unidades) del helicóptero de ataque Bell AH-1J (una variante mejorada para la exportación del “Sea Cobra”), junto con 234 unidades del Bell B-214. Además, Persia también financió el desarrollo del Bell-214ST (Super Transporter), el cual no llegaría a materializarse en el país, pues debido a la elevada reposición de material en Estados Unidos a causa de la Guerra de Vietnam, se desvió la producción (adquisición de licencia mediante) al fabricante italiano Agusta, denominando el producto resultante como Agusta-Bell.

De estos aparatos fabricados bajo licencia en Italia se adquirieron unas 50 unidades del AB-205 y 20 unidades del AB-206, helicópteros que serian ordenados para la Armada y deberían haber sido armados con misiles aire-superficie o ASM filoguiados y se utilizarían para apoyar las operaciones de la guardia costera con su nueva flota de aerodeslizadores de origen británico.

A esta potente flota de ala rotatoria se sumarían 90 unidades del helicóptero pesado CH-47C “Chinook” fabricado bajo licencia en Italia por Elicotteri Meridionali. Se estima que la flota de helicópteros de Irán en 1.977 era la mayor del mundo libre, solo por detrás de la operada por los Estados Unidos.

En el apartado antiaéreo Irán pasó en pocos años de tener una fuerza antiaérea basada en cañones a dar el salto a la defensa antiaérea basada en misiles, moderna y en cantidad. Sin embargo, tampoco se descuidó el primer apartado, adquiriendo en Suiza a la empresa Oerlikon 150 cañones de 35 mm junto con sus sistemas de guía y radar asociados en 1969.

Un ejemplo de esta evolución misilistica lo tenemos en la adquisición de sistemas SAM en Inglaterra, caso del sistema Rapier, del que hicieron un primer pedido de 45 sistemas remolcados y dotados del radar Blindfire, recibidos antes de 1979. La segunda parte del contrato, que constaba de 72 sistemas autopropulsados (montados en camiones o tractores de artillería) así como la puesta en marcha de la producción local del sistema, debía servir para suministrar al Ejercito de Irán cerca de un millar de unidades de este modelo de SAM, aunque fue cancelada en 1979.

La Armada no quedaría al margen y se beneficiaría de la compra de armas sofisticadas de Teherán en el Reino Unido, como los sistemas de misiles tierra-aire ( SAM ) Seacat/Tigercat, en julio de 1966. Posteriormente sería acompañada de la adquisición de cuatro destructores Alvand Mark V y dieciséis aerodeslizadores de diferentes modelos, entre ellos los BH7 Wellington.

En Estados Unidos se adquirieron seis helicópteros del tipo SH -3D “SEA KING” para la Armada, y cuatro CH-53R “SEA STALLION”, además de seis unidades del conocido P-3F “ORION” para patrulla marítima.

Desde la URSS con amor

Irán era un aliado muy cercano para los EE. UU., pero nunca dudó en hacer tratos con el bloque comunista. El acercamiento entre los dos países comenzaría a principios de la década de 1960. De estar forma y paradójicamente, durante los años sesenta y setenta la Unión Soviética (rival estratégico regional e ideológico de Irán) se convirtió en su tercer mayor proveedor de armas, y en un gran asesor técnico-industrial.

Esta relación quizá tenga que ver con la capacidad de la Unión Soviética para facilitar la firma de suculentos contratos mediante la venta a crédito. Un ejemplo de ello es el contrato firmado en 1967 por un montante total de aproximadamente 370 millones de dólares de la época (de los que 235 millones de la época eran créditos que se pagarían en gas natural). Esto, como es lógico, supuso un shock en el bloque occidental al ser el primer país miembro en adquirir dichos equipos al eterno enemigo.

Sea como fuere, la necesidad de divisas de unos y de material de otros, allanó el camino para la firma de sucesivos contratos que contemplaban el suministro de:

• 200 vehículos blindados de transporte de personal o BTR-60PB.
• 100 unidades del vehículo blindado BTR-50.
• 8.500 vehículos ligeros y camiones.
• 600 cañones antiaéreos de 23 mm del tipo ZU-23-2.
• 80 cañones del SPAAG de 57 mm, denominado ZSU–57–2.
• Una ingente cantidad de repuestos y municiones.

El principal interés del ejército imperial al realizar este tipo de compras estaba en la adquisición de material antiaéreo y en especial, su interés se centraba en cañón antiaéreo autopropulsado ZSU-23-4 «Shilka». Sin embargo, Moscú rechazaría satisfacer dicho requerimiento ya que toda la producción de este modelo se había orientado al propio Ejercito Soviético y sus aliados del Pacto de Varsovia y estaba considerada como una prioridad.

También deberíamos señalar que la Unión Soviética ofreció a Irán el novedosísimo sistema de misil filoguiado antitanque AT-3A “SAGGER”. Sin embargo, este sistema de armas fue descartado (en un principio, aunque con posterioridad ha sido fabricado localmente bajo el nombre de RAAD/I-RAAD) por el Ejército de Irán al considerarlo demasiado costoso.

Como curiosidad, por esta misma época Israel vendió a Irán diversas piezas de artillería soviética, armas pequeñas, municiones y repuestos. Excedentes capturados durante la guerra de junio de 1967, que es de suponer que serían vendidos a bajo precio. También adquirieron 64 unidades del sistema lanzacohetes BM-21 de 122 mm para reforzar su cuerpo de artillería.

La industria de defensa persa

Uno de los objetivos principales del programa de armamentos iraní, más allá de solucionar carencias de material, era el de crear una incipiente industria de defensa, la cual a la larga lograría satisfacer las necesidades internas de las tres ramas del ejército imperial. De hecho, Irán ya era en los 60 y 70 autosuficiente en algunos productos como:

• Municiones de armas pequeñas de diferentes calibres
• Municiones de mortero de 81mm y 120mm.
• Municiones de artillería de 105mm.
• Municiones de cañón de 20mm.
• Granadas de mano.
• Bengalas luminosas y de señalización.
• Minas antitanque y antipersonal.

Para acercarse a su objetivo, se empezó por establecer una serie de cadenas de producción bajo licencia de entidades y firmas extranjeras y de esta manera no depender de importaciones de terceros países. Este conglomerado de empresas estatales y de interés nacional se denominó Organización de la Industria Militar (MIO por sus siglas en inglés).

Entre otros, en Alemania Occidental se adquirió la licencia de fabricación del exitoso fusil de asalto G-3 (en sus distintas versiones) y de la ametralladora media MG-1 (derivada directa de la venerable MG-42 de la SGM). Estas armas se fabricarían en una zona próxima a la capital, en la planta de Mosalsalsazi. Se estimaba la capacidad de producción de esta planta llegó a ser de aproximadamente 30.000 G-3 y 5.000 MG-1 al año.

Uno de los programas más ambiciosos (y que supondría un avance en el campo siderometalúrgico y tecnológico para la industria militar pesada de Irán) fue la creación de una planta de reacondicionamiento de tanques proyectada con ayuda estadounidense. Se esperaba que fuese capaz de modernizar hasta 400 tanques M-47 antes de marzo de 1972 y estaría certificada para fabricar y ensamblar componentes de carros nuevos procedentes de países OTAN como Reino Unido o Estados Unidos.

Los proyectos faraónicos del Sha, sin embargo, pronto toparon con un pequeño problema: la Revolución Islámica expulsó a Pahleví del país y dejó al nuevo régimen completamente aislado de sus hasta entonces aliados (acciones como la toma de la embajada estadounidense no ayudaron demasiado). Lo que es peor, en poco tiempo Saddam Hussein trató de aprovechar el caos para invadir parte de Irán, dando comienzo a un nuevo conflicto en el que los Ayatolás necesitarían cantidades ingentes de material y de respuestos, cada vez más difíciles de conseguir.

El papel de Israel y el caso Irán-Contra

La guerra con Irak estalló en un momento en el que los problemas tecnológicos y la depuración de la oficialidad tras la revolución hacían mella en las Fuerzas Armadas de Irán. La cúpula iraní decidió llevar a cabo acciones terroristas contra diferentes potencias occidentales buscando tanto el reconocimiento político de la nueva nación, como mostrar al mundo su nueva ideología política y pensamiento religioso. También, aplicando el subterfugio, perseguían que algunas de estas naciones les suministrasen material militar con el que hacer frente a su enemigo iraquí, tal era su desesperación o su inconsciencia.

En este contexto, en 1985 se inició el programa que posteriormente sería conocido como Irán-Contra, una vez convertido en un escándalo mediático. Perseguía sortear el embargo establecido por los propios EE. UU. a Irán y suministrar equipos a este país como parte de una operación de intercambio de armas por rehenes (y dinero). Se llegaron a enviar 3.300 ATGW “TOW” y 50 MIM-23 “HAWK” a cambio de la liberación de todos los rehenes estadounidenses y de un rehén francés, utilizando a Israel como intermediario. Además, como es sabido, el dinero pagado por Teherán terminó siendo utilizado para financiar a la Contra nicaragüense y sus atrocidades, lo que a punto estuvo de suponer para Ronald Reagan el final de su carrera política, aunque salió inexplicablemente bien parado a pesar de las conclusiones de la comisión senatorial posterior.

Los israelíes, por su parte, seguirían suministrando piezas de repuesto, incluyendo recambios para los F-4D/E “Phantom-II”, F-5 A,B “Freedom Fighter” F-5,E/F “Tiger-II” F-14A “TOMCAT” C-130E/H “Hercules” y el resto de la gama de helicópteros que operaba y opera todavía Irán.

Muestra de la desesperación iraní la encontramos en un informe desclasificado por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense en el que se señalaba que los iraníes se habían hecho con una lista de precios de los repuestos del DOD estadounidense y que gracias a ello eran conscientes de estar pagando hasta seis veces más por un producto vendido mediante el intermediario israelí que en caso de haberlo obtenido directamente de los EE. UU., pese a lo cual aceptaron seguir adelante, dada la acuciante necesidad.

La ayuda comunista

Más allá de Occidente, Irán buscó ayuda en los regímenes comunistas. Los esfuerzos iniciales por dotarse de su propia industria en un clima de sanciones y embargos fueron apoyados por la asistencia técnica de la RPC. Estos dos países mantuvieron una estrecha cooperación en el campo militar durante la década de 1980. Según algunas fuentes la China comunista ayudó a Irán a mejorar sus capacidades A2/AD, con la venta y posible coproducción de diversos misiles antibuque como los C-801K/C-701/C-601 “SkillWorm”, patrulleras de ataque rápido clase “Houdong”, minas navales, cazas interceptores Shenyang F-6 (vía Corea del Norte), etc.

Sin embargo, para 1982 el principal proveedor militar de la República Islámica de Irán no era la RPC, sino su vecina Corea del Norte. Fue uno de los principales suministradores al ejército iraní de carros de combate T-54 / T-55 y también de otros equipos fabricados bajo licencia de la Unión Soviética. El régimen norcoreano también actuó como régimen pantalla, comprando equipos a la URSS como los SAM SA-7 “GRAIL” (fabricados en Polonia) y enviándolos directamente a Irán. Además, los norcoreanos enviaron cerca de 300 asesores militares a Teherán como parte del mismo paquete de ayuda y pilotos iraníes fueron enviados a Corea del Norte para su entrenamiento de vuelo en los MiG-19/F-6.

Se firmaron varios acuerdos, totalizando un gasto d entre 800 y 1.000 millones de dólares. Destaca el que entre 1981-1983 permitió hacer llegar a los iraníes 150 carros de combate T-62, 300 T-54A/T-55, 400 piezas de artillería incluyendo M-1978 “Koksan”, sistemas lanzacohetes BM-11, obuses remolcados M-1954 y M-1955, fusiles de asalto del modelo Tipo-58/Tipo-68 (basados en el AK-47 y AKM), 600 piezas de artillería antiaérea probablemente del tipo S-60, KS-19 y hasta 1.000 unidades de morteros de diversos calibres. Un dinero, por cierto, que alivió la situación norcoreana, lastrada siempre por los graves problemas para lograr divisas con las que comprar en el mercado internacional.

Irán terminaría adquiriendo también misiles R-17 ELBRUS “SCUD-B” de fabricación soviética , probablemente a través de Libia (20 misiles SCUD-B con 300km de alcance de origen soviéticos y dos TEL MAZ 543P en 1985) y Siria (12 misiles SCUD-B fueron adquiridos a este país en 1986). Por su parte Corea del Norte le vendió 120 misiles SCUD-B/HWASONG-5 y cuatro TEL en 1987, además de la línea de producción completa para la construcción y ensamblaje de 90 a 100 Hwasong-5 por un montante de aproximadamente 500 millones de dólares.

Estos misiles fueron denominados en Irán como Shahab-1 (Meteoro-1), estableciéndose plantas de producción en Shiraz, Khorrambad, Parchin y Semnan. Gracias a esta venta Corea del Norte conseguiría financiación para poder finalizar su sistema SCUD mejorado e Irán lograría ser el primer usuario externo en conseguirlos, teniendo además prioridad de adquisición de las unidades que se pudieran fabricar en origen.

Irán usó estos misiles contra Iraq desde 1985 y hasta que la guerra terminó en 1988. Sin embargo, la adquisición de misiles norcoreanos de la familia SCUD (modificada) por parte de irán no acabaría aquí. En 1997 se hicieron con entre 100 y 170 misiles R-17E SCUD-C, así como con la línea de producción completa para poder fabricar de manera autónoma este nuevo SRBM con alcance y precisión mejorados, denominándose en Irán como Shahab-2 (Meteoro-2).

En 1993, una vez más, Irán recurrirá a Corea del Norte para dotarse de la tecnología necesaria para la producción de la conocida familia de misiles No-Dong. Gracias a ello la República Islámica sería capaz de alcanzar al estado de Israel, aumentando las preocupaciones de Tel Aviv, su enemigo jurado.

Tomando como base los misiles pertenecientes a esta familia, Irán desarrollaría el Shahab-3 (Meteoro-3) a partir de mediados de 2003. Este nuevo misil seria mostrado por el aparato de propaganda del régimen iraní como un gran éxito de su departamento de investigación y desarrollo en técnicas misilísticas y aeroespaciales, aunque la tecnología había sido adqurida en el exterior. Al final de la guerra, en 1988, se calcula que Irán habría disparado aproximadamente 600 cohetes y misiles balísticos, la mayoría de ellos pertenecientes a la familia SCUD, en lo que se conoció como «Guerra de las ciudades», padeciendo también un importante castigo procedente de Irak. Esta cantidad, dicho sea de paso, hace palidecer los 42 lanzamientos que llevó a cabo Saddam contra Israel y Arabia Saudí como respuesta a la operación Tormenta del Desierto.

En la actualidad las relaciones diplomáticas y los acuerdos de defensa y cooperación entre Corea del Norte e Irán siguen siendo estrechas, cordiales y fluidas, lo que probablemente permita que técnicos enviados por Teherán acaben asesorando y ayudando a los ingenieros de Corea del Norte en el campo de su programa UAV/UCAV/VANT y en el diseño de las municiones necesarias para los mismos (bombas Sadid-I/II/L/345/636). De hecho, esta cooperación técnico-militar ya ha dado sus frutos por ejemplo con el ATP M-2018 norcoreano de 152 mm, el cual se asemeja curiosamente a las diversas soluciones técnicas alcanzadas en el RAAD-2 de Irán con un cañón de calibre 155 mm.

En sentido inverso, Corea del Norte podría facilitar la información técnica y la solución tecnológica para que los nuevos sistemas de misiles superficie-superficie KN-23/24/25 sean producidos por la industria de defensa de Irán. Estos misiles (similares al concepto ATACMS estadounidense) aumentarían enormemente la pegada iraní.

Con China las relaciones no han sido tan idílicas, aunque nunca se han roto, por supuesto. El primer acuerdo importante de asistencia en equipamiento militar data de 1983 y fue de 1.300 millones de dólares. Incluía la venta de 50-60 cazas F-6 (la copia china del MiG 19), 250 MBT Type T-59 y carros ligeros anfibios (seguramente Type T-62/63), 2.500 piezas de artillería de los calibres 122 mm, 130 mm y 152 mm, 1.500 misiles de todos los tipos desde sistemas SAM HQ-2 hasta misiles antibuque del tipo Hy-1/2 “Skillworm” y cantidades desconocidas del cohete de campaña FROG-7. 

Con posterioridad, la República Popular de China continuó su colaboración con la República Islámica de Irán en algunos campos, como los misiles antibuque, aunque sin la intensidad que hemos visto al respecto de Corea del Norte. Aun así Irán ha sido uno de los clientes más fructíferos y fieles de la industria de armamentos de China durante su etapa de aislacionismo, autoimpuesto primero, y después obligado por las sanciones internacionales de la respuesta a la revuelta de la Plaza de Tiananmen, en 1989.

Uno de sus primeros productos exportados a Irán, como hemos dicho anteriormente, fueron los sistemas Hy-2 “Skillworm”, que aunque un tanto desfasados ya entonces, resultaban eficientes en su cometido de atacar buques mercantes sin protección, permitiendo a Irán cerrar el tráfico marítimo en Ormuz, una de sus prioridades.

Irán fue además el primer cliente de exportación del misil chino C-802, el cual paradójicamente es un derivado directo del Aerospatiale Exocet de Francia. El contrato se firmó en 1995 pero se canceló tras recibirse aproximadamente sesenta misiles debido a la presión estadounidense. Después de eso, Irán comenzó un programa de ingeniería inversa del C-802 que ha dado sus frutos.

Es de suponer que este programa de actualización primero, y de producción mediante ingeniería inversa después, acabaría entre los años 2000 y 2001, cuando medios oficiales comunicaron que se había probado una versión del misil C-802 con un alcance extendido hasta los 130 Kilómetros. Esta nueva variante de la familia se probaría durante el transcurso de las maniobras militares “Unity-79”. Conviene detenerse un momento sobre este programa, pues nos muestra los pasos seguidos por Irán en muchos otros desarrollos. Un plan dividido en cuatro fases:

1. Fase uno: La clonación mediante ingeniería inversa de los stocks disponibles del C-802. Su alcance efectivo en un principio es de solamente 30 Kilómetros.
2. Fase dos: Se realizan mejoras sobre la versión clonada. Sobre todo se hace hincapié en el alcance del misil. Se mejora este hasta los 130 kilómetros probablemente ya en 2004. Entre las mejoras destaca la instalación de un radar monopulso DM-3B de onda milimétrica utilizado en la última etapa del vuelo de misiles para encontrar el objetivo. Dada la frecuencia de trabajo del radar y el blindaje contra emisiones electromagnéticas que ofrece el cono (nariz) del misil se cree que puede que sea muy difícil de engañar o desactivar mediante contramedidas electrónicas.
3. Fase tres: Nuevamente se mejora el alcance. Ahora el misil es capaz de batir objetivos hasta los 170 Kilómetros. Esta fase probablemente se completaría en 2006.
4. Fase cuatro: Se mejora una vez más la electrónica instalando sistemas que resistan los nuevos desarrollos de medidas ECM disponibles en el mercado internacional. También se mejora el sistema de guía para que la precisión sea mayor y se incorpora un nuevo motor Toloue-4, versión iraní del motor francés Microturbo TRI 60.

El final de la guerra y el nuevo programa de autosuficiencia

Desde que terminó la guerra contra Irak, el gobierno de Teherán ha hecho todo lo posible por ampliar y mejorar constantemente su arsenal con todo tipo de sistemas terrestres, aéreos o marítimos de origen autóctono. Siempre sin dejar de lado las compras en el exterior, especialmente en Rusia, país que suministró buena parte del material utilizado para reponer las pérdidas sufridas durante el largo conflicto con su vecino.

La Federación Rusa ha suministrado a Irán cazabombarderos MIG-29A, aviones de ataque a tierra Sujoi SU-24MK/MR y Sujoi Su-25K/UBK, todos ellos para completar la flota de aviones iraquíes que habían desertado durante la operación “Desert Storm” y quedado en poder iraní y de esta forma potenciar la IRIAF a un precio comedido.

También se adquirió en Rusia la licencia de fabricación del MBT T-72M/M1, de sistemas SAM como los SA-6 “GAINFUL” y SA-5 “GAMON” y tres submarinos clase Kilo para la IRIN, así como la instalación de factorías para la producción de fusiles de asalto AK-47 (denominados KL 7,62 en Irán) y rifles Dragunov.

A la par que adquiría material a Rusia y a países como la RPC o Corea del Norte, Irán comenzó a otorgar más y más importancia al desarrollo de misiles propios. En la actualidad posee el arsenal de misiles balísticos más grande y diverso de Oriente Medio. Si bien Israel (ALCM Delilah, IRBM Jericó-II e LRBM/ICBM Jericó-III), o Arabia (IRBM DF-3 y DF-21 chinos) poseen sistemas más capaces, el aumento en la precisión de los diseños iraníes ha cambiado las tornas en el último lustro. La República Islámica es, por cierto, el único país en desplegar un misil de 2.000 km de alcance sin tener primero desarrollada una ojiva con capacidad nuclear.

Esto hace, por otra parte, que la utilidad militar de los misiles iraníes sea limitada y que seguramente estos no sean decisivos en un hipotético conflicto, lo que nos lleva a un punto crítico, y es la necesidad de dotarlos de ojivas nucleares o, en su defecto, biológicas o químicas y está en la raíz de su enfrentamiento con los EE. UU. o Israel. Especialmente contra este último, el único país para el que Irán ha reconocido en su momento tener elaborada una lista de más de 600 objetivos clave, aunque Teherán sigue defendiendo que su defensa se basa exclusivamente en la disuasión.

Fruto del esfuerzo y la fuerte inversión dedicada a la misilística, Irán puede ahora producir la mayor parte de sus misiles, aunque hay componentes clave que todavía debe importar, sea mediante cauces oficiales o extraodiciales, especialmente relacionados con la electrónica. específicamente del papel que los misiles juegan en la estrategia iraní.

Sí hablaremos, no obstante, de los periodos por los que ha pasado el programa de misiles de Irán, básicamente cuatro:

• El primer periodo, entre 1977 y 1979, dotavía en tiempos del Sha, estuvo influido por la carrera de armamentos entre India y Pakistán, un tema que preocupaba a la alta jerarquía militar persa y que fue decisivo para iniciar el programa de desarrollo de misiles nacional.
• El segundo periodo, entre 1980 y 1988 coincide, lógicamente, con la guerra con Irak. La República Islámica estuvo durante más de cuatro años intentando adquirir misiles SCUD a diversos países productores o no productores de los mismos, hasta que lo consiguió, como hemos visto.
• El tercer periodo, que se extiende finales de la pasada década, se ha basado en la ingeniería inversa y la modificación de modelos foráneos, así como en la adquisición de líneas de montaje cuando ha sido necesario, hasta lograr sus propios desarrollos, logrando cierta maestría en su construcción, incluyendo desarrollos alimentados por combustible sólido.
• Durante el cuarto y último periodo Irán ha logrado mejorar sus propios diseños incrementando el alcance y, por encima de todo, mejorando la precisión, lo que permite que en lugar de utilizar los misiles para la represalia contra objetivos como ciudades, pueda lanzar ataques quirúrgicos mejorando la disuasión.

Recuperacion y transformación

Tras el megacontrato firmado con Rusia o las compras a la RPC y Corea del Norte, Irán comenzó a pensar que estos países podrían terminar por negarles también el acceso a sus sistemas, debido a la presión internacional o a cualquier otro contratiempo. El camino pasaba, sí o sí, por una mayor autonomía.

Es en este momento cuando se decide dar un nuevo impulso a la industria nacional con la creación del conglomerado de defensa, más conocido DIO por sus siglas en inglés (siglas correspondientes a Defense Industries Organization), dependiente directamente del Ministerio de Defensa y Logística de las Fuerzas Armadas o MINDLO.

La estructura de este conglomerado es compleja, pues no es una sola organización, sino que engloba varias y además utiliza una densa red de empresas subcontratistas, subsidiarias y afiliadas para adquirir y producir armas, caso de Beasat Industrial Co.,  FHM Electronics Co. y  Taghtiran Kashan Co., SAD Import-Export Company o Shahid Meisami Group.

Como decimos, existen organizaciones que podríamos considerar como gemelas de la DIO, caso de:

• Organización de Industrias de Aviación (AvIO)
• Organización de Industrias Aeroespaciales (AIO)
• Iran Electronics Industries (IEI)

Entre las empresas subsidiarias que participan de la producción, se incluyen: 

• Grupo de Industrias de Armamento (AIG)
• Grupo de Industrias de Municiones (AMIG)
• Grupo de Industrias Químicas y Desarrollo de Materiales (CIDMG)
• Centro de Investigación de Tecnología y Ciencia de Defensa (que maneja gran parte de las adquisiciones para la organización)
• Grupo de Industrias Marinas (MIG)
• Niru Battery Company
• Grupo de Industrias Especiales (SIG)
• Grupo de Industrias de Vehículos y Equipos (VEIG)

Mientras que entre las subordinadas nos encontramos con:

• Complejo Industrial Séptimo de Tir
• Complejo Industrial Amin
• Industrias de la metalurgia de Khorasan
• Industrias Químicas Parchin
• Departamento de Sasadja
• Schiller Novin
• Industrias Shahid Sayyad Shirazi
• Industrias Metalúrgicas Yazd

Y entre las afiliadas, destacan:

• Abzar Boresh Kaveh Co.
• Complejo Industrial Bani Hashem Doroud
• Complejo de acero aleado de Isfahan (EASC)
• Khodrosazan Fath Industries
• Grupo de Industrias de Municiones Maham
• Industria mecánica
• Instituto de Investigación de Ciencia y Tecnología de Vehículos
• Sanaye Jangafzarsazi
• Productos de latón Yazd

Cabe señalar que una de las partes más activas de este conglomerado es la división de instrumentos eléctricos y electrónicos, involucrada en todos los esfuerzos de adquisición de tecnologías extranjeras con la inestimable ayuda de la Unidad 190 de la Fuerza Qods del CGRI/IRGC, a la que decicamos un pequeño espacio al final de este artículo.

La industria de defensa iraní se adaptó, como vemos, para satisfacer las necesidades internas creando un impresionante entramado empresarial e industrial y lo hizo cumpliendo una regla conocida como la regla de las dos erres:

• Recuperación: Hace referencia a la necesidad de recuperar y poner en ciclo de vida o en funcionamiento todo el material que haya sido dado de baja anteriormente por falta de repuestos.
• Readaptación: Busca mejorar los sistemas que prestan servicio en las FAS iraníes y en los diversos brazos del CGRI/IRGC y modificarlos para que cumplan otras funciones además de aquellas para las que habían sido pensados en un principio.

Desarrollos iraníes

Antes de entrar en materia hemos de confesar que nos habría gustado dedicar un espacio a todos y cada de los desarrollos armamentísticas iraníes; desde las modernizaciones de aparatos en servicio que han presentado como si de nuevos cazas o helicópteros de combate modernos se tratase, hasta los minisubmarinos que equipan a su armada. Sin embargo son varios los artículos que en este especial o en esta web profundizan en muchos de estos temas, por lo que hemos decidido ser selectivos.

Como el lector sin duda habrá entendido, el producto estrella de la industria de defensa iraní son los misiles. No son, sin embargo, los únicos armamentos que interesan a Irán. También tienen un papel importante en su estrategia los sistemas de artillería antiaérea, los MBT o los drones. En conjunto, una miríada de sistemas de los que aquí dedicaremos un breve espacio a los desarrollos más representativos, en algunos casos por su utilidad y en otros por su singularidad.

Cohetes Tipo 63, Haseb, Fadjr-1 107 mm

Se trata de un cohete táctico de campaña con alcance muy limitado (el Tipo-63 se ha inspirado en el lanzacohetes múltiple RPU-14 remolcado soviético). Disparado desde un Lanzacohetes Múltiple MBRL fue diseñado y fabricado en masa por la denominada Factoría del Estado 847 en 1963, aunque actualmente es producido por la Corporación de Industrias del Norte de China (NORINCO). Este equipamiento probablemente fuera resultado de un contrato firmado con Corea del Norte por 200 unidades en 1982 y otro con la R.P. de China por 250 unidades firmado en 1985, y entregados entre 1986-1990.

Con un calibre de 106.3 mm, un peso de 18Kg, una cabeza de combate de 1,8kg de TNT, de combustible líquido, iniciado eléctricamente y un alcance de 8,5 Km, actualmente se fabrica en la República Islámica de Irán bajo la denominación Haseb-1/Fadjr-1. Es construido por Shahid Bagheri Industries que es parte de la organización estatal de armamento o OID/DIO (Organización de Industrias de Defensa).

Normalmente es manejado por cinco sirvientes y cuenta con dos municiones básicas; una de fragmentación de alta explosividad (HE-FRAG), y otra de alto explosivo incendiaria (HE-I) con fosforo blanco o WP/FB. Se rumorea que existe una versión para radio-interferencia. Los cohetes de producción iraní suelen ser estar acabados con pinturas de tonalidades arena o en verde oliva claro.

Se tiene constancia del envió y la aparición de estos cohetes de fabricación iraní en escenarios tan dispares como Nigeria, Afganistán (usado por las fuerzas gubernamentales e insurgentes) Siria (usado por las fuerzas gubernamentales e insurgentes), Gaza, Sudán, etc.

M-1985 240 mm

Los acuerdos Técnico-Militares y económicos alcanzados con la República de Corea del Norte durante los años ochenta del pasado siglo en el transcurso de la guerra contra su vecino Irak, trajeron consigo una serie de adelantos tecnológicos en el terreno de los cohetes. Uno de ellos fue la adquisición y producción bajo licencia y asistencia norcoreana de este sistema.

Fue ligeramente modificado y producido por Shahid Bagheri Industires bajo la denominación Fajr-3. Su alcance operacional estaría entre los 40 y los 60km con un peso de 45kg por cohete. Tarda aproximadamente 45 segundos en lanzar una salva completa y unos 10 minutos en ser recargado y alistado de nuevo para el servicio.

Denominado como M-1985 (probablemente la designación sea dada por el año de visualización del sistema por las agencias y servicios de información occidentales, esto es la M por Material y 1985, por el año en que fue visto por primera vez), su desarrollo puede que proceda una ingeniería inversa con aumento de alcance y otras mejoras tomadas de los sistemas de artillería de cohetes BMD-20 de 200 mm o BM-24 de 240 mm que Corea del Norte importó de la Unión Soviética durante la década de 1950. Carece de cualquier tipo de guía moderna.

Los sistemas MLRS de 240 mm se utilizarían principalmente para llevar a cabo ataques de saturación contra objetivos grandes, como posiciones militares avanzadas, bases militares.

Heidar-44 de 122 mm

Una nueva versión de este venerable sistema MRLS de 122mm basado en los cohetes 9M22 “GRAD” soviéticos. Según se anunció en su presentación por medios oficiales, este sistema tendría capacidad de guiar los cohetes lanzados con mayor precisión que sistemas anteriores, algo que se lograría mediante algún tipo de control de fuego digital. Además, esta guía sería proporcionada por diferentes modelos de UAV de observación como los Mohajer y Ababil, en servicio con el ejército de tierra (NEZAJA) y el brazo terrestre del IRGC/CGRI (NEZSA).

Haider-41

Después de haberse involucrado totalmente en su lucha contra el DÁESH, es entendible que el alto mando del CGRI/IRGC haya tomado nota de las lecciones aprendidas en los nuevos campos de batalla, las cuales también han sido transmitidas al ejército regular iraní.

Fruto de estas lecciones surge el HAIDER-41. Se trata de básicamente del desmontaje de un obus soviético/ruso del modelo D-30 de 122 mm y su montaje sobre el chasis de un camión (indiferente el modelo) 6X6. La elección del cañón D-30 soviético/ruso viene dada por su fiabilidad, demostrada en combate, el alto número de unidades disponibles para reconversión y lo barata que sale su munición en comparación por ejemplo con la de 155 mm “estándar” occidental.

La tripulación en el Haider-41 ha sido reducida de los 7 u 8 sirvientes del D-30 de 122 mm, hasta las 3 o 4 personas. El éxito de este tipo de sistemas de artillería móvil radica en el éxito para desplegarse y replegarse hasta otra posición más segura después de haber realizado el disparo y de esta manera evitar el fuego de contrabatería. Este sistema está provisto de tiro automático a distancia mediante control remoto, lo que evita (en cierto modo) la exposición de la tripulación al fuego de contrabatería y de fusilería del enemigo.

Falaq-1/2

Falaq es una familia de cohetes de artillería no guiados y desarrollados por Irán en la década de 1990. A veces se identifican como Falagh. Los Falaq-1 y -2 son de combustible sólido, estabilizados por rotación y pueden ser lanzados desde camiones o barcos.

El Falaq-1 tiene un alcance de 10-11 km y transporta una cabeza explosiva de 50 kg de alto explosivo (HE). El cohete tiene una longitud de 1,32 m, un diámetro de cuerpo de 240 mm y un peso total de lanzamiento de 111 kg. Existe una variante portátil.

El Falaq-2 también tiene un alcance de 10-11 km, pero lleva una ojiva HE de 120 kg. El cohete tiene una longitud de 1,82 m, un diámetro de cuerpo de 333 mm y un peso de lanzamiento de 255 kg. Tiene un radio de letalidad de alrededor de 300 m.

T-72Z Safir-I/II

Se trata de uno de los carros de combate más numerosos dentro del inventario del ejército de tierra (NEZAJA) y el brazo terrestre del IRGC/CGRI (NEZSA). Es, en realidad, una evolución de los T-54/55 y Type-59/59-II (los diferentes nombres que resultan del todo irrelevantes salvo para los servicios de información extranjeros) en servicio, proporcionándoles cierta capacidad de supervivencia en los nuevos campos de batalla.

En realidad, al menos desde el punto de vista de quien escribe, todas las mejoras introducidas están más que superadas, y solamente harían de este MBT en concreto un elemento valido para tareas secundarias o de apoyo a las tropas de infantería en zonas seguras o sin mucha exposición al enemigo.

Esta modernización ha sido exportada a terceros países como Sudan, que la integró con éxito en sus Fuerzas Armadas. Entre las mejoras llevadas a cabo, cabría destacar las siguientes:

• Se incorpora un nuevo motor V-46-6 V-12 Diesel de 740 HP de origen ruso, construido bajo licencia en Irán. El motor reemplazará al modelo original V-55 (V-54) V-12 Diesel y refrigerado por agua y 500 HP de potencia. Se supone que la versión sudanesa cuenta con un supercargador, entendiendo por lo tanto que se trataría de una mejora del motor V-46-6 V-12, además todo el sistema se integró dentro de un nuevo “Powerpack”.
• Integra una nueva transmisión de origen ucraniano SPAT-1200, la cual se puede utilizar en modo automático o semiautomático según la necesidad del usuario, facilitando la conducción.
• Se sustituye el cañón original 100 mm 3UBK10-1 por uno de producción iraní que es un derivado o copia del M-68 americano de 105 MM, a su vez una adaptación del exitoso cañón Royal Ordnance L-7 británico. Esta mejora significa que ahora puede disparar una amplia variedad de municiones, HE, HEAT, HESH, AP1/2, APDS, y APFSDS y puede lanzar misiles como el AT-10 – 9K116-1 Bastión ATGM, el cual tiene un alcance de unos 4.000 metros. Además, la durabilidad de este nuevo cañón es superior a la del original soviético. El armamento secundario consta de una ametralladora coaxial de 7,62 mm y una DSHK de origen soviético montada en la cúpula del comandante del carro.
• Un Sistema de control de fuego de la empresa eslovena Fotona, con la designación (EFCS-3-55) que integra los sistemas de control de estabilización del cañón y permite la posibilidad de realizar fuego en movimiento. Además, el sistema de puntería ahora es automático, siendo mejorado hasta los 10X y con una capacidad real de hacer fuego a 2.500 metros, aunque se puede optar todavía por la opción manual si la situación así lo requiere. Se beneficia además de un nuevo equipo de computadoras balísticas digitales a bordo y sensores meteorológicos.
• Un sistema de designación laser Fotona LRM-55/62 para el comandante de carro en conjunción con el telescopio del tirador original, el cual además tiene un sistema de visión nocturna de segunda generación. Esto implica que ahora el carro de combate dispone de capacidad total para combatir tanto de día como de noche. Este designador laser tiene un alcance máximo de 10.000 metros. Este dato apuntaría al rango máximo del sistema y no al eficiente, al cual, se le presupone lógicamente un alcance mucho menor.
• Se desconoce si en esta actualización se acabó integrando algún sistema alertador de amenazas laser de la misma compañía Fotona, aunque algunas fuentes señalan haber visto montados estos equipos en por lo menos un ejemplar de desarrollo o producción destinado al ejército iraní.
• Se mejora el sistema de supervivencia del carro al añadirle una armadura reactiva explosiva (ERA) de primera generación, desarrollada por el complejo industrial Shahid Kolah Dooz. El mismo resultó ser muy parecido a los sistemas ERA que se vendía desde el mercado ruso, como el Kontakt-1 de los T-80BV. Este sistema proporciona protección contra proyectiles de más de 30 mm, granadas y armas termobáricas. Se consideran efectivas contra armas de energía química – CE – y energía cinética – KE – Se agregaron faldones laterales para añadir protección adicional a los trenes de rodaje y la parte baja del chasis.

T-72S (T-72B Modelo de exportación)

Aunque Irán adquirió la licencia de fabricación de los T-72S (T-72B, modelo de exportación) de la Federación Rusa en 1996, también había adquirido diversos lotes de este tipo de MBT mientras iniciaba el proceso de producción en serie en sus propias instalaciones.

lgunas fuentes hablan de la adquisición de una cantidad no especificada de T-72M/M1 de diversos proveedores de Europa del Este, para complementar algunas unidades de su ejército que ya disponían de T-72M/M1 u otras versiones del mismo MBT fruto de los botines de guerra tomados a las tropas iraquíes durante la Guerra Irán-Irak, por lo que este movimiento de adquisición de un numero limitados de este modelo de MBT y de la licencia de producción después parecía bastante lógico desde un punto de vista logístico.

Este tipo de vehículos han sido sonados al Ejercito Federal de Irak para su lucha contra el Dáesh debido a la escasez de medios y las rápidas perdidas de material blindado sufridas por las unidades blindadas y acorazadas de aquel país.

En 2017 aparecieron una serie de mejoras aplicadas sobre cierto número de T-72S de línea que servían en las filas del ejército regular iraní y del brazo terrestre del CGRI/IRGC. Estas mejoras, aun siendo muy modestas, dan idea de la rápida capacidad de aprendizaje y adaptación del complejo industrial iraní ante las nuevas circunstancias y modos de hacer la guerra.

Carro de combate Karrar

Desarrollado por Bani Hashim Defense Industrial Complex, entidad dependiente del conglomerado nacional de defensa DIO, la aparición de este nuevo desarrollo o proyecto de mejora de los MBT T-72S en servicio (versión de exportación del modelo T-72B de la Unión Soviética) data de marzo de 2017.

En su presentación se afirmó que esta mejora poseía un sistema de control de fuego electroóptico, un telémetro láser, una computadora balística y que podía disparar a objetivos fijos y móviles de día o de noche. Esta mejora parece ser un compendio de lecciones aprendidas por el IRGC durante sus combates contra el Dáesh en Irak y Siria, una modernización orientada a la supervivencia de la tripulación, haciendo especial énfasis en lo que parece ser combate en núcleo urbano o en población.

El armamento principal del MBT Karrar seguirá siendo un cañón de 125 mm (con capacidad de lanzamiento de misiles desde el cañon) de anima lisa, como venia siendo tradición en la familia de carros sovieticos de los modelos T-72/T-90. Se mantiene el cargador automático, así como una tripulación de tres personas.

Como novedad, cuenta en el techo de la torreta con una estación de armas operada remotamente (RCWS ) armada con una ametralladora de 12.7 mm. 

En lo referente al sistema de defensa pasiva, el MBT Karrar mostraba algunas innovaciones como el uso de blindaje compuesto de última generación , con bloques ERA montados en la parte delantera del casco y la torreta. También se han instalado rejas de protección (contra proyectiles HE-FRAG del tipo RPG, cuyo uso es más común que el de sistemas ATGW) y blindaje laminado en los laterales, cubriendo sectores críticos de la parte del sistema propulsor.

Se estima que la producción o, mejor dicho, mejora de los MBT existentes del modelo T-72S al nivel Karrar afectará a aproximadamente 800 unidades al año. Siendo realistas y debido a la limitada capacidad industrial iraní y al colapso de su economía, estas cifras habría que reducirlas como poco en un tercio.

Vehículo de reconocimiento ultraligero Fallagh

Se trata de un vehículo de cadenas ultraligero y compacto de un solo asiento y 4 toneladas de peso. Aún no se ha desvelado su verdadero papel en el campo de batalla, aunque se piensa que el sistema puede servir bien de apoyo / reconocimiento de infantería ligera o como transporte de carga / armas. El vehículo dispone de un sistema de autoprotección que consta de una Estación de Arma Remota (RCWS) sobre la parte superior del vehículo, la cual emplea una ametralladora pesada del modelo DShK de 12.7 mm.

Este sistema parece ser uno más de tantos de esos productos creados para consumo interno sin ninguna aplicación militar especial que se le conozca.

UGV Nadir

El Nadir o Nazeer (libre interpretación) es un UGV que se ha fabricado en dos chasis idénticos pero uno de ellos se trata de una versión 4×4 y otro es una versión 6X6. Es de suponer que estos vehículos sean totalmente autónomos o que, llegado el momento y dependiendo de las circunstancias, puedan ser operados remotamente por un humano. Son capaces de transportar una carga máxima de 600 kg.

El Nadir recibe potencia auxiliar de una serie de paneles fotovoltaicos instalados en el techo del sistema, aunque es de suponer que se trataría de un sistema de recarga de las baterías secundario, y que el primario probablemente se conecte a una red de abastecimiento eléctrica para lograr una carga mas óptima y rápida.

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