Desperta Ferro Ediciones nos ha hecho llegar este particular volumen, titulado «Por Dios y por el Káiser. El Ejército Imperial Austriaco 1619-1918», escrito por Richard Bassett. Tomo su título indica, sobre el devenir histórico del Ejército de los Habsburgo, una institución que, a pesar de haber pasado con cierta aura de fracaso a los anales de la Historia -más por el final del Imperio Austrohúngaro que por otra cosa-, lo cierto es que vivió épocas de esplendor que van mucho más allá del sitio de Viena.
El autor del libro, Richard Basset, corresponsal de The London Times en Viena, Roma y Varsovia durante una década, ha buceado en las fuentes de media Europa Central y ha entrado en contacto incluso con los herederos de algunos de los protagonistas de la historia imperial, para ofrecernos un libro que, si bien peca de algunos pequeños fallos, es una obra rigurosa y entretenida a partes iguales que cumple sobradamente con su objetivo de aportar luz sobre una institución por lo demás bastante desconocida.
Ciertamente, el Ejército Imperial de los Austrias quedó casi siempre relegado a un segundo plano, muchas veces de forma injusta. Creado en una época en la que los Tercios Españoles estaban todavía en su esplendor, bajo la pujante amenaza turca por el este y por el sur, sirvió, desde sus primeros días, para afianzar una corona que siempre estuvo en entredicho. Efectivamente, en el libro se explica a las claras cómo este Ejército nace, precisamente, como sostén de la corona y cómo, de forma reiterada, consigue salvarla una y otra vez cuando la lógica de la historia dictaba su desaparición. Una relación de amor en la que también debe incluirse a Dios -de ahí el título-, pues sin la fe católica tampoco pueden entenderse ni la una, ni la otra.
Eclipsado por los ejércitos de Gustavo Adolfo o de Federico, a los que derrotó sin embargo en numerosas ocasiones, pero también por los franceses o los rusos en algunos momentos, era necesario un libro que fuese capaz de rescatar una historia que también fue gloriosa en muchas etapas y que, a trancas y barrancas, sí, logró extenderse durante casi tres siglos hasta que, no porque tuviese forzosamente que desaparecer, sino porque un emperador se negó a utilizar las armas contra su propio pueblo, fue disuelto.
Sin querer desvelar más de lo necesario, diremos que el libro merece cada euro invertido en él, pues no solo explica los orígenes del Ejército Imperial y su evolución, sino que trata a fondo sobre los personajes, los cambios técnicos y doctrinales que fue sufriendo con el paso de los años, su participación en cada una de las muchas guerras en las que tomó parte y también traza un retrato bastante acertado de las características que lo hacían especial, casi una excepción histórica por su diversidad, por su obediencia ciega y por su relativa decencia en un tiempo en el que lo normal era cometer todo tipo de tropelías contra los enemigos o los civiles.
Como no todo pueden ser luces, hemos de decir que las preferencias del autor se dejan notar en ocasiones en demasía, como ocurre cuando traza sendos retratos de María Teresa y de Federico II, al que achaca todos los males y vicios posibles en oposición a las virtudes de la última jefa de la casa de Habsburgo. En cualquier caso, las inclinaciones del autor no desmerecen el resultado final y, solo por el hecho de hablar de un tema sobre el que existe tan poca bibliografía en español merece la pena la compra de un libro que podéis adquirir aquí.
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