Qasem Soleimani

El hombre fuerte de Irán en el teatro de operaciones de Siria e Irak

Hajj Suleiman
Hajj Suleiman

La ciudad siria de Aleppo, por motivos dramáticamente obvios, ha sido en los últimos años una fuente casi inagotable de instantáneas. Algunas de ellas han sido difundidas con gran profusión, otras en cambio han pasado más desapercibidas pese a tener un importante contenido que va más allá de lo meramente simbólico. Entre estas últimas está una en la que se puede ver a Qasem Soleimani, más conocido como Hajj Suleiman, líder de la “todopoderosa” Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, acompañado de Coronel del ejército sirio Iyad Salloum, un cuadro de alto nivel de de las fuerzas armadas de Al Assad responsable de las operaciones desarrolladas a lo a lo largo del eje histórico del castillo de Aleppo.

De confirmarse el hecho sería la segunda aparición de Soleimani en la ciudad siria, pues el pasado siete de diciembre Harakat Hezbollah al Nujaba, una milicia chií de Irak que combate en Siria, difundió un video en el que se puede ver a Suleimani visitar los frentes de Aleppo.

Las apariciones documentadas de Hajj Qassem, sobrenombre con del General de División Qasem Soleimani, eran casi inexistentes hasta finales de agosto del año 2014. En esas fechas fue divisado en la localidad iraquí de Amerlii, de mayoría chií, en el momento que esta se encontraba rodeada por  yihadistas de Daesh. Apenas dos días después la amenaza había sido neutralizada. Posteriormente también fueron difundidas imágenes suyas en localidades arrebatadas al control de Daesh como Jarf Al Shakhr o Al- Daloulah.

En fechas posteriores, concretamente en marzo de 2015, la agencia de noticias iraní Fars News difundió fotografías de Soleimani junto miembros de las milicias chiíes cerca de la ciudad de Tikrit, localidad natal de Saddam Husein y capital de la provincia central de Salah al-Din. Posteriormente, tuvo un importante papel a la hora de  arrebatar a Daesh el control de esta ciudad y de zonas estratégicas en sus alrededores que era, y sigue siendo, de vital importancia de cara a una posible conquista de Mosul, ciudad de la provincia noroccidental de Nínive y uno de los bastiones de referencia de Daesh. Desde algunas fuentes se consideró como decisiva la implicación iraní y la influencia que esta tuvo en que la capital iraquí Bagdad no cayese en manos de Daesh. Dicha implicación fue puesta en valor incluso por el propio jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Martin Dempsey, el cual declaró que la participación iraní en las operaciones contra Daesh había sido “positiva”.

El ex director del Mossad Meir Dagan dijo de Suleimani que: «Tiene vínculos en todos los lados del régimen (iraní). Es alguien que yo llamo políticamente un genio«… John Maguire, ex agente de la CIA afirmó en el año 2013 que Suleimani era el “operativo más poderoso de Oriente Medio” y que “nadie ha oído hablar de él” tendencia que en la actualidad se ha invertido completamente. Qasem Soleimani nació en el año 1957, en el seno de una familia de campesinos, en la ciudad de Rabor ubicada en la provincia de Kerman y es padre de dos hijas y de tres hijos. No cursó estudios universitarios y  en su juventud trabajó en el departamento municipal de agua de Kerman. En el año 1979 cuando se desencadenó en Irak la revolución dirigida por el ayatollah Ruholla Jomeini que acabó derrocando al Sha Reza Palevi, Suleimani, que contaba con 22 años de edad, se unió a la Guardia Revolucionaria. Apenas un año y medio después del triunfo de la revolución, Saddam Hussein envió al ejército iraquí a través de la frontera intentando aprovechar el caos en el que se hallaba sumido Irán para conseguir una rápida victoria. Soleimani fue enviado al frente en una misión que inicialmente iba a durar dos semanas y que consistiría en abastecer de agua a los soldados pero finalmente permaneció allí hasta el final de la guerra. Durante este periodo se fue haciendo paulatinamente una reputación forjada en las misiones de reconocimiento efectuadas detrás de las líneas del ejército de Irak. Tras la finalización de la guerra fue enviado a la frontera oriental de Irán para participar en operaciones de auxilio a los combatientes afganos que luchaban contra los talibán y además ejerció tareas dedicadas a combatir el tráfico de opio en la frontera con Afganistán. En el año 1998 fue nombrado jefe de la Fuerza Qods.

La Fuerza Qods (Jerusalén) que es una de las cinco divisiones que conforman los Pasdaran –los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica-. Fue creada en 1990 y consta de una dirección, de diversas áreas específicas y de otras administraciones dedicadas a regiones geográficas concretas. Posee un enorme prestigio en los círculos de poder iraníes y, consecuentemente, goza de un importante volumen de recursos además de acceso directo a Alí Jamenei, el líder supremo de la revolución iraní. Su sede principal se encuentra en la ciudad de Ahvaz, capital de la provincia de Juzestán. En el año 2008, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, elevó su número hasta la cifra de 15.000 efectivos, aunque en la actualidad no existen datos exactos del número de miembros que la conforman. Capitaliza las operaciones de Irán en el exterior y da asistencia logística, técnica y financiera a otras organizaciones como Hezbollah o Hamas.

A Soleimani, por su parte, se le ha relacionado con la operación de rescate del capitán de la fuerza aérea rusa Konstantin Murahtin, el copiloto del bombardero Su-24 que fue derribado por un misil aire-aire lanzado desde un avión F-16 del ejército del aire de Turquía en noviembre de 2015. El piloto Oleg Peshkov fue abatido por disparos mientras descendía en paracaídas mientras que el copiloto sobrevivió. Soleimani se puso en contacto con los rusos para proponerles que un comando compuesto por seis miembros de la unidad de operaciones especiales del Hezbollah libanés y 18 miembros de las fuerzas especiales del ejército de al Assad entrenadas por Irán se encargasen de las operaciones en tierra mientras que Rusia le proporcionaría cobertura aérea y de inteligencia de satélites. La operación, que finalizo con el exitoso rescate del oficial ruso, estuvo coordinada hasta su finalización por el general iraní.

El peso de la Fuerza Qods en Irak es más que notorio pese a que están oficialmente en funciones de asesoramiento a las milicias iraquíes, oficiosidad que se hace extensiva también al empleo de medios aéreos de Irán cuya implicación no ha sido confirmada. Pese a ello, en diciembre de 2014 año pasado cazas F-4 Phantom II idénticos a los que tiene de dotación el ejército del aire iraní fueron observados bombardeando posiciones de Daesh en la provincia iraquí de Diyala, ataque del que informó un portavoz del Pentágono.

Las Fuerza Qods, dirigida por Qasem Soleimani se coordina en las operaciones contra Daesh con las principales milicias chíies: Brigada Badr, Hezbollah, Asaib Ahl Al Haq y la Brigada As Salam del influyente clérigo chií Muqtada al-Sadr.  Además de estos grupos, otras muchas milicias se han unido en el Hashid Shaabi, el Comité de Movilización Popular fundado por el anterior primer ministro iraquí Nuri al-Maliki y que mantiene fuertes vínculos con Teherán. Hashid Shaabi está liderada por Jamal Mohammed Jaafar también conocido como Abu Mahdi al-Mohandisi ,que es responsable del control de varias milicias que secundaron la llamada a tomar las armas efectuada por el Gran Ayatolá iraquí Ali al-Sistani aunque también son receptivos al mensaje del líder supremo de la revolución iraní el ayatolá Alí Jamenei. El apoyo iraní también se hizo extensivo a facilitar a estas milicias las instrucciones técnicas necesarias para la fabricación y el empleo de aviones no tripulados.

La influencia de Qasem Soleimani también es percibida en un factor un tanto subjetivo pero que a posteriori puede ser determinante como lo es el de la moral de los combatientes. Puede que esta sea una de las explicaciones a que Soleimani haya pasado casi del anonimato a prodigarse en apariciones en distintos lugares con una importante difusión de imágenes. Hassan Hamze corresponsal de Al Manar, la televisión de Hezbollah libanés, describía de manera casi hagiográfica al “Comandante de la Brigada 41” como era conocido durante la guerra Irán-Irak, mientras permanecía en primera línea en la zona de enfrentamientos sin emplear chaleco antibalas y destacaba, además,  su capacidad para escuchar todas las opiniones así como la convivencia que mantenía con los combatientes llegando a besar las manos de los que llegaban heridos.

Pese a la buena relación entre Rusia e Irán -recuérdese el episodio del rescate  del capitán Murahtin de la fuerza aérea rusa-, los recientes acercamientos ruso-turcos podrían suscitar la desconfianza de Irán y Siria y Soleimani puede ser elemento clave. A la purga rusa entre los cuerpos de seguridad de Hama u Homs, al creer que su dependencia de Irán era elevada hay que sumarle la red de intereses que Qasem Soleimani ha tejido en Damasco con los restos que quedan de las fuerzas armadas de Al Assad.

El Mariscal de Campo Bernard Law Montgomery incidía en sus escritos en la necesidad de contar con “un plan y un hombre” de cara a enfrentar una actuación exitosa en acciones de contrainsurgencia. La estrategia de Irán en la región sirio-iraquí parece dejar claro que tienen un plan que no es otro de afianzar su presencia como eje de poder regional. A diferencia de otras potencias de la zona como Arabia Saudí u otros estados del Golfo Pérsico que están interviniendo en Siria a través de proxys wars ejecutadas por grupos, -fundamentalmente de inspiración yihadista- a los que arman y financian, Irán combate sobre el terreno codo con codo con sus aliados junto a los que en no pocas ocasiones también muere. Esto confiere al régimen de los ayatollahs el papel de aliado fiable cuyos réditos, con toda seguridad, le beneficiará en sus relaciones futuras. La apuesta iraní se ejemplifica perfectamente en unas declaraciones de Qasem Soleimani en mayo de 2015 cuando, en respuesta a los rumores sobre sus heridas o incluso su muerte, afirmó estar buscando esta última “en todas las llanuras y montañas«. Respecto al papel del “hombre” que describía Montgomery, este es sin lugar a dudas el comandante de la Fuerza Qods de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, el general de división Qasem Soleimani.

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