Los Sistemas de Protección Activa son mucho más que una moda pasajera: son el futuro en cuanto a protección de vehículos blindados y acorazados. Sin lugar a dudas, el aspecto más importante durante el diseño de todo carro y blindado es la protección, tanto en su vertiente pasiva como activa, ya que influirá de manera determinante en el resto de características. Por consiguiente, tendrá que definirse de acuerdo con las necesidades reales y, por lo tanto, con su probable empleo. De hecho, la mayoría de los Ejércitos pueden satisfacer plenamente sus exigencias con vehículos acorazados de protección media.
Antes de continuar, me parece oportuno citar, aunque solo sea de pasada, las amenazas que acechan a los vehículos acorazados en el combate. Son las siguientes: Helicópteros contracarro; otros carros y blindados; misiles de las diferentes generaciones existentes; proyectiles de guía terminal dispersados desde bombas de aviación, misiles, cohetes, granadas de artillería, etc; municiones de racimo dotadas de cargas huecas; minas contracarro, incluidas las modernas de efecto dirigido y las inteligentes, algunas de las cuales disparan potentes proyectiles autoforjados; y armas ligeras como granadas de fusil y lanzagranadas.
Como vemos, la gama de amenazas es tan amplia que resulta prácticamente imposible proteger ningún vehículo frente a todas ellas. De hecho, inmediatamente después de la SGM, se realizaron diferentes estudios que coincidían en distribuir los impactos recibidos por los carros y vehículos acorazados de la siguiente forma: El 48 % en la torre, especialmente en su parte frontal; otro 22 %, en la proa del casco; un 14 % en las zonas superiores delanteras de los laterales del casco; un 7 % en las zonas inferiores delanteras de los laterales del casco; otro 7 % en las zonas traseras de los laterales del casco; y el restante 2 %, entre la panza, techo y parte posterior. En consecuencia, en especial en el caso de los carros, la distribución del grosor y tipo de coraza se ha realizado tradicionalmente de acuerdo a esos estudios que, a lo largo de los años, han sido corroborados en diferentes conflictos posteriores a la SGM. Sin embargo, los avances tecnológicos actuales (municiones de guía terminal y misiles que atacan desde arriba, municiones de racimo de carga hueca, etc) y el uso masivo de otro tipo de ingenios como las cargas explosivas improvisadas (IED) y penetradores formados por explosión (EFP), en los denominados conflictos asimétricos, han dejado sin valor los estudios reseñados, obligando a buscar otro tipo de soluciones que, en los últimos años, están dando lugar a numerosos sistemas de protección activa, a los que dedicaremos este trabajo.
Tipos de Sistemas de Proteccion Activa
Generalmente, cuando hablamos de estos sistemas, nos referimos a equipos dotados de municiones o módulos explosivos, que reaccionan para interferir o destruir los proyectiles que se dirigen contra el carro o blindado sobre el que están instalados. Sin embargo, en buena lógica, considero que también debemos incluir los diferentes elementos que participen en la protección del vehículo, realizando algún tipo de operación. De ahí que, desde mi óptica personal, crea que también debemos incluir los de defensa NBQ, los anti-explosiones y contraincendios, sistemas terrestres de identificación de objetivos (amigo-enemigo) o BTID (Battlefield Target Identification Devices), así como los detectores de orígenes de fuego, conjuntos de alerta electromagnética, generadores de humo y lanza-artificios, los deslumbradores o inhibidores y los perturbadores.
Sistemas de defensa NBQ
En líneas generales, se basan en crear una sobrepresión dentro del vehículo que impide la entrada de partículas contaminadas. Al mismo tiempo, es imprescindible que todo el aire que se introduzca, lo haga a través de uno o varios filtros que lo purifiquen adecuadamente. Obviamente, es fundamental que todas las juntas sean lo suficientemente estancas, lo cual puede presentar algunos problemas. Por ello, lo más rentable es la utilización de filtros y bombas de gran capacidad. En algunos vehículos, como el Centauro, por ejemplo, si la sobrepresión conseguida no es adecuada está previsto que los tripulantes empleen una máscara con la correspondiente toma de aire filtrado.
Los equipos de alerta NBQ pueden ser portátiles, que sólo son accionados cuando existe la sospecha del uso de este tipo de agresivos, o bien, modelos fijos. Estos últimos, están constituidos por una sonda radiológica instalada en el exterior, un panel de control con los circuitos electrónicos y de medida de dosis, y un sistema de alarma luminoso y/o acústico.
Sistemas anti-explosiones y contraincendios
Tanto los sistemas anti-explosiones de la cámara de combate como los contraincendios de la cámara del motor emplean botellas de halóni como agente extintor, pero mientras los primeros suelen disponer de un cable térmico, los segundos cuentan con sensores ópticos (en número variable según el tipo de vehículo) que captan los focos de luz de determinadas longitudes de onda, de manera que el equipo entra en funcionamiento tanto al producirse un incendio como ante una explosión. Este sistema, ideado por los israelíes, ha demostrado una altísima eficacia ante impactos de cargas huecas, ya que actúa con gran rapidez (del orden de 60 milisegundos), aumentando enormemente el grado de supervivencia de los tripulantes.
Equipos terrestres de identificación de objetivos BTID.
Los lamentables episodios ocurridos con el denominado fuego amigo especialmente durante las últimas dos Guerras del Golfo, han puesto de manifiesto que la identificación efectuada utilizando los equipos de visión diurnos/nocturnos disponibles, incluidas las cámaras térmicas, no es todo lo eficaz que debiera, bien por falta de experiencia de las tripulaciones, bien por la rapidez con que se producen los acontecimientos, o simplemente porque las condiciones meteorológicas no son favorables (tormentas de arena, niebla, lluvia, nieve, humo, etc). En consecuencia, han cobrado especial interés los denominados equipos terrestres de identificación BTID, que desde hace años vienen estudiándose si bien todavía su uso no es generalizado, ni mucho menos, aunque están siendo desarrollados en diferentes países (Alemania, Francia, EEUU, Reino Unido, etc).
En España, el reto fue recogido por el grupo INDRA que puso en marcha el programa AMIGOSii. En líneas generales, se basa en la arquitectura de tipo Interrogación-Respuesta, común en todos los equipos de identificación. Una plataforma dotada de un interrogador, al detectar un posible objetivo, le envía una señal radioeléctrica con ciertos datos encriptados (interrogación). La plataforma interrogada, si es amiga, dispondrá de un respondedor con los mismos códigos criptográficos, detectará la interrogación y contestará con otros datos también encriptados (respuesta).
El interrogador recibe la respuesta, la decodifica y declara el blanco amigo. Si la plataforma interrogada no dispone de sistema BTID o no posee los mismos códigos, no detectará la interrogación y por tanto tampoco contestará, de manera que el interrogador declarará el blanco desconocido. El sistema trabaja en una banda de frecuencias elevada (alrededor de 37 GHz) y utiliza diversas técnicas de modulación y codificación de la información, que lo hacen especialmente robusto a la detección, explotación e interferencia por parte del enemigo.
En el aspecto operativo, incluye dos modos de funcionamiento: Identificación Corta (Short ID) e Identificación Larga (Full ID). En el primero, el operador sólo recibe información sobre el grado de amistad y distancia del objetivo, mientras que en el segundo también obtiene otros datos sobre la plataforma interrogada (código, tipo, nacionalidad, etc). Para cualquiera de estos modos de identificación, existen además dos opciones de funcionamiento, dependiendo de que la plataforma interrogadora disponga o no de un sistema de puntería (telémetro), llegándose a realizar hasta ocho interrogaciones en menos de un segundo.
Centrándonos en el programa AMIGOS, tiene dos configuraciones: Una para los vehículos o plataformas con capacidad de hacer fuego o destinadas a la adquisición de objetivos, que contarán con un Interrogador-Respondedor Combinado CIT (Combined Interrogator and Transponder), de forma que puedan identificar objetivos e identificarse ante posibles interrogaciones; y otra para las plataformas no armadas pero que puedan estar presentes en un escenario de combate (vehículos logísticos, de transporte, ambulancias…), que solamente montarán un equipo respondedor. Estas dos configuraciones emplearán una serie de elementos comunes: Unidad de Proceso, Transceptor / Antena de Respondedor y Control Remoto. El equipo CIT, además, incluirá un elemento Transceptor / Antena de Interrogador. De todos estos elementos, el control remoto y la unidad de proceso serán colocados en el interior de la plataforma, mientras que el resto se situarán en el exterior.
Las principales características técnicas y operativas del sistema son las siguientes: Probabilidad de identificación correcta, > 98%; alcance del sistema en día claro y bajo visión directa, > 6 Km; duración de la secuencia de interrogación, < 1 segundo; precisión en distancia, < ± 50 metros; discriminación en acimut, < 100 metros a 3000 metros de distancia; interrogaciones o respuestas simultáneas, 3 como mínimo; posibilidad de operación bajo condiciones climatológicas adversas; operación en movimiento, con velocidades relativas entre plataformas de hasta 200 km/h; capacidad de comunicación y operación a través del sistema de mando y control de la plataforma; resistente a la detección, explotación o interferencia por parte del enemigo.
Detectores de orígenes de fuego
El éxito cosechado en los últimos tiempos por estos sistemas ha favorecido su proliferación, al tiempo que han visto la luz modelos de muy distintas procedencias, tamaño reducido y eficacia aumentada. En líneas generales, existen tres categorías según se basen en tecnología acústica, electroóptica o radar. Los primeros, que son los de uso más extendido, emplean varios micrófonos de gran sensibilidad con los que, aparte de detectar los disparos y diferenciarlos de sonidos falsos (disparos de fogueo, por ejemplo) son capaces de indicarnos la dirección y distancia del posible francotirador o armas como lanzagranadas o misiles. Aparte del Boomerang norteamericano, que es probablemente el modelo más conocido, podemos citar otros como el Pint Point, SADS, Sniper EGG, Crosshair, PILARw, Avisa de la firma holandesa Microflown, que utiliza una nueva tecnología denominada AVS, etc. Por último, vale la pena destacar el sistema EARS, de dotación en el Ejército norteamericano y que presenta la novedad de que solo dispone de un micrófono omnidireccional, por lo que es de un tamaño muy reducido; en consecuencia, se ofrece como elemento de protección individual, colocado en el casco, por ejemplo. Entre los modelos electroópticos, destacaremos el SpotLite de Rafael que se comercializa en dos versiones, a saber:
- Modelo portátil (P): diseñado para situaciones estacionarias. Posee un alcance de detección de disparos de armas ligeras de unos 1.000 metros, y un ángulo de cobertura de 48º.
- Modelo pesado (M): para montar en vehículos que, aparte de cubrir los 360º, también detecta las acciones de otras armas como lanzagranadas, misiles, carros, etc.
Los equipos que utilizan radares aún están en sus inicios, si bien ya existen varios modelos norteamericanos operativos entre los que sobresale la familia BEAM, cuyo modelo 200 tiene un peso total de tan solo 22 kg (6,8 kg el sensor). Mediante barridos del radar láser, que cubren los 360º, es capaz de detectar los filamentos de los sistemas de puntería de cualquier tipo de arma, a una distancia de 1.000 metros, indicándonos las coordenadas GPS del posible agresor. En consecuencia, podemos realizar acciones disuasorias o de ocultación, antes de que se produzca el disparo.
Por último, la agencia europea EDA está desarrollando un sistema multisensor denominado MUSAS, que utiliza una mezcla de tecnologías, de manera que su eficacia, tanto en la rapidez, como en la discriminación y localización precisa de la amenaza, se espera que supere con creces a la ofrecida por los modelos actuales. Por supuesto, suponemos que tendrá un peso y volumen reducidos.
Detectores de alerta electromagnética, generadores de humo y lanza-artificios, deslumbradores y perturbadores
Cuando un blindado es atacado o detecta que va a serlo en breve, tiene dos opciones básicas: protegerse del posible ataque, o actuar rápidamente haciendo fuego contra los asentamientos de las armas enemigas. En el primer caso, lo más práctico es ampararse en los accidentes del terreno, aprovechando para ello la movilidad y maniobrabilidad del vehículo, por lo que, cuanto más altas sean, más fácil le resultará realizar los movimientos necesarios. Sin embargo, cuando no es posible o no hay tiempo suficiente para ocultarse, todavía tiene otras dos posibilidades: la utilización de humos e intentar desviar o destruir el proyectil enemigo, si dispone de los medios necesarios para ello.
Los principales sistemas para crear cortinas de humo son la generación de humos al escape y el lanzamiento de proyectiles fumígenos (cegamiento) o botes de humo (ocultación). El primero, se basa en la inyección de gasoil puro en el colector de escape, cuya combustión incompleta produce una densa nube de humo blanco. Aunque es de gran eficacia ante los equipos de visión diurnos e, incluso, frente a los intensificadores de luz, no representa ningún obstáculo para las cámaras térmicas. Algo parecido sucede con los proyectiles fumígenos, cuyo empleo también depende de la localización de las armas enemigas. Por el contrario, en el caso de los botes de humo, debemos decir que, con los modernos lanza-artificios, no sólo existe la posibilidad de crear cortinas impenetrables a las cámaras térmicas, sino que también pueden utilizarse diferentes tipos de señuelos, semejantes a los empleados por los aviones, muy útiles para desviar algunas municiones de guía terminal y los misiles con sistemas de guía por infrarrojos.
Como ejemplo de lo dicho, citaremos que el sistema francés Galix, adaptable a cualquier vehículo acorazado, consta de los lanzadores orientados según las necesidades, la caja de mando, y los artificios de 80 mm. Inicialmente, fueron desarrolladas siete municiones diferentes, a saber: Fumígena normal (FUM); fumígena de banda ancha o anti-infrarroja (FUM.VIR); antipersonal de efecto dirigido (APDR); antipersonal de autodefensa de muy corto alcance (APTCP); señuelo antimisil de guía IR (LEUR.IR); cohete iluminante (ROQ.ECL); y lacrimógena (LACRY). Además, existen municiones inertes para ejercicio siendo lógico pensar que en el futuro surjan otras nuevas.
Entre los diversos detectores de alerta electromagnética disponibles, cabe destacar los de tecnología láser, que advierten a los tripulantes de que están siendo adquiridos por una dirección de tiro o iluminados por un designador, así como los infrarrojos que detectan las emisiones de calor, como el lanzamiento de un misil, por ejemplo. Algunos modelos montan un dispositivo que indica la dirección y distancia aproximada del objetivo, que debe incluir el correspondiente navegador inercial y/o GPS. Su máxima eficacia se logra cuando están integrados con el sistema de lanza-artificios y funcionan en modo automático de manera que, al detectar una posible agresión, son lanzados los botes de humo y/o señuelos IR en la dirección adecuada.
En cuanto a los deslumbradores y perturbadores, en los últimos años se tiende a diferenciar los primeros, destinados únicamente a distorsionar los mecanismos de guía de los misiles, de los perturbadores que, utilizando láseres de alta energía, deben ser capaces de destruirlos actuando sobre el misil o sobre el propio lanzador.
Un caso especial lo representan los inhibidores, como el Clipeus de Indra que es usado por el Ejército español, y cuya finalidad está dirigida a impedir la activación a distancia de cargas improvisadas IED, situadas en las proximidades de las carreteras o puntos de paso obligado. Es decir, forman un escudo protector en los alrededores del vehículo. Como son bastante voluminosos y disponen de varios elementos (cuatro bases de antena, unidad central de proceso y cuatro módulos amplificadores adicionales), antes de instalarlos es conveniente tener en cuenta los espacios a reservar en el vehículo, así como las necesidades de alimentación, canalizaciones de cableado, etc.
Sistemas Integrados de Protección
Los rusos fueron los pioneros en este campo con la introducción del sistema 1030M Drozd en el carro T-55 AD, allá por el año 1983. En líneas generales, estaba constituido por dos sensores o radares de ondas milimétricas colocados en los laterales de la torre y 4×2 lanzadores de cohetes de 107 mm. Proporcionaba protección en un arco frontal de 4×20º = 80º y vertical de -6º a +20º, ante ataques de proyectiles de una velocidad comprendida entre 70 y 700 m/sg que, no olvidemos, suponen aproximadamente entre el 60 y el 70 por ciento de las amenazas reales. Los cohetes, de 9 kg de peso, disponían de una probabilidad de interceptar las amenazas previstas del 70%.
En los años 90, apareció el sistema de ayudas defensivas Shtora-1 que fue acoplado en el T-80 UK y T-90. A diferencia del Drozd carece de proyectiles defensivos, pero incluye, junto a los detectores de alerta y lanza-artificios, dos perturbadores encargados de distorsionar las señales de guía de los misiles. Posteriormente, como sucesor directo del Drozd, aparecieron el Drozd-2, el Arena-Eiii y, en fechas más recientes, el Afghani, montado en el nuevo carro T14 Armata.
Siguiendo el ejemplo ruso, los principales Ejércitos y empresas del sector han desarrollado programas de protección que, aparte de detectores de alerta y lanza-artificios, cuentan con deslumbradores y perturbadores y, en muchos casos, granadas, cohetes o módulos defensivos o de contramedidas, instalados a veces en soportes orientables. Entre los primeros, encontramos los modelos MUSS alemán, Strike, ALWACS (deslumbrador) y ARPAM israelíes, KBCM (Kit Básico de ContraMedidas) y Cerberus franceses, MCD (Dispositivo de Contramedidas Antimisil) norteamericano, Dazzler chino (perturbador láser de alta energía), Varta ucraniano (similar al Shtora-1), etc, mientras que los segundos están representados por numerosos proyectos, entre los que cabe destacar el AMAP-ADS, y AWISS alemanes, ADS chino, APS (Sistema de Protección Activa), FSAP, SLID, IAADS, Iron Curtain, FSEWS Sheriff, TRAPS, y CICM norteamericanos, Shark francés, Iron Fist, Bright Arrow, Tityus y Trophy israelíes, Scudo italiano, Szerszen polaco, serie LEDS sueca, CARD suizo, DAS surcoreano, y Zaslon ucraniano, algunos de los cuales han sido abandonados y otros han derivado en nuevos proyectos más complejos y eficaces, especialmente para luchar contra proyectiles de alta velocidad como los de energía cinética (flecha).
Aunque sea a título meramente anecdótico, a continuación, haremos un breve repaso de los sistemas más completos y que nos parecen más interesantes, dejando aparte los detectores de alerta, deslumbradores, perturbadores, lanza-artificios, etc, que pueden acoplarse perfectamente en cualquier sistema. Son los siguientes:
- Drozd-2.- Apareció como sustituto del Drozd, con un peso total de unos 800 kg. Dispone de dos sensores de ondas milimétricas colocados en los laterales de la torre, y un total de 18 tubos lanzacohetes que cubren los 360º (18×20º) y un arco vertical de -6º a +20º. Cada cohete de 107 mm pesa 19 kg y dispone de una potente carga de fragmentación que puede destruir proyectiles que se aproximen al vehículo a una velocidad de 50 a 700 m/sg.
- Arena y Arena-E (versión exportación).- Está formado por un radar doppler de gran tamaño, una calculadora y 20 paneles o módulos explosivos de fragmentación, situados alrededor de la torre, que cubren ángulos superpuestos de 30º, y alcanzan un total de 270º alrededor del blindado. Detectado el proyectil enemigo, a unos 50 metros, el sistema tarda solamente 0,07 sg en actuar y la carga fragmentada del módulo correspondiente hace explosión, destruyendo el blanco con una elevada probabilidad. En el caso de que la carga más adecuada ya se haya empleado, el sistema activará alguna de las colaterales. Como principal inconveniente, la carga fragmentada crea una zona peligrosa de 20-30 metros alrededor del vehículo. Hasta el momento, ha sido instalado en los carros T-72 y T-80, así como en el vehículo de combate BMP-3. Además, algunos de sus elementos fueron probados en los prototipos del carro surcoreano K2 Blackpanther, si bien el radar fue sustituido por otro de menor tamaño.
- Afghani.- Basado en cierta medida en el Shtora-1, ha sido instalado de serie en el T-14 Armata. Cuenta con un radar doppler y diez contenedores para municiones defensivas (seguramente, cohetes), 5 a cada lado de la torre, en la parte inferior, que cubren un ángulo de 195º. En consecuencia, si la amenaza detectada está fuera de ese ángulo, el sistema mueve la torre (realmente es una estación de armas de control remoto no tripulada) de forma automática, a una velocidad de unos 45º por segundo, hasta la posición adecuada. Al parecer, al igual que el Shtora-1, cuando detecta el disparo de cualquier arma, calcula la posición del asentamiento y le hace un disparo de cañón, aunque probablemente no lo haga con mucha precisión. A pesar de que el constructor asegura que tiene capacidad para destruir proyectiles de hasta 2.000 m/sg, lo cierto es que no sabemos con certeza hasta qué punto es eso cierto o, en el mejor de los casos, con qué probabilidad puede destruir un proyectil flecha, por ejemplo, de 1.800 m/sg. Por otra parte, si los fragmentos producidos durante la explosión forman, como se cree, un ángulo de 30º, es bastante dudoso que proporcione seguridad frente a ataques por el techo.
- AMAP-ADS (Advanced Armour Protection System – Active Defence System).- Fue diseñado a partir de 2001 por la firma alemana IBD, experta en el desarrollo de todo tipo de protecciones para blindados, pasando a pertenecer (al 74%) a Rheinmetall Defence, en 2011. Hasta la fecha ha sido instalado, al menos en los siguientes vehículos:
- Familia Scorpion CVR (T) de BAE Systems (Reino Unido).
- Blindado diésel o híbrido SEP 8×8 de BAE Systems (Suecia).
- Vehículo de combate de infantería CV9040 de BAE Systems (Suecia).
- Carro ligero CV90120-T de BAE Systems (Suecia).
- Transporte de personal M-113 de BAE Systems (Noruega).
- Vehículo ligero Iveco LMV 4×4 (Italia). Variante para vehículos ligeros que es similar al Shark.
- Blindado 8×8 AMV de Patria (Finlandia).
- Blindado ligero de reconocimiento 4×4 (Reino Unido). Misma versión que el LMV 4×4.
- Transporte acorzado de personal Fuchs 1A8 6×6 de Rheinmetall (Alemania).
- Vehículo de combate de infantería Marder 1A3 de Rheinmetall (Alemania).
- Blindado 8×8 alemán Boxer del consorcio ARTEC.
- M1117 ASV Guardian de Textron Marine and Land Systems (EEUU).
- Vehículo articulado de montaña Bronco de STK (Singapur).
Según todos los indicios, ha sido fabricado en serie, como mínimo para el Bronco y, probablemente, la versión para vehículos ligeros en varios modelos de Singapur. De hecho, el modelo Shark, comercializado en Francia por Thales y montado en el transporte de personal VAB 4×4 de Renault, es derivado de esa misma variante para ingenios ligeros.
En líneas generales, el sistema está formado por los siguientes elementos: Varios sensores electroópticos alrededor del casco, unidad electrónica de control, unidad auxiliar de potencia, caja de mando y control, y módulos explosivos de contramedidas. Para minimizar los daños colaterales, las cargas explosivas no son de fragmentación, sino que, muy probablemente, utilicen una especie de penetradores múltiples formados por explosión (MEFP). El tiempo de actuación del sistema se sitúa en torno al milisegundo y crea un espacio de protección de 360º y de unos 10 metros alrededor y por encima del vehículo. Además, si un módulo ya ha actuado, el siguiente ataque será repelido por uno de los módulos situados en su proximidad.
En el modelo normal, que puede instalarse en unas dos horas y pesa entre 145 y 500 kg, tanto los sensores como los módulos explosivos van adosados al casco del blindado, destruyendo los proyectiles a unos 2 metros de distancia. Por su parte, en el diseñado para vehículos ligeros y en el Shark, van situados en una estructura colocada sobre el techo, y actúan muy cerca del vehículo, con la explosión dirigida hacia el suelo.
Actualmente, la empresa Rheinmetall comercializa el sistema ADS, que ya ha sido instalado en varias configuraciones de carros Leopard y presta servicio en una “flota” de carros Leopard 2 de un usuario asiático.
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