Los carros de combate turcos han tenido un desempeño desigual en la guerra de Siria. Su actuación ha dejado tanto terribles pérdidas, como lecciones aprendidas. El Ejército Turco adquirió 298 Leopard 2A4 de segunda mano procedentes de los depósitos del Bundeswehr, como buena parte de los socios europeos de la OTAN, España incluida. Estos Leopard 2A4TR recibieron una única modificación en años posteriores, consistente en la adición de unos nuevos y mejorados filtros de aire -algo importante para las polvorientas tierras de Oriente Medio- aunque posiblemente esta mejora se implementase sin pensar que iban a ser puestos a prueba en un conflicto tan complejo como el sirio…
A finales de agosto de 2016, después de meses de preparación, Turquía comenzaba el despliegue de tropas por el norte de Siria con la intención de impedir la unificación de los cantones kurdos en territorio sirio, cuyos peshmerga estaban expulsando a Daesh de amplias zonas del país. La posibilidad de que los kurdos lograsen una suerte de estado propio al norte de Siria era vista como una gran amenaza en Ankara, que no dudó en utilizar la fuerza.
Así pues, se desplegaron unidades turcas precedidas y combinadas con fuerzas rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS), las cuales apenas podían considerarse como infantería ligera. En pocas semanas lograron abrir brecha en las líneas del Estado Islámico (EI) y tomar diversas localidades, estableciendo una zona de colchón entre la frontera turca del Ejército Árabe Sirio y los kurdos, aunque la misión no terminaría oficialmente hasta el 29 de marzo de 2017, tras siete meses de ofensivas y contraofensivas.
Durante aquella operación los primeros carros de combate en ser desplegados fueron los vetustos M-60A3 Patton y, sobre todo, M-60T Sabra, una variante turca del Sabra Mark III de diseño israelí basado en el anterior. Este carro tuvo un buen desempeño, demostrando ser capaz incluso de resistir el impacto directo del más moderno Misil Guiado Antitanque (ATGM) ruso, el 9M133 Kornet -con el paquete de modernización adecuado, eso sí-.
En los meses que siguieron al inicio de las acciones, los medios de comunicación fueron llenándose con imágenes de diversos Leopard 2A4 turcos vestidos patrón de camuflaje verde mientras eran transportados por carretera y tren a la frontera turco-siria. Finalmente, el 8 de diciembre se constató su empleo en el escenario sirio, cuando por primera vez un Leopard 2A4 abría fuego sobre un coche bomba (VBIED) del EI a las afueras de la localidad siria de Al-Bab.
Carros de combate turcos en la guerra de Siria
Además de los citados Sabra, Patton y Leopard, los turcos pusieron sobre el terreno sistemas de artillería autopropulsada T-155 y M110A2 para proporcionar fuego de apoyo y vehículos ACV-15. Este es una versión mejorada del archiconocido M-113 que incluye un mayor blindaje y que se ha empleado en variantes APC -con una ametralladora pesada M2 Browning de calibre 12,7 mm- y VCI -con un cañón de tiro rápido de 25 mm y con una ametralladora media de 7,62 mm-. Ambos fueron utilizados por la infantería mecanizada turca, y de hecho algunos ACV-15 de la versión APC fueron entregados a las unidades del ELS para aumentar sus capacidades ofensivas.
Como vehículos de recuperación los turcos desplegaron de un lado el M88A1, que está basado en las sagas M-48 y M-60 Patton y que en su versión A1 cuenta con una planta motriz más potente, y de otro lado el Bergepanzer Leopard, basado en el Leopard 1.
Además, los turcos emplearon grandes cantidades del OTOKAR Cobra, un vehículo de alta movilidad táctica que cuenta con numerosas variantes: Médicas, de reconocimiento, armadas con una ametralladora pesada, de transporte de personal etcétera. A pesar de ser extremadamente ligero, la versión de este vehículo desplegada en Siria contaba con cuatro lanzafumígenos, así como con una ametralladora pesada M2 Browning operada por control remoto o manualmente, dependiendo de la variante. Este vehículo fue utilizado en labores de exploración y de búsqueda de objetivos para los Leopard 2A4, conformando un tándem súmamente eficaz.
También se desplegaron vehículos M-113A2 en su variante médica, así como Poyraz, un vehículo de apoyo logístico basado en el T-155. Igualmente hubo presencia del MRAP de diseño turco Kirpi, aunque este no iba armado con ametralladoras, aunque sí protegido por inhibidores de señales, lo que podría sugerir que este tipo de vehículos eran empleados sobre todo en misiones de mando y control.
Tal y como una investigación de Bellingcat sacó a la luz a partir de las matrículas visibles en los distintos medios acorazados, y como hemos podido corroborar por nuestras propias fuentes, las FAS de Turquía han desplegado en Siria elementos de la 2ª, 5ª y 20ª Brigadas Acorazadas, así como de la 16ª y 39ª Brigadas Mecanizadas. Junto a esas fuerzas se desplegaron unidades de las fuerzas especiales, con gran énfasis en los equipos de tiradores de precisión.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos deducir que, a nivel táctico, las unidades turcas se organizaban en Grupos de Tareas (GdT). Estos podían constituirse de diversas formas en función del objetivo de la misión, aunque las más comunes eran:
- Unidades de tres carros de combate acompañados por una fuerza de infantería mecanizada montada en ACV-15 y encargada de proporcionar la seguridad.
- Una fuerza como la anterior junto a un Kipri encargado del mando y control, una unidad de las fuerzas especiales encargada de solicitar blancos para la artillería, los carros de combate o la aviación.
- Una fuerza de carros de combate precedida de un OTOKAR encargado de explorar una zona o de buscar blancos.
- Una fuerza de Leopard 2A4 y ACV-15 proveyendo fuego de apoyo a una fuerza del ELS equipada con Toyotas artillados y ACV-15.
Los pequeños GdT ponen de relieve un uso de las unidades turcas con un perfil bastante bajo, ya que en caso contrario habrían realizado operaciones ofensivas a pleno rendimiento empleando para ello las unidades de maniobra ordinarias, sin necesidad de crear GdT. Este empleo con cuentagotas es una de las causas que explica el gran número de bajas sufridas por los turcos, tal y como se explicará más adelante en el artículo.
Las Fuerzas aliadas en la guerra de Siria
En las primeras fases de la Operación Escudo del Éufrates (OEE) -sobre todo en los combates junto a la frontera- fueron exclusivamente las fuerzas turcas quienes atacaron y tomaron con facilidad las posiciones del EI que presumiblemente las abandonó al poco de comenzar la ofensiva. El avance subsiguiente estuvo protagonizado por las fuerzas del ELS las cuales, armadas por Turquía, fueron las encargadas de liderar la ofensiva mientras las tropas turcas limpiaban el terreno y realizaban tareas de apoyo.
Apenas dos meses después del inicio de OEE, Ankara parecía haber alcanzado sus principales objetivos estratégicos, salvo en algunas ciudades en las que el EI había decidido oponer especial resistencia, en particular en Al-Bab. Los turcos habían alcanzado las afueras de esta ciudad en noviembre, pero no fue tomada hasta finales de febrero de 2017, casi cuatro meses después.
La situación creada durante esta ofensiva combinada entre las FAS turcas y el ELS debió ser de lo más compleja, en particular por la diferencia entre los idiomas y alfabetos turco y árabe y probablemente debido a la más que cuestionable competencia, entrenamiento e incluso moral de los combatientes rebeldes. Estos, en muchos casos no eran más que grupos de jóvenes sacados de los campos de refugiados turcos bajo promesas de buena paga y acción, pero sin un verdadero interés por el combate. En última instancia la confianza y la cooperación entre FAS y ELS ha sido una de las piedras de toque del desarrollo de las ofensivas combinadas entre ambas organizaciones.
Además de mover fuerzas de un tamaño de entre una y dos brigadas, Turquía otorgó toda clase de apoyos a sus aliados: Aviones multipropósito F-16 y F-4, helicópteros de combate y sistemas de artillería autopropulsada de 155 mm T-155 y los más viejos pero potentes M-110A2 de 203 mm.
Si comparamos la coordinación turca con la que puedo haber entre las tropas de Assad y los rusos o entre los norteamericanos y los kurdos, apreciaremos varias diferencias. En primer lugar, ni rusos ni norteamericanos han comprometido fuerzas acorazadas propias en las ofensivas, y si lo han hecho -como se sospecha de los rusos a finales del verano de 2015- fue de forma muy limitada. Por el contrario, ambos se han limitado a labores de limpieza, logística y de apoyo aéreo o artillero mediante las fuerzas especiales.
Tanto los kurdos como Assad cuentan con ventaja sobre las fuerzas de ELS en OEE, y es que los kurdos han demostrado una mayor voluntad combativa y se han aprovechado de la enorme experiencia estadounidense en operaciones de guerra híbrida que se han venido realizando con especial intensidad desde la invasión de Afganistán en 2001. Además, en el caso de Assad y a pesar de que sus tropas no han demostrado por lo general tener una gran moral, sí es cierto que contaban con material pesado a expuertas: Desde los anticuados T-54, T-55 y T-62 hasta los modernos T-72B3 y T-90A suministrados por los rusos. Estos últimos, por cierto, aunque no hayan sufrido pérdidas conocidas de carros de combate, sí han tenido una tasa de bajas alarmantemente alta entre sus oficiales, incluyendo un Teniente General, lo que da una idea de su implicación en el conflicto sirio.
Los estadounidenses, en cambio, han desplegado a fuerzas regulares de los Ranger en vehículos Stryker para apoyar la ofensiva kurda sobre Raqqa. No obstante, en ningún caso -que se sepa-, se han desplegado en primera línea de combate, cosa que sí ha ocurrido en el caso turco con los Leopard 2.
Las fuerzas del Estado Islámico
Para finales de 2016, la derrota de los yihadistas ya se vislumbraba en el horizonte, aunque estos aún poseían fuerzas y reservas estratégicas suficientes como para suponer un desafío importante a una fuerza como la que sumaban el ELS y las unidades regulares turcas.
No sabemos a ciencia cierta cuantos hombres pudo haber llegado a movilizar el EI para sostener la defensa entorno a Al-Bab mientras sufría el acoso de la aviación turca, de los carros de combate y del propio ELS, diversas fuentes manejan cifras que varían entre los 800 y los 3.000 hombres. Esta fuerza habría contado con unidades de infantería ligera y una buena defensa antitanque empleando ATGM, lanzacohetes antitanque, minas contracarro e incluso morteros. Además, también estuvieron presentes en menor medida los famosos Toyota artillados, los VBIED, los BMP-1 y también es posible que algunos carros de combate T-55 durante las fases iniciales de la batalla.
Da la sensación de que ,al contrario de lo que era habitual hasta entonces, el EI confió en una defensa perimetral de Al-Bab, buscando evitar que las fuerzas enemigas alcanzaran los alrededores de la ciudad y empleando numerosos golpes de mano para desbaratar las posiciones avanzadas enemigas cerca de la urbe. Además, para protegerse de la fuerza aérea turca, muy activa, debieron confiar en sus habituales estratagemas consistentes en excavar túneles y emplear a los civiles como escudos humanos.
Para defenderse de los carros turcos es probable que el EI tratara de cubrir determinadas rutas de aproximación o de canalizar a las fuerzas enemigas mediante el empleo de campos de IED o de minas, mientras que para la defensa contracarro a corta distancia confiaron en el popular RPG-7 y probablemente en la versión turca del lanzacohetes desechable M72 LAW, el HAR-66. Además, el uso de morteros también está documentado.
En cualquier caso, el auténtico pilar de la defensa contracarro fue el ATGM, en particular los de origen ruso, como el 9M133 Kornet, el 9M113 Konkurs, el 9M111 Fagot o el 9M115 Metis. Hay incluso quienes han sugerido que los TOW también fueron usados, pero lo consideramos altamente improbable, ya que EI sólo ha operado este ATGM en cantidades muy reducidas, y ningún lanzador fue observado en Al-Bab.
Las mayores bajas en las filas turcas, en cualquier caso, se produjeron a manos de los ATGM y de un atrevido golpe de mano de Daesh gracias al cual hasta diez carros de combate Leopard 2A4 se perdieron en apenas un par de semanas de diciembre. Estos combates se produjeron tras un avance fallido de las fuerzas turco-rebeldes en el flanco occidental de Al-Bab, y en particular en el área entorno a su hospital. Allí los Leopard 2A4 junto a otros muchos medios blindados turcos fueron destruidos, capturados o inutilizados.
El escenario de los combates
El escenario en el que combatieron los Leopard 2A4 se situó en torno a la ciudad de Al-Bab, que había sido fortificada por los yihadistas por ser un importante nudo de carreteras y una urbe de cierto tamaño y significación política. Allí tuvieron lugar cuatro meses de furiosos combates, de los que los más intensos se vivieron a lo largo de diciembre.
Al norte y oeste de Al-Bab hay diversos cerros de unos 500 metros de altura, pero en general entorno a la ciudad hay un terreno llano y salpicado de complejos aislados de granjas y de cultivos. Además, inmediatamente al oeste de la ciudad, a penas unos cientos de metros, se encuentra el hospital local que tuvo un papel en las maniobras turcas para rodear Al-Bab.
En cuanto a la propia Al-Bab, antes de la guerra llegó a tener unos 140.000 habitantes, con un perímetro aproximado de unos 9,5 Km.
La gente tiende erróneamente a asumir que Siria es un país caluroso y árido, sin embargo en contra del imaginario popular el norte de Siria es una zona verde con un clima similar al que podríamos encontrar en Salamanca. Los inviernos son fríos y una capa de nieve de varios centímetros lo cubre todo. Las heladas, la niebla, la lluvia y las tormentas de nieve no son una rareza entre noviembre y febrero. Por fortuna para los turcos, el Leopard 2 -como el resto de carros alemanes- está bien diseñado para lidiar con condiciones climatológicas propias del frío extremo.
Los Leopard 2A4 turcos
Desde el nacimiento de la saga Panzerkampfwagen Leopard 2 en Alemania a finales de los años 70 este país ha seguido introduciendo modificaciones y mejoras que dieron lugar a nuevas versiones. Entre todas ellas, la que alcanzó mayor popularidad, mayor índice de exportación y mayor tiempo en servicio fue la versión Leopard 2A4, aparecida a mediados de los años 90 y que a día de hoy empieza a notar los achaques de la edad. Aunque se han diseñado nuevas versiones del Leopard 2 con más blindaje y más potencia de fuego, como el A5 o el A6, lo cierto es que el A4 sigue siendo la más popular y ha sido la variante que ha mantenido el mayor equilibrio entre movilidad, protección y potencia de fuego debido a que las nuevas versiones han perdido algo de movilidad a favor de la protección.
Además de ello, el Leopard 2A4 mantiene el excelente cañón Rheinmetall L/44 de 120 mm, similar al M256 de los M1 Abrams y que, a pesar de tener una capacidad de penetración menor que el más moderno L/55 instalado en los Leopard 2A6 posee la ventaja de que es más corto y por tanto mucho más práctico para su empleo en escenarios cerrados como calles o zonas arboladas. En particular, a la hora de enfrentarse a fuerzas asimétricas que no van a oponer fuerzas acorazadas significativas, el más moderno L/55 es inferior al L/44. Este cañón puede emplear diversos tipos de munición:
- APFSDS (Armor Piercing Fin-Stabilized Discarding Sabot) diseñada para penetrar blindajes gruesos por energía cinética.
- HEAT (High Explosive Anti Tank) que es multipropósito, la de metralla útil a distancias muy cercanas contra objetivos blandos.
- HE (High Explosive) contra fortificaciones ligeras e infantería y la más rara HE-OR (High Explosive-Obstacle Reduction) diseñada especialmente para deshacer obstáculos.
- Existen paquetes de actualización que permitirían a los Leopard 2 disparar misiles como el LAHAT.
El Leopard 2A4 puede llevar hasta 42 proyectiles repartidos en dos compartimentos blindados, uno situado en la parte trasera de la torre al alcance del cargador y que contiene 15 proyectiles, y el otro situado a la izquierda de la barcaza central, con 27 proyectiles almacenados.
A pesar de que, a priori, los proyectiles APFSDS no son una munición adecuada para enfrentarse al EI, en tanto no va a oponer carros de combate modernos, hemos podido constatar el empleo rutinario de este tipo de municiones. El motivo nos es desconocido. La única posibilidad que se nos ha ocurrido apuntaría a que los rápidos y blindados VBIED del EI podrían ser un blanco difícil de acertar a una gran distancia. En este caso, la munición APFSDS por su trayectoria más plana y por su mayor velocidad podría ser más adecuada frente a este tipo de amenaza. Los proyectiles podrían ser germanos DM-43 o DM-53 e israelíes M322 o M328 o norteamericanos M829.
El otro proyectil más utilizado es el de tipo HEAT, considerado multipropósito y utilizado contra posiciones fortificadas, vehículos ligeramente blindados o contra blancos desprotegidos. En el caso del HEAT hemos constatado el uso de proyectiles M325.
En cuanto al armamento secundario los turcos emplearían la misma configuración que nuestros Leopard 2A4E, esto es una ametralladora MG-3A1 coaxial de calibre 7,62 mm OTAN y en contadas ocasiones una segunda MG-3 situada en la escotilla del artillero.
El Sistema de Control de Tiro (SCT) emplea diversos sensores, así como ópticas de 12 aumentos que incluyen telemetría láser y miras nocturnas. Se puede considerar eficaz a las distancias propias de la guerra asimétrica, que raramente superan los 2 Km.
La movilidad del carro depende de su motor MTU MB de 1.500 caballos que permite al Leopard 2A4 alcanzar velocidades del orden de los 70 Km/h en carretera. Además, como es habitual, los Leopard 2A4 turcos llevaban zapatas para terrenos blandos montadas en la zona frontal del carro, lo que da fe de las condiciones de nieve y de barro que esperaban encontrar en la zona norte de Siria.
En cuanto a la protección, el Leopard 2A4 cuenta con un blindaje tipo Chobham (multicapa) en la zona frontal de la barcaza y de la torre, aunque esta última carece de blindaje inclinado. A pesar de que el espesor real del blindaje es material clasificado, debería proteger contra el principal ATGM ruso de su época, el 9M113 Konkurs, aunque estaría por ver si sería suficiente frente al 9M115-2 Metis-M, frente al 9M113M Konkurs-M o frente al 9M133 Kornet. También debería resistir impactos de granadas propulsadas por cohete como el RPG-7, aunque armas más potentes y modernas como el RPG-29 quizás sí puedan penetrarlo.
Por desgracia el Leopard 2A4 tiene una gran falla en la protección frontal: La óptica EMES-15 del artillero, incrustada en el lateral izquierdo de la torre, zona en la que el blindaje queda muy disminuido. Otros puntos vulnerables pero difíciles de acertar serían el anillo de la torre y la zona del techo que está inmediatamente encima del mantelete del cañón.
Los flancos son otra historia: La parte delantera de los flancos está protegida por faldones pesados, mientras que el resto de la barcaza cuenta con faldones ligeros. Todos ellos funcionan a modo de blindaje espaciado. La zona más expuesta es la parte lateral trasera de los flancos y de la torre, ya que ahí el blindaje es convencional, vertical y relativamente delgado. Para aumentar las posibilidades de supervivencia los 15 proyectiles listos para usar se encuentran en un compartimento estanco blindado, lo que ofrece protección adicional frente a una penetración. Nada raro, pues en general los carros de combate modernos no tienen protección suficiente en los flancos como para poder resistir al impacto de un potente ATGM salvo que se haya instalado blindaje reactivo o modular, cosa que no ocurre con el Leopard 2A4. De hecho, una granada-cohete PG-7 debería ser capaz de penetrar al Leopard 2A4 en los flancos, algo increíble a tenor de su precio en el mercado negro sirio, que ronda los 100 dólares.
La protección frente a IED y minas que ofrece el Leopard 2A4 es también material clasificado, aunque se presume capaz de soportar las minas antitanque soviéticas más comunes en su época, como la TM-62. Por otra parte, la experiencia canadiense en Afganistán demostró que los Leopard 2 protegieron bien a sus tripulantes frente a los IED, a pesar de lo cual la industria se ha afanado en presentar variantes como la A6M o la PSO que mejoran este apartado, lo que es indicativo de ciertas carencias.
En lo concerniente al camuflaje, los Leopard 2 turcos utilizaban el mismo patrón de camuflaje de tres tonos del Bundeswehr. Este esquema fue sustituido por otros nuevos de tipo árido. Es de suponer que el repintado se hizo sobre la marcha, toda vez que no todos los carros han podido disfrutar de sus nuevos colores antes de llegar a Siria.
Por otra parte, a diferencia del resto de Leopard 2A4, los vehículos turcos vistos en Siria montaban un dispositivo en el lateral derecho de la torre, una caja metálica de la que a veces sobresalen una especie de pequeñas antenas de no más de 10 cms. de altura, lo que nos hace pensar que estamos bien ante un dispositivo de comunicación, bien ante un dispositivo inhibidor de señales.
Por último, hemos podido notar que una parte de los Leopard 2A4 turcos poseen una cicatriz en el lateral izquierdo de la torre. Dicha marca de soldaduda consiste en una antigua portezuela usada para introducir munición al carro y fue sellada cuando los carros de combate de lotes anteriores al A4 fueron actualizados a esa versión. Esto sifnifica que algunos de los A4 turcos no nacieron como A4, sino que son Leopard 2A1, A2 o A3 transformados a la versión A4, aunque no debería haber diferencias significativas entre unos y otros.
El desempeño de los carros de combate turcos
Tras producirse numerosos incidentes relacionados con los Leopard 2A4 turcos a los que nadie daba explicación, se filtró un papel en el que se detallaban datos sobre el estado de los vehículos impactados por armamento del EI junto a una pequeña descripción. A pesar de las reticencias iniciales sobre su validez, a posteriori se ha demostrado como absolutamente fidedigno, por lo que lo usaremos como base para la Tabla 1.
Modelo |
Unidad |
Estado |
Matrícula |
Destino |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
ATGM/ Daños altos |
195556 |
Desconocido |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
ATGM/ Daños altos |
195591 |
Desconocido |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
ATGM/ Daños altos |
195586 |
Desconocido |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
ATGM/ Daños altos |
195536 |
Desconocido |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
ATGM/ Daños altos |
195535 |
Desconocido |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
195541 |
Desconocido |
|
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
Mina o IED |
195526 |
Destruido por ataque aéreo |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
RPG o mortero |
195528 |
Capturado y destruido por EI |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
Desconocido (Bajo el muro) |
195537 |
Destruido por los turcos |
Leopard 2A4TR |
2ª Brigada Acorazada |
Averías |
195532 |
Capturado y destruido por EI |
Los diez Leopard 2A4 alcanzados sobre los que habla el documento pertenecían al 1º Batallón, 2ª Brigada Acorazada, 3º Cuerpo de Ejército que, por cierto, participó en el golpe de estado contra Erdogan. De los diez Leopard 2 uno tenía una avería mecánica, otro había sufrido daños que presumimos leves -no se indica lo contrario- a causa de un RPG o de un mortero, otros dos habían sido inutilizados por minas, de los que sólo uno tenía fuertes daños en el motor, y los cinco restantes habían sido alcanzados por ATGM que les habían producido fuertes daños (Heavy damage). Aunque no figura el significado exacto de «fuertes daños» intuimos que se refieren a daños que obligaban a reparaciones competencia del cuarto escalón o a mantenimiento de base.
Posteriormente varios de los carros de combate se perdieron, ya que Daesh lanzó una serie de golpes de mano exitoso que le permitió capturarlos y destruirlos. Igualmente parece que al menos tres de los carros podrían haber sido destruidos por los propios turcos para evitar su captura y utilización por miembros de Daesh. Para ello se utilizaron ataques aéreos, llevados a cabo por un F-16 con un misil guiado, probablemente un AGM-65 Maverick o bien utilizaron granadas colocadas en lugares clave del carro.
El golpe de mano del EI fue el culmen de una semana en la que numerosos Leopard 2A4 habían sido puestos fuera de combate por los ATGM. Durante aquella operación los yihadistas fueron capaces de doblegar las posiciones defendidas por el ejército turco entorno al hospital y de hacerse con varios Leopard 2A4 junto a un ACV-15 y otros vehículos como un M-60T Sabra.
Puede afirmarse que el empleo de los ATGM de EI fue súmamente eficaz. En todos los casos constatados lograron impactos en los flancos, causando graves daños y probablemente causando la muerte de varios carristas. Los ATGM de los que se tiene confirmación de su uso incluirían dos 9M113 Konkurs y 9M115-2 Metis-M, estos últimos con un alcance de solo 1,5 kilómetros, pero con una gran capacidad de penetración.
Finalmente, hay noticias de alguna escaramuza entre los Leopard 2A4 y diversos blindados. Se sabe de al menos un BMP-1 de Daesh alcanzado por un proyectil de carga hueca M325 lanzado por un Leopard y que impactó en la zona frontal del BMP-1 cuya coraza resultó atravesada. El BMP-1 se incendió y al menos dos tripulantes fueron capaces de abandonarlo para morir unos metros más allá abatidos por la ametralladora coaxial del Leopard 2A4 o de la infantería que lo pudiera haber acompañado.
Misiles e impactos recibidos por los carros de combate turcos
Todos los misiles que lanzó EI hicieron blanco sobre los flancos de los Leopard. En el mejor de los casos, pudo haber alguno que acertara en los faldones pesados, sin embargo estos últimos son a todas luces insuficientes para frenar a un ATGM. Una vez la penetración se producía los daños eran inevitables y si quedaban diluídos era gracias al diseño interno del carro alemán. Con todo, parece que ninguno de los carros resultó totalmente destruido, aunque las imágenes que circulan por la red no permiten ser muy optimistas al respecto.
Dos carros de combate apostados tras unas barreras recibieron el impacto directo y casi simultáneo de sendos ATGM 9M113 Konkurs, en su flanco derecho. A pesar de que uno recibió el impacto totalmente angulado respecto a la trayectoria del misil y que este hizo blanco en la zona de la barcaza o de la torre, en ningún caso provocó el estallido de la munición.
Así, aún a pesar de los daños, el carro resistió relativamente bien, hasta el punto de que tras el impacto la torre estuvo operativa el tiempo suficiente como para ser girada, tal y como se deduce del análisis del momento en que recibió el ATGM y de una imagen tomada posteriormente.
Menos suerte tuvo el otro carro de combate situado apenas unos metros más arriba y que sólo ofrecía como diana el blindaje lateral de su torre. Esto le expuso a un impacto cerca del compartimento de la munición lo que derivó en una explosión catastrófica que hizo volar por los aires el compartimento blindado con los 15 proyectiles, las escotillas y otros elementos.
Una de las razones que explican que todos los impactos fuesen laterales recar en la propia dirección de la ofensiva turco-rebelde, avanzando siempre en dirección oeste-este hacia Al-Bab. De esta forma, los carros de combate turcos se colocaban de cara a Al-Bab exponiendo sus flancos a los ATGM de Daesh situados al sur que podían abrir fuego a distancias de varios kilómetros desde su propio territorio sin que los Leopard 2A4 que no contaban con ninguna clase de sistema de protección activa, receptor láser o similares, pudiesen hacer nada para evitarlos.
Golpe de mano de Daesh
Los turcos habían apostado una pequeña fuerza en torno al hospital de Al-Bab, situado en una zona estratégica. Esta agrupación estaba compuesta por un par de carros de combate Leopard 2A4 inmovilizados, así como por un contingente de infantería mecanizada sobre ACV-15 encargado de proporcionar seguridad. A pesar de que hasta entonces los combates en la zona habían sido de escasa entidad, el EI -probablemente consciente del estado de los Leopard 2- dio un golpe de mano aprovechando las nubes bajas, la niebla y la tormenta de nieve. La climatología y su iniciativa permitieron a los yihadistas aproximarse sin ser detectados y tomar la posición intacta en poco tiempo, tras lo que saquearon todo lo que pudieron y destruyeron el resto, incluyendo los Leopard con los numerales 195532 y 195528.
Ante la amenaza que este movimiento supuso para otros dos Leopard 2A4 que habían quedado inmovilizados en una curva de una carretera unos centenares de metros más al norte, los turcos decidieron destruirlos antes de que cayeran en manos yihadistas, para lo que lanzaron sendos ataques aéreos.
Planificación errónea
Heinz Guderian, en su mítico Achtung Panzer, decía que:
«Esta fuerza [en referencia a las fuerzas acorazadas] que a día de hoy tiene el mayor poder ofensivo tiene también el derecho a emplear dicho poder bajo sus propias reglas y de esta forma cualquiera que sea el lugar en el que sea usada será la fuerza principal y el resto estarán supeditadas a ella. […]Los derechos reclamados por esta nueva arma resultan en las siguientes necesidades tácticas: 1) Sorpresa; 2)Empleo Masivo y; 3) Terreno adecuado.
[…]La alta velocidad del ataque acorazado es esencial para determinar los resultados del combate.»
Sin embargo en el caso de Siria la situación se había invertido totalmente, y eran los carros de combate y su infantería mecanizada los que estaban supeditados a las necesidades tácticas impuestas por la infantería ligera del ELS a la que tenían que apoyar, operando de esta forma en contra de su propia naturaleza y desaprovechando sus fortalezas -movilidad y protección-, maximizando así sus vulnerabilidades.
En el caso de los combates por Al-Bab de los tres principios fundamentales sólo se cumplía el del terreno adecuado, pero en ningún momento hubo ni elemento de sorpresa, ni empleo masivo de los medios.
Ahora bien, ¿porque no se siguieron los principios básicos de la guerra mecanizada de armas combinadas moderna? Pues porque ese tipo de guerra implica operaciones de alta intensidad, y los turcos consideraron que esta no era la opción adecuada, a pesar de que movilizaron la masa crítica necesaria para acometerla contra un enemigo tan relativamente débil como lo era el Califato.
Los motivos de esta decisión sin duda son políticos, ya que una operación de alta intensidad habría supuesto cargar con la imagen de fuerza ocupadora y asumir los inevitables roces con la población local. Por el contrario, al colocar al ELS en primera línea y apoyarlo con sus FAS se lograba un perfil bajo mucho más deseable de cara a la prensa internacional, algo en la línea con los verdaderos intereses de una Turquía que perseguía evitar que los cantones kurdos se unificaran, contar con cierta cantidad de territorio sirio a modo de colchón y con una carta que canjear en las futuras negociaciones con Assad y Rusia.
Si atendemos a operaciones similares en Siria, como el apoyo dado por Irán o Rusia a Assad, o el apoyo estadounidense a los kurdos, en ningún caso se ha optado por la guerra de alta intensidad. Ni siquiera los rusos han llegado a operar su material pesado junto a los sirios y cuando han desplegado vehículos como los BTR-82A o el BMPT-72 lo han hecho en unidades rusas y siempre en la retaguardia o los flancos. Nunca como fuerza de apoyo de los sirios, tarea reservada para las fuerzas especiales, la aviación y la artillería.
Se da así la circunstancias de que Turquía ha sido el primer estado en emplear pequeñas agrupaciones blindadas en operaciones de guerra híbrida en las que las unidades acorazadas son empleadas en apoyo de de la infantería ligera. El problema es que el carro de combate fue diseñado para otro tipo de escenarios y que en este caso se desperdician aspectos clave como la agilidad o el factor sorpresa. De hecho, lo más normal es que los carros queden aislados de una infantería incapaz de seguir su avance y no, como en este caso, que se vean obligados a seguir el ritmo de unidades como las del ELS. Es así como se les ha hecho vulnerables al a armamento contracarro, infinitamente más barato, a cambio de ganancias mínimas.
Si bien los carros de combate están diseñados para sobrevivir en escenarios de alta intensidad, incluyendo obstáculos artificiales, minas, ataques aéreos, misiles, CSR, RPG, explosivos, ataques químicos y demás, el teatro de operaciones sirio es muy diferente.
Las fuerzas irregulares como Daesh cuentan con numerosos combatientes veteranos, curtidos en el manejo de material avanzado como los ATGM y acostumbrados a atacar blancos de oportunidad en poco tiempo bajo la amenaza de los bombardeos aéreos y de los fuegos de apoyo. Además, pese a estar en pleno repliegue estratégico, acosados en todos los frentes, han sabido mantener la iniciativa estratégica, con constantes golpes de mano, retiradas y contraofensivas.
Este escenario obligaba a las tropas turcas a mantener la vigilancia en 360º las 24 horas, pues en cualquier momento podían sucederse los ataques, máxime cuando el enemigo operaba cientos de ATGM, fáciles de adquirir para un actor como ISIS, y que pueden tener un alcance de hasta 3.000 metros.
Se puede concluir que quizá emplear carros de combate no era la mejor opción, teniendo en cuenta tanto las experiencias pasadas en la propia Guerra de Siria, sobre las que hay varios artículos en nuestra web y que sus lecciones no habían sido aprehendidas instalando blindaje adicional o equipo de alerta frente a unos ATGM que Daesh ya había demostrado ser capaz de usar con gran efectividad. Además, Turquía contaba con artillería T-155 y M-110A2, así como con gran número de morteros que, en combinación con las fuerzas especiales y quizás algunos vehículos de apoyo con cañones de tiro rápido, deberían haber podido proveer al ELS del apoyo necesario para acometer su misión sin necesidad de exponer a los carros de combate a un tipo de guerra en la que tienen mucho que perder y muy poco que ganar.
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